Desde muy temprano la casa es un revuelo. Puedo sentir los gritos de mamá, primero a los jardineros y cocineras, luego a las mucamas y quién sigue en la lista soy yo:

- ¡Charys! Por Dios ¿Cómo puedes estar durmiendo en un día así? - Pregunta, alterada, mamá.

- Solo quiero dormir un poco más... Además es demasiado temprano, la maldita cena es a la noche.

- Te advierto Charys, si te escucho hablando así una vez más, voy a perder los estribos.

- Ya mamá deja tranquila a Charys. - Dice Andrew, mí hermano mayor.

- Pero querido, ella es así por tu culpa, tu siempre le cubres la espalda.

- Charys es una joven estupenda mamá ¿Cuándo te vas a dar cuenta? - Pregunta Andrew, dolido.

- Mejor me voy, tengo miles de asuntos que atender... Por favor Charys pruebate el vestido, estoy segura que desde que la diseñadora lo trajo, ni siquiera lo has mirado.

Mamá tiene razón, hace tres días que la diseñadora me envió el vestido y no lo saqué de su caja. Ella es tan dura conmigo, puedo entender que Rose, mí hermana menor, es su favorita... Sin embargo pareciera como si mamá tuviera alguna especie de remordimiento hacia mí. Ella sale de mi habitación y baja para seguir dando órdenes, está noche debe ser perfecta.

- La verdad estoy empezando a creer que haces renegar mucho a mamá. - Dice divertido Andrew, mientras me mira.

- Entonces no me defiendas más... - Respondo con sarcasmo y con una malvada sonrisa.

Andrew me abraza, no conozco a todos los hermanos del mundo, pero puedo asegurar que él es el mejor. Quizás siente culpa, Rose y el siempre se llevaron la atención de nuestros padres... Me tocó conformarme con el afecto de nuestras nanas y el de Andrew a medida que crecimos. Es mayor que yo, dos años. Tiene veintiséis. Y pareciera salido de una historia encantada, el sería el príncipe, claro está... Alto, rubio, con esos ojos tan claros y un rostro angelical. Se parece mucho a Rose... Pero no tanto a mí... Ni siquiera fui agraciada con la belleza de mis hermanos... Ellos destacan en donde fuera, yo no. No tengo envidia ni celos, al contrario, verlos felices y bien siempre será parte de mis mejores sueños. Sobretodo a Andrew, solo quisiera verlo ser siempre feliz.

Está noche es muy importante para nuestra familia, la familia Prince: Hoy regresa al país, después de ocho largos años, Jeremy Louret. El futuro prometido de Rose y el hijo del mejor socio de papá, Asthon Louret.

Nuestras familias están unidas desde hace décadas, por nuestros bisabuelos. Todo empezó con una pequeña empresa de comunicaciones, que rápidamente creció y cuando llego el turno de mí abuelo, el apostó hacía la modernización y ahí entran en este juego los Louret. Juntos lograron conquistar el mercado del país entero y eliminar la competencia... Sin embargo los Louret tenían planes aún más ambiciosos y arriesgados, ellos deseaban dominar los mercados internacionales, pero por alguna razón que desconozco, cuando fue el turno del mando de papá, el lo hecho a perder. Los Louret no lo esperaron y siguieron con sus planes, pero papá no. Algo paso que llevo a situaciones riesgosas para la compañía Prince, aunque jamás llegó a perderla y en parte es porque siempre tuvo el apoyo de su amigo y socio Asthon.

Todo esto podría ser el motivo por el cual, el compromiso de Rose y Jeremy es tan importante para las familias. Mamá nos crío para esto, día a día nos perfecciona para que seamos los "esposos ideales". Desde que Rose nació, su destino fue siempre ese... A Andrew también le toca su parte, como hijo mayor debió traer las mejores calificaciones de la universidad, ser un excelente profesional y contraer matrimonio con una joven de la alta sociedad. Por supuesto que tengo las mismas exigencias que mis hermanos, pero vengo esquivando un matrimonio arreglado desde hace bastante tiempo. Descubrí una forma perfecta para hacerlo. Mí familia sufre bastante por mis acciones, pero no puedo casarme con alguien solo por conveniencia... Le prometí a alguien que iba a esperarlo...

Aunque está noche se partirán todas mis esperanzas.

Andrew está más cariñoso que nunca:

- Ya hermano, estoy bien. - Le digo sin rodeos.

- Me imagino que está noche será difícil para ti... Charys, déjame hablar con nuestros padres... - Me responde Andrew demostrando tristeza en su rostro.

- No va a cambiar nada, además mamá siempre lo supo y aún así, hoy estamos a horas de presenciar el compromiso de ellos. Pero ya basta... No pienses en mí hoy, volverás a ver a tu amigo de toda tu vida. Quiero verte bien.

