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Un Consejo: Nunca Digas Nunca

Capitulo Uno

🍇 𝓐𝓷𝓰𝓮𝓵𝓸 🍇

Viaje a Florencia con mi padre y estamos en la sala de juntas de la destilería “Cascina Pastori”, para escuchar la propuesta del CEO Sigifredi Pastori. Hace dos años estoy muy interesado en adquirir los terrenos de “La Simblia” en la Toscana, del cual él es el dueño. Es la mejor zona vinícola de Italia, donde se siembra la mejor uva sangoviese del mundo, y ha estado en la mira desde que mi papá y yo compramos la franquicia del vino “Di Romagna”. Por eso ese terreno debe ser nuestro, como de lugar.

Lo que nos tiene sorprendidos es que Pastori nunca nos ha querido vender estos terrenos, aunque le hemos ofrecido una alta suma de dinero. Siempre ha rechazado nuestras ofertas por muy jugosas que sean. Por lo que, cuando mi papá recibió su llamada diciendo que tiene una propuesta para que nos quedemos con “La Simblia”, pero que debíamos venir hoy mismo, inmediatamente tomamos nuestro jet desde Roma.

Entró en ese momento el señor Pastori y se sentó en su silla, se quedó mirándonos de manera insegura.

—Buenos días, señor Stromboli. Gracias por venir inmediatamente. —Dijo el señor Pastori de manera nerviosa ante la imponente presencia de los Stromboli. 

Sin siquiera responder al saludo, tomó la palabra Ángelo Stromboli.

—Entonces, señor Pastori. ¿Qué nos propone para que nos venda, ceda o permute el terreno de “La Simblia” en la Toscana? —Le pregunto con mi postura de negocios. Aunque me llama la atención de que se ve algo nervioso, sé que mi papá también lo notó.

—Señores Stromboli. La propuesta es que usted, señor Ángelo, se case con mi hija mayor Gina. —Y una gota de sudor salia de su frente al hablar con nosotros.

—¿Está loco? Eso de casamientos por conveniencia ya no se usa. Eso únicamente se ve en las ridículas novelas románticas que mi hermana Clara lee. —No sé si es chiste, o habla en serio. Pero mínimo es que su hija es una gorda, tonta y sin gracia. Y él estaba desesperado porque algún idiota se case con ella. Yo NUNCA me casaría con una mujer de esas características.

—Hijo, deja que Sigifredi hable y explique en qué consiste la propuesta de matrimonio. —No puedo creer que a mi padre le interese escuchar esa descabellada propuesta. 

—Sé que suena descabellado. Pero si en verdad les interesa el terreno de “La Simblia”, aceptarán mi propuesta. Es muy simple, yo necesito proteger a mi hija Gina. Ella es rebelde y tiene una relación con un vividor que se quiere apoderarse de su riqueza. Por eso, Ángelo, cuando usted acepte el trato, yo la envío desde Sicilia a Roma para que se case con usted. Debe tenerla a su lado mínimo dos años y ahí ya pueden firmar el divorcio. La idea de esto es que ella no pueda casarse a escondidas con su supuesto novio, pues sé que eso es lo que piensan hacer. Por eso no les pido dinero ni nada por el terreno, sé cuánto lo quieren y yo necesito tener a salvo a mi hija de la manipulación de este vividor. —Si esa es la única forma de que podamos adquirir esos terrenos, creo que debo aceptar, no puedo desperdiciar esta oportunidad que hemos esperado por dos años.

—Creo que hay algo más detrás de esto, que usted no nos está diciendo. —debo ser muy astuto para los negocios, debemos tener en claro las reglas del juego, y no tener después que quejarnos por haber tomado una decisión sin tener todas las cartas sobre la mesa. 

—Tenga la seguridad de que no hay más señores Stromboli. Solo que mi hija es una chica muy manipulable debido a sus inseguridades, por eso este vividor se está aprovechando de ella, y está totalmente decidida a casarse con él. Ella ya puede tomar libremente la decisión, pues es mayor de edad. Usted se preguntará: ¿por qué simplemente no la desheredo y que se case con él si quiere? Pero la verdad es que para mi esposa Rita y para mí eso no es una solución, pues ella tiene todo el derecho de heredar mi fortuna y no pasar penurias al lado de un estafador. Por eso, la única solución que le vimos a este dilema es que ustedes la protejan durante dos años. No creo que él la busque o la espere esos dos años. Por eso, Ángelo debes hacerlo pasar como un matrimonio normal ante la sociedad. —Sigifredo seguía explicado el porqué de su propuesta.

