bienvenidos a la quinta parte de los decendientes YANKELEVICH.
Vamos a conocer la historia de Los hijos del pequeño Max: David, Hanna, willmar Alexander y Chantal.
también conoceremos a los hijas de Claudia y Kilian: Dolores, Lupita y Aurora.
tendremos también las historias de los hijos de Aisha y Bruno: Leo y Leonardo.
cada uno tendrá que enfrentar nuevos enemigos y también conocerán el amor, nuevas aventuras tendremos en esta quinta parte y tendrán que hacer uso de sus enseñanzas para poder mantenerse con vida.
espero les guste está quinta parte.
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CAPÍTULO 04
Lupita mordió su labio inferior, algo inquieta le dice. – Tío, ¿crees que debería hacer algo para responder a sus atenciones? ¿debería decirles algo? No sé qué se debe hacer en estos casos, yo nunca he tenido novio, mucho menos alguien me ha declarado su amor.
Jones paso su brazo por sus hombros y empezó a caminar nuevamente con ella, en ese momento le dijo. – No tienes que hacer nada, solo recibe lo que te ofrecen y al final solo escucha tu corazón, si uno de ellos logra atraparte se sincera diles lo que sientas, si ninguno logra hacer que te enamores de él, tambien tienes que decírselos, aunque duela es mejor ser sincera, pero espera un tiempo hasta que ellos te lo digan.
No te pongas nerviosa, ni ansiosa, solo déjate llevar por el momento y disfruta, mira que dos galanes están luchando por ganarse tu amor, eso es para sentirse bien.
Yo no fui tan apegado a la tía Agramon y al tío Max, como tú, pero me toco conocer un poco de su historia de amor, algo que casi nadie de la familia sabe, pero cuando me toco estar en una misión con la tía Agramon y como sabrás en nuestra familia casi nada se puede ocultar.
Ella sabía que yo estaba enamorado de Kira, que salí de la isla huyendo de ese amor que sentía; en una noche me toco estar de guardia con ella, estábamos en la asociación de España ayudando a la pequeña Neylane, tuvimos tiempo de hablar.
Esa noche la tía Agramon me hablo de cómo fue que el tío Max la conquisto, estaban investigando quien esparció el rumor de que el tío JEAN quería muerta a la tía NEYLANE; duraron días encerraros en un cuarto escuchando llamadas que salieron de la isla, tambien estuvieron hablando con la gente de la isla y en los momentos más tensos por no encontrar nada, fue Max quien la hizo ir a la playa para que sacara su frustración.
Ella me dijo que no fueron sus atenciones lo que la hicieron enamorarse, ni tampoco vio el hombre guapo que tenía enfrente, mucho menos fue el caballero que la cuidaba, lo que hizo que se enamorara de él, fue que aprendió a conocerla, que supiera cuando estaba enojada o frustrada y supiera que hacer para ayudarla a lidiar con esos sentimientos, fue lo que más le gusto.
Las tardes que paso en la playa sintiendo su apoyo, las palabras de consuelo y lo mejor fue que nunca la trato diferente, siempre como su igual, trabajando al mismo tiempo, como un verdadero equipo; ella odiaba el romanticismo y el tío Max lo sabía, por eso no podía declarársele de la forma habitual, tenía que pensar en algo diferente.
Un día la invito a ir al cuartel que estaba en Colombia, había unos problemas ahí nada grave, el general de ese cuartel había muerto y tenían que encargarse de poner a alguien nuevo; una vez que solucionaron el problema, la invito al campo de entrenamiento, era por la noche, aprovecho que nadie estaba ahí para invitarla a un combate de cuerpo a cuerpo, algo que ella amaba y entre los golpes, se le declaro.
Tengo que decirte que es una de mis historias favoritas, sale de lo normal y a su manera es romántica; te cuento esto, porque sé que tú no eres una joven como las demás y aunque tu miraste mal lo que ellos hicieron hoy, tienes que saber que no lo hicieron por ser malos o por no quererte cerca de lo que hacen.
No tienes que hacer nada, solo dejarte llevar por lo que ellos hagan para demostrarte su amor, disfrútalo y si algo te molesta o no te gusta díselos, para que ellos puedan conocerte, saber un poco de ti.
Traje dos armas cortas, te traje aquí para que practiquemos un poco y lo mejor es que no habrá ruidos, tienen silenciadores, creo que va a ser bueno para los dos para terminar este día haciendo algo que nos gusta.
