No Soy Un Yerno Basura

Ajeng, que ya se sentía incómoda en la fiesta, finalmente le pidió a Abiyasa que se fueran a casa, a pesar de que Bram y Alex intentaron retenerlos.

"Abi, ya no me siento cómoda aquí. ¡Vámonos a casa ahora, ¿sí?!" Ajeng le propuso a Abiyasa.

Endang, al escuchar la propuesta de Ajeng a Abiyasa, por supuesto que se enfadó. "¿Qué? Pero apenas llegamos. ¿No quieres divertirte un poco primero?"

"Sí, Ajeng. ¿Por qué tienes tanta prisa? El evento apenas está comenzando." Bram también intervino.

"Sí, ya nos esforzamos mucho en preparar todo. No te vayas a casa así nomás." Alex se acercó e impidió que Ajeng se fuera a casa.

"No, solo quiero irme a casa." Ajeng insistió.

"Pero, Ajeng, apenas estamos..."

"Lo siento, Ma. Sé que quieres complacer a la persona que invitó, pero me siento incómoda. ¿Por favor, permítenos irnos a casa, sí, Ma?"

"Quiero ir al baño... al baño..."

Poco después.

"Oh, Lex... emhhh... umhhh..."

"Juguemos con el calor. Vamos, seguro que te satisfaré, Lex. Eghhh..."

"Qué guapo... vamos, Lex," balbuceó Endang con los ojos vidriosos típicos de las personas que están dominadas por la lujuria.

Alex apartó el cuerpo de Endang que de repente se pegó a él. Con los ojos muy abiertos de irritación, habló en voz alta y enojada para alejar a Endang que hablaba de forma incoherente.

"¿Qué estás pensando, Señora Endang? ¡Estás haciendo algo muy inapropiado! ¿Cómo puedes besarme coquetamente y usar palabras tan groseras frente a todos?"

Bram intentaba alcanzar el cuerpo de su novia que de repente se comportaba de forma extraña después de beber un poco de jugo de naranja.

"Lo siento, Alex. No sé qué le pasó. Pero, ¿tú...?" Bram no continuó su frase, pero miró hacia el jugo de naranja.

Alex, al entender el código de la mirada de Bram, se golpeó la frente. "¡Maldita sea! ¡Idiota!"

"¿Sabes por qué Endang de repente está haciendo eso? ¿Es porque no puede controlarse? ¿Lo hiciste a propósito?" Bram preguntó malinterpretando la situación.

Alex se enfadó aún más al escuchar esa acusación. "¡Bah! No sé. Solo quería juguetear con Ajeng, pero la camarera de hace rato... ¡argh!"

Endang ahora estaba profundamente dormida en los brazos de Bram, porque se había quedado sin energía en los brazos de su novio. Pero seguía moviéndose inquieta porque había algo que aún no se había liberado, el efecto de la droga.

Bram no se sorprendió al escuchar la confesión de Alex. "¿Cómo pudiste equivocarte de objetivo?" preguntó confundido.

En otro lugar, Abiyasa, que estaba en el baño con Ajeng, se reía por dentro de lo sucedido. Esto se debía a que Alex tenía malas intenciones con Ajeng, por lo que Abiyasa se vio obligado a cambiar la posición de los vasos de jugo de naranja para que Ajeng no bebiera el que ya estaba mezclado con la droga, sino que lo bebiera Endang.

"¡Para que aprendas!"

Con una sonrisa de oreja a oreja, Abiyasa se reía del comportamiento de su suegra que ya estaba dominada por los efectos secundarios de la droga.

Abiyasa se sintió aliviado y satisfecho con su éxito al salvar a Ajeng de las malas intenciones de Alex manipulando la posición de los vasos de jugo de naranja que ya estaban mezclados con la droga. Podía sentirse orgulloso de haber tomado la decisión correcta en una situación confusa y potencialmente peligrosa para su esposa.

Antes, Abiyasa se sintió llamado a actuar rápidamente cuando se dio cuenta de que Alex tenía malas intenciones con Ajeng. Debía tomar medidas para proteger a Ajeng de esas malas intenciones, por lo que manipuló la situación. Había salvado a Ajeng de un peligro inesperado. Se sentía feliz porque había tomado la decisión correcta.

