Aquella noche era iluminada por el fuego la ciudad ardía en llamas, Cadáveres de niños y adultos cubrían el suelo, todo era muerte y destrucción, en la cima del cielo oscuro habían tres sombras observando aquella masacre.
Dos pequeños niños corrían entre las calles el niño jalaba a su pequeña hermana sabía que tenían que esconderse y no dejarse atrapar por el enemigo.
-¡Hermano!- Grito la pequeña, aquellos hombres volaban hacia a ellos mientras creaban ondas de energías dirigida hacia a ellos.
-¡Calla, sigue corriendo!- Grito el pequeño sin detenerse y mucho menos soltar la mano de su hermana.
Los hombres lanzaron su energía contra ellos, pero un alado con armadura blanca apareció y detuvo el ataque, los pequeños finalmente se detuvieron al ver de quién se trataba.
-Tu...- Dijo el rubio- ¡Es tu culpa!- Grito al alado, quien solo dirigió su mirada fría a él, el pequeño trago en seco.
-Lleva a tu hermana a un lugar seguro- Dijo con su voz varonil.
-Pero... nosotros- Susurro la rubia, pero al ver al enemigo cerca callo, poseían un gran poder oscuro.
-Majestad- Hicieron una reverencia al alado, aunque su voz sonó sarcástica el alado sabía que aquellos tres eran enemigos poderosos y con los pequeños ahí no podria luchar.
-¡Te di una orden!- Grito el alado, el pequeño Rubio dio un pequeño brinco en su lugar al escuchar la voz fuerte del alado, miro a su hermana quien nuevamente empezaba a llorar.
El pequeño soltó un suspiro, tomo nuevamente a su hermana del brazo y comenzó su huida, sabía que el alado detendría al enemigo.
-Alto...debemos ayudarlo...por favor detente puede morir- Decía la pequeña.
-Es su deber protegernos y morir en el intento...- Respondió el pequeño.
Los pequeños llegaron hasta un pequeño recinto era más bien un santuario, a su alrededor había un gran jardín lleno de rosas blancas y rojas, entraron a él y en medio había una estatua de un Hada de largos cabellos,sus manos enfrente en una posición extraña en medio de ellas había un reloj de arena dorado.
-Hermano....- Susurro la pequeña, miro a su alrededor aquel santuario era un lugar sagrado para su reino, un lugar al que no muchoa tenían permitido entrar.
-Tenemos que hacer esto, es la única forma de salvar a nuestra familia- Se elevó en el cielo hasta llegar a la altura de las manos de la estatua, tomo el reloj tomo el tamaño adecuado para tenerlo en sus manos, una pequeña cadena apareció en el reloj.
-Si... pero él- La pequeña miro hacia la salía sentía el choque de poder del hombre alado contra los tres enemigos.
-No te preocupes por él...- El pequeño miro el reloj de arena un poder yacía dentro de él y sabía usarlo pues había leído en libros antiguos como hacerlo.
Una explosión cerca se escucho, el enemigo estaba cerca, miro hacia la entrada ahí estaban los tres hombres trago en seco no podía creer que el hombre alado había sido derrotado, jalo a su hermana detrás de él cerró su puño con fuerza tratando de ocultar el reloj de arena.
-Pequeños, dejen de hacer esto, es agotador...Si ustedes mueren todo terminara, sobretodo tu pequeña heredera- La pequeña se aferró a su hermano, él sintió el miedo de su hermana se sentía impotente.
Uno de ellos se lanzó contra los pequeños, el rubio cerró sus ojos pero sin apartarse, pasaron unos segundos y no sintió dolor, abrió sus ojos y miro que el alado de armaduras blancas detenía al enemigo, tenía grandes heridas, su armadura estaba llena de grietas.
-Majestad, ya debería estar muerto- Soltó el hombre tratando de soltarse del agarre del alado.
-Sea lo que sea hayas venido a buscar...espero sea importante, Dylan- Soltó el alado, el pequeño Rubio suspiro.
-Lo es...-Afirmo, el alado sonrió dio un golpe al hombre y lo lanzo contra sus compañeros.
-Entonces ve- Unio sus manos al frente y acumuló gran poder en él, el rubio asintió ante sus palabras alzo el reloj de arena sobre él y empezo a soltar un gran poder rodeandolo a él y a su hermana.
