Soy Samara, acabo de cumplir dieciocho años, durante el verano mi madre se presenta a casa con un hombre el cual me presenta como su nueva pareja. al conocerlo sentí tantas cosas que no puedo explicar, y con el pasar de los días observé señales de parte de él cayendo en sus encantos. ahora no se cómo pararlo para que mi madre no se dé cuenta...
NovelToon tiene autorización de KeliindA RojanO C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Tentación
POV SÁMARA.
Caminé rápidamente a la cocina y cerré la puerta de inmediato, apoyando mi espalda contra ella respiré profundamente.
»¿Qué fue eso?«
Mi corazón latía aceleradamente mientras mi mente trataba de procesar este momento.
Por más que he tratado de apaciguar todo lo que ese hombre me causa con tan solo una sonrisa, todo intento se hace inútil cuando está frente a mí.
Basta con tan solo una pequeña sonrisa que ese hombre me dé para que yo caiga como tonta viéndolo embelesada.
Aunque puede notar cuando me miró como si quisiera comerme.
Me acerqué al fregadero y me quedé allí apoyada, tratando de recuperar el aliento.
Cualquiera que me viera en este momento podría pensar que acabo de correr un maratón con la forma en que mi respiración estaba trabajando.
¿Es posible que pueda afectarme de esa manera? ¿Con tan solo mirarme?
»Soy una mujer estúpida«
Tenía que dejar de pensar en él, porque el tipo que me causa todo esto ahora es mi padre.
No me estaba ayudando en nada pensar que ella habíamos tenido sexo, y fue nada más y nada menos, que el primer hombre en mi vida, a quién le entregué lo más preciado de una mujer.
»Mi virginidad«
No me arrepiento de nada porque lo disfrute tanto como él, pero tengo que hacerme la idea de que nunca más volvera a suceder algo entre nosotros.
¿Cómo me puedo quitar este deseo, y está culpa que me está carcomiendo?
—¿Estás fabricando la comida ahí dentro?— hablo fuerte Zeus, para que lo oyera desde la sala.
Me sobresalté ya que mi mente me llevo a otro planeta.
Tomé mi comida y salí de la cocina, me fui en dirección al comedor bajo su atenta mirada. Creí que comería en la sala, pero resulta que el ya estaba en este.
Cómo sea, suspiré y me acerqué a él lentamente.
—Creí que comerías allá— dije mientras me sentaba al otro extremo de la mesa.
—Si, pero cambie de opinión—Me dio una sonrisa, esa sonrisa que me derrite. —Quería tener una mejor vista de ti—
»¿Por qué me tortura así?«
Presiento que esto va a tomar otro rumbo.
—¿Por qué dices eso?— pregunté sintiendo curiosidad mientras llevaba una cucharada de espaguetis a mi boca.
—¿Alguien te ha dicho alguna vez lo realmente hermosa que eres?—
Lo que dijo me tomó por sorpresa haciendo que me atorara con la comida que tenía en la boca. Terminé de tragar lo que tenía y tomé un sorbo de jugo para terminar de bajar y recomponerme.
—Lo siento, pero es algo que tenía que preguntarte, no podía quedarme callado ante esa verdad—
Lo miré por un rato analizándolo.
—¿Es por eso que te acostaste conmigo?— solté sin más, y pude ver en sus ojos la sorpresa ante mi revelación. —Sé que no debí preguntarte eso de esta manera, pero tampoco podía quedarme callada—
Carraspeo su garganta antes de volver a hablar.
—Eso no es por donde te quieres ir. Realmente me siento muy avergonzado por eso. No me arrepiento. Simplemente, me dejé llevar, no pude controlarme. Pero aquí presente te digo que eso no volverá a pasar—
Asentí a sus palabras ligeramente.
—Está bien—
Volví la mirada a mi plato y continué comiendo, procesando lo que me acaba de decir.
—¿En qué trabajas?— pregunté tratando de cambiar el tema y evitar el silencio incómodo.
—No trabajo— observo mi reacción de sorpresa ante su declaración. —Bueno, obvio si, lo que quiero decir es que, soy dueño de varias empresas lo que me permite trabajar si quiero y si no—
—Entiendo, eso es bueno—
—Tú...—se detuvo antes de terminar la frase que empezó, obligándome a mirarlo.
