Shanan es una enfermera profesional que se dedica especialmente a los niños. Ella fue recomendada por los altos directivos de ese hospital para cuidar a un niño enfermo. En cuanto ella entra a esa casa, siente una presencia extraña. Veamos como se va sucediendo esta historia...
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Shanan abrió la puerta del sótano
Shanan se preparó su desayuno, pero la idea de abrir esa puerta del sótano le martillaba el cerebro y no la dejaba disfrutar de su desayuno.
Comió muy rápido, se lavó los dientes e inmediatamente se puso a buscar la dichosa llave.
Había tantos cuartos que no tenía idea de por dónde empezar. La puerta del sótano era de fierro se veía que estaba muy pesada.
"Debe de ser una llave muy potente", se dijo.
Shanan buscaba incansable, por eso se dispuso a checar cuarto por cuarto.
Estaba decidida a encontrarla, al cabo tenía todo el tiempo del mundo.
"Creo que ya es tarde, me tendré que regresar tengo que ver al niño", aunque no sé si valga la pena, de todos modos el niño no se levanta y no se mueve para nada".
Mucho había escuchado de que en esa casa habían fantasmas y se aparecía una señora con un niño.
Shanan rio para sus adentros. "La señora que decían era Gloria y el niño, Paquito".
"A la gente le gusta mucho inventar historias", se dijo.
Hola, Paquito, ¿me escuchas?, Shanan le tomó la mano. Sintió que el niño movía un dedo una vez.
Ah, o sea que sí me escuchas. ¿Por qué no abres los ojos?
Dos veces.
No quieres, ¿eh? Nada te va a pasar, no debes temer.
Aunque el niño le contestaba con los dedos ella sintió que algo no estaba bien.
"No es normal que este niño pueda mover las manos y no abra los ojos", pensó.
Entonces, Shanan se acercó a él.
"¡Dios mío!, este no es Paquito. Es un muñeco". "Y ahora, ¿qué voy a hacer? ¿Dónde está Paquito?"
Shanan no podía creer lo que estaba pasando, pero estaba claro que en el lugar de Paquito había un muñeco idéntico a él.
"¿Cómo puede ser posible esto?", pensó.
Shanan sentía como si se estuviera volviendo loca.
Luego, al volver a observar vio que Paquito sí era Paquito en realidad.
¿Qué me está pasando?, tengo visiones, ¿me estaré volviendo paranoica?
Shanan checó el pulso a Paquito, el niño sí tenía pulso.
Las horas iban avanzando lentamente, y la tormenta también.
Shanan se había refugiado en su cuarto porque tenía miedo a los truenos, ya que se oían muy potentes en esa casona.
De pronto, un potente trueno hizo que uno de los transformadores tronara y se fue la luz en ese instante.
El primer impulso de Shanan fue checar a Paquito si estaba bien.
Tomó una linterna que tenía para emergencias.
Y, decidida se encaminó hacia el cuarto de Paquito.
Estaba solo a dos cuartos de distancia, pero se le hizo una eternidad.
Cuando lo checó bien se dio cuenta de que era un muñeco.
"¿Otra vez? ¿Pero cómo es posible?", "¿alguien está tratando de jugarme una broma?, pero, ¿quién?, si aquí solamente estoy yo y Paquito claro está".
Con la lámpara iluminó todo el cuarto tramo por tramo.
No había nada anormal.
"No sé qué estará pasando, pero obvio, no estoy sola en esta casa. Tiene que haber alguien más, de lo contrario, ¿cómo se puede explicar esto?
"Y ahora, ¿qué voy a hacer? ¿Dónde está Paquito?"
De pronto, al iluminar otra vez la cama donde se encontraba Paquito lo vio, pero el niño estaba sentado en la cama.
Casi pega el grito en el cielo. ¡Dios mío!, ¿en realidad eres tú?
Shanan fue a cerrar la puerta del cuarto y cuando volteó otra vez el niño estaba acostado.
Paquito, por favor, no estés jugando conmigo si en realidad puedes moverte, ¿por qué no platicamos un rato?
Un rayo iluminó todo el cuarto, aunque la cortina era muy pesada el rayo la traspasó.
Shanan se asustó, pero se recompuso de inmediato.
Nada tenía sentido.
Dos horas después, regresó la luz.
Shanan se sintió mejor.
"Ahora sí podré ver bien a Paquito", se dijo a sí misma para tratar de calmarse.
Regresó otra vez al cuarto y lo vio, ahí estaba él acostado en la cama y completamente dormido, inconsciente.
Lo checó bien y de cerca, sí era humano.
Dios mío, esta soledad me está haciendo daño ahora creo ver cosas que no son.
Ella también creía escuchar cosas, no estaba segura de que fuera real todo lo que estaba pasando.
Se preparó un sándwich y fue a comérselo a su cuarto y ya no volvió a salir hasta la mañana siguiente.
El clima era perfecto para dar un paseo al aire libre pero ella no podía salir.
Resignada, después de checar a Paquito tomó un libro de la biblioteca y se fue a leer a la terraza que tenía en su cuarto. Antes de eso se había preparado el desayuno. Estaba muy tranquila comiendo y leyendo.
En esos días que estuvo en esa casa no había podido comunicarse con Irina y Mateo, y mucho menos con el doctor Moro.
"Todo esto me parece como si estuviera en una novela o en una película de terror", pensó Shanan.
Varios días había intentado encontrar la llave del sótano pero sin resultados positivos.
Como apenas eran las 12 del mediodía subió otra vez al cuarto de Paquito.
Tuvo una idea.
Empezó a buscar en el cuarto algo que le fuera útil para abrir la puerta del sótano.
En el cajón del buró en el mero rincón estaba una llave en un huequito.
Eres una llave más o menos grande como para una puerta pesada y pensó: creo que esta sí es la llave del sótano.
Decidió ir de una vez para aclarar todo el asunto.
Fue caminando hacia la puerta del sótano. Su corazón latía a mil por hora.
Estaba muy nerviosa, no sabía con qué se iba a encontrar en ese lugar.
"Dios mío, si tan siquiera estuvieran Irina y Mateo aquí conmigo".
Estaba frente a la puerta del sótano la verdad, se sentía como si estuviera invadiendo una propiedad ajena.
Por un momento dudó, no sabía si era correcto lo que iba a hacer, se quedó parada frente a la puerta observando.
Total, que podía perder no había nadie que se diera cuenta, ella entraría y saldría inmediatamente, solo quería ver que secretos se escondían allí abajo.
Hasta que pasados unos minutos se decidió por fin y abrió la puerta.
🥹😢😥😱😱😱