Prisioneros De Las Bailarinas.

Después de la emocionante noche de baile, Abigaíl y Ashley no pudieron dormir bien. Sus mentes estaban llenas de pensamientos sobre Efraín y Emiliano, y la conexión y esa química intensa que habían sentido en la pista de baile. Se preguntaban si había sido solo solo una noche loca o si había algo más detrás de todo lo que habían sentido.

Al llegar a sus habitaciones se pusieron a divagar entre sus pensamientos y lo que había sucedido.

_ No dejo de pensar en las palabras de la gitana. _ expresó Ashley tirándose sobre su cama.

_ Me está pasando lo mismo. _ añadió Abigaíl parándose junto a la ventana por la cual entraba una brisa agradable y fresca. _ ¿crees que sean ellos? ¿Creés que sea verdad lo que dijo esa mujer?

_ No puedo asegurarte que sean ellos, pero yo sí le creí a esa señora y esto que me ha hecho sentir ese hombre está noche, mientras me miraba, esa energía que sentí cuando me tocó mientras bailábamos, te juro Abi, que no la había sentido con nadie.

_ ¿No será que nos sentimos así porque son extranjeros? O sea nunca los habíamos visto, tal vez solo fue la emoción y la agitación del momento. _ intentó justificar Abigaíl trayendo a su mente esa sonrisa perfecta y ese brillante pelo rojo, mordió su labio inferior cuando recordó lo que sintió al tocar ese pecho y esos brazos firmes y fuertes, ese aroma tan masculino.

_ Es eso junto a mucho más. _ Ashley sentía que aún olía a Efraín.

Entre sus meditaciones y sensaciones se turnaron para ducharse y luego se colocaron sus pijamas, esa noche decidieron dormir juntas en la misma cama.

Al día siguiente, las gemelas se despertaron temprano, sintiéndose un poco cansadas, pero emocionadas por el día que se avecinaba. De repente, escucharon un golpe en la puerta de la habitación del hotel. Ashley se levantó para abrir y se encontró con un empleado del hotel que llevaba un carrito cargado con dos bandejas de desayuno.

_ Buenos días, señorita. _ el empleado fue amable y gentil.

Buenos días. _ Ashley le sonrió.

Se sentía sorprendida, pues ellas no habían pedido servicio a la habitación.

_ ¿Quién envió ésto? _ preguntó Ashley observando todo.

_ No lo sé, señorita, solo me ordenaron traer esto. _ respondió el empleado. _ Pero hay una nota en cada bandeja, quizás allí encuentre la respuesta.

_ ¿Quién es? _ pregunto Abigaíl llegando al lado de su hermana ya con su traje de baño puesto.

_ Nos enviaron desayuno. _ le contestó Ashley.

_ Y flores. _ añadió el empleado

Abigaíl y Ashley se miraron entre sí, confundidas, y le abrieron espacio al amable empleado, quien ingresó inmediatamente y organizó una mesa en el balcón, cuando todo estuvo listo se lo indico a las hermosas gemelas, Ashley quiso darle propina, pero el se negó rotundamente, la propina que recibió por ese servicio superaba un mes de su salario como empleado en ese hotel y vaya que ganaba bien.

El empleado se marchó y ellas se sentaron en la mesa para abrir las bandejas. En cada una de ellas, había un delicioso desayuno, con pan tostado, mantequilla, frutas frescas perfectamente picadas, café y jugo natural. Pero lo que más llamó su atención fue la flor que había en cada bandeja, una hermosa rosa roja, y la nota escrita en italiano, ellas se miraron entre sí, no sabían nada de italiano, solo hablaban español e inglés y entonces una campanita se activó en sus mentes; los extranjeros les habían enviado el desayuno, buscaron sus celulares y activaron el traductor.

La primera en leer su nota en voz alta fue Ashley. "Buonissima giornata, bellissima gabbiana" “Muy buenos días, preciosa gaviota”

Luego leyó Abigail.

- "Muy buenos días ardiente bailarina" "Buonissima giornata, ardente ballerina".

Abigail y Ashley se miraron entre sí, sonriendo nerviosas. no habían dudas de que el desayuno, la rosa y la nota eran de Efraín y Emiliano como bien se habían presentado la noche anterior.

Las gemelas se sintieron emocionadas y felices, sabiendo que los extranjeros también habían estado pensando en ellas. Y mientras disfrutaban de su delicioso desayuno, no podían dejar de sonreír, sabiendo que algo especial estaba sucediendo, tal vez era pronto para asegurarlo, pero eso que estaban sintiendo en su pecho se los indicaba.

_ O tal vez solo quieran una aventura pasajera. _ Ashley borró su sonrisa al analizar un poco la situación.

_ Pues si eso es lo que quieren, les comparé un nuevo colchón para que sigan soñando.

Ambas rieron ante ese comentario.

...

Efraín y Emiliano se sentaron en el balcón de habitación Efraín, mirando hacia el mar mientras intentaban procesar lo que había pasado la noche anterior. Siempre habían sido conocidos por su habilidad para conquistar a las mujeres, llevarlas a cama y luego; adiós que no te conozco, pero lo que habían sentido con las hermosas gemelas era algo muy diferente, no había sucedido nada entre ellos más que un baile, unas sonrisas y una miradas y sentían que no se las podían sacar de la mente.

_ ¿Eso qué pasó anoche fue real? _ preguntó Efraín, con la imagen de Ashley impregnada en su mente.

_ Parece un sueño, pero se sintió muy real. _ respondió Emiliano. _ Y creo que me he enamorado de esa ardiente bailarina. _

_ ¿Tú? ¿Enamorado? ¡Eso es imposible! _ se burló Efraín, pero luego se puso serio y dijo. _ Te comprendo, me siento igual.

_ Estar junto a ella se sintió muy especial, me siento como embrujado. _ Efraín miró fijamente su primo.

_ Yo también me siento así, jamás imaginé que al venir aquí terminaría dando un espectáculo de baile junto a una mujer tan hermosa. _ dijo. _ Ashley es... creo qué ella es ese no sé qué, que le hacía falta a mi vida y estoy dispuesto a conquistarla.

Los dos primos se sentaron en silencio durante un momento, mirando hacia el mar azul mientras intentaban procesar lo que estaban sintiendo.

_ Creo que estamos en problemas. _ dijo Emiliano finalmente, sonriendo.

Efraín se rió ampliamente. _ ¡Definitivamente estamos en problemas! exclamó.

Pero ambos sabían que no era un problema del que quisieran escapar. Estaban dispuestos a arriesgarse y a ver dónde los llevaban esos nuevos sentimientos.

¿Podrían haberse enamorado con solo una vez?