- Charys... Hermanita... - Dice por lo bajo mientras me abraza.

- Vamos vete, tengo un vestido que probarme, voy a estar bien. Sabes que puedo con esto... - Digo esas palabras, sonriendo para tranquilizarlo.

Andrew se va y yo comienzo mí día... Este maldito día. Papá me envió el desayuno con la mucama. Si, hoy nadie querrá verme la cara, supongo que es parte de la culpa que sienten.

Comienzo a tomar mí desayuno, es una mañana soleada... Miro por mí balcón y veo como preparan el jardín para la gran noche. Mamá sigue dando instrucciones de aquí para allá... Termino mí café y saco el vestido de la caja. Es bonito pero no es el estilo de ropa que me gusta usar, aunque ya no tengo opción. Hoy no importa lo que sienta, hoy solo importa esta gran noche de Rose y Jeremy.

Rose será presentada en sociedad, ya que cumple su mayoría de edad y Jeremy Louret llega trayendo consigo la gloria de muchos exitosos negocios. Hoy las dos familias vuelven a demostrarle al mundo que están más unidos que nunca. Las apariencias es algo frecuente en las familias de clase. Odio eso.

A veces simplemente creo que no soy parte de aquí... Y aún no sé cómo haré para mantener mí compostura frente a el. A Jeremy...

Nos criamos juntos, éramos inseparables, Andrew, Jeremy y yo. Correteamos por ese jardín donde hoy preparan para su llegada. Nuestros padres trabajaban juntos todo el tiempo, por lo que Jeremy vivía aquí más que en su propia casa.

Recuerdo el día en el que falleció su mamá, eramos tan pequeños y jamás lo habíamos visto llorar, pero ese día... El lloró en nuestros brazos, todavía tengo en mí mente la imágen de cuando estábamos ahí, escondidos y abrazados los tres. Andrew y yo queríamos sacarnos una parte de nuestra alma para devolverle la que Jeremy perdió junto con su madre.

Perder a su mamá lo hizo convertirse en un niño aún más frío... Su sonrisa parecía desvanecerse con el correr del tiempo. Ya no era el mismo tierno niño que tanto amábamos, pero aún así, seguimos a su lado.

Jeremy sufría el distante amor con en que su padre lo criaba y yo... Sufría el desinterés de mamá. Eso nos llevaba a entendernos, Andrew trataba de ser la parte cálida que tanto nos faltaba, pero no lograba entender del todo, lo que Jeremy y yo vivíamos...

Hoy es el día menos indicado para que todos estos recuerdos regresen a mí. Sin embargo no puedo evitarlo, mis ojos comienzan a humedecerse...

Mierda Charys, dijimos que íbamos a estar bien. Me digo a mí misma. ¿Cuándo paso todo esto? ¿Cuándo Jeremy se convirtió en el futuro prometido de Rose?

Aunque pasaron muchos años, no olvido del día que supe cuán enamorada estaba de Jeremy...

La noche antes que el partiera del país para dedicarse a ser el empresario más exitoso y llevar a la cima a su compañia, el me hizo jurarle que no dejaría que mis padres me comprometan con nadie. Y lo cumplí.

Pero el no.

Estamos a horas de la gran noche, ya todo está listo. El jardín se ve precioso, mamá luce magnífica como siempre. Andrew y papá destacan con su elegancia. Aún no he visto a Rose, pero estoy segura que será la maravilla de la noche.

Siento que alguien entra de repente por mí puerta:

- ¿Charys? ¿Cómo te queda el vestido? - Pregunta mamá mientras me ve salir del tocador.

- Bien, supongo. - Respondo fríamente.

- Charys... Cambia esa cara, es importante esta noche para la familia y para Rose. - Dice ella con un tono suave y distinto con el que siempre me habla.

- Si tienes miedo que te haga pasar vergüenza, quédate tranquila mamá. También deseo que sea una gran noche para Rose.

- Lo sé, sé que darás tu mayor esfuerzo y créeme pronto serás tú la que esté a pasos de comprometerse con un gran hombre...

- Por Dios, que cínica puedes ser mamá. Me estas pidiendo que sonría cuando sabes lo que... - Suspiró - Ya no importa. Quédate tranquila que hoy no haré nada perjudicial para Rose.

- Eso espero. - Responde y se va.

Termino de maquillarme, Andrew toca mí puerta:

- ¿Estás lista hermanita?

- Si, bajemos...

- ¿La puedo llevar del brazo princesa?

- ¡Andrew! No digas esas cosas... - Le respondo avergonzada.

- Es que mírate Charys, estás bellísima hoy... A pesar de tu carita de tristeza.

- Estoy bien. Me alegra que el vestido me quedara bien... Mamá me pidió que hoy me comporte.