Lupita le da la gracias y toma el arma, los dos empiezan a dispararles a un árbol, a competir por ver quien tenía la mejor puntería; estuvieron ahí hasta que se hizo de noche y regresaron a la aldea, pero tal parecía que no iba a ser una noche tranquila Kim había regresado de su expedición, tuvo que recorrer el área en esa semana y lo malo fue que no regreso solo, se había encontrado con otros tratantes de personas, lograron rescatar a las víctimas y capturar a dos con vida.
Jones al darse cuenta de lo que pasaba, hizo que Lupita lo siguiera, fueron a una de las casas que tuvieron que usar para meter a los dos hombres que atraparon, ahí estaba Zuria, el jefe de la aldea, Kim y Paola solo faltaba la pequeña Maritza que estaba atendiendo a las víctimas, unas venían gravemente heridas, tuvieron que ser atendidas y la mejor medico era ella.
Lupita entro con algo de desconfianza y Zuria al verla quiso sacarla, pero Jones le dijo. – Zuria, entiendo que ella estuvo mal y está cumpliendo con el castigo impuesto, pero recuerda que ella está aquí para aprender de nosotros, si la haces un lado no podrá aprender y no va a madurar, no podrá estar preparada para cuando ella este en nuestro lugar.
Zuria suspiro profundamente y acepto que se quedara, estaban interrogando a los dos hombres, pero tal parecía que no pensaban hablar por las buenas, iba a ser necesario torturar y el jefe de la aldea no quería ver eso.
Una vez que lo decidieron el jefe de la aldea mando hablarle a su tataranieto, alguien de la aldea tenía que estar ahí con ellos, para saber lo que pasaba, sobre lo que esos hombres iban a decir y el indicado era Amadi
Una vez que el jefe de la aldea salió, tuvieron que esperar 15 minutos a que Amadi llegara y empezar con la tortura, empezó Kim.
A Kim se le ocurrió sentarlo sobre una silla que tenía clavos en la parte del asiento, en el respaldo y en las manos.
Lo amarraron a esa silla que había mandado a preparar mientras esperaban a Amadi, los clavos se fueron encajando en su cuerpo, pero ese hombre parecía que no iba hablar.
Mando hacer una fogata afuera de la casa, donde puso a calentar unos fierros, una vez que estuvieron calientes, donde el fierro se mira rojo los tomo y empezó a quemar parte de su cuerpo; empezó por las partes menos dolorosas, como sus manos, sus brazos, pero él no hablaba, siguió con partes más sensibles los muslos de sus piernas lo hizo gritar, pero aun así no lo hizo hablar, termino quemando uno de sus ojos, pero era un hombre fuerte no hablo.
Jones que estaba parado enfrente de la silla con las manos cruzadas, al ver que Kim saco su daga, listo para empezar a desmembrarlo, lo paro y le dijo. – Kim, creo que este hombre es bastante fuerte y podemos aprovecharlo, para que Lupita nos muestre que puede hacer en una situación como esta; por lo que se, Agramon una vez la hizo participar en una tortura, escuche que la resistió, que lo hizo bien, pero solo miro, ya es momento de ver si realmente puede soportarlo.
Amadi estaba que no soportaba, nunca había estado en una tortura, no era algo con lo que estuviera de acuerdo, pero al escuchar que su Lupita lo iba hacer se puso más tenso, realmente no podía creer que ella pudiera hacer algo como eso, era algo que no podía aceptar y que no quería ver, pero no podía salir de ahí, tuvo que quedarse a verla.
Lupita toma eso con seriedad, era de sangre fría como su bisabuelo, desde la primera vez que estuvo en una tortura, se hizo a la idea que ella iba a tener que hacerlo, no lo miraba como algo malo, más bien lo sentía como si fuera su lado más oscuro y era algo que siempre quiso hacer, lo había deseado; a diferencia de su padre que nunca le gusto participar en esas cosas, la tortura era lo que él más odiaba, pero su hija parecía agradarle y la mayoría de los miembros de la familia lo ignoraba, solo Agramon, Max y Zuria se habían dado cuenta de ese lado oscuro dentro de ella.
Jones tampoco lo sabía, pero aprovecho ese momento para conocer un poco mejor a su sobrina, esa jovencita que siempre parecía estar alegre, que tenía una sonrisa aun en los momentos más difíciles.
La joven que siempre sabia dar apoyo en esa circunstancia difíciles, por eso quería verla en un momento difícil, donde tuviera que provocar tanto dolor en una persona que llegaba hacer tortura para el torturador.
