Hali
Hace once años, yo, Hali Mairs Santisteban, era una chica normal, si se puede llamar de esa forma, vivía en un pueblo normal cerca de la playa, con padres corrientes y amigos comunes, hacía lo que hace toda chica de 18 años a esa edad, bueno… más o menos, tenía mis cositas raras, pero como dicen, no todos los adolescentes son iguales ¿o sí? Hacía deportes extremos, entrenaba en las tardes, le cantaba a las plantas, sí claro, lo normal, prefería pasar tiempo con mis perros que con personas, eran la mejor compañía, incluso con mi edad amaba los animados y jugar en la consola, mi madre se quejaba de que debía madurar, yo tenía fe de hacerlo pero, viendo a mi padre, un hombre de cuarenta años jugando conmigo, no me daba muchas esperanzas a futuro.
Mi madre Clara era una mujer trabajadora, recta, y con ideales muy fuertes, se fue a trabajar al extranjero de traductora para mejorar la situación económica de la familia, y terminó instalándose en Roma, Italia, mi padre Devon había dejado su trabajo de profesor de informática para dedicarme más tiempo en casa, trabajando solo medio tiempo en las playas de salvavidas, aunque eso sonaba más a excusa de vago. Todos los días eran iguales, las mismas caras, mismas rutinas, era como una fuente de chocolate, que brota chocolate caliente sin parar, la diferencia es que el chocolate es delicioso, si tuviera que comerme estos días, terminaría vomitándolos.
Pero por un extraño motivo, que aún desconozco, el ciclo fue alterado, era un sábado como cualquier otro, disponía de ir a la orilla de la playa a leer un libro de ciencias que había comprado, y de lejos caminaba hacia mí una cara diferente, nueva, asomé mis ojos por el borde superior del libro, cubriendo el resto de mi cara con él, se veía guapo, con torso marcado a través de la camisa mojada, alto, de piel muy blanca, como si nunca hubiese recibido luz solar, su pelo era castaño oscuro y sus ojos eran una hermosa mezcla de color verde y marrón, demonios, ese chico realmente guapo me estaba poniendo nerviosa. Él se sienta a mi lado y con una sonrisa en su rostro me mira detenidamente por unos minutos antes de hablar.
-¿No crees que este no es exactamente el lugar más seco que digamos para leer un libro?
-Bueno lo era, hasta que te sentaste a mi lado.
-Jajaja ya veo, ¿no eres muy amistosa he, que estás leyendo?-le arrebata el libro y comienza a ojearlo, luego de ver su contenido la risa estalla- las chicas como tu deberían estar leyendo novelas románticas.
Molesta, intento quitarle el libro, pero el estira su mano evitando que lo alcance, esa tarde me hizo correr por toda la orilla para recuperarlo, pero por descuido se mojó haciéndolo imposible de leer, lo empujé enojada y le dije que no lo quería volver a ver nunca más, aunque no era cierto, no estaba acostumbrada a un chico como él.
Al día siguiente, imaginando que él estaría en la playa, decidí quedarme en casa viendo animados toda la tarde, después de unas horas suena el timbre de la puerta, me levanto dispuesta abrirla, y para mi sorpresa era el, se pasó toda la tarde del caluroso domingo buscando mi casa para entregarme el mismo libro de ayer que lo había reemplazado por uno nuevo, le dejé pasar y conversamos un poco, la verdad era muy agradable estar a su lado y se quedó hasta la medianoche viendo animados conmigo en el salón.
Los días pasaron y cada vez pasábamos más tiempo juntos, se llamaba Chris y se había mudado hace poco, en menos de dos días fuimos amigos, en una semana ya éramos mejores amigos, y al final del mes me pidió que fuese su novia, si, talvez fue algo rápido, pero con un modelo de revista súper sexy no es para menos, era increíble cada minuto que pasaba a su lado, amé cada segundo de esos días deseaba vivir ese sueño para siempre, pero tuve que despertar, y fue de la forma más cruel. Un día amanecí totalmente sola, lo llamaba y jamás me respondía, las personas decían que se fue a vivir al extranjero permanentemente y eso estaba bien pero, ¿Por qué no me dijo adiós?