Nuevamente un choque de energía entre el alado y los Enemigos, al momento la luz del reloj hacia efecto y los pequeños desaparecian de aquel lugsr
-¡Papá!- Grito la pequeña al ver al alado desaparecer en el choque de energía.
**********
Época actual
🌺Nota del Autor🌺
Primer capítulo de la nueva temporada, espero sea de su agrado, para aquellos que me siguen saben que tardo en publica pero cuando publico le aviento mis maratones. Disfruten está temporada 🤭💜
-Zoe, aqui de este lado ¡Zoe! ¡Zoe! ¡Aquí!-
Una y otra vez era lo que la rubia escuchaba, rodeada de camarógrafos y periodistas la chica sonreía con dulzura tratando de contestar cada una de sus preguntas.
-¿Cómo te sientes por el éxito obtenido en tu primer drama?- Escucho finalmente a un periodista terminar.
-Muy agradecida con todos- Respondió la rubia sonriendo a las cámaras.
-¿Es cierto que estás saliendo con alguien?- Pregunto otro de ellos, Zoe sonrió ante la pregunta.
-Se dice que es alguien de la misma industria- Trato de Afirmar otro periodista.
Zoe solo sonrió ante las preguntas desde su presentación y la fama que había obtenido, los periodistas querían saber más de su vida privada sobretodo de la amorosa.
La rubia con ayuda de unos guardias la ayudaron a entrar al edificio donde trabajaba la llevaron fuera del alcance de las cámaras.
-Oh chica, enserio que eres famosa- Río Ximena al ver cómo la rubia se dejaba caer en el sofa agotada.
-No pensé que fuera tan agotador- Sonrió con pesadez, Ximena se acercó a ella y le dio una botella de agua.
-Bueno, todo se debe a lo talentosa que eres-Comento, las puertas nuevamente se abrieron el pelinegro de ojos escarlata entro- Bueno, los dejo- Sonrió cómplice Ximena saliendo de aquella habitación.
Zoe dejo la botella de agua sobre la mesa de centro, se puso de pie y corrió a los brazos del pelinegro quien la recibió muy cariñoso.
-¿Cansada?- Pregunto mientras besaba su csbeza.
-Un poco...- Susurro, la chica olía aquel aroma de su oeline le gustaba y se sentía feliz cuando estaba con él.
-¿Quieres comer?- Pregunto, la rubia se alejo un poco y levanto su mirada esperaba que el chico besara sus labios quien no tardó en hacerlo fue algo fugaz pero tierno.
-Mientras cocines para mí...- Sonrió, el chico asintió ante sus palabras.
Su teléfono comenzó a sonar y lo saco de su bolsillo había recibido un vídeo donde hablaban de la rubia y su vida amorosa, la chica lo miro y suspiro otra vez sacando conclusiones por si mismos.
-¿Crees que dejan saber?- Pregunto nerviosa, habían tomado la decisión que su relación se mantendría en secreto pues crearía malentendidos por la fama de la rubia.
-Es tu decisión- Beso su frente, ciertamente el no estuvo de acuerdo pero la rubia estaba cumpliendo sus sueños y quería que fuera feliz.
-Zoe- Ximena entro nerviosa, la chica se alejo de Bryan nerviosa aunque Ximena ya sabía lo que había entre ellos- Lo siento, pero cambio de planes, tendrás una sesión en una hora- Dijo mientras miraba su teléfono, Zoe suspiro pues no había comido y quería estar con el pelinegro.
-Te veré está noche-Susurro Bryan, Zoe asintió y salió del lugar. -¿Que?- Pregunto al ver la mirada asesina de Ximena.
-Termina todo lo de tu agenda, no dejes trabajo acumulado- Setencio la chica saliendo detrás de Zoe, Bryan río él era el jefe pero su asistente lo íntimidaba.
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-Hermano...- Soltó la pequeña rubia, estaba cansada tenía días sin dormir bien, hambre y lo peor se sentía sucia al vestir aquel vestido esponjoso rasgado, su rubio cabello estaba desarreglado y tenía leves heridas en su cuerpo.
-Resiste, tenemos que encontrarla- Soltó el pequeño Rubio, vestía un conjunto de short y camisa blanca con un chaleco del mismo color, estaba igual algo rasgado y tenía más heridas visible que su hermana.