Abiyasa intercambió los vasos al azar cuando chocó con la camarera, lo que confundió a la camarera sobre cuál vaso tenía la droga.

"Ah, sí, este."

La camarera colocó con confianza el jugo de naranja que traía frente a Ajeng. Ordenó los vasos de tal manera que el último vaso quedó frente a Endang que estaba sentada al lado de Bram.

"Vamos, sírvanse beber. Disfrutemos de esta pequeña fiesta con alegría." Alex invitó a todos.

Y resultó que quien bebió el vaso con la droga de Alex fue la madre de Ajeng. Después de eso, ocurrió un caos que nunca se había planeado.

"Emhhh... Ughhh..."

Endang divagaba sin sentido, bailaba como una persona borracha mientras se quitaba la ropa. Su rostro se puso rojo y comenzó a besar a Alex, mientras que Alex se sentía asqueado de ser besado por una tía vieja que era la novia de Bram.

"¡Ocúpate de ella! No quiero que cause un caos aún peor aquí."

Alex le pidió a Bram que se llevara a Endang, mientras que Ajeng ya se había ido a casa porque Abiyasa le rogaba que se fueran a casa y no quería esperar para despedirse de Endang o de los demás.

Abiyasa no quería que Ajeng viera cómo estaba su madre en ese estado.

Un día después de todo el caos, Endang estaba muy avergonzada, por lo que ya no quería tener nada que ver con Alex sobre su plan de emparejarla con Ajeng.

Brakkk

"¡Maldita sea! ¡Todos mis planes para conseguir a Ajeng se han arruinado!" Alex golpeó la mesa mientras gritaba enojado.

"Ehm, lo siento, Alex, pero ya intenté persuadir a Endang. Pero ella está avergonzada y no quiere continuar con el plan de ayer." Bram informó.

Alex se quedó en silencio por un momento para pensar. Alex, que todavía quería a Ajeng, le pidió a Bram que le dijera a Endang.

"Dile a tu novia, le daré 10 mil millones de rupias y también una casa en el centro de la ciudad, si ella quiere convencer a su hija de que me acepte como su esposo."

"Hmmm, bien, Alex. Estaré listo para ayudar si es así. Jejeje..." Bram se rió entre dientes con el plan de Alex.

Alex seguía deseando tener a Ajeng, incluso ofreciendo dinero y una casa a cambio de obtener la aprobación de la madre de Ajeng.

"Creo que Endang seguramente estará de acuerdo. Hay dinero y una casa, eso es muy tentador." Bram dijo con seguridad.

Como novio de Endang, Bram sabía muy bien cómo se comportaba esa mujer. Le gustaba gastar y, obviamente, también quería satisfacer sus necesidades. Así que si Endang tenía mucho dinero, él también disfrutaría de las cosas buenas. Y esto era lo que él quería.

"Entonces, comunícate rápidamente con Endang, dile la oferta que te acabo de dar."

"Tranquilo, Lex. Seguro que puedo convencerla. ¿Dudas de mi capacidad? Jajaja..." Bram se rió presumiendo de sí mismo.

"¡Puaj! Tu cerebro está mal. ¿A quién le atrae una piel arrugada así?"

Alex negó con la cabeza con una sonrisa cínica, burlándose del comportamiento de su amigo que le gustaban las tías como Endang. Aunque Endang no era demasiado vieja, a Alex no le atraía Endang en absoluto.

Pero para poder conseguir a Ajeng, Alex estaba dispuesto a sacrificar cualquier cosa. Se había sentido muy atraído por Ajeng desde la primera vez que la vio.

"Pero, seguro que todavía es virgen, ¿verdad?" preguntó Alex para asegurarse.

"¡Claro que es virgen! ¿¡Cómo podría ese esposo idiota disfrutar de su papel como esposo!? Jajaja..."

"¡Ah, mierda! Solo hablar de Ajeng, y ya hay algo que no aguanta ahí abajo." Alex gimió conteniendo algo que era suyo.