- Hermana... Desearía que no esté pasando todo esto.

- Bajemos y pongamos nuestra mejor sonrisa, hoy es un día importante para Rose.

Entramos al salón donde mamá y papá reciben a los invitados. El salón está vestido de elegancia, mamá tiene un gusto realmente exquisito... Rose aún no hizo su gran entrada. La gente disfruta del jardín también. Mozos dando copas de champagne y exquisitos bocadillos... Música suave, los árboles adornados con velas, los Cheff haciendo grandes espectáculos en las barras de comida. Cada vez llegan más y más invitados... Y de repente se escucha fuertes murmullos, los Louret llegaron.

Respiro fuerte y Andrew sostiene mí mano, por lo bajo dice:

- Tranquila Charys, Jeremy aún no llego.

Eso me tranquiliza. Saludamos al señor Asthon que vino acompañado por su sobrina Angeline, con quién supongo que nuestros padres tienen pensado comprometer a Andrew.

- Está muy bella está noche señorita Charys. - Dice el señor Asthon.

- Muchas gracias, lo mismo digo de usted. Su elegancia hoy deslumbra. - Respondo con el mayor de mis respetos.

Respetos que no debería tenerle al hombre que insistió tanto en comprometer a Jeremy con Rose.

Necesito aire, mientras mamá está distraída con los invitados, aprovecho para dirigirme al lago artificial que tenemos en el jardín, allí no hay gente.

Me quedo observando como las luces reflejan en el agua y miro hacia las estrellas. Carajo Charys, dijiste que íbamos a poder con esto, me digo a mí misma.

- Sabía que ibas a estar aquí mi bella dama.

Conozco esa dulce voz, es Corey, uno de mis mejores amigos. Mí eterno confidente, la persona que siempre me sostiene en los peores momentos y uno de los candidatos predilecto de mamá para que me comprometa.

- ¡Corey! Gracias a Dios estás aquí...

- Mí amor, sabía que iba a ser difícil, ¿Cómo no iba a venir?

Nos abrazamos. Unas lágrimas quieren salir. El me mira, saca un pañuelo y las seca.

- Charys... Sé que estás sufriendo pero no tienes una idea de lo que todo esto me lastima. Si yo fuera el... Te juro que no dejaría ni por un momento que llores.

- Corey no digas esas cosas. Me hace sentir peor.

- ¿Peor? ¿Peor que esperar a un cretino por ocho años? Por Dios cariño, abre tus ojos de una vez... Aceptame, te prometo que esperaré a que aclares tus sentimientos.

Corey por años insiste en que estemos juntos... Me confesó su amor unos meses después que Jeremy se marchará. Jamás pude corresponderle, aunque lo amo con todo mí ser, el no merece que yo lo acepte solo por resignación.

- Ya hablamos de esto... Tu te mereces algo mejor.

- Déjame a mí decidir eso, déjame demostrarte que no estoy equivocado cuando te digo que eres la mujer de mí vida.

- Corey...

- Está bien, perdón. Me sobrepase... Es que verte sola aquí, sufriendo, me desespera. Perdóname.

- No, no tengo nada que perdonar. Me has cuidado por años... Corey, te amo pero no de la forma en la que tú deseas.

- Eso siempre lo supe.

- ¿Y aún así quieres esto? - Pregunto intentando que el recobre la razón.

- Puedo esperarte... Puedo estar a tu lado sabiéndolo todo.

Me quedo callada por un momento. No sé si es el dolor que me atraviesa el corazón o que hoy más que nunca sus palabras me hacen sentir alivio.

- Entonces...

- ¿Si, Charys?

- Pídemelo otra vez...

- Charys ¿Quieres ser mí novia? - Pregunta dulcemente.

- Si Corey. Quiero.

El me abraza y me besa en la mejilla. Esto es tan extraño, no es que no haya existido contacto físico entre nosotros, siempre recibo sus abrazos y besos, sus caricias. Me he quedado dormida sobre su pecho tantas veces. En la escuela todos pensaban que éramos una pareja. Aún así, es un tanto incómodo para mí. Pero estoy segura que el jamás me apurara. Corey es noble y gentil.

- ¿Quieres algo para beber? ¿O quizás un cigarrillo?

- ¿Cómo lo supiste? - Pregunto asombrada.

- Soy tu novio. Espérame aquí, voy a buscar un cigarrillo.

- Está bien. Aquí estaré. - Respondo sonriente.

El realmente es bueno y atento. Por un momento me olvido de Jeremy, de Rose, de las críticas de mamá, de la indiferencia de papá... Por un momento Corey logro espantar todos esos fantasmas que viven en mí mente.

- Tanto tiempo sin vernos Charys.

Reconozco esa voz, es Jeremy.