-Pero tengo hambre...- Soltó mientras tocaba su estómago, el pequeño Rubio miro a los lados tenía que encontrar comida para su hermana pero no tenía dinero sería difícil, vio el parque que estaba frente a ellos, llevo a la pequeña hasta a él y ella empezó a jugar el rubio sonrió su hermana era fácil de complacer, saco el pequeño reloj de arena que colgaba en su cuello y lo miro, recordó cuál era su deber en ese lugar, pero tan solo tenia ocho años sus heridas comenzaron a dole, sobo su estómago también tenía hambre, escucho unos gritos levanto la mirada asustado pensó que los habían encontrado, pero no fue así, los gritos provenían de un grupo de personas eran apartados por hombres grandes y vestidos de negros gritaban de emoción hacia una mujer, la miro su rubia cabellera le hizo recordar a alguien, sintió su corazón doler al saber que no era aquella persona, sacudio sus pensamientos no podía verse débil ante su hermana.
-Hermano...- La pequeña se colocó a lado de él, la miro ella estaba triste de nuevo- Tengo hambre...Lo siento- Susurro antes de desmayarse en sus brazos.
-¡No! Resiste, ¡Tu no puedes dejarme! ¡Despierta!- Grito desesperado, su fuerza se desvaneci y sus lágrimas caían en su mejillas- Por favor...no me dejes solo...por favor...- Lloro en Susurro mientras se aferraba a la pequeña rubia.- No quiero estar solo, por favor....ayudame...- Susurro, alguien se acercó y se arodillo frente a él Acaricio su cabeza el pequeño sintio una gran tranquilidad.
-Tranquilo, no debes temer- Susurro con una tierna voz la rubia, el pequeño levanto su mirada y se cruzó con aquellos ojos azules profundos, sintió nostalgia y protección al verla sentía que la conocía pero no sabía de donde.
-Ayuda...- Susurro entre lagrimas- Mi hermana....
La rubia mayor miro a la pequeña, noto las heridas de batallas en ambos, la niña aún respiraba parecía solo estar inconsciente, pero la mirada del pequeño lo decía todo, estaban sufriendo y necesitaban protección.
-Vamos- Tomo a la pequeña en sus brazos y el pequeño se puso de pie, los tres se alejaron la multitud que había sido controlada por los guardias de la rubia.
-Zoe, estos pequeños....- Hablo Nix por medio de la telepatía.
-Necesitan mi ayuda- Respondió la chica sin dejar de mirar a la rubia que llevaba en sus brazos y luego miro al niño que lo seguía sin perder mirada en su hermana.
Zoe llevo a los pequeños hasta el hospital donde trabajaba Sky, al llegar el rubi estaba en la recepción, al verla llegar con los pequeños se acercó apresurado.
-¿Qué pasó?- Pregunto mirando a la niña en brazos de su hermana.
-Por favor...Salve a mi hermana...-Dijo el rubio pequeño, Sky lo miro y luego miro a su hermana tenía preguntas que hacer pero lo primero era atender a la niña, la tomo en brazos y la llevó consigo a una habitación para atender aquellas heridas.
-Tranquilo...Mi hermano la cuidara, Confia en él- Sonrió la rubia acariciando la cabeza del Niño.
-Yo...yo...- Apretó sus puños por aquel toque de la rubia, sentía tan cálido estando cerca de ella sentía que podía rendirse y llorar como el niño que era, pero su pasado lo atormentaba y eso le impedía ser débil.
-¿Zoe?- La rubia miro de quién se trataba, era Melody con su bata de doctora puesta.
-¿Zoe?- Susurro el pequeño sin dejar de mirar a la rubia mayor.
-¿Que haces aquí?- Pregunto Melody dándole un gran abrazo
-Traje unos pacientes- Señaló al pequeño Rubio, Melody se arrodilló enfrente de él su rostro le era familiar pero no sabía de donde, puso atención a sus heridas no era normales.
-Vamos, debo atender esas heridas- Sonrió el pequeño nego no se movería hasta saber de su hermana.
-Tu hermana necesita verte bien, confía en Melody- Sonrió Zoe, el pequeño asintió ante sus palabras no podía negarse a ella es lo que sentía.
************
-Uh, ¿Es aquí?- Pregunto el hombre pelinaranja mientras volaba por los cielos observando la paz y tranquilidad de aquella ciudad.