Después de eso cambié mucho, cometí incontables errores tratando de llenar el espacio que él había dejado, terminé perdiendo mi virginidad con un chico que ni siquiera amaba, y luego de eso me encerré entre mis libros de ciencias y los estudios dejando de lado el romance. Antes de mi cumpleaños número 19, papá y yo nos mudamos a vivir a Italia con mamá, me concentré en aprender más idiomas de los que ya dominaba, y conocí a una gran chica llamada Catherine, yo siempre le decía Cat, nos volvimos grandes amigas, ella fue a la universidad de arquitectura, y yo escogí la escuela de medicina para cumplir mi sueño de neurocirujana, compartíamos el sueño de crear nuestro propio Hospital, en mi universidad conocí a Felipo, y rápidamente nos volvimos amigos, por fin todo estaba empezando a mejorar, yo trabajaba de medio tiempo en una biblioteca para ganar dinero extra y ayudar a mis padres con mi beca, ya faltaba poco para terminar mi carrera, solo necesitaba un lugar donde pasar los años de prueba. Pero por ahora me hacía feliz el simple hecho de haber dejado mi pasado atrás.
Hali
En una mañana lluviosa de septiembre, de esas que me gustan tanto para dormir, me envuelvo en mi mantita caliente, y cuándo por fin tenía un sueño agradable, siento mi alarma sonando a lo lejos, ¡¿quién me manda a poner de alarma el sonido de una ruidosa corneta?! Estiro la mano para alcanzar mi celular, apago la alarma y cuándo miro la hora, ¡ostias son las 9 !, ruedo hasta la esquina de la cama, me paro rápidamente, vistiéndome y preparando mi bolso, antes de salir de mi habitación agarro una barrita de cereales energéticos y salgo a toda prisa de los cuartos de la universidad.
Desde que me mudé a Roma ya hace once años, los días pasaban rápidamente mientras intentaba hacer una nueva vida, al principio creía que iba a morir con tantas clases y tantos libros que debía comprar, pero aquí estoy, en mi último año de la carrera de neurocirugía.
Luego de pasarme 15 minutos disculpándome con mi jefa por llegar tarde, me pusieron como castigo organizar todos los estantes del último piso, era realmente enorme, joder como odio a esa vieja peleona! Pero claro lo hare a mi manera, con audífonos y música electrónica por todo lo alto, es eso o oír al conserje cantando por media hora…
Chris
Después de tantos años, esos viejos por fin reconocieron mi lugar en la compañía, pero me molesta que sigan jugando conmigo como si fuera un niño, enviándome a Roma para eliminar a la competencia del mercado, bueno, eso ya no importa, terminaré esto lo más rápido posible y volveré a América.
-Chris, por fin has llegado!!-va hacia él y lo abraza
-Bienvenido a Roma amigo- dice el chico al lado del auto negro.
-No tenían que recibirme en el aereopuerto chicos, pero gracias. Mat, John, es un placer volver hacer negocios con ustedes.
-Enserio Chris, eso es lo primero que dirás después de ver a tu amigo de la infancia?!- dice Mat desilusionado.
-Vamos Mat no lo presiones, este tipo ya olvidó lo que era divertirse, te estas volviendo un amargado, con razón te estoy ganando en el mercado europeo jajá.
-Eso ya lo veremos John, vine personalmente a quitarte el trono jajá…
-Jajá así se habla Chris, lamentablemente, debemos estar en una reunión dentro de media hora, pero luego de eso, John, tú y yo la pasaremos en grande como los viejos tiempos…
Mi llegada fue mejor de lo que esperaba, ver a mi amigo de la infancia Matthew y a mi rival en los negocios John es reconfortante, no pensé que estos dos se llevarían tan bien, la verdad, la vista de la ciudad tampoco es mala, no es un mal comienzo, talvez mi estadía aquí me ayude a distraerme un poco.
-Hey chicos, ¿qué opinan de ir al club después de la reunión?!- dice Mat mirando por el retrovisor mientras conduce.
-Solo hice pisar tierra y ya empezaste Mat, joder ¿qué has hecho de tu vida jajá?!
-La vida de un ginecólogo está llena de emociones amigo mío.
-Imagino…de seguro solo aceptas modelos y chicas guapas en las consultas jajaj- los tres se echan a reír…
Al llegar a la sucursal nos dirigimos rápidamente a la sala de reuniones, no creí que las cadenas de hospitales y farmacéuticas de nuestra compañía estuvieran tan abandonadas aquí, tendré que ser más meticuloso de lo que pensé. Después de unas horas me encuentro con Mat, que estaba coqueteando con una chica a las salidas del edificio...
-Hey Chris!!-se despide de la chica y va hacia el- que tal si celebramos tu llegada, abrieron un club nocturno muy bueno en el centro de la ciudad.
-Estoy demasiado cansado para eso, mejor en otro momento.
-No seas así, bueno, por lo menos déjame presentarte a una persona- voltea a ver a una chica en el mostrador y le da una señal para que se acerque- Ella es Jennifer, mi secretaria, en estos momentos esta soltera así que, por que no dan una vuelta y van a conocerse un poco más.