Lupita hizo que el hombre la mirara a los ojos, tenía una mirada intensa y fría, era idéntica a la de JEAN en sus peores momentos; se hizo un silencio, todos se le quedaron viendo, esperando que hiciera el primer movimiento, estaban algo inquietos, no sabían si ella tenía miedo y por eso no se movía o simplemente estaba analizando al hombre, viendo cómo iba a proceder.
Paola al ver que ella no se movía y el tiempo pasaba, pensó que no iba a poder, estaba por dar un paso para sacarla y calmarla, cuando Zuria sostuvo su mano, al mismo tiempo le dijo. – Solo mira y no digas nada.
Pasaron casi dos minutos y por fin supo lo que tenía que hacer, le sonríe al hombre y le dice. – vamos a comenzar y por favor señor, no me la ponga tan fácil, que mi familia necesita ver de lo que soy capaz.
El hombre empezó a respirar entre cortado, su mirada lo había sumergirse en una tortura que le dolió más que lo que Kim le hizo y al verla sonreír sintió un escalofrió, fue como si estuviera viendo un demonio frente de él, como si esa hermosa mujer frente a él no fuera humana y eso si le causo miedo.
Lupita tomo su daga que traía en su cintura y empezó a quitarle el cabello de la cabeza junto con el cuero, de una manera lenta con un corte certero y consecutivo; el hombre gritaba por que se detuviera, trataba de moverse, pero los clavos hacían que esos movimientos fueran aún más dolorosos, pero lo que más lo perturbaba era como ella no dejaba de verlo, atrayendo su mirada, viéndolo directamente al único ojo con el que aun podía ver.
No llego ni a la mitad de su cabello, cuando el hombre dijo. – Ya no más, por favor háganla que pare; diré lo que quieren saber solo aparten a ese demonio de mí.
Zuria se acercó y le dijo a Lupita que se detuviera, la hizo que diera unos pasos atrás, pero él hombre no le despegaba la mirada, su tranquilidad solo le hacía sentir más miedo, ni siquiera el dolor de las heridas abiertas o de los clavos le causaban tanto dolor o miedo como verla a ella.
Suplico por que la sacaran, pero Zuria se aprovechó de ese miedo para decirle, que si no hablaba dejaría que ella volviera a torturarlo.
Él hombre no podía dejarla de verla y con miedo empezó a decir. – Nosotros estamos aquí para secuestrar jóvenes de las aldeas, cada equipo que esta por todo el país tiene designado tener 20 jóvenes entre mujeres y hombres, no importa en qué estado se entreguen lo único que importa es que estén vivos.
África es uno de los países con menos seguridad, las áreas son grandes y no entramos en las ciudades, para no entrar en conflictos con los gobiernos; sabemos que cuando la ayuda del gobierno llegue va a ser muy tarde para muchos jóvenes.
Tenemos que llevar la carga a una pista de avión clandestina que está a unos kilómetros de aquí; la entrega será en un mes, a partir de hoy y créanme, va a ser una carga grande, ya varios equipos llevaron su carga, hasta nosotros estamos prepararnos para llevar nuestra carga.
Paola se acercó y dijo. – Dame las coordenadas de la pista de avión y te dejaremos en paz.
El hombre se quedó callado, parecía no querer hablar más, en ese momento Lupita se acercó sabia el miedo que le tenía y solo tuvo que hacer eso, para que el hombre empezara a dar las coordenadas.
Paola tomo su celular, metió las coordenadas en el sistema que tenía para ubicar los lugares en el mapa, una vez que lo encontró, por medio del satélite empezó a ver el lugar y si miro claramente la pista de aterrizaje, un enorme avión de carga, camiones grandes y muchos hombres.
Una vez que vio que lo que decía era la verdad, dio la orden de que se deshicieran de ellos; no hizo falta torturar al otro hombre, pero si tenían que matarlos, Zuria ordeno a Lupita que matara al que acababan de torturar, tenía que terminar el trabajo.
Lupita se acercó, el hombre gritaba para que se alejara, no quería morir en sus manos, pero ella no le prestó atención, lo miró fijamente a su ojo, tomo su cabeza y de un solo movimiento fracturo su cuello, dejándolo sin vida.
Paola, Kim y Jones estaban sorprendidos, su dulce sobrina, una de las que parecía más armoniosas tenía la misma mirada de JEAN, la frialdad para causar dolor, para torturar, causando miedo, una forma que solo habían visto en JEAN y que nunca pensaron volver a ver en alguien más, ni siquiera Adal que era el más sádico de la familia provocaba ese miedo, ese dolor en una persona.