-Si, este fue el lugar que elegiero, ¿Porque?- Pregunto el otro peliverde, aquella cuidad la veía primitiva y muy normal.
-Es porque ella está aquí...Puedo sentirlo, el poder de la Dama de Solaris- Hablo el último de ellos de cabello azul marino y ojos azules, sonrió ante el poder que sentía era leve pero sabía que estaba tratando de ocultarlo.
*************
Bryan dejo de ver su computadora se puso de pie y miro por la gran ventana, sentía un poder enemigo eran poderosos pero no solo eso había algo más, unos pequeños poderes que estaban cerca de su rubia.
-Bryan, escucha atentamente...- Hablo Yuna por telepatía.
-¿Que sucedió?- pregunto sabía que algo había pasado y por eso Yuna le hablaba.
-La Puerta del espacio-tiempo Ha sido abierta desde adentro- Soltó el líder de los Lyon.
Bryan cortó la telepatía tomo su saco y salió apresurado tenía que llegar con Zoe ella estaba en peligro tenía que protegerla.
***********
Sky curaba las heridas de la Pequeña miro su rostro sus mejillas sonrojadas y su pequeños labios rosa, era tan tierna que le hacía recordar a alguien.
-Se parece...- Susurro, extrajo las heridas de batalla de la pequeña era extraño que tuviera tales heridas.
-Papá...- Susurro la pequeña, abrió sus ojos y se encontró con la fría mirada del rubio miro asustada a los lados.
-Tranquila...No te haré daño- Sonrió el rubio al notar lo asustada que estaba la pequeña.
-Mi... hermano...- Susurro apenas.
Antes de que Sky respondiera la puerta se abrió y entro el pequeño y la rubia mayor, Dylan corrió hacia su hermana y la abrazo con fuerza.
-Lo siento...-Susurro la pequeña.
-No digas eso, lo que importa es que estás bien- El pequeño la miro a los ojos noto que sus heridas habían sanado se sentía aliviado.
-Pero...- la pequeña sobo su estómago aún tenía hambre, pero no quería decirlo aunque su estómago hablo por si solo el pequeño suspiro y antes de reprender a su hermana su estómago también gruñó.
-Vaya...- Susurro Sky, luego escucho otro estómago rugir miro a su hermana que estaba a su lado- ¿No has comido?- Pregunto al notar como sobaba su estómago.
-No... tengo mucha hambre-Dijo con pesadez, Sky sonrió y luego miro a los pequeños.- En la cafetería sirven muy buena comida....Tengo una junta...si me esperas una hora...- Callo al ver a su hermana negar, no esperaría tanto tiempo se acercó a los pequeños.
-Vamos a comer algo, yo invito- Sonrió con ternura, los pequeños asintieron aquella rubia los hacía sentirse protegidos.
-Zoe...- Sky jalo a su hermana, aquellos niños no eran normales, sabía que ocultaban algo- Siento un poder enemigo- Susurro mirando de reojo a los niños.
-Lo se...pero no son ellos, Sky...Algo me dice que debo protegerlos- Respondió la chica se acercó y beso la mejilla de su hermano- Confía en mi...- Después de eso tomo a los pequeños y se dirigieron a la cafetería.
*******
-*Si alguien abrió la puerta, entonces es un enemigo- Hablo Dan por medio de telepatía.
-¿Drake viste algo?- Pregunto April.
-No se...Es confuso...- Soltó el pelirrojo su voz se notaba angustiada y sus amigos lo sintieron.
-Tranquilo no debes presionarte, sabemos que hay un nuevo Enemigo, debemos tener cuidado- Hablo Tai.
-El pequeño que estaba con Zoe...Hay algo en él- Susurro Melody.
-¿cómo que? ¿Creen que Los Altos Mandos estén detrás de esto? - Pregunto Corina.
-Si es así debemos advertír a Zoe- Continuo Naomi.
-Ella ya lo sabe, sabe que esos niños no son normales, pero quiere que confiemos en ella- Hablo Sky, los jóvenes estaban en aquella conversación, todos suspiraron al escuchar de Sky las palabras de la princesa.
-Entonces confiemos en ella...- Hablo Tai.
-Bryan, protegela- Ordenó Sky.
-Descuida lo haré- Respondió el pelinegro*.