«Y sí que ha de ser un matrimonio normal, ya verás que más te voy a pedir a cambio de la salida al mar de este terreno» pensaba Sigifredo Pastori mientras esperaba la respuesta de Angelo y su padre.

—¿Y ella está de acuerdo? ¿Cómo pretende que lo haga? ¿Obligándola? —Me imagino a la pobre gordita enamorada de un gigoló, convencerla de dejarlo y aparecer como mi esposa, ha de ser un dolor de cabeza.

—Eso es lo que me preocupa. No creo que acepte así como así. Pero algo se nos ocurrirá. Todos se deben enterar de que ustedes están casados, así nos dará tiempo para desenmascarar a su novio. —Pastori insistía.

«¡Dios mío, que acepten! es la única forma de que mi fortuna no quede en manos de un bueno para nada. Además el estar relacionado con la familia Stromboli traerá beneficios a mi empresa. De algo ha de servir tener una hija mujer» esto pensaba Pastori.

—Está bien, acepto. Entonces, ¿cómo coordinamos lo de su llegada y lo demás? —Espero no arrepentirme de esta decisión, todo sea por poseer el mejor terreno vinícola de la Toscana. Con esto, la empresa va a crecer un 50% y recuperaré la inversión en dos meses al abrir el mercado americano.

—Ángelo, debe ser esta misma tarde, porque ellos se van a escapar en la noche —dice el señor Pastori mientras se para de su silla y camina por la oficina de manera nerviosa. —Ya mismo llamo a mi gente para que preparen el jet. Rita está pendiente de mi llamada para llevarla con engaños al hangar y de ahí entregarla a mis guardaespaldas para que no se escape. —Espero que todo salga como lo hemos planeado.

—Me avisa cuando llega el jet a Roma. Yo mando a mi asistente personal por ella al aeropuerto, y que inmediatamente la lleve a la notaría donde registro mis negocios para que firme el acta de matrimonio. Ya mismo le envío un poder con mi firma para que él lo legalice sin necesidad de que yo esté presente. ¿Le parece? —Si le urge tanto que ella se case, a mí más me urge tener el terreno —Y cuando esté legalizado el matrimonio, nos reunimos aquí mismo para que me entregue los terrenos, y firmemos el contrato de esta negociación. Es necesario que todo esté debidamente diligenciado para que después no haya sorpresas, señor Pastori.

...🍇🍇🍇🍇...

FAVOR LEER CON ATENCIÓN:

Esta novela ha sido editada en su totalidad, reduciendo la cantidad de palabras por capítulo para que sea más agradable de leer. Por eso de 28 capítulos qué tenía inicialmente, quedo de 55, por tal motivo van a haber comentarios antiguos qué no coinciden con la trama del capitulo. Por favor hagan caso omiso a esos comentarios y sigue la lectura 🙏

Capitulo Dos

🍇 𝓐𝓷𝓰𝓮𝓵𝓸 🍇

—Sí, está perfecto, trato hecho. —Dice Sigifredi Pastori y estrechamos las manos cerrando el trato. —Mañana a esta misma hora los espero aquí en mi oficina... Espere, le paso una foto de mi preciosa hija para que la reconozca su asistente cuando vaya por ella al aeropuerto. —Pastori busca una foto en su celular, pero yo lo interrumpo.

—No hay necesidad, señor Pastori. Solo dígame al momento de enviarla en el jet cómo va vestida, y ya. Mi asistente en el aeropuerto le pedirá la identificación. —Prefiero todavía no conocerla; no quisiera desde ya arrepentirme de esta locura al casarme con una mujer seguramente fea y gorda. Una mujer con la que NUNCA en otras circunstancias me casaría.

—Hijo, pero ¿no crees que es mejor que la vea en la foto y de una vez la conozca? —por fin habla mi papá. Había estado muy callado analizando la situación—. No vaya a ser que se confunda Piero y se lleve a la que no es, jajaja. —Sería imposible que algo así pasara, pero no la quiero conocer.

—Es que eso es lo que no quiero. No la quiero conocer aún; tengo primero que asimilar lo que está pasando. Apenas en unas horas estaré casado por conveniencia con una desconocida. Sólo cuando me sienta listo iré a mi mansión en Roma y la conoceré. —Es una locura lo que voy a hacer. Siempre le he huido al matrimonio, por eso solo he tenido amigas con derechos. NUNCA me pensaba casar y mucho menos por un negocio; no quiero ni imaginarme cómo será esa mujer.

