Un Nuevo Amor

Los días continuaron pasando. Santiago estaba de acuerdo con la idea de contratar a una chica para que se convirtiera en la institutriz de su hijo Manuel.

Desde que Camila murió, Santiago cambió mucho. Su actitud se volvió fría y distante, únicamente, a su hijo Manuel le demostraba su amor, con todos los demás se mantuvo frío y cortante.

Aunque sus padres intentaban acercarse a él y ayudarlo, Santiago siempre se negaba, diciendo qué todo estaba bien.

No quería que sus padres interfieran en su vida. Solamente, él sabía lo que sentía. Era un sentimiento que día con día lo desgarra por dentro.

Al ir creciendo, Manuel necesitaba más atención. Atención que por el momento, Santiago no le podía dar.

Las empresas a su cargo cada día crecen más y necesitan de su presencia.

Sin tener más opción y siendo padre soltero, Santiago cede contratar una institutriz para su hijo. Mandó a su empleada de confianza para que se haga cargo de todo.

Tenía que escoger a la chica más dulce y paciente. La cual pudiera amar a su hijo. No quería a una mujer a la cual le diera lo mismo si su hijo necesitaba atención o no, para el pequeño Manuel, Santiago quería solamente lo mejor.

Esa mañana, Rita, el ama de llaves, entró al despacho de Santiago. El hombre como cada mañana antes de salir a la empresa revisaba cada documento, odiaba cuando algo salía mal.

Al escuchar los pasos de la empleada, Santiago pone toda su atención en la mujer de uniforme azul marino.

_______ Buenos días, Señor Echeverría. La chica que mandó la agencia ya está aquí. ____ Mencionó Rita en voz baja.

______ Hazla que pasar. Quiero conocerla antes de que me vaya a la empresa._____ Ordenó Santiago, en un tono de voz tajante.

Rita hace una ligera reverencia con la cabeza, y luego sale del despacho y va por la chica.

Jessica nerviosa esperaba impaciente afuera del despacho. Rezaba constantemente para obtener ese empleo, de lo contrario, nunca podría escapar de su cruel padre.

La noche anterior habían vuelto a discutir, su padre le dejó claro que la iba a casar con hombre desconocido, con tal de sacarle un poco de dinero.

______ Señorita, el joven Santiago quiere verla. _____ Al escuchar las palabras de el ama de llaves, la chica pasó su mano por su cabello.

Y a liso las arrugas imaginarias de su viejo vestido.

_____ ¡En serio! ¡¿Me lo jura?!

_____ Baja la voz, niña. Si hay algo que le molesta al señor es que griten. ____ Le aconsejó Rita.

______ Pico de pato. No diré nada si no me preguntan.

____ No se dice, pico de pato... Solo di, voy a guardar silencio, y hablaré si me lo piden. ¿Entiendes? ____ Rita, no sabía si había escogido a la mejor chica para ser la niñera del joven Echeverría.

______ Simón... He entendido a la perfección.

Si no fuera porque su sobrina Rosario se lo pidió como un favor muy especial.

_____ Ven, vamos a ver al señor Echeverría. ____ Rita abre de nuevo la puerta del despacho.

Al entrar al lujoso despacho de Santiago, la chica no pudo evitar abrir la boca, asombrada de lo grande y lujosa que era la habitación.

Santiago tenía muchos libros, los cuales leía cada vez que se sentía aburrido.

_____ Wooow

_____ Es mil veces más grande que mi casa. No me quiero imaginar como se era el resto de la mansión.

Jessica se encuentra distraída mirando atentamente todo lo que había al interior. Todo era tan impresionante para ella.

Santiago al notar la reacción de la chica, se dio cuenta de que no era la mujer que necesitaba para cuidar a su hijo. Era por demás decir que era lo que fue a buscar.

_______ No es lo que estoy buscando, que se vaya.

Al escuchar aquellas frías palabras de Santiago, Jessica reaccionó. Todo a su alrededor se volvió oscuro y feo.

______ ¡Señor, piedad no me corra! Prometo hacer todo lo que me pida. Sé barrer, trapear, limpiar, y le juro que haré todo lo que usted me pida.

Las lágrimas de la chica convivieron el frió corazón de Santiago. El cual, tomó asiento muy contesto.

______ Está bien. Te quedarás a prueba, si no haces bien tu trabajo te vas. ¿Quedó claro?

_____ Bien claro, Jefecito. Por esta ➕qué no va a atener ninguna queja de mí.

_____ No, jures en vano.

______ Rita te dará las instrucciones de lo que debes hacer. No me gustan las personas ineficientes.

______ ¡Yo soy bien eficiente, se lo aseguro! Conmigo no va a tener ninguna queja. Se lo juro por la memoria de mi jefecita. Que Dios me la guarde allá con él. ____ La chica interrumpió a Santiago.

La personalidad la chica descontrolaba demasiado a Santiago. Era demasiado espontánea, por no llamarla naca.

El chico arrepentido de la decisión que acaba de tomar, pasó su mano por su cuello. Ya no podía decirle a Jessica que siempre no sería la niñera de su hijo.

______ ¿Cuantos años tienes, niña? Te ves demasiado joven.

______ Tengo 20 años, recién cumplidos. Y usted.

Santiago se dio un ligero masaje en el puente de su nariz.

______ 25 años. _____ Contesto Santiago con frialdad.

______ Es muy guapo debería sonreír un poco más. Tanta seriedad asusta a las personas.

______ Mi madre me solía decir que la sonrisa es la mejor medicina para el alma. Que aunque te jalen las patas. No te asustas si tienes una sonrisa. ____ Contestó Jessica.

______ ¡Basta!

______ ¡He escuchado suficiente! Si dices una palabra más, estás despedida.

Santiago no estaba jugando. La chica delante de él era tan diferente a su difunta esposa. Camila siempre fue callada, dejaba que se concentrará en silencio, iba a la cocina y le llevaba un té.

Le daba un tierno masaje, el cual aliviaba todos sus males. Sin embargo, Jessica era tan habladora, se la pasaba metiendo sus narices donde no debía, y sobre todo, era muy insolente.

No sabía cuando debía callarse. Eso desespera demasiado a Santiago. El chico se pone de pie, recogiendo sus cosas, luego sale del despacho sin tan solo echarle una mirada a Jessica.