Ninguno sabía que hacer, hasta Zuria estaba sorprendida de lo que miro en ella; fue un momento y cuando Lupita se dirigió al otro hombre para terminar con su vida, lo escucharon gritar. – Yo tengo algo que decirles, pero ella tiene que salir de aquí y tienen que prometerme que me matara con una bala en la cabeza.
Zuria reacciona, se acerca al hombre y le dice. – No creo que tengas el derecho de poner reglas aquí; con lo que acabas de decir podemos torturarte y hacerte hablar.
El hombre no dejaba de ver a Lupita a los ojos, le tenía miedo; desesperado dijo. – Pueden torturarme y tengan por seguro que no sabrán si lo que les diga es verdad, porque no saben que es lo que yo sé, lo que tengo para decirles.
Jones miraba como ese hombre temblaba de miedo, estaba listo para hablar, no hacía falta más para que dijera lo que tuviera que decir; mira a su sobrina y le dice. – Lupita, será mejor que vayas a bañarte y de ahí ve a descansar, hoy lo hiciste bien.
Lupita como un buen soldado no necesitaban que le repitieran una orden, solo dijo que, si y salió de ahí, paso al lado de Amadi, que estaba temblando por lo que miro; él nunca pensó que esa mujer tan hermosa fuera capaz de verse como un demonio, de causar tanto miedo, como el que le causo a él, paso a su lado y por instinto se hizo a un lado, sin querer le mostro su miedo, lo aterrado que estaba.
Ella sonríe con tristeza al ver su reacción, pero no se arrepentía de lo que hizo, salió de la casa sin mirar atrás, pero en la puerta se encontró con Nala, que tambien había visto lo que paso, si sentía miedo, pero él había vivido el secuestro de hombres como ese, era más grande la satisfacción de haberlo visto sufrir, que el miedo que sentía por lo que miro en Lupita; en el momento que paso a su lado, toco su brazo y le dijo. – Lo hiciste bien, pero la próxima vez hazlo sufrir más, se lo merecen.
Lupita le sonríe y le dice. – eso te lo prometo.
Una vez que dijo eso, fue a su casa de campaña tomo un cambio de ropa completo, su toalla y fue a una casa donde había tambos grandes llenos de agua donde se bañaban; una vez que cerró la puerta, se quitó la ropa y empezó a bañarse, para quitarse la sangre que tenía en su cuerpo, fue un momento refrescante, no lo demostraba pero lo que hizo fue un momento difícil, si llego a sentir dudas que tuvo que ocultar, no quería fallarle a su familia y sintió algo de alivio cuando Jones le dijo que lo hizo bien.
El hombre una vez que miro que Lupita se fue empezó a decir. – Esta no es una simple red de trata de personas, es algo más grande y lo único que me da gusto de lo que está por venir, que ustedes la familia del maestro estar por enfrentar al peor de los enemigos, los van a matar a todos, porque esa es la meta.
Soy un miembro de la decendencia de Nathan, que se está preparando para terminar con todos ustedes.
Les prometí que les diría lo que se y lo pienso hacer, solo espero que ustedes cumplan con la promesa de matarme rápido sin dolor; les daré un dato importante, todos los miembros de la decendencia de Nathan, tenemos algo conque nos identificamos es un tatuaje debajo de la lengua.
Es asqueroso, lo sé, pero es una buena forma de ocultarlo, dejarlo ver solo cuando es necesario y si es muy doloroso hacerlo, pero vale la pena; el tatuaje es una N, por Nathan y dependiendo del nivel que uno tenga en la organización es el color que tiene.
Yo soy color amarillo en la organización seria como el número 3, de los de abajo, no les puedo decir mucho y ese tonto que mataron, ni siquiera tenía un color solo la letra, estaba en la parte más baja de la organización, por eso no les pudo decir mucho, solo lo que hacíamos aquí.
Les diré algo aún más interesante, dentro de 7 meses, habrá una reunión importante con alguien de color rojo, entre los niveles de los más altos y hasta donde se es alguien de su gente, que los ha traicionado; estará ahí para darnos información de su familia, no sé de qué se trata, pero sé que será algo importante.
Yo voy a morir ahora así que ya no importa lo que pase con ustedes o con la organización, solo me interesa morir rápido y sin dolor; les recomiendo que traigan más apoyo para detener el cargamento que saldrá de este país en un mes y les recomiendo que dentro de 7 meses se preparen muy bien con bastantes miembros de su gente porque ahí no la van a tener fácil y no se lo digan a nadie que no sea de su familia, por que cualquiera de sus aliados puede ser ese traidor.