Salimos del edificio de "Cascina Pastori" y nos dirigimos al hotel "Four Seasons", del cual mi padre es socio. Allí nos sentamos en la sala de negocios para redactar el contrato de matrimonio y compra de "La Simblia".

—Hijo, ¿estás seguro de lo que vas a hacer? —Sé que mi papá espera que no me retracte; se ve preocupado.

—Claro que no estoy seguro. Pero si es la única forma de adquirir este terreno, no queda de otra. Por eso hay que redactar un muy buen contrato de matrimonio; además, solo serán dos años. Después volveré a ser un hombre libre. —Pienso poner en el contrato unas cuantas cláusulas, para que todo quede claro entre mi supuesta esposa y yo.

—Está bien, hijo. Entonces redacta rápido ese contrato para que lo envíes a Piero. —En ese momento le llega al celular de mi padre un mensaje de Sigifredi. —Hijo, me escribió tu futuro suegro. Acaba de salir su hija de Roma; deben de estar llegando en 45 minutos. Que Piero vaya por ella a la sala de espera VIP número quince. Que ella va vestida de pantalón y blusa negra. Lleva un bolso grande estampado en animal print. —Esta es la foto del bolso. —Me muestra la foto— y que ella es rubia de...

—Ya, ya. ¡No digas más, papá! Con esa foto del bolso me basta. Ya se la mando a Piero para que salga inmediatamente por ella.

🍇 𝓖𝓲𝓷𝓪 🍇

—Hija, ¿me acompañas, por favor, al aeropuerto? —me dice mi mamá.

—¿Al aeropuerto? ¿A qué? —le pregunto con intriga.

—Es que tu papá me va a enviar un encargo, y solo lo puedo reclamar yo. Tú sabes cómo es él de misterioso. —Mamá casi me ruega para convencerme; eso me pareció extraño.

—Está bien, pero espera, me cambio, mamá. —Tenía puesta una blusa negra y un pantalón del mismo color.

—No, no, hija. Así estás bien, coge más bien el bolso y nos vamos. Es que estamos sobre el tiempo y tú te demoras mucho cambiando de ropa.

«Rita está que muere de los nervios, y Gina lo notó».

—Bueno, mamá, vamos, pero primero debo entrar al baño. —Tengo que avisarle a Jordan que algo tenían planeado hacerme mis padres.

—Está bien, pero no te demores, hija. —Asentí mientras me dirigía presurosa al baño.

📲 Jordan, voy para el aeropuerto con mí mamá. Me pidió que la acompañara a hacer una diligencia.

📱¿Y?

📲 Y que estoy segura que es una trampa para llevarme a algún lado. Pero no puedo levantar sospechas, por lo que le dije que la acompañaba.

📱Mmmm, y si es verdad que es una trampa, ¿qué vamos a hacer?

📲 Quiero que estés pendiente del celular, y según lo que pase, yo te aviso qué podemos hacer.

📱Ok, cuídate, espero tu llamada.

📲¡Te amo!

📱.....

Estoy en el aeropuerto con mi mamá y nos dirigimos al hangar donde mi papá guarda el jet. Allí está toda la tripulación lista y los guardaespaldas de él. Mi mamá me hace subir las escaleras de acceso para que reciba el paquete que supuestamente envió mi papá de Florencia. Alcancé a oír a uno de los pilotos que hablaba a la torre de control la palabra Roma. Como tenía el WhatsApp de Jordan abierto, le envié rápidamente un audio...

📲 Creo que voy para Roma, más tarde te aviso donde me espe......

—¡MAMÁ! ¿Qué haces? —me sorprendo al ver que mi celular ha sido arrebatado por mi mamá.

—Evitando que cometas una locura. ¡Tarde o temprano me lo agradecerás! —Mamá hace señas a los guardaespaldas y a la tripulación.

Me ubican en una de las sillas del jet en medio de mis gritos y el llanto de mi madre.

—¡Suéltenme! Mamá, ¿qué pasa? ¿Por qué me retienen a la fuerza?¡Explícame, por favor! —Estoy muy confundida, no sé qué está pasando.

