Mi vida era perfecta, tenía todo lo que un hombre pudiera desear, una casa enorme con jardín y una vista preciosa ubicada en el mejor sector de la ciudad, un trabajo digno como fiscal, con una fortuna que yo mismo he amasado, gracias a inversiones y contribuciones apropiadas, 2 hijos preciosos que son la luz de mi vida y debo admitir que mi dolor de cabeza, pero quién es feliz sin un poco de revuelo en su vida, pero sobre todo lo que más le da felicidad a mi vida es ella, la mujer que me roba la calma y la tranquilidad, pero a la vez quien le da paz y armonía a mi vida, mi hermosa esposa, el amor de mi vida, mi vida sin ella no tendría ningún sentido, ella es una mujer única, excelente esposa, madre, hija y amiga, no cabe duda que con ella me saqué la lotería, nos conocimos en la universidad, yo estudiaba derecho mientras que ella estudiaba marketing, fue amor a primera vista, recuerdo ese día como si hubiera sido ayer, yo salía de mí facultad totalmente distraído con una pila de libros en mis manos, cuando de repente choque de frente con alguien haciendo que todo lo que llevaba en las manos cayera al suelo, yo era un poco torpe no lo puedo negar, me agache de inmediato a recoger mis libros pues debía presentarme en el bufete donde estaba haciendo mis prácticas ya que estaba por graduarme, pero en cuanto sentí su mano rozar la mía supe que estaba perdido, nunca en mi vida había sentido la calidez que sentí en ese momento, era como si una hoguera se encendiera desde la punta de mis dedos hasta lo más profundo de mi alma, cuando levanté la mirada me encontré con esos hermosos ojos cafés que me miraban fijamente, sus mejillas sonrojadas y su pequeña naríz perfilada la hacían lucir tan linda y angelical, yo me perdí en su mirada en ese instante era como si todo a nuestro alrededor hubiera dejado de existir, veía sus labios moverse pero yo solo no podía dejar de ver sus ojos, hasta que chasqueo sus dedos frente a mí, me preguntaba que si estaba bien, a lo cual solo pude asentir con la cabeza ya que no me salía palabra alguna, al terminar de recoger todo me pidió disculpas y yo como un tonto aunque sabía que había sido mi culpa termine por aceptar, ella sonrió como si hubiera adivinado lo que estaba pensando y yo me sentía como un verdadero tonto, me preguntó dónde quedaba un aula y yo la guíe, en ese momento me importaba un comino llegar tarde al bufete, mientras nos dirigimos allá me dijo que ayudaría a su mejor amiga a preparar una presentación ya que su amiga no tenía idea de que hacer y ella estudiaba marketing, yo solo estaba perdido en sus hermosos ojos y en su tierna mirada, al llegar al aula, nos encontramos a una rubia bastante simpática, me saludo muy amablemente y yo le devolví el saludo, por un momento se separaron de mí mientras secreteaban y yo supe que era mi señal para irme pues aunque quería quedarme no quería estorbar, ni parecer acosador, me constaba que eso se pagaba con cárcel, cuando me dispuse a despedirme como por cosas del destino su amiga nos dió ese empujón que al parecer ambos necesitábamos y nos invitó a tomar un café, lo cual ambos aceptamos sin dudar y casi al unisono y así fue como conocí al amor de mi vida, desde ese momento nos volvimos muy cercanos hasta que a los pocos meses le propuse ser mi novia lo cual ella aceptó de inmediato, tuvimos una relación maravillosa y 1 año después decidimos casarnos, ella acababa de terminar su carrera y yo ya estaba ejerciendo mientras tomaba una maestría en derecho penal y derecho procesal, todo era perfecto, 2 años más tarde llegaron nuestros pequeños retoños, gemelos idénticos, Bruno y Damián, esos 2 angelitos que son nuestra perdición, ellos fueron el complemento perfecto para nuestra felicidad, mi esposa fundó su propia compañía de marketing y publicidad con su propio esfuerzo ya que jamás me permitió ayudarle, era una meta que quería lograr por si misma y puedo decir que eso me hizo sentirme aún más orgulloso de ella, las cosas no podían ser mejores, que más podía pedirle a la vida, pero bien dicen por ahí que no todo lo que brilla es oro y en mi vida había tanto brillo que me terminó por deslumbrar y no me dejaba ver la realidad, pues no creo que las personas cambien de la noche a la mañana, quizá fui solo yo quien quiso ver perfección donde no la había y amor donde solo albergaba crueldad.