***********
Bryan llegó a la cafetería del hospital, miro a la rubia fue fácil reconocerla por su cabello rubio el cual llevaba sujetado a una coleta y traía puesta una gorra blanca, miro a los pequeños que estaban con ella sintió un punzada en su corazón, había algo en ellos.
-Coman- Sonrió Zoe al ver su plato, los pequeños veían el suyo pero no tomaban los cubiertos.
-No tenemos como pagar...- Soltó El rubio.
-Ah yo invito- Sonrió la rubia buscando su cartera suspiro al ver qué ni siquiera llevaba consigo su bolsa, miro a los lados hasta centrarse en el pelinegro que se acercaba a ellos.
-Her... hermano...- Dijo la pequeña estando pálida al ver al pelinegro sentarse a lado de la rubia.
-Calla... actúa normal...- Susurro.
-Me alegro que estés aquí...- Sonrió Zoe de oreja a oreja.
-¿Ah si?- Sonrió el chico de manera coqueta.
-Si...es que no puedo pagar la comida...- Dijo nerviosa, Bryan suspiro y tomo la carta para ver qué pedir.
-Rubia tonta...- Soltó con aquella encantadora sonrisa- Bien, yo invito- Miro a los pequeños ellos no quitaban su mirada de él se sintió incómodo sobretodo con la mirada del pequeño sentía algo de rencor en su mirada.
-Vamos a comer, él invita- Río Zoe comenzando a comer.
La pequeña asintió y comenzó a comer con desesperación, hasta que se estaba atorando con un trozo de carne, Dylan le dio un vaso y ella tomo de él.
-Comportate, no olvides quien eres...- La regaño, la pequeña asintió nerviosa.
-¿Cómo se llaman?- Pregunto Bryan mientras tomaba una taza de café.
-No tenemos porque responder- Soltó el pequeño.
-Hay tres energías enemigas acercándose, vienen por ustedes ¿Cierto?- Pregunto nuevamente, los pequeños tragaron en seco.
-No los asustes...- Soltó la rubia, ella seguía comiendo tranquilamente- Yo los he estado guiando, es mi culpa- Lo miro y sonrió, Bryan suspiro su rubia estaba tramando algo.
-La dama de Solaris- Soltó la pequeña rubia, Bryan la miro le sorprendió al escuchar esas palabras, Dylan le tapo la boca a su hermana para que no dijera más.
-¿Que quieren de ella?- Pregunto Bryan, sabía que el rubio no dejaría que la pequeña respondiera así que esperaba que el hablara.
-No es asunto tuyo...- Soltó molesto.
-Bryan...- Susurro Zoe, el chico la miro y asintió ante su mirada.
Dylan miro como Bryan tomo la mano Zoe, siento su estómago revuelto y la irá creció en él, salió corriendo molesto.
-¡Hermano, Espera!- La pequeña se bajó de su silla y corrió siguiendo a su hermano.
-¿Porqué eres así?- Pregunto Zoe molesta, dejo su servilleta sobre la mesa y se fue en busca de aquellos pequeños. Bryan suspiro, el enemigo estaba cerca así que tenía que darse prisa.
********
-No, no, no, ¿Porqué?... ¡Maldita sea!- El pequeño llegó hasta un parque abandonado, se tiró al suelo y golpeó el suelo no permitía que sus lágrimas salieran.
-Hermano....- La pequeña Rubia llegó agitada se sentó a lado de su hermano esperando que dijera algo.
-Lo siento...No debí dejarte- La miro, su hermana estaba nerviosa y asustada.
-Estoy bien...Pero debemos seguir nuestra búsqueda...- Le tomo de la mano mientras sonreía.
Los pequeños se pusieron de pie y miraron alrededor, todo se distorsionaba y sentían un gran poder mejor dicho tres.
-Al fin...pequeños- Dijo uno de los hombres,los rubios se asustaron al ver aquellos tres hombres.
-Hermano...¿Que hacemos?- Pregunto nerviosa la pequeña rubia aferrada al brazo de su hermano.
-Tu...pequeña, debes morir- El hombre de cabellos naranja. Se lanzó contra ella, al verlo el pequeño reacciono rapido empujo a su hermana quien cayó al suelo, el hombre río al ver la acción del rubio aún así no se detuvo, sujeto de la cabellera al niño y lo levanto.
-¡Déjalo!- Grito la rubia en lágrimas.