La reunión será en Roma, en el hotel de su familia y para su mala suerte no toda la gente que está ahí los ha traicionado, solo han jugado con ellos para que llegado el momento los miren como traidores; yo he mirado divertido todo este engaño, pensando como entre ustedes mismos se van a destruir, como ustedes mismos mataran a sus aliados.
Kim se reír por lo que dijo y con una confianza le dice. – Eso nunca va a pasar, pero es una lástima que tu no lo vas a poder ver; tranquilo pronto mandaremos al infierno a tus aliados, para que te cuenten como los torturamos y matamos.
Una vez que dijo eso saco su arma, le disparo a la cabeza y en el corazón, para asegurarse de que quedara muerto, pero esta información los dejo helados, no era cualquier cosa, sus enemigos estaban bien organizados y lo peor de todo era que sus aliados corrían peligro, ya no podían solo levantar el arma y matar a quienes parecían traicionarlos.
Zuria se calma y dice. – Paola, marca a la isla y diles que tienen que mandarnos apoyo, tiene que venir Adal, Dasha, Lían, Gregorio, Iker, Dylan y Xiao, son los indicados para esta misión.
Paola levanta su mano, acaricia su cabello y dijo. – Zuria, no quieres reconsiderar el equipo; creo que Xiao no debería venir, tiene a su hija, separarla de ella estando tan pequeña no creo que sea bueno.
Zuria suspira profundamente y dice. – Xiao es indispensable para esta misión, es rápida, tiene esa habilidad que el tío Adonis tenia, algo que nos va a hacer falta, para lo que tengo pensando.
Paola no dijo más y antes de salir escucho que Zuria le dijo que no dijera nada de lo que pasara en Roma, eso lo informarían cuando regresaran.
Amadi tambien salió de ahí, lo primero que hizo fue vomitar por lo que había visto, después fue con su bisabuelo a informarle lo que estaba pasando; para el jefe de la aldea también era una mala noticia, su gente y la gente de las demás aldeas estaban en peligro, sus jóvenes que cada día que pasaban solo desaprecian.
Fue duro para él tomar una decisión, ellos no eran guerreros que se dedicaran a matar para defenderse y sus enemigos eran hombre malos, que estaban dispuestos a matarlos con tal de conseguir lo que querían, pero a pesar de sus creencias, de su resistencia a no matar, esta vez no les quedaba de otra y tenían que ser útiles para poder proteger a sus jóvenes, cuando hablo a Zuria le dijo, que ellos tambien querían ayudar, no podían participar en el rescate, pero querían hacer algo para evitar que siguieran llevándose a los jóvenes.
Le pidió que organizara a los hombres de las diferentes aldeas para que estuvieran listos si esos hombres se acercaban a las aldeas, estar alerta para proteger a cada joven de las diferentes aldeas.
Zuria estuvo de acuerdo y le prometió que pensaría en algo para evitar más secuestros; fue una noche tensa para todos apenas pudieron dormir unas horas, se levantaron temprano y Zuria los junto en su casa de campaña, primero tenía que pensar en algo para que los hombres de las aldeas estuvieran organizados, para proteger a su gente.
Lupita tambien estuvo con ellos, los estuvo escuchando por largo rato, parecía que no se ponían de acuerdo, no encontraban la manera de organizar a esos hombres para que pudieran responder a esos hombres; el punto de ellos era que ninguno tenía un real entrenamiento y lo más malo era que la mayoría de ellos no habían matado nunca, eso puede ser un problema en un enfrentamiento, más que ayudar podían solo ponerse en peligro.
Todos pensaban que no iba a ser nada bueno, no encontraban una forma de poder poner a los hombres de las diferentes aldeas en algún punto para proteger; se hizo un silencio, todos miraban el mapa, miraban las aldeas y sus ubicaciones, pensando cómo organizarlos, pero ninguno podía pensar en algo, estaban acostumbrados a trabajar con gente preparada.
Lupita tambien estaba pensando, se le ocurrió algo, pero no se atrevía a decir nada, hasta que miro que los minutos pasaban y que nadie hablaba; bajo su celular y empezó a decir. – Los hombres de la aldea tienen una buena técnica de casería y por lo que escuche de mala, tambien su aldea es buena en la cacería, creo que todas las aldeas deben tener su propia organización para cazar.
Lo que trato de decir, que se pude usar esa organización para proteger las aldeas, ellos no tienen que matar o pelear con esos hombres, solo tienen que detenerlos, hacerlos retroceder y los que son más fuertes como Amadi, que, si ha matado, pueden ser más feroces en un ataque.
