Amargas Mentiras

¡Felipe Brown, te ordenó que me bajes de inmediato! Ella le gritó esa palabra, no obstante, mantenía sus brazos aferrados al cuello del hombre, tenía miedo de que la dejara caer de golpe.

-¡Lo siento cariño no recibo órdenes de nadie!

¡Claro si fueras mi novia, con gusto te obedecería!

¡Vas a seguir con esas idioteces, ya tienes una novia no se para qué quieres otra!

En ese instante Felipe la bajó y de pie frente a ella le gritó;

¡¿Qué tengo que hacer para que comprendas de que no tengo nada con Sara?!

-No sé cómo llegó hasta mi habitación, te juro que no sabía que ella estaba ahí!

-¡Ivana yo te quiero a ti es contigo con quien quiero estar!

¡Pero yo no, como puedo olvidarte tan fácilmente el pasado!

¿De qué pasado hablas?

¡¿Me culpas porque el idiota de Alex te metió a la cárcel por robarle su dinero?!

¿Crees que yo me robe ese dinero?

-¡Felipe yo no soy una ladrona y ahora te contaré

todo!

En ese momento Ivana tenía lágrimas en sus mejillas y ni siquiera ella misma, sabía por qué lloraba; sin embargo, dio un suspiro y sacó todo lo que le oprimía el pecho.

¡Hace siete años mi madre cayó en coma y necesitaba cinco millones de dólares para poder pagar el trasplante de riñón!

¡En ese entonces Alex, era mi mejor amigo eso ya sabias, yo sentía algo por él y tenía la esperanza de casarme con él, Alex me ofreció los cinco millones a cambio de acostarme contigo!

¡No sé que propósito tenía nunca le pregunte, ahora creo que debí hacerlo!

¡Felipe yo no soy una ladrona, nunca me robe ese dinero; sin embargo, tu familia y tú me señalaron como tal, y me enviaron a la cárcel, mi madre murió cuando estaba ahí encerrada, ni siquiera pude acompañarla en su lecho de muerte, no sabes cuanto sufrí por eso!

¡Ivana lo siento yo nunca me enteré de eso si hubiera estado en mis manos yo mismo te habría ayudado!

¡Felipe por favor no me mientas más!

Le grito Ivana con rabia.

-¡Te llame desde la cárcel y te deje un mensaje con tu tío, yo no podía tener a mi hijo en la cárcel lo iban a llevar a un orfanato, entonces como la idiota que soy puse mis esperanzas en ti!

¡Te dejé dicho que quería verte, que habláramos sobre mi embarazo, pensaba poner a mi hijo en tus manos, pero tú nunca llegaste.

¡En cambio, me enviaste un mensaje, el cual todavía lo tengo aquí y aquí!

En ese instante Ivana se tocó el corazón y luego se tocó el estómago justo donde tiene la cicatriz causada por la navaja que utilizó la fiera, y continúo diciendo con lágrimas y un nudo en garganta.

-¡Si no querías a tu hijo por lo menos hubieras, recapacitado, él tenía derecho a vivir, después de todo el orfanato era mejor destino que la muerte!