Siendo arrastrado a esto por Mat, no tuve otra opción más que invitarla a una bebida, tampoco tenía razones para negarme, ella parecía una muñeca Barbie con esos inmensos ojos azules y unos pechos de infarto.
Fuimos a un bar tranquilo y después de unas copas, ella parecía querer seguir la diversión en otro lugar, así que salimos caminando hacia un hotel, cuándo de pronto comenzó a llover, así que tuvimos que refugiarnos en una biblioteca.
Pagamos un pase completo, nos fuimos al último piso, y a final del pasillo, la puse contra el estante con fuerza, comencé a acariciarla desde abajo, subiendo por sus muslos, levantando su falda, hasta llegar a su blusa, la abrí de un tirón y poco a poco empecé a descubrir sus jugosos senos mientras la besaba..
-Ahhh! Chris no seas tan rudo-dice entre gemidos
-Vaya que sorpresa, a las gatitas como tú no les gusta jugar duro?!-la toma fuerte de la cintura y muerde su cuello.
Cuando su cuerpo comienza a reclamarme y mi mano baja lentamente hacia su entrepiernas, fuimos repentinamente interrumpidos por una chica, ella estaba atrapada en la música que escuchaba, nos mira, y al notar lo que hacíamos, sonríe traviesamente, se quita uno de los audífonos y pone un libro en la estantería donde Jennifer estaba apoyada...
-Deberían bajar un poco la voz tortolitos, no querrán que los descubran ¿o sí? - toma el carrito con los libros dispuesta a irse, se detiene y voltea hablar- Recuerden que cerramos a las ocho- les guiñe y se va.
-Bueno, ¿por dónde nos quedamos?- sonríe coqueta e intenta besarme.
-En ningún lado- aparto la cara- Ya puedes irte, no me gustan tan fáciles.
Molesta, me empuja y se va, yo me tomo mi tiempo y me acomodo el traje, a las salidas me esperaba Mat algo inquieto.
-¿Cómo supiste? A ya, Jennifer.
-Que esperabas, es mi secretaria después de todo, aunque parece que el plan no salió como esperaba.
-Solo déjalo así, tengo una pregunta para ti, ¿sabes quién es ella?-Señalo hacia la chica de hace un momento.
-Ahhh ella, sí, me ha visto entrar a esta biblioteca con algunas chicas, intenté ir tras ella, pero es un hueso duro de roer...
-Está bien, necesito que me averigües todo lo que puedas de ella- abotona su chaqueta y sale.
-Vaya parece que la pequeña a llamado tu atención, pero ya te digo, no es fácil de obtener.
-¿Hum enserio? tendré que averiguarlo personalmente-sonríe malicioso mientras la mira desde la ventana del auto .
Chris
Mi segundo día aquí había estaba transcurriendo tranquilamente, a diferencia de las conmociones vividas ayer, hoy solo me desperté temprano y apenas llegué a la oficina, los documentos no paraban de aparecer. Después de largas horas, logro terminar la mayoría del papeleo, miro la hora y me tomo la libertad de girar la silla del escritorio hacia las amplias ventanas de cristal que quedaban a mi espalda. No había notado lo tranquila que es esta ciudad en comparación con la mía, ¿me pregunto dónde estará esa chica?…
En eso entra Mat, tan galán como de costumbre, se sienta en la mesa de mi escritorio y con una sonrisa algo burlona.
-Sí que te gusta causarme líos Chris, podrías estar con cualquier chica que desearas, más te fijas en una estudiante universitaria de la academia de medicina…
-Humm, así que estudiante de medicina, parece que será fácil acercarme a ella, mándame la dirección de su escuela cuando puedas.
-Imaginé que lo pedirías así que ya lo traje junto con su expediente- ojea las páginas del documento- Vaya vaya, tienes buen ojos amigo, la chica es extranjera, se mudó aquí hace once años...
-¿Dijiste hace once años?!!!Déjame ver- Toma el documento y al verlo sonríe- Interesante, nos volvemos a encontrar, Hali Mairs.
Hali
Esta mañana no me despierta mi pesada alarma, sino una video llamada entrante de mi amiga Catherine, me levanto de mala gana y enciendo la wedchat.
-Por fin contestas bella durmiente, ¿acaso solo piensas dormir en tu día libre?
-Mm. Cat baja el volumen aún es temprano, además ¿qué tiene de malo dormir en mi día libre?
-Vaya hoy si suenas amargada jajaj, haber habla, ¿quién fue el inteligente que te puso de ese humor?
