Un Jefe Pervertido

Siendo la hora de almorzar, nos miramos con Amanda y sonreímos, creía que estábamos pensando la misma travesura y acerté.

Nos levantamos de nuestros escritorios y caminamos al ascensor, lo que en pocas palabras significa que comeremos solas. También le puede servir a Brandon como castigo por molestarme con la nota de la fulana página de Internet.

Nosotras no tenemos tanto dinero, por lo que solo fuimos al comedor que hay en la empresa. Claro, cuando el ascensor de Presidencia abrió sus puertas en el lugar, todos los empleados nos quedaron mirando un poco temerosos.

Amanda - Creo que nuestros jefesitos han dado malas noticias antes, mira esas caras

- Tal vez pensaron que iban a cortarles el horario.

Amanda - No sé, pero nos siguen mirando igual - Susurró mientras caminábamos directo a la barra donde tenemos diferentes tipos de comida.

- ¿Creerán que diremos algo malo?

Amanda- No sé, puede ser.

Agarramos pastas y un jugo para luego sentarnos en una mesa; comimos muy tranquilas aproximadamente, veinte minutos. Los empleados parecieron entender que nos dominaba el hambre y no íbamos a darles ningún comunicado, por lo que siguieron en lo suyo, pero luego el ascensor volvió a sonar y todos se quedaron callados.

Levanté la mirada de mi plato y los observé a todos, silenciosos e incluso quietos, precisan estatuas.

Amanda - Que silencio - Dijo mientras seguía metiendo el tenedor en su boca.

Miré justo donde las personas miraban y lo noté, Brandon y Joaquín habían venido al comedor, seguro que en busca de nosotras.

-¿Podemos acompañarlas? - Preguntó el novio de mi amiga.

Ella estaba muda, pero asintió, supongo que no podía negarse aunque quisiera, ya que podrían ser problemas para la relación.

- Jefe, ¿Desea que le traiga comida? - Disimule con Brandon, pero este hombre puede llegar a sorprender

Me dejó hablando sola, ya que dio la vuelta y busco su propia comida, luego vino y se sentó a mi lado.

Brandon - Pudieron avisar.

Joaquín- Es cierto, las estuvimos buscando

Brandon - Y llamando.

- Lo sentimos, jefes, aprovechamos nuestra hora de almuerzo para no interrumpirlos. - Mentí.

Amanda no tiene que disimular su relación, pero yo no creo que pueda demostrar lo que somos ahora. Hay demasiados problemas y algo me hace presentir que si nosotros nos damos a conocer, van a ser muchos más.

Joaquín- ¿Debo creerle a tu amiga? -Le preguntó a Amanda y ella asintió

- Sí, teníamos mucha hambre. - Finalizó con una frase muy inútil.

Joaquín- Te voy a dar una lección cuando lleguemos a casa

Amanda- No puedo ir, no tengo ropa.

Joaquín- Ya mande a que llenarán tu closet.

Amanda - No me gusta la idea.

Joaquín - ¿Cuál? ¿Ir a casa, que te castigue o la ropa? - Levantó una de sus cejas esperando la respuesta

Amanda - La ropa que compraste, ya tengo, en todo caso llevaría algunas mudas para dejar en tu Mansión.

Joaquín- Dijimos que viviríamos juntos

Con Brandon estamos callados, viendo como la pareja intercambia opiniones y pequeñas discusiones van creciendo.

Amanda - Todavía no viviré contigo.

Me parece buena decisión, casi un mes de novios y ya enfrascarse con una convivencia que luego no tendrá mucha emoción, no sé, puede que lo arruine todo.

Brandon - Primo - Lo interrumpió antes de que contestará - Los Belmonte actúan así, pero ellas no.

- ¿Qué significa eso? - pregunté inocente

Joaquín- Que siempre decidimos por nuestra pareja y si nos lleva la contraria, actuamos y no siempre lo hacemos bien.

Amanda- ¿Están mal psiquiátricamente? - Se sorprendió de su propia pregunta

Brandon- Quizás. Para que entiendas mejor, no te asustes si te secuestran.

- ¿La vas a secuestrar? - Me Reí picarona.

Joaquín- Sí, y varios días faltará a trabajar porque estará indispuesta.

Amanda- No juegues, loco. No te haré ningún caso. Es más, terminamos. - Se levantó de la mesa y se fue directo al ascensor mientras me guiñaba el ojo

Joaquín había quedado mudo y pálido...

- Te tocará secuestrarla. - Me Reí.

Joaquín- Me dejó.

- No, solo juega al gato y ratón. Adivina ¿Quién eres?- No me contestó nada

Brandon- Eres el gato, primo, ve en busca de tu ratoncita. - Ahí reaccionó

Joaquín- Nos vemos en unos días, chicos.- Dijo corriendo para ir a las escaleras

Brandon- ¿Y tú?

- ¿Qué?

Brandon- Te escapaste sin avisar

- No, era mi horario libre.

Brandon- Igual debes hacerlo.

- ¡Oh! No sabía... Entonces ¿Me porté mal? - Le Susurré

Brandon miró alrededor por si alguien nos veía y declaró - Sí, veo que quieres otro castigo

- Han sido buenos, creo que puedo acostumbrarme

Brandon- Me encanta esa idea ¿Será temporal o infinito? - Siento que esto va con doble intención y mu corazón late apresurado por lo que diré.

- La actual situación será temporal para luego transformarse en infinito - Tragué duro porque sus ojos se volvieron oscuros.

Brandon- Esto... temporal, ¿Por qué motivo es?

- Hay problemas que deben solucionarse.

Brandon- Comprendo, ¿Dejarás que te ayude?

- Sí, te necesito con nosotras.

Brandon- ¿Qué sucede, cariño? - Me acarició la mano sin importar quién nos vea.

- Llegó una carta del Abogado.

Brandon- ¿Le mostraste al señor Tejeda?

- Todavía no.

Brandon- Entonces, terminamos de comer y vamos con él.

- Claro.

Me sentía mucho mejor con el apoyo de Brandon, se nota que quiere mucho a Bella y creo que a mí también, ya va más allá del deseo carnal, sino que pienso que sus sentimientos son verdaderos.

Sus palabras cuando dice que me hará su esposa y madre de sus hijas, remueven algo en mí, que antes no quería creer, me negaba a confiar, pero ahora... Es diferente, ya no es un toqueteo de un Jefe Pervertido, aunque sigue siéndolo, sino que esto conlleva parte de un bonito amor y tal vez, una relación próspera.