Cada hombre de la aldea puede distribuirse en puntos estratégicos, para mantener la aldea vigilada y evitar que secuestren otro joven, solo tienen que soportar por un mes, podemos darles algunas armas de fuego a los que, si se animen a matar, a los que no se atrevan, que usen esas sogas para atar sus pies o hacerlos caer al suelo, es una buena forma de dejarlos fuera de combate y no se enfrentan con el dilema de matar.
Creo que los francotiradores que están en este país se pueden distribuir en cada aldea, aunque aquí nos quedemos sin ese apoyo, somos suficientes los que ya estamos aquí, solo tenemos que organizarnos para tener tres anillos de seguridad, uno puede estar a los 600 metros, otro a un kilómetro y el otro que este a un kilómetro y medio, lo mejor es que podemos usar los árboles, para estar escondidos, son altos, nuestros enemigos no se lo van a esperar.
Tía Zuria, sé que soy joven y tal vez estoy pensando de más, pero usted menciono al principio de la conversación quienes iban a venir ayudarnos; creo que es un buen equipo para rescatar a las víctimas, pero no es el único problema en este país.
Ellos entraron aquí y creo que recibieron ayuda de alguien del gobierno de este país, tenemos que revisar la información de los que van a estar en esa pista de avión, saber con quién se están comunicando, estoy segura de que alguien debe de darles la luz verde de entrar o salir y vamos a ocupar que alguien este en las diferentes ciudades más importante para que entre en acción en cuanto tengamos esa información, que lo atrape, no podemos perder tiempo, se tiene que atrapar en ese mismo tiempo.
Creo que el más indicado es el tío el pequeño Max, controla el ejército del tío Max y aquí en África, cuenta con bastantes hombres, que pueden dispersarse en las diferentes ciudades y el tío el pequeño Max puede estar en la ciudad principal que es donde yo creo que esta la persona que les está ayudando; si logramos encontrar al que les ayuda podremos controlar el país, las aldeas podrían quedar seguras, acabaríamos con el problema desde la raíz.
Zuria analizo la estrategia de Lupita y le gusto, apoyo su idea; todos estuvieron de acuerdo y Jones propuso que Lupita se hiciera cargo de organizar a la gente.
Iban aprovechar la reunión de todos los jefes en la aldea para hablar con ellos, Zuria le dijo que hablara con los francotiradores, para que les explicara su plan, desde ese momento los dejo bajo sus órdenes.
El castigo se le había levantado y eso la puso feliz, iba a poder ayudar a su familia, mostrar lo que sabia y una vez que salieron de la casa de campaña, Zuria hizo que se reunieran todos los francotiradores fuera de la aldea.
En África tenían 5 cuarteles en diferentes partes del país, cada cuartel contaba con 400 hombres y 20 eran francotiradores, aparte estaban los generales que dirigían cada cuartel.
Lupita iba a tener a su mando 100 francotiradores, que iba a tener que dividir en las diferentes aldeas, sabía que no iba alcanzar para todos, ni siquiera para la mitad, pero ella iba a tener que ver cuáles eran las más indefensas y ahí los pensaba manda, dos por aldea.
Hablo con los francotiradores y se puso de acuerdo con ellos, les explico su plan de como ellos iban a tener que estar en una posición vigilando la aldea; se portó como una profesional, como si lo hubiera hecho miles de veces, su familia la estuvo viendo y fue agradable verla trabajar, ellos pensaban que lo estaba haciendo bien.
Lupita al terminar de ponerse de acuerdo con ellos, los mando a prepararse, ahora solo faltaba que los jefes de las diferentes aldeas llegaran y empezar la plática donde se les informaría lo que se viene encima.
Una vez que termino con los francotiradores tuvo que alejarse un poco de todos, estaba algo nerviosa y tensa, no quería equivocarse, porque eso significaba la muerte de alguien; camino fuera de la aldea, llego a ese peñasco, se sentó en la orilla y solo se quedó viendo el hermoso paisaje.
Nala se fue detrás de ella, la miro pensativa, se le quedo mirando por unos minutos, pero no lo soporto, se sentó a su lado y le dijo. – Lo estás haciendo bien, no pienses mucho en lo que va a pasar y atiende cada problema a como se vaya presentado, eres alguien lista.
Lupita no volteo a verlo, siguió viendo a lo lejos, escucho lo que le dijo y eso fue algo agradable; suspiro profundamente le dice. – Pensé que no ibas a querer volverme hablar conmigo.