Le cuento cada detalle de lo ocurrido con ese hombre en la biblioteca, aunque pensándolo mejor ¿Por qué estoy tan molesta?
-Ohm que intenso, ¿esa pareja estaba haciendo eso en la biblioteca?
-Por lo visto no eran pareja, parecía más la típica aventura jefe-empleada, pero lo que más me molestó fue ver su expresión, como si estuviera por encima de otros, ash!! Me hizo hervir la sangre.
-Ya ya claro-la mira con complicidad- Esto me huele a romance.
-¿A ti que no te huele a romance Cat? Bueno dejando ese tema debo irme, le prometí a Felipo que lo vería en el campus y ya se me hace tarde.
-¿Oh ya se te va a declarar?
-Que no le gusto tonta...
-Jajá si lo que tú digas, Bye Bye.
Fui a donde estaba Felipo lo más rápido que pudieron mis patitas, él se encontraba en un banco cerca de la fuente con la mirada perdida, me hizo recordar lo que me dijo Cat, pero de seguro ella está equivocada ¿cierto?
-Hola, siento haberte hecho esperar, Cat no paraba de hablar.
-Está bien, no te preocupes por ello-la mira y se sonroja de momento- bu...bueno ¿a qué empresa tienes pensado ir? Yo tenía pensado ir a la compañía Novartis, tiene las características que ando buscando.
-No es mala idea, esa compañía tiene mucha influencia en Europa últimamente, yo pensé en ir a la compañía Cedars, no tiene tanto poder aquí pero su programa es muy bueno, sobre todo para la rama de la neurocirugía.
-Jajaj como siempre, lo tienes todo pensado Hali, entonces ¿nos vemos en la tarde?
-Claro, tenemos que celebrar nuestra admisión, o en el peor caso llorar juntos jajá...
Felipo
Y pensar que después de todos estos años aún no he logrado decirle mis sentimientos a Hali, y ahora haremos las pruebas en compañías diferentes. Bueno no puedo culparla, no hice nada para llamar su atención, pero he cambiado de parecer, me cansé de solo ser un amigo, si todo sale bien me gustaría declárarme esta noche. Pero parece que la suerte no está de mi lado.
-¿He, cómo que no puedo pasar?- se dirige al guardia de la compañía.
-Lo siento, sin la recomendación o una cita no puedo dejarlo pasar.
-Le estoy diciendo que me dejé la recomendación de la academia en la habitación, por favor déjeme hablar con su jefe.
-Eso no será posible, por favor vuelva otro día con la recomendación.
-No hay problema Paulo, lo atenderé personalmente- dice un chico de traje negro.
Por lo visto la suerte me sonríe esta vez, este hombre elegante parece ser el director de empresas Novartis, luego de eso fuimos hasta el último piso donde se encontraba su oficina, me ofrece asiento y una chica sirve un poco de café.
-Espero que te guste el café fuerte, la verdad aún no me adapto a beberlo como lo hacen aquí-sonríe cortésmente-Me presento soy John, director de esta compañía, en que puedo ayudarte...
Hali
Al llegar a la compañía Cedars, me di cuenta que las cosas no eran como me habían dicho, todo parecía ordenado y elegante, parece que cambiaron la administración de la empresa.
Yo esperaba reunirme con unos jueces para la entrevista, pero repentinamente me dijeron que debía reunirme con el director en persona, eso en verdad me puso los pelos de punta, tenía pensado lucirme pero ¿qué puedo presumir con el jefe de la compañía número uno en el mundo y la segunda en Europa?, pero al llegar mi sorpresa no fue nada grata.
- ¿El pervertido de la biblioteca, que haces tú aquí?
-Vaya, sí que tienes agallas al llamar así al presidente de la compañía Cedars, ¿quién iba a creerlo?, aparte de bibliotecaria entrometida eres estudiante de medicina.
-Disculpe señor, no fue mi intención ofenderle-respondo nerviosa.
-Bueno, hablemos de trabajo, tienes un expediente envidiable así que seré sincero, esta cadena italiana está sufriendo algunos cambios, con el propósito de volverla la número uno de Europa, así que necesitamos los mejores médicos, aunque estés aquí por la etapa de entrenamiento, después de pasado el año, si has tenido un buen desempeño, podríamos hablar de un contrato permanente.
La verdad me sorprendió que sonara tan profesional, pero no podía perder esta oportunidad.
-Me alaga señor, espero que podamos ser compañeros en el futuro.
-¿Señor? Eso me hace sentir viejo, llámame Chris, Chris Cedars.
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