bienvenidos a la quinta parte de los decendientes YANKELEVICH.
Vamos a conocer la historia de Los hijos del pequeño Max: David, Hanna, willmar Alexander y Chantal.
también conoceremos a los hijas de Claudia y Kilian: Dolores, Lupita y Aurora.
tendremos también las historias de los hijos de Aisha y Bruno: Leo y Leonardo.
cada uno tendrá que enfrentar nuevos enemigos y también conocerán el amor, nuevas aventuras tendremos en esta quinta parte y tendrán que hacer uso de sus enseñanzas para poder mantenerse con vida.
espero les guste está quinta parte.
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CAPÍTULO 10
Paola ya no encontraba más opciones, no lograba encontrar el carro y desesperada tomo la decisión de hablarle al general del ejército que estaba en el cuartel a las afueras de la ciudad, que solo les iba a tomar 10 minutos en llegar.
Adal sabía que eso no iba ser bueno, pero al final tambien quería que sus dos sobrinas estuviera bien, termino dando la orden el mismo para que lo hiciera, pero en ese momento Leonardo que había salido detrás de Aurora, les marco para saber por qué nadie estaba al pendiente del carro y por qué Willmar no los estaba siguiendo.
Paola al escucharlo sintió alivio, rápido rastreo su celular y se dio cuenta que estaba en una zona que era de las peores de la ciudad, curiosamente era el lugar donde Dasha creció; la única ley que existía era la del más fuerte y casi todo era igual que cuando ella vivía ahí, no había cambiado mucho, lo único diferente eran las personas que controlaban el lugar.
Leonardo al ver que Willmar no los estaba siguiendo se empezó a preocupar porque estaban entrando a calles oscuras, donde la basura abundaba, las casa no se miraban seguras y la gente que logro ver le pareció más peligrosa que el hombre que iba con su prima.
Él se dio cuenta del hombre que se le acercó a Aurora en el club, eso fue justo cuando iba saliendo, no regreso adentro, pero salió a toda prisa, pidió su celular al de la entrada y cuando estuvo afuera miro a todos lados, buscando algo en que moverse, porque no pesaba quedarse atrás, tambien quería ayudar a su familia.
En ese momento mira como un joven iba llegando en una motocicleta, la estaciono en el parqueadero que era del club, mira como mete sus llaves a la bolsa del pantalón del lado derecho, después lo mira caminar hacia donde estaba la puerta, que era donde estaba él.
Aprovecha que venía hacia donde estaba, tomo su celular hizo como que estaba en una llamada, le dio la espalda y justo cuando estuvo a medio paso se voltea a toda prisa, hace como que choca, de esa manera le quito las llaves de la moto sin que se diera cuenta, le pidió disculpas, después solo siguió caminando, fingiendo que seguía en esa llamada, para que ese joven no sospechara nada.
Uso esa motocicleta para seguir el carro donde subió Aurora, lo hizo desde cierta distancia, nunca los perdió de vista y espero todo el tiempo que Willmar lo alcanzara, pero nunca lo miro, eso fue lo primero que no le gusto, lo segundo fue cuando entraron a esa colonia, donde las cosas que miraban no eran buenas, por eso le marco a Paola, esperando que le diera indicaciones para saber que hacer, si tenía que seguirlos o dejar que Willmar donde sea que estuviera lo siguiera.
Paola sintió un alivio al escuchar que Leonardo estaba cerca de Aurora, ahora tenía que mandarle apoyo, estaban en un barrio peligroso y ahí no solo ella corría peligro, sino que tambien él, necesitaban moverse rápido, no le gustaba nada la idea, pero iban a tener que dividir su gente.
Le informo a Adal y a Dasha donde estaban, lo que le había dicho Leonardo, pero ms que nada les dijo sobre lo que le preocupaba, quería que la mayoría de los hombres se moviera para donde estaban, pero Dasha rápido dijo. – No es bueno que vaya tanta gente, según lo que recuerdo es uno de los barrios más peligrosos, pero tambien de los más vigilados, ahí no se puede entrar sin ser detectados, la vigilancia que hay entre ellos es mucho mejor que la de cualquier seguridad pública o privada.
Lo mejor será que yo vaya con tres de mi gente, soy la que mejor conoce ese lugar y sé que tengo años sin estar aquí, pero apesar de los cambios estoy segura de que podre moverme sin llamar tanto la atención.
