Está es la segunda parte de la historia, espero la disfruten.
Gracias por leer
NovelToon tiene autorización de Regina Cruz C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
no vas a ir.
...2 semanas después....
...Raquel....
Estoy súper feliz, en dos semanas es mi competencia. Mañana salgo para Berlín (Alemania).
— Hija no puedo ir contigo. — Avisó mi padre.
-- No te preocupes, mamá me cuidara bien.
— Yo tampoco puedo ir, tengo una fiesta de caridad mañana.
-- Pero mamá, ¿con quién voy a ir si tú y papá no van?.
P: no vas a ir.
— ¿Queeeeeeeeeee?. no papá no me puedes hacer eso, por favor déjame ir. — Suplique. Llevó mucho tiempo deseando que está competencia llegué.
P: mi amor no te pongas así.
-- Mamá cancela tu fiesta, ven conmigo.
M: hija no puedo, además a mi nunca me ha gustado que tú entrenes con esos animales.
-- Papá, te lo suplico, déjame ir, por favor.
P: no puedes ir sola, eres menor de edad.
Subí a mi habitación, muy triste y molesta. Me esforcé tanto entrenando y ahora dicen que no puedo ir.
...Tobias....
Ví a Raquel llorando, ya sabía lo que le pasaba pero igual quise preguntar.
-- ¿Que tienes?
R: no puedo ir a Berlín.
-- ¿Porqué?
R: papá y mamá no tienen tiempo.
Lo siento Raquel, yo hice que las fueran así para que tú y yo pasemos más tiempo juntos, en la guerra y en el amor todo se vale.
-- No llores.
R: odio ser menor de edad, ya quiero crecer.
Yo también quiero eso, me urge casarme contigo y hacerte mía.
-- Yo puedo convencerlos de que vayas.
R: ¿enserio? _ Limpió sus lágrimas.
-- Si, te prometo que tú vas a ir a esa competencia.
R: ¿cómo los va a convencer?
-- Déjamelo a mí. _ Bajé para hablar con mis suegros, luego de una larga conversación termine ganando y fui a darle la noticia a Raquel.
R: ¿que paso?, ¿lograste convencerlos?
-- Ellos quieren hablar con los dos.
R: ¿para que?
-- Te van a decir algo.
Bajamos con sus padres.
M: hija puedes ir pero necesitas un tutor.
R: ¿dónde voy a conseguir un tutor a esta hora?
M: el señor Lombardi se ofreció a ser tu tutor.
R: ¿de verdad?. _ Me observó con una sonrisa.
-- Si, yo puedo ...
R: muchas gracias. _ Me abrazó.
Antes tuve que esperar dos años por un abrazo tuyo y ahora lo logré en menos de dos meses.
Miguel tosió.
M: hija comportate.
R: lo siento, es que me emocioné, iré a terminar mi maleta. — Otra vez gracias. _ Me dió un beso en la mejilla. Algo que aceleró mi corazón.
— Con permiso. _ Subí a mi habitación antes de que ellos notarán mi nerviosismo.
M: ¿estás segura de que hicimos bien en dejarla ir con el?.
C: claro que sí, no creo que le haga algo malo a nuestra hija.
...Al día siguiente....
Después de sus clases Raquel y yo salimos de la hacienda para ir al aeropuerto.
R: ¿iré a comprar mi boleto de avión?.
-- No necesitas uno, iremos en mi jet privado.
R: ¿tiene un jet privado?
-- Si, ahora vamos. _ Le tome la mano y nos dirigimos a mi jet.
R: wow, su jet es hermoso.
-- Si te gusta tanto te lo regalo.
R: no brome conmigo.
-- No es broma, si lo quieres puedo dártelo, puedo darte lo que me pidas.
R: ¿lo que yo te pida?
-- Si, lo que sea, pídelo y será tuyo.
R: usted ya hizo mucho por mi, no soy capaz de pedirle nada. _ Se sentó en la ventana del avión.
(Horas después).
Raquel empezó a bostezar.
-- En el fondo hay una habitación si quieres puedes dormir ahí.
R: gracias. _ Se levantó del asiento y camino a la habitación.
Pasaron unas horas, fui también, quería verla durmiendo.
No pude resistirme y le di un beso en los labios, después me acosté a su lado y la observé por un largo tiempo.
Al día siguiente.
Raquel.
Desperté y lo primero que ví fue el rostro del señor Tobias. Me sorprendió un poco verlo ahí. Abrió los ojos.
T: buenos días Raquel, ¿dormiste bien?. _ Sonrió.
-- Si, ¿y usted?.
T: yo no, tu roncas mucho.
-- ¿Ronco?
T: si.
-- Lo siento mucho, yo no lo sabía.
Empezó a reírse.
T: solo bromeó, tú duermes como un bebé, no roncas para nada.
Ufff, menos mal.
felicidades.