—Hija, vas a Roma a casarte con Angelo Stromboli. Debemos alejarte de Jordan Rivers. Entiende que él es solo un vividor que está detrás de tu fortuna. Por eso te enamoró; ese siempre ha sido su plan: se aprovechó de tu vulnerabilidad para, después que se apropie de tu dinero, echarte como basura. ¡Créeme, Gina, no eres la primera mujer a la que se lo hace! —Explica con notoria angustia mi madre, tratando que entre en razón.

—¡Están todos equivocados! Él me ama a mí, no a mi dinero. ¡Él nunca se aprovecharía de mi amor por él! —Entre llantos, trato de que mi mamá entienda; estoy segura de que Jordan me ama.

—Ay, hija. Cuánto diera por estar equivocada y que no sufras por un malnacido y su crueldad. Por eso, esto que hemos decidido es lo mejor. Solo son dos años, por favor, no hagas las cosas más difíciles, Gina. —Mamá se hace la fuerte ante mí.

—¡Los odio! Ya para mí no son mis padres. No me busquen, no quiero nada de ustedes —y empiezo a llorar, me hago la resignada, pero en mi mente estoy maquinando la forma de escapar de ese compromiso.

«Sale el jet rumbo a Roma, Gina está incomunicada y sus guardaespaldas no la van a dejar ni a sol ni a sombra. ¿Qué hará Gina?»

Capitulo Tres

🍇 𝓖𝓲𝓷𝓪 🍇

Después de cuarenta minutos de vuelo, ya estoy en el aeropuerto de Roma. La idea es que piensen que estoy resignada a irme con mi supuesto prometido y cuando lleguemos a la sala de espera de los vuelos privados me voy a escapar.

—Braulio, necesito ir al baño, ya vengo. —Le digo a mi guardaespaldas en cuanto me bajé del jet.

—Claro, señorita Gina. Espere, la acompaño. —Dice el idiota que no me deja ni a sol ni a sombra.

—No es necesario, Braulio. ¿Acaso piensas que me voy a fugar? Dígame por dónde pretende que me vaya a ir si ni siquiera tengo mi celular. —Trato de ser convincente.

—Está bien, señorita. Pero la espero afuera para estar más seguros. —Eso es mejor.

—Como quiera. —Solo respondo eso; me urge mirar por donde puedo escapar.

Entré al baño y miré por todos lados como si pudiera escapar. Veo una ventana pequeña; menos mal que soy flaca y puedo meterme sin problemas por ahí. Pongo la caneca de la basura para alcanzar la ventana, pero necesito tirar primero mi bolso y ahí sí poder trepar a la ventana.

Casi que no logro trepar hasta la ventana y cuando caigo al suelo, ya no veo mi bolso por ningún lado. Menos mal que saqué el efectivo qué tenía al bolsillo de mi pantalón. Pienso solamente en mis documentos, pero no puedo perder tiempo, por lo que corro lejos del aeropuerto hasta llegar a un barrio cercano. Debo buscar una tienda donde pueda hacer una llamada a Jordan.

🍇 𝓐𝓷𝓰𝓮𝓵𝓸 🍇

Siento que estoy cometiendo un error, pero como dice Maquiavelo: "El fin justifica los medios", y si casándome con una desconocida adquiero "La Simblia", todo vale la pena, y dos años se pasan volando.

Tengo treinta años; hace cinco años que estoy al frente de la "Vinícola Stromboli" junto a mi padre, que aún me acompaña a las negociaciones y toma de decisiones, pues sigue siendo el socio mayoritario. Tengo una hermana de veinte años, Clara, hija de la segunda esposa de mi papá. Mi mamá vive en Colombia con su actual familia, con la cual no tengo contacto.

Soy 100% fitness; de hecho, tengo una franquicia de gimnasios en toda Italia, "Palestra di Corpo", y de la cual soy la imagen. Cuido mi cuerpo haciendo ejercicio constantemente, comiendo saludable y durmiendo las horas necesarias.

Recibo una llamada de Piero, mi asistente personal y mano derecha.

📱Jefe, ya llegué al aeropuerto. Estoy en la sala de espera que me dijo, pero no hay ninguna mujer vestida de negro con el bolso que me mandó en la foto.

📲 Fíjese bien, Piero. Debe ser una gorda desabrida y bien fea. Me avisas cuando esté con ella para yo avisarle a su papá que ya está contigo.

📱 Ya, jefe, ¡ya la vi! Está entrando al baño, y es exactamente como usted dijo que era.