Adal como siempre apoyo a su esposa y Paola no tuvo más que aceptar lo que ellos habían decidido; ella beso apasionadamente a su esposo, después de eso subió a la motocicleta y los tres hombres la siguieron a dos cuadras antes de entrar a la colonia, dejaron las motocicletas, robaron dos carros los más viejos que encontraron.
En uno subieron los dos hombres y en el otro subió ella cada uno tomo una calle diferente, siguiendo las indicaciones de Paola, que les informaba donde estaba Leonardo, tenían que guardar las distancia, no podían dejar que los descubrieran, ni dejar que los nervios los superaran porque eso los haría cometer errores, que sería malo para ellos.
Dasha estaba algo melancólica, recordando su pasado mientras recorría la calle, viendo que no eran muchos los cambios y por alguna extraña razón regresar a ese lugar le causo nostalgia, emociones encontradas, pero eso no la hizo perder su concentración, estaba atenta a las indicaciones de Paola.
Estaban avanzando lento, los semáforos estaban haciendo que el carro avanzara lento algo que complicaba seguirlos y Leonardo tuvo que mantenerse más lejos de lo que esperaba, rogaba por que seguirá la calle derecho, sabía que si daba algunas vueltas lo iba a perder, una preocupación que le hizo saber a su tía Paola.
Dasha al saber lo que pasaba le pidió que lo comunicara con Leonardo, quería ponerse de acuerdo directamente con él, no iba a dejar que ese carro se les perdiera de vista.
Ella empezó a tomar otra de las calles, la del lado derecho, los alcanzo hasta quedar a la par del carro, pensaba seguirlos de esa manera, si algo pasaba podría reaccionar rápido para proteger a Aurora, esa era la prioridad.
Dasha y Leonardo estaban teniendo una buena comunicación, se escuchaban y hacían equipo, ni parecía que era la primera vez trabajando juntos; estaba siendo difícil seguirlos, la falta de cámaras lo complicaba, hasta que Joshua le recordó a Paola que tenían el satélite, que lo usara para seguir el carro.
Fue mucho más fácil para ellos y de esa forma se aseguraron de no perder a Aurora; se dejaron guiar por Paola, ya no importaba si daba vuelta, era imposible que se perdiera de la vista del satélite, pero lo mejor era que en esa parte no había puentes nada que evitara ver por qué calles avanzaban.
Casi 20 minutos de camino hasta que por fin llegaron a un edificio de 25 pisos y cada piso contaba con 6 departamentos.
Cuando Dasha miro el edificio recordó que en ese lugar Vivian familias que no tenían donde vivir, que sus trabajos apenas le daban para mal comer y ese lugar tenía una renta baja, tambien habitaban personas drogadictas, asesinos, se podría decir que lo peor de la sociedad.
Ella se paró a cierta distancia se escondió detrás de uno de los edificios, de ahí pudo ver bien el lugar, era curioso porque había mucha seguridad, a pesar de que la gente que estaba en la calle parecía normal, que solo estaban hablando o parados afuera si se les ponía atención se podía ver que todos llevaban armas.
Uno de los hombres se acercó al carro a la puerta del copiloto, mira que saca a Aurora, lo curioso era que estaba despierta, no había hecho lo mismo que con Hanna, era algo extraño, pero Dasha pensó que era bueno, porque al momento de atacar ella iba a poder defenderse, no estaría desprotegida.
Ahora solo tenían que prepararse para el ataque, lo único que la causaba algo de molestia era que había demasiado hombres afuera y no sabía con cuantos se iban a encontrar adentro
Ellos solo eran 5 y tres eran de su gente sabían cómo avanzar el problema era Leonardo que no conocía su forma de proceder, tenía miedo de que algo le pasara.
Eso la estaba deteniendo para no dar la orden de atacar, trataba de pensar en una solución, pero al final solo se le ocurrió algo y dijo. – Leonardo, no vas a participar, quédate solo viendo.
Leonardo no quería quedarse solo viendo, pero hacer que su tía Dasha cambiara de opinión iba a ser imposible; sin nada de ganas dijo. – Estaré listo por si me necesita.
Dasha no necesitaba tanto apoyo para un ataque, hasta se podría decir que era mejor cuando lo hacía sola; estaba lista para empezar el ataque y sin perder más el tiempo le dijo a Paola que empezaría.
