Casada Con Mi Excuñado Discapacitado

—Esto es hermoso, Elijah… —Dice sorprendida al ver el lugar.

—Te mereces esto y más mi luz. —Dice el hombre ayudándole a sentarse a la joven.

Elijah sirve las copas y minutos después traen la comida, la chica lo mira con una hermosa sonrisa y le agradece al camarero.

—Espero que te guste la sorpresa, ven. — Dice haciéndola sentarse en su regazo.

—hace frío y así te podré dar un poco de calor… —Habla Elijah, ya que el vestido de la chica estaba aún húmedo.

La joven se sonrojó y él le robó un beso.

—Está muy deliciosa la cena, gracias por este día. —Le dijo la dulce Julie.

—Ten prueba un poco más —Decía el hombre dándole comida en la boca a su esposa.

—Yo debería de cuidarte aquí porque soy tu enfermera. —Dijo riendo.

—Ya sabes que estoy bien, por eso seré yo quien cuide de ti. —Decía entre besos

Al terminar la cena él se acostó con ella en una tumbona para dos, ella estaba abrazada a su pecho y él veía lo lindo que estaba el cielo lleno de estrellas.

—Eres tan hermosa como esas estrellas. —Dijo besando su cabeza.

—Y tú eres tan perfecto como este hermoso paisaje, eres inalcanzable, oscuro y maravilloso. —Giro su cara para verlo.

—No soy inalcanzable ni perfecto, mira mi rostro —Hablo y ella lo besó en las cicatrices.

Se giró quedando encima de él.

—Tú… —Lo besó. —Eres… —Otro beso. —Perfecto. —Siguió dejando besos en su rostro bajo a su cuello y lo beso allí, su respiración le causaba a Elijah escalofríos.

—Eres muy guapo, muy lindo… —Decía dejando besos en el rostro de su esposo, la joven normalmente no era así, pero él causaba en ella ese deseo que jamás causó Ethan.

Abrió su camisa y beso su pecho, acaricio cada parte de este y luego volvió a sus labios.

—Me gusta mucho esposo… —Dijo apoderándose de él, la joven estaba totalmente mojada y no tenía nada que ver con el baño en la playa.

—De verdad te gusto mi luz… —Asintió y él la besó, el beso era dulce como siempre, pero después se tornó más feroz, apasionado, las manos de Elijah recorrieron el cuerpo de su esposa y el vestido salió fácilmente de ella.

—Eres hermosa mi luz… Me encanta cada parte de ti. —Decía besando su cuello y admirando la obra de arte que era Juliette.

La joven era rubia, su cabello era con espigas de trigo, su piel blanca e inmaculada, sus ojos eran de color verde y sus labios

eran delgados pero lo suficientemente deliciosos para él.

El cuerpo de Julie era hermoso, tenía sus pechos ni tan grandes ni tan pequeños, su cintura era pequeña y sus caderas eran el centro de todo anchas con un redondo trasero, la joven era delicada y con gracia, pero también era muy sensual.

Elijah bajo su boca hasta los pechos de su esposa, quitó la parte de arriba de su traje de baño y quedó impresionado con lo que veía, no era la copa c de su ex, era mucho mejor, natural y perfecto.

La joven solo se dejaba llevar, en ningún momento puso resistencia.

Con la punta de su dedo dibujo alrededor de ellos y luego pellizco ligeramente sus cúspides, llevó sus labios hasta ellos e hizo círculos con su lengua mientras con su otra mano de manera delicada acarició el otro.

La joven se veía disfrutar de qué acto, era nuevo para ella, pero muy gratificante y a pesar de como se dieron las cosas era su esposo y no era incorrecto.

—Elijah… Mmm. —Gimió la chica.

El hombre bajo hasta la parte inferior de su traje de baño y lo quito, beso con delicadeza sus muslos y su monte de Venus, luego mientras acariciaba sus pechos lamía la zona anhelada por él.