Michelle Cooper
Llego temprano a casa como es costumbre cada vez que puedo safarme de la oficina y lo hago solo por compartir con mi familia, los últimos días he notado que Samantha está un poco indispuesta así que quién mejor que yo para cuidarla, aunque ella diga que no es más que su gastritis, yo quiero pensar que es algo más, y ojalá tenga razón pero no la voy a presionar, entro a casa y soy recibido por 2 pequeños torbellinos que se abalanzan sobre mí y yo sin dudarlo me agacho para recibirlos con gusto
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Luego de unos minutos bajé con mis príncipes y nos dedicamos a jugar fútbol y a jugar ajedrez ya que a mis toman clases para ello y cabe mencionar que son bastante buenos, estuvimos tan entretenidos que ni cuenta nos dimos como había pasado el tiempo, ya eran las 6:45 y estaba todo oscuro, así que decido marcarle a mis esposa, veo que tengo 1 llamada perdida de ella hace casi 2 horas pero al marcarle varias veces no me responde, pienso que quizá se complicó aún más su trabajo en la agencia así que decido marcar directo allá, luego de timbrar un par de de veces me contesta el Sr, Pedro el jefe de seguridad
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Cuelgo el teléfono y me dirijo al comedor donde está Sara con con mis pequeños esperando para servir la cena, le pido que me siga un momento fuera de la habitación lo cual hace al ver mi cara de preocupación
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Michelle Cooper
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Me fuí un momento a mi despacho, necesitaba un trago con urgencia, qué fue todo eso, Samantha jamás se había comportado así, algo debe estar pasando, me acerqué al mueble que tengo en el despacho y tomé una botella de whisky junto a un vaso y los llevé hasta mi escritorio, me senté en mi silla y serví el whisky, dí un primer trago y sentí como quemaba mi
garganta, me reproché a mi mismo ya que nunca suelo tomar whisky solo pero en estos momentos lo necesitaba, aún con el vaso en a mano me giré sobre la silla para quedar de frente al gran ventanal que llegaba hasta el suelo, podía observar las estrellas que empezaban a verse en el cielo nocturno, mientras uno que otro avión se divisaba a la distancia, recordé sus palabras y un dolor se instaló en mi pecho 'esta soy yo' qué fue todo eso?, ni siquiera preguntó por nuestros hijos, qué ha pasado con mi mujer, recuerdo la conversación con Pedro, me dijo que al *salir de la oficina estaba muy emocionada y que tenía algo que hacer, será que si era lo que yo estaba pensando y se desánimo por el comentario, aún así no es razón para ello, seguro me lo hubiera comentado, aunque quizá no quiere que yo me sienta mal, seguro es eso, Samantha es la mujer más dulce que he conocido, seguro es solo estrés, dejo el vaso sobre el escritorio y me dispongo a ir a nuestra habitación, seguro lo único que necesita es que yo la consuele y la trate como la reina que es, mejor dejo de pensar en cosas que no son.
Voy por la sala y escucho las risas de mis pequeños, los veo con Sara y Walter su chófer los veo felices jugando con ellos y me hace darme cuenta que en mi vida no hay más que felicidad desde que conocí a Samantha, le doy un beso a mis pequeños y les recuerdo que unos minutos deben ir a dormir, ambos asienten y yo me despido de los mayores, subo las escaleras y entro a la habitación, veo un montón de ropa en el suelo fuera de la puerta de nuestro armario
lo cual me parece muy extraño, la puerta de a lado está cerrada ya que ni siquiera puedo abrirla, Sam debe estar dándose una ducha, pero ella nunca cierra la puerta, le resto importancia y entro al armario por una pijama y me doy cuenta que ya las compras están todas en el closet, hay muchas blusas manga larga y pantalones de vestir y jeans Sam jamás ha usado ese tipo de ropa si bien es cierto que usa ropa elegante siempre es fresca y comoda, me gusta usar vestidos y
blusas cómodas generalmente trabaja desde casa así que eso la hace sentir mejor y ese cambio de look, su cabello ahora está teñido de negro lo cual si bien es cierto la hace ver mucho más sexy de lo que ya era no deja de parecerme extraño, su maquillaje siempre ha sido sencillo y hoy estaba bastante cargado, estoy metido en mis pensamientos cuando veo su reflejo por el espejo dirigirse a la cama, me giro y hasta en eso cambió, ahora viste una pijama común pantalón largo y suéter manga larga,
siempre ha usado camisones de tirantes, que rayos le pasa a mi esposa, camino hasta quedar frente a ella y veo que ni siquiera me voltea a mirar, solo acomoda las almohadas y se mete a la cama cubriéndose hasta debajo de los hombros
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