Subió a la motocicleta con un arma corta en su mano izquierda y mientras se acercaba empezó a disparar a los hombres que estaban afuera, mientras que dos de los hombres atacaron del lado contrario y el tercero por enfrente.
Fue todo rápido y ella termino echándole encima la motocicleta a uno de los hombres que casi mata uno de su gente; apenas habían terminado con los hombres de afuera empezaron a dispararles desde adentro, pero rápido uno de los hombres de Dasha lanzo una bomba pequeña a la puerta, solo para tumbarla y claro causar un poco de daño a los que estaban adentro.
Dasha entro primero y empezó a disparar a todo el que miraba con arma, para su buena suerte le toco pelear cuerpo a cuerpo con unos cuantos, algo que ella disfruto, termino sacando sus tráqueas, bañada en su sangre.
Entre los 4 limpiaron el primer piso, rápido se movieron al segundo, unos por las escaleras de emergencia y Dasha junto con uno de los hombres por las escaleras normales.
Leonardo estaba afuera viendo todo el ataque, pero no estaba tranquilo, quería estar adentro ayudándole con el ataque, estaba que cruzaba la calle para entrar a la casa, pero en ese momento mira como tres camionetas venían a toda velocidad del lado derecho, dos del izquierdo y tres de donde él estaba.
Sonríe porque esto le daba la oportunidad de ayudar a su familia y no iba a tener que desobedecer la orden de su tía Dasha; tomo su arma corta, se escondió detrás de un carro y espero a que los hombres bajaran de las camionetas, justo cuando iban a entrar al edificio empezó a dispararles.
Logro matar 6 de ellos, pero los otros hombres lograron esconderse, las cosas no iban a ser fáciles para Leonardo, pero era alguien listo y no pensaba perder; no desperdicio ninguna bala, cada disparo que hacía era para tumbar a un hombre, tenía una buena puntería.
Maritza le enseño que en situaciones así tenía que ser uso de todo lo que lo rodeaba, uso los vidrios del edificio a su espalda para ver si alguien se ponía al descubierto, el reflejo de los carros, los espejos que logra mirar, hasta aprovecho los botes de basura, algunos árboles que estaban en la banqueta, todo lo que pudiera cubrirlo lo utilizó para moverse de un lado a otro y así logro matar a la mitad de los hombres que lo estaban atacando.
Pero lo mejor fue que las camionetas en las que ellos llegaron habían quedado bloqueando la calle, una de ellas quedo cerca de uno de los enormes botes de basura, lo aprovecho para moverse y así ir acercándose a esos hombres.
A como se movía iba desasiéndose de sus enemigos, todos les disparaban y él aprovechaba que ellos disparaban a lo tonto para ver sus reflejos en lo que podía de esa manera iba encontrando sus ubicaciones.
Todo estaba pasando tan rápido que cuando menos lo pensó ya solo quedaban 4 hombres, uno de ellos estaba enfrente de la puerta del edificio, casi enfrente de donde estaba él, que al verlo acercándose le lanza la pistola, algo que lo hizo retroceder, pero el hombre aprovecha ese descuido para dejarse ir encima.
Empezaron a pelear, Leonardo respondió a sus golpes, cubrió una patada que le lanzó y aprovecho para fracturar su pie, al mismo tiempo le dio un fuerte golpe en la garganta que lo mato, pero apenas termino su pelea, tuvo que tirare al suelo rodar bajo la camioneta porque otro de ellos le apunto con la pistola estaba enfrente de él, aprovecho su pelea para poder acercarse, pero eso fue su error.
Leandro al mismo tiempo que se tiro al suelo y rodo bajo la camioneta tomo el arma corta que traía en su pierna derecha; apenas se cubrió, miro donde estaba el hombre, que en lugar de cubrirse quiso agacharse y dispararle, pero él fue más rápido, le disparo en la cabeza.
El ultimo quiso salir huyendo, pero la camioneta a la que subió había quedado encerrada no logro salir y Leonardo aprovecho que la ventana estaba abajo para dispararle en la cabeza.
Salió ileso, pero tener un poco de acción lo relajo y eso lo hizo quedarse afuera tranquilo esperando a que su familia saliera.
Aurora desde el momento que subió al carro empezó a observar al hombre y recordó lo que Miller le enseño, supo rápidamente que si era el hombre que buscaban, porque miro en medio de los asientos un trapo blanco y un frasco de cloroformo.
Ella se puso feliz, habían logrado su objetivo y mando el mensaje a su tía Paola, para indicarle que habían encontrado al secuestrador; cuando pararon en el primer semáforo mira como discretamente empieza a tomar el trapo y a llenarlo de cloroformo.
Sabía lo que pensaba hacer, pero en el momento que levanta el trapo, rápido levanta las manos sujetas las de él y le dice. – Yo había escuchado que alguien estaba secuestrando jóvenes, pero la verdad nunca pensé que me podría pasar a mí.
Al ver que quieres ponerme ese trapo sucio en mi boca, me puedo imaginar que, acabado de hacer en las manos de secuestradores, si quieres dinero puedo hablarles a mis padres, les darán lo que pida, pero si son tratantes de personas, solo puedo suplicarte por que no me desmayes, me da miedo cerrar los ojos y despertar en un lugar que no pueda conocer, si quieres solo tápame los ojos, para no ver a donde me llevas, pero déjame despierta prometo que me portare bien, no hare escándalos.
Mira tirare mi celular por la ventana, solo no quiero quedarme dormida, eso sí me da miedo, estaré tranquila sentada sin hacer ruido.
El hombre le sonríe y acepta dejarla despierta, pensaba que estaba asustada, que no iba hacer nada; al llegar a la casa se portó obedientemente, pensaba que solo tenía que esperar que el ataque empezara y ella los ayudaría terminando con los que tuviera cerca.
Aurora nunca se imaginó que la llevarían directamente con el jefe, la subieron tres pisos arriba y en el momento que llegaron al departamento donde estaba, el ataque empezó, algo que alerto a los tres hombres que tenía al lado.
Ella apenas escucho el primer disparo dio media vuelta y golpeo en el abdomen al de la derecha, haciéndolo caer al suelo, al de la izquierda lo golpeo en su hombría y al que estaba a punto de abrir la puerta lo golpeo en la espalda baja.
Fue rápida, al tenerlos en el suelo le quito el arma a uno y sin dudarlo los mato, pensó que era mejor no arriesgarse, muertos no causarían problema; lo siguiente era entrar a ver quién era el jefe de ese lugar, toma las armas de esos hombres, una la puso dos las puso en su espalda y la tercera la dejo en sus manos, tenía que entrar preparada para enfrentar lo que hubiera detrás de esa puerta.
Estaba por abrir la puerta cuando la explosión de la bomba cuando tumbaron la puerta hizo temblar todo el edificio, por un momento dudo en seguir, pensó en mejor salir de ahí parecía que su familia iba a tumbar el edificio, pero apenas pensó en dar media vuelta mira subir unos hombres por las escaleras, tuvo que empezar a dispararles, no iba a dejar que esos hombres tuvieran ventaja, tenía que matarlos y darle una pequeña ventaja a su familia.
Tuvo que abrir la puerta de uno de los departamentos para poder cubrirse ya que esos hombres que estaban subiendo las escaleras empezaron a disparar; logro matar a los 5 primeros, pero los que venían atrás lograron cubrirse y empezaron a dispararle.
Ella sabía que no podía gastar las pocas balas que tenía y ya se había terminado las de una de las armas, solo le quedaban dos; mira el departamento, era pequeño tenía dos puertas uno era un baño, el otro una habitación, estaba la sala cocina y comedor juntos, pero lo que más le gusto ver fue un pequeño cilindro de gas (boya de gas) rápido la tomo le quito la manguera y cuando estuvo en la puerta se las aventó, saco su arma, con dos disparos la hizo explotar.
Aprovecho esa explosión para correr al departamento donde estaba el jefe, que era el último del pasillo y que estaba a una puerta de donde estaba; abre la puerta y entra rápido, pero al estar dentro tuvo que levantar su arma rápidamente por que un hombre que medía 1.56, era algo llenito, le apuntaba con un arma.
Aurora no estaba sorprendida por el arma, si por quien era, conocía a ese hombre y no le gustaba nada que él estuviera ahí, no era bueno para su familia; sin pensarlo solo dijo en voz alta lo que estaba pensando. - ¿Qué haces aquí? tú no puedes ser un traidor