Nala le sonríe y le dice. – Tengo que decirte que fue horrible lo que hiciste y si me dio algo de miedo, pero la pregunta que me hacía en ese momento y que me sigo haciendo es ¿Cómo puedes soportar sus gritos? Yo pensaría que tú le taparías la boca, por lo menos para no escucharlo.
Tengo que decirte que lo que más me hizo sentir mal fueron sus gritos, eso sí es perturbador.
Lupita suspira profundamente y le dice. – Mi tío Max me dijo que en esos momentos uno tenía que pensar en las vidas que podemos salvar; no es agradable torturar, pero si uno no lo hace ellos no hablarían y cuantas victimas podían sufrir.
Él me decía que de lo malo a lo bueno y no debía enfocarme en los gritos, en las suplicas, porque ellos no pensaban en las victimas, no les importaba dañar a otros; por eso uno tiene que hacerlo bien, aunque eso te convierta en demonio y te haga ser la mala ante los que te están viendo, porque no pueden entender que esto hará que muchas vidas se salven.
Nala toca su brazo y le dice. – Es un razonamiento muy cierto, gracias a lo que hiciste, esos hombres hablaron y vamos a poder salvar a las víctimas que ya tienen en sus manos, pero lo mejor es que vamos a evitar que se lleven a más de los jóvenes.
Ahora lo que me interesa saber qué es lo que me toca hacer a mí, quiero ayudar y sé que mi mano aún no se recupera, pero creo que puedo hacer algo para ser útil, no solo quiero quedarme viendo.
Lupita sonríe saber que él estaba en su equipo le agrado y le dice. – Tu conoces a los jefes de las aldeas y a su gente, pienso que te puedes quedar a mi lado para que me ayudes a organizarlos; yo soy alguien que no es de su gente y va a ser difícil hacer que confíen, pero si tu estas a mi lado, será más fácil hacer que ellos confíen en mí.
Nala se levanta y le dice. – Estaré a tu lado y pienso ayudarte, así que anímate, vamos a empezar con la gente de esta aldea.
Ella se levanta y los dos regresaron a la aldea, donde se pusieron a trabajar con los hombres, con ellos no fue difícil ya la conocían y a pesar de que escucharon lo que hizo en la tortura, para ellos fue difícil aceptarlo, pero algunas de las victimas que había rescatado, hablaron de lo que vivieron en manos de gente como ese que torturo, les haciéndoles entender que eso fue bueno, para que nadie más pasara por los que ellos pasaron.
Lupita con ayuda Nala organizaron a la gente, las posicionaron en lugares estratégicos alrededor de la aldea, mientras que otra parte de los hombres irían de casería, pero no lo harían solos, hombres de su familia irían con ellos.
Fue una mañana bastante agitada, lo más difícil fue cuando hablaron con los jefes de las aldeas; fue algo intenso, hubo discusiones, pero al final Lupita con ayuda de Nala lograron hacer entender el peligro por el que estaban pasando.
Cuando salieron de la junta los hombres que iban acompañando a los jefes se le acercaron, todos querían saber lo que iban a tener que hacer, mucho de ellos habían perdido a un familiar o algún amigo, necesitaban hacer algo para evitar que más de su gente siguiera siendo víctima de los tratantes de personas.
Lupita hablo con cada uno de ellos, estaba siendo profesional y Amadi la miraba desde lejos, tenía sentimientos encontrados, por un lado, la admiraba, pero por otro no le gustaba nada lo que vio en ella, es crueldad y maldad lo que demostró en el momento de torturar a ese hombre, era algo que no sabía cómo procesar.
Hubo momentos en los que quiso acercarse, hablar con ella, pero recordaba lo que miro y eso lo hacía quedarse parado; la primera mujer que rescato Lupita se dio cuenta de cómo Amadi la miraba, se acercó y le dijo. – Es una mujer hermosa y valiente, tenerla aquí con nosotros es algo bueno, por lo menos tiene un plan para evitar que otras personas de nuestra aldea no pasen por lo mismo que yo pase.
Amadi, no sé lo que pase por tu cabeza y que la mires como si le tuvieras miedo o como si quisieras que se fuera siento que es injusto; lo que hizo fue necesario, no la juzgues por eso y no seas tonto, si sigues con ese pensamiento tan estrecha la vas a perder, Nala te la va a ganar, algo que sería una lástima, porque ella terminaría en la otra aldea y no con nosotros.