-¡Corre!- Grito el pequeño.
La pequeña rubia se puso de pie, el pelinaranja al ver qué la rubia comenzó a correr, golpeó al pequeño Rubio contra el suelo, desangrando su rostro, el niño dio un grito de dolor que hizo que la rubia se detuviera.
-¡Dylan!- La Pequeña miro a su hermano sufrir.
-Si huyes morirá...- Dijo el pelinaranja presionando el rostro del rubio contra el suelo.
-Hu...Huye....- Dylan levanto su rostro y miro a su hermana, sentía mucho dolor pero no quería demostrarlo su hermana tenía que huir y estar a salvo- Por favor...- Susurro al ver qué el peliverde aparecía detrás de su hermana, en su mente se figuro la imagen del alado con armadura en esos momentos él era el único que podría salvar a su pequeña hermana, pero no estaba en aquel lugar incluso tal ves ya estaba muerto por su última pelea.
-¡No la lastimen!- Grito desesperado al ver al peliverde a punto de herir a la rubia.
-Hey- El Peliazul aquel hombre se mantenía al margen de la situación pero fue el primero en percatarse de una poderosa presencia, su compañero el peliverde salió volando por los cielos impulsado por una onda de poder.
-¡¿Que mierda?!- Soltó el pelinaranja, el pelinegro aparecia junto a la niña, se arrodilló a ella y Acaricio su cabeza.
-¡Abel aun lado!- Grito el peliazul al sentir una presencia más.
-¿Qué?- Abel el hombre de cabellos naranjas se sorprendió al ver a la rubia mayor de rodillas cerca del rubio.
-No lo toques- Soltó la rubia, sus hadas aparecieron y tocaron al pelinaranja quien al sentir el toque de las hadas en su mano con la que sujetaba al rubio, sintió un gran ardor como si se estuviera quemando.
-Maldita...- Dijo mirando su mano llena de quemaduras. Dirigió su puño hacia a ella, pero sintió temor ante el poder que ella tenía, sin dudarlo retrocedió y se colocó a lado del peliazul, lo mismo hizo el peliverde.
-¿Quienes son?- Soltó el peliverde, miro al peliazul no quitaba la mirada de la rubia mayor.
-Hermano...- La pequeña llegó junto a su hermano en compañía de Bryan.
Dylan estaba mal herido, la rubia mayor lo tomo en sus brazos y acaricio su melena rubia, sintió doler su corazón al verlo herido.
-Ustedes...No estorben, esos mocosos vendrán con nosotros- Soltó Abel, Bryan le dirigio la mirada molesto, sintió a la pequeña aferrarse a él con miedo.
-Pequeños príncipes, no hagan esto más difícil...si no vienen con nosotros ellos moriran- Hablo el peliverde.
-No..no quiero...- Susurro la pequeña rubia.
-Por favor...ayudame....ayudame....debo proteger a mi hermana...por favor- Dylan dijo apenas dirigió su mirada al pelinegro sabía que solo él podía proteger a su hermana.- Solo está vez...lo prometo...encontraré a la Dama de Solaris y salvare a mi familia...- Dijo entre lágrimas, Zoe lo miro el pequeño Rubio actuaban como un adulto pero era solo un niño.
-Tranquilo...ya la haz encontrado- Susurro Zoe, sus hadas aparecieron nuevamente y rodearon al pequeño curando sus heridas, se puso de pie al igual que ella.
Dylan miraba sorprendido a la rubia ella imponia con aquel gran poder que la rodeaba.
-Tonta mujer, solo buscas la muerte- Soltó Abel con rabia, lanzo una onda de poder contra ella pero Bryan se puso enfrente y lo detuvo.
-Creo que son ustedes quienes buscan la muerte- Soltó Bryan, el peliazul le dirigió la mirada había odio en sus ojos.
-Solo son dos- Río él peliverde.
-¿Seguro?- Pregunto Zoe, alrededor de ellos se abrieron unos portales y Salieron los guardianes y Damas, los tres hombres miraron sorprendidos no podían creer lo que veían sus ojos.
-¿Tu eres?- Pregunto el peliazul dirigiendo su mirada a la rubia, luego miro al pelinegroo quien permanecía junto a la rubia.
-La Dama de Solaris-Respondio con una sonrisa mientras su cetro aparecía en sus manos.
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