📲 Llévela a la notaría del abogado Colombo. Cuando tenga el acta de matrimonio, me la envía escaneada para mañana cerrar el negocio con su papá.

📱Ok, más tarde le hablo jefe. Apenas salga del baño me voy con ella a la notaría.

🍇 𝓖𝓮𝓸𝓻𝓰𝓲𝓷𝓪 🍇

Hoy ha sido el peor día de mi vida. Hace dos semanas que estoy buscando empleo, y en ningún lado me contratan solo por ser, según ellos, una gorda y no cumplir con los estándares de belleza. Mi casero me sentenció que si hoy no le pago la renta, me saca mis chucherías y mi ropa del piso que le tengo rentado. Apenas ayer pude comer algo al almuerzo y esta mañana gasté lo último que quedaba en la cocina. Tengo un hambre de los mil demonios, ya no me queda ni un euro, y volver como una fracasada a mi pueblo Sermoneta, donde está mi explotadora madre, no es una opción.

Dios mío, ayúdame a que mi suerte cambie, por favor te lo pido. No puedo volver a mi casa y seguir bajo el yugo de mi madre.

Tengo 25 años y no he podido cumplir con mis sueños, todo porque mi mamá es una alcohólica que piensa que yo la debo mantener, después de que mi papá la abandonó por otra mujer y ella en su depresión se refugió en la bebida.

Estaba en el aeropuerto presentando una entrevista de trabajo para conserje, pero igualmente fui rechazada por lo mismo; por no coincidir en los estereotipos que ellos buscan. Iba caminando fuera del aeropuerto después de salir de la oficina del administrador de mantenimiento, y al pasar por detrás de uno de los hangares, un bolso grande me cayó en la cabeza.

—¡Auchhh, qué totazo!

Miré extrañada de dónde cayó y no vi nada, por lo que me devolví al aeropuerto hasta la sala de espera de ese hangar a ver de dónde es que cayó este bolso. Al entrar, ubique que el lugar de donde salió el bolso es un baño. Afuera había dos señores; uno miraba a la puerta del baño, pero no se percató de mi presencia, y el otro miraba a todos lados hablando por un auricular y se quedó mirando fijamente con una sonrisa mientras continuaba con la llamada.

Entré al baño y busqué a la dueña del bolso, pero no había nadie adentro, ni en los cubículos.

«Qué extraño», pensé.

Aproveché e hice mis necesidades, cuando escuché que alguien me llamó.

—Señorita Gina. ¿Aún está en el baño?

—¡Siii, ya salgo! —grité para que me oyera.

—Acá afuera te espera uno de los hombres de Stromboli, para que te vayas con él. Yo ya me voy, quedas en buenas manos. —No entendí nada.

—Está bien. —Qué raro, ¿Stromboli? ¿Será que sí me van a dar el empleo? Será salir a averiguar.

—Hola, ¿eres Gina? —preguntó uno de los hombres que estaba afuera.

—S-sí —respondí con temor.

—Acompáñeme, señorita. Iremos a la notaría para firmar el documento y enviarlo a los señores Stromboli. De ahí iremos a su mansión en Pinciano, donde le explicaré lo del contrato. El señor Angelo ha dejado varias cláusulas en él, pero lo dejó abierto para que usted haga sus propias cláusulas. —¿Está de acuerdo? —decía el señor mientras me subía a la lujosa limosina. Salimos de la zona del aeropuerto hasta llegar a un edificio notarial.

—Sí, claro. —No atiné a preguntar nada más. Estaba muy confundida y no tenía palabras para preguntarle al señor qué tipo de trabajo era el que iba a desempeñar; hablaba tantas cosas extrañas.

Cuando me llevaron a la oficina donde estaba el notario, todos los presentes me miraban de arriba a abajo. Yo solo sonreía para no pasar por maleducada.

—Señorita Gina. ¿Trajo los documentos para llevar a cabo el matrimonio con el señor Stromboli? —me dice el notario y solo escucho la palabra "matrimonio".

—¿Matrimonio? —digo muy sorprendida.

—Si señorita Gina, ¡matrimonio! ¿Acaso su papá no le dijo que venía a Roma a casarse con su socio Angelo Stromboli? —¿Qué?

—¡No, no sé de qué habla! ¡Yo no he hablado con mi papá! —La verdad es que no estoy entendiendo nada.

—¡Ya me cansé de que se haga la tonta! —dice el señor que me trajo acá, muy enojado—. ¡Pase ese bolso!

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