Paso su lengua entre los pliegues y chupo ligeramente sus labios.

Su lengua experta tocó aquel botón rosado, brilloso y exquisito, chupaba, lamía y mordía con delicadeza la zona.

Si lengua entro un poco en ella varias veces arrancando gemidos de la boca de su esposa.

—Ah… Elijah esto me encanta. —Decía perdida, ella misma se sorprendía de lo inhibida que estaba actuando.

La lengua del hombre la llevó al cielo hasta que la joven sintió una sensación exquisita, su cuerpo temblaba, su respiración se agitaba y sentía tanto placer.

—Elijah… Para, necesito ir al baño. —Él la miró y sonrió un poco, para seguir dándole placer hasta que la joven botó sus jugos en su boca, lo poco que se corrió por la comisura de sus labios fue lamido por él.

—Eso fue raro… —dijo haciéndolo reír.

—Raro bueno… O raro malo. —Pregunto preocupado.

—Fue fantástico y me encantó… _ El hombre la besó y ella a él, las manos de la chica recorrían el cuerpo de él y le quitó toda la ropa, cuando lo vio totalmente desnudo sintió vergüenza y hasta miedo eso era una tanto grande, aunque para ella cualquiera lo sería.

—santo. —Exclamo.

—Que sucede mi luz…

—Es enorme elijah y yo no… Yo… Bueno, no creo que entre. —Dijo la joven y el hombre sonrió.

—Tú y Ethan no… —ella negó.

—Por eso intento casarse conmigo, pero lo descubrieron y me humilló, solo quería esperar a casarme. —Él sonrió y la besó una y otra vez.

—No es necesario hacerlo hoy, si no estás lista mi luz, tenemos hasta que la muerte nos separe para hacerlo. —Ella sonrió.

—No abra divorcio. —Pregunto.

—No conozco esa palabra y aparte es muy fea, así que queda prohibida a partir de hoy. — la joven lo beso y ambos comenzaron a acariciarse y a dejar besos en el cuerpo del otro por dónde podían.

El hombre quería que fuese perfecto y que se sintiera lo más cómoda posible.

El hombre acarició su cuerpo y se acomodó en su entrada, beso sus labios y habló.

—Confías en mí

—Siempre… —Esa respuesta le encantó, se deslizó lentamente y ella se quejaba un poco.

—Tranquila, bonita si no puedes no importa, si quieres que pare dilo. —ella le indicó seguir.

—Quiero ser tu mujer…

—Ya lo eres mi luz… —entro un poco más y su escrito se dejó oír, se detuvo un momento para besar sus lágrimas y calmarla, para decirle que estaba segura en sus manos.

—sé que pegamos mal, pero quiero que esté sea nuestro inicio, el inicio de nuestro matrimonio, de nuestra historia. —Hablo el hombre y ella solo sonreía.

—Estoy lista Elijah. —Una danza lenta comenzó, dos cuerpos llenos de deseo y pasión se dejaban llevar por sus emociones, la joven gemía de puro placer, pedía que aún

Entra su ritmo y así lo hizo.

La pareja se entregó como almas con sed de pasión, la pelvis del hombre chocaba con la de ella y él movía las suyas, también gritaban el nombre del otro.

—Juliette me encantas y no sé qué me haces, pero te quiero tanto… —Dijo entre embestidas.

—También te quiero Elijah, mucho… Mmm— Decía ciega de tanto disfrutar.

—Solo mía, mi luz, mi ángel, mi esposa… —Cada palabra era una embestida, se olvidaron de todos, la luna era su testigo, las estrellas grababa el momento tan hermoso de esas dos almas vacía que se llenaban mutuamente.

Los movimientos del hombre aumentaron y los gritos de ella también hasta que cayeron ambos antes el ansiado placer total.

—Toda mía… Mi luz. —Un beso, selló el momento y la joven adolorida se dejó abrazar con él.

—Elijah… —Fue lo que pronunció al terminar