Intentarlo De Nuevo

...Narra Emma...

Escogí un vestido descubierto de los brazos, ajustado a mi cuerpo, un escote de corazón, que deja al descubierto parte importante de mis dos pechos.

Me vestí, seque mi cabello. Giré mi cuerpo y fui al tocador. Me asome un poco por la ventana, comienza a oscurecer. Era una noche hermosa, ya que había una luna enorme.

A pesar de que era estropeada por las luces brillantes de la ciudad. Aún se podía ver desde este hotel.

Tomé el labial marrón, y me colocó un poco en mis labios. Maquillo mi rostro cuidadosamente.

No quiero verme muy zorra, al contrario, quiero tener una apariencia inocente. César confía en mí y eso me ha permitido ganarme parte importante de su confianza.

Llevé mis manos a mi vientre. No puedo esperar más tiempo. Mi estómago comenzará a crecer y mi embarazo se notará.

Es hora de convertirme en la señora Bustamante... Quiero lo mismo que tiene Katy. Ambos venimos de donde mismo, yo también quiero convertirme en la esposa de un hombre importante.

Tener el apellido Bustamante, y no solo ser una empleada más de esa familia.

Hace unas semanas atrás conocí a un hombre guapo, en un club nocturno, en el centro de Italia.

Bebimos un poco, disfrutamos de la noche, terminamos en la cama, y hace unas dos semanas me comencé a sentir mal.

Fui al médico y me dio la noticia de mi embarazo. Al principio quería abortar. Un niño, solamente, iba a estropear mis planes, pero luego pensé en que llegó en el momento indicado.

César necesita un motivo para seguir adelante. Se siente solo, aunque lo intente cubrir con el trabajo. Llevó meses a su lado, y me he dado cuenta de muchas cosas.

Terminó de arreglarme y roció un poco de perfume en mi cuerpo. Me veo por última vez al espejo, y al ver que todo era en orden.

Doy la vuelta para salir de mi habitación. Sé que las cosas no serán fáciles. Así que he comprado una droga afrodisíaca, creo que César va a necesitar un pequeño empujón para dejarme embarazada.

Guardé dentro de mi bolso, la bolsita con la droga, esperaré el mejor momento para darsela.

Voy a la suite de César, que queda en la planta baja del hotel. Cerca de la suite, veo a la mujer de limpieza, me acercó a ella, y dibujo una sonrisa amigable.

Fingí buscar la llave dentro de mi bolso.

______ ¡Oh por Dios! Olvidé la llave en el bar.

_____ Señorita, ¿le puedo ayudar en algo?

_____ Olvidé la llave de mi suite en el bar del hotel. Necesito dejar estos documento dentro. Son muy importantes, me puede ayudar abrir la puerta, será rápido.

La mujer se nota indecisa. Aun así, espero que no se niegue abrirme la puerta.

_____ De acuerdo, señorita. ___ La mujer abre la puerta y me deja entrar.

______ Gracias; Hermosa te debo una muy grande.

Entré a la habitación de César. Me quedé con la boca abierta al ver lo lujosa y maravillosa que es.

Esto es lo que yo me merezco, una vida rodeada de lujos, de sirvientes...

Arrojé mi bolso a la mesita, sacó la droga y voy al bar. Buscó la botella más adecuada para ponerle la droga, al muchas. Terminó escogiendo una de coñac, he notado que a César le gusta esta marca de coñac.

Después de poner la droga en la botella, limpie cuidadosamente todo. Salí de la suite de César.

Pasaron como dos horas, César regresó de la reunión con el socio Francés, por lo que me informaron todo fue un éxito. César logró conseguir una gran suma de millones para las empresas Bustamante, es el momento perfecto para celebrar.

Sara, la asistente personal de César iba de saluda. Al verme sonríe amablemente. Me he ganado el cariño y la confianza de muchos en la empresa.

____ Emma, debes festejar con el señor Bustamante.

Sara me abraza y me cuenta lo que pasó. Fingí estar feliz con la noticia.

_____ Iré a felicitar al señor Bustamante. Tengo un regalito para ti, lo he comprado en Moscú.

_____ Emma, tú siempre tan linda. Gracias...

Era fácil comprar a las personas. Sonríe y fui al interior de la suite... Al entrar veo a César de pie, junto a la ventana.

Dejé mi bolso encima del sofá y fui por la botella de coñac con la droga.

César se queda sumergido en sus pensamientos por un largo rato. Observo lo guapo que se ve, aunque no se parece al esposo de Katy, sí puedo jurar que no será ningún sacrificio para mí acostarme con él.

César y yo intercambiamos unas palabras. Él me deja claro que nunca va a sentir nada por mí. Sin embargo, en el último momento, César acepta la copa de coñac, la bebió de un solo trago y sale de la suite.

Sonriente, dejo todo y salgo detrás de él. Seguí a César hasta un club nocturno, nada me podía salir mejor. Él entra al lugar, y sube a una de las habitaciones privadas.

Esperé hasta que la droga hiciera efecto. Miré continuamente la hora en el reloj. Habían pasado casi media hora, era el momento adecuado para entrar.

Pedí una botella de vino. Entré a la habitación privada de César, sentado en uno de los sillones, ahí estaba él.

_____ Emma... ____ César me reconoce.

Cerré la puerta por dentro, asegurándome de no ser interrumpidos. Dejé a un lado, a esa mujer dulce y amigable. Me convertí en una mujer decidida y sensual.

Me acercó a César, me arrojó a sus brazos. El calor dentro de su cuerpo, ya era mucho, solamente, mi cuerpo podía apagarlo.

Hicimos el amor por mucho tiempo. Era de madrugada cuando la droga desapareció del cuerpo de César. Él me ve a su lado y se levantá confundida del sillón.

_____ ¡Emma, ¿qué haces aquí?!

Cubrí mi cuerpo desnudo con mis manos. Fingí estar confundida, dejé caer mis lágrimas por mis mejillas.

_______ ¡No mientras, algo le pusiste a la copa de coñac!

César me toma de los hombros y me levanta de un solo jalón del sofá.