Ella no es mala, solo hizo lo que tenía que hacer para mantenernos a salvo a todos, tú más que nadie debería comprenderla, después de lo que hizo por ti, te protegió ante tu padre, no hablo de lo irresponsable que fuiste al rescatarnos, pusiste tu vida en peligro y la de ella, por actuar precipitadamente, sin ningún plan, fuiste impulsivo.
Sabias que Lupita le dijo a su familia y a tu padre que todo fue su idea, se hizo responsable de lo que tu hiciste y gracias a eso fue castigada, por lo que escuche estuvieron a punto de regresarla con su familia, todo para cubrirte.
Ahora tengo que decirte si eres tan tonto para dejar ir a una mujer tan extraordinaria como ella o de dejar que Nala te la gane, porque él si sabe lo que tiene enfrente y te puedo asegurar que lo está haciendo muy bien.
Amadi no sabía que ella se había hecho responsable de lo que él hizo, mucho menos supo que había sido castigada, saberlo lo hizo sentirse feliz; esa hermosa mujer lo había protegido, lo ayudo aquedar bien en su aldea, no siguió escuchado a su amiga, solo deseaba hablar con ella.
Mira que Lupita dejo de hablar con los hombres que camino hacia su casa de campaña y antes de que entrara, la tomo de la mano, sin decir nada la jalo hasta llevara fuera de la aldea, aun lugar donde pudieran estar a solas.
Caminaron algo lejos de la aldea, Lupita le preguntaba ¿qué pasaba? Pero él no le contestaba, solo caminaba, eso le molesto, termino parándose en seco, jalo su mano para que la soltara y en ese momento le dijo. – Ya estamos solos, solo dime ¿Qué quieres?
Entiendo que estes molesto por lo que hice, que no te gusto nada y tal vez hasta me consideres un demonio, pero esto es parte de lo que se tiene que hacer con gente como esa, si esperas que yo te diga algo diferente, como que me arrepiento, eso no lo vas a escuchar.
Tengo que hacer lo que tengo que hacer para mantener a todos a salvo, para proteger a los indefensos y a mi familia, si eso te causa conflictos entonces solo mantente alejado de mí, en un mes me voy a ir y tu podrás olvidarte de que existo.
Lupita después de decir eso se da media vuelta para alejarse de él, realmente no se iba a quedar a escuchar sus reclamos o palabras como estas mal, no iba a permitir que la ofendiera o la tratara mal, su orgullo no se lo permitía, mucho menos pensaba dejar que alguien la hiciera sentir mal por hacer lo que era necesario para salvar vidas.
Amadi le sonríe al verla tan alterada y en ese momento que se da media vuelta, la toma del brazo, se le acerca hasta quedar enfrente de ella, miro sus ojos negros, su piel blanca como la nieve, su cabello negro, su rostro perfecto.
La mira a los ojos acaricia su rostro y le dice. – Discúlpame, soy un tonto y me cuesta comprender lo que va en contra de mis creencias, me dan miedos los cambios, pero de lo que estoy seguro es de lo que siento por ti.
Tal vez sentí miedo de verte de esa manera, pero más miedo tengo de no volver a verte, de que termines en los brazos de Nala, eso no lo puedo soportar, te quiero en mi vida y ha sido difícil aceptarlo, es la primera vez que siento algo por una mujer, nunca he tenido novia o estado con alguien, realmente no sé qué es lo que tengo que hacer.
Estoy hablando contigo y estoy nervioso, por el miedo que tengo a tu rechazo, ya que no supe entender lo que hacías en su momento y sé que tal vez eso te hizo sentir mal, que soy un tonto, pero apesar de mis errores tengo que decirte que me gustas y me gustaría que fueras mi novia.
Lupita se quedó sin palabras, solo se le quedo mirando, sin saber que responderle y en ese momento Amadi pega sus labios a los de ella, tratando de darle un beso, tratando de imitar lo que había visto en otras parejas.
Ella no se esperaba ese beso, pero se dejó llevar por sus torpes movimientos, que fueron agradables, que le gustaron, era su primer beso y eso la hizo tener emociones que nunca había sentido.
Cerro sus ojos y se dejó llevar por esas emociones que le hacía sentir con ese beso, que no era nada bueno, pero para ella era perfecto, aunque solo le dejara mordicadas en su labio y succionara su labio inferior, no había más, pero le gustaba, no quería que terminara.
Amadi sintió la necesidad de respirar, de tomar un poco de aire; ella se sintió algo confundida, abre sus ojos y se cruza con su mirada en ese momento la escucha decir. – Aceptas ser mi novia.