Obsesiones Y Tentaciones

...MARIELA MELLER...

Ya pasé mil momentos incómodos y este día no acaba, creo que definitivamente me quedaré sin doctor pronto.

-Relájate, entiendo que tienes un ex que quiere volver contigo, no tienes que explicarme nada. Me doy cuenta de que te está molestando, ¿Quieres contarme?- podría decirle algunas cosas, lo del contrato de sumisión claramente no, eso jamás

-Estuve con el por años, me enamoré como una idiota pero acabó dejándome sola cuando más lo necesitaba y eso no puedo perdonarlo- estaba un poco confundido- lo llamé para decirle que creía que podía estar embarazada y allí fue que te conocí

-Te dijo que no quería hijos y desapareció- sacó su propia conclusión molesto

-No, bueno un poco. Él ya se había cansado de mi y me había dejado por irse con otra chica, una delgada y hermosa, alguien a quien podía presumir en todos lados mientras que a mí en años no me pidió salir. Bueno solo unas poquísimas veces y donde nadie nos viera

Recordé las pocas veces que fuimos al club Tentaciones dónde solo entrábamos e íbamos a un privado, hacíamos lo que debíamos y luego nos íbamos de allí. Me dejaba en mí apartamento y luego nos veíamos cuando el quisiera.

-Y ahora que ve que estás mejor y ya él no te hace falta es cuando regresa e intenta volver contigo, ¿Puedo darte mi opinión sin que te ofendas?- me daba un poco de miedo lo que pudiera decirme pero acepté de todos modos- Realmente no te quiere, solo quiere regresar a lo mismo que tenían, tal vez hasta salir pero aquel día en el restaurante me di cuenta de que no respeta a ninguna mujer, dudo que pueda querer a alguien

-Tambien me di cuenta pero estaba enamorada, debió pasar mucho tiempo para comprenderlo. ¿Me indicas dónde está el baño?- le pregunté de repente, necesitaba ir pero no sabía cuál era

Él me dió una indicación pero yo me confundí de sitio por distraída y curiosa. Miraba los cuadros que tenía en las paredes de ese pasillo y casi entro a un cuarto que no debía pero él apareció para impedir que abra la puerta.

Mi mano estaba ya en el picaporte y el se paró detrás de mi y puso su mano sobre la mía.

-No es allí, es esa puerta- señaló estando muy cerca de mi pero se alejó casi de inmediato pareciendo aliviado

-Me distraje, no quería revisar nada- aclare al sentirlo inquieto por qué casi entrara allí

-No quise asustarte, lo que está allí es bastante privado

-Espero que no tengas ninguna mujer secuestrada allí- bromeé y se rió de lo que había dicho

-Estamos solos- me dijo mucho más tranquilo cuando supo que no insistiría en entrar allí, seguro tenía su cuarto patas arriba y no quería que lo viera

(.......)

Cenamos y después me preguntó si quería quedarme o no pero rechacé su ofrecimiento, por lo que me llevó a casa. Bajó del carro conmigo y me acompañó a la puerta comprobando que no había peligro más que un detalle de Alejandro.

-Si que está decidido a recuperarte- mencionó al ver las flores y los chocolates que tomé y dejé adentro

-Así parece pero no sabe nada de mí, estos no son los bombones que me gustan, cada día me convenzo de que no supo jamás nada de mi- suspiré frustrada, tardé muchísimo tiempo en darme cuenta de las cosas, no se cómo pude ser tan tonta y tenerme en tan baja estima

-Yo me retiro, si necesitas algo o él se pone insistente me llamas, tienes mi número personal- nos despedimos y el se fue

Había encontrado un buen amigo que me cuidaría las espaldas si Alejandro no comprendía que ya su tiempo aquí era algo del pasado.

Habíamos tenido unas horas bastante buenas juntos, habrían resultado mejores si el no nombraba la maternidad y además por todo lo que me equivoqué. Aún así no me mandaba al diablo por maleducada, por eso llegué a la conclusión de que es alguien que tiene mucha paciencia

(...........)

No debí llamar a Tiziano, más que comunicarme para pedir una cita no sucedió. Alejandro no era de quienes se obsesiona y acosa. Sigue siendo igual que siempre aunque queriendo ganarme por dulces detalles.

Así las semanas fueron pasando con lentitud y con problemas laborales. Mi jefa estaba intentando todo por recuperarse pero sus esfuerzos no estaban resultando ser suficientes. A éste paso quedaría en bancarrota en poco tiempo. No quería que ella perdiera su trabajo soñado ni yo perder mi fuente de ingresos, era injusto que estuviera sucediendo todo esto.

¿Cómo me imaginaba mí vida en los próximos meses? Perteneciendo a la gran cantidad de gente desempleada, tendría que ir evaluando posibilidades. Esperaba conseguir empleo rápido dónde la paga fuera buena y los horarios también, pero seguro estaba esperando demasiado porque tendría que aceptar lo que apareciera debido a la situación del país.