—¿Yo que?—
—Nada. Olvídalo por favor— dijo levantándose de la mesa. —Voy a salir.... Necesito salir—
Miré su plato y no había comido nada, pero decidí no intervenir.
—Claro, no te preocupes por los platos. Ya mismo recojo la mesa—
—Está bien, gracias—
Asentí mientras me levantaba en dirección a su plato. Él se giró y empezó a caminar a la puerta principal.
No dio ni tres pasos cuando se volvió a girar hacia mí.
—¿Sámara?—
Cuando escuché mi nombre levanté mi cabeza para mirarlo. —¿Si?—
Me miró por un largo rato sin decir nada. —Al diablo con esto—murmuro caminando rápidamente hacia mí.
Fruncí el señor porque no entendía su reacción, solo lo vi venir a mi apresurado.
Llegó hasta mí y sostuvo mi barbilla levantándola para que pudiera verlo a los ojos. Bajo su cabeza agachándose y reclamo mis labios.
»Y aquí vamos de nuevo«
Dios. ¿Alguna vez mencione lo bien que besa este hombre? Sus labios son suaves y apasionados.
Definitivamente, sus labios eran una obsesión para cualquier mujer que los probará.
»¿Qué? No. No debería estar pasando esto otra vez«
Inmediatamente me aparté de él.
—Dijimos que esto no volvería a suceder—
Noté la respiración pesada de su pecho como si estuviera luchando contra algo.
—Ojalá y fuera tan fácil como crees— murmuró y antes de que pudiera darme cuenta, me tenía atrapada contra la pared sosteniéndome fuertemente y besándome como un loco.
»Esto no es justo para mí«
Estoy haciendo mi mejor esfuerzo para... para detener este deseo prohibido.
¿Por qué no me ayuda?
»Ni modos«
Envolví mis brazos alrededor de su cuello y lo hice con la misma fiereza que él me estaba dejando a mí cegada por la lujuria.
Me levanto y me sostuvo contra la pared. Deslizó una de sus manos dentro de mi falda en movimiento rápido me quitó la ropa interior dándole un tirón fuerte que esta se rompió.
Jadeé debido al dolor y la excitación debido a lo que ese arrebato causa en mí
Escuché también su cinturón desabrocharse, pero él no dejaba de besarme.
»Esto definitivamente va a suceder de nuevo«
Y no entiendo por qué no puedo detenerlo.
—Lamento faltar a mi palabra, pero no puedo detenerme—murmuro y arqueé mi espalda contra la pared, dando un gemido fuerte cuando sentí su hombría entrar con fuerza en mí, expandiéndome con su enorme longitud una vez más.
—¡Oh Zeus!—
Gemí y jadeé por aire con una voz temblorosa mientras él comenzaba a moverse contra mí, embistiéndome con fuertes y malvados empujones.
Apreté mis piernas alrededor de su cintura y gemí sintiendo el placer en cada embestida que me daba con fuerza junto a cada empujón.
Ojalá esto nunca hubiera comenzado en primer lugar, porque ahora no hay manera de detenerlo.
¡Y esto es lo que hace todo más irresistible!...
además este par de infieles no merecen estar juntos ni tener algo que los una
y si no pierde el bebé que el bebé sea de Jorge para que Samanta por un lado esté más tranquila y siga su relación y así Zeus a enterarse la deja tranquila de una vez por todas
y claro si el bebé resulta de Zeus espero que ni el ni Samara sean felices y que hanbos paguen muy caro la traición qué le hicieron a la madre su hermano y a Jorge
Una novela para un criterio amplio, cómo puede gustar o ser repugnante por el tema que maneja.
La vida misma es así, hay personas que se encuentran con una pasión desbordante y no les importa el parentesco, edad o a quien puedan lastimar.
Es interesante porque te atrapa y te permite adentrarte en su mundo.
Sólo me gustaría que ambos fueran honestos y aunque pinta que seguirán en su pasión y deseo y tal vez se enamoren.
Cuándo la madre descubra la traición, aparte del dolor y desilusión que se llevará. Espero que la escritora les dé una gran lección de vida y haya justicia por tremenda traición.
Éxito en ésta novela y por favor sólo pido que no se tarde en actualizar y no sea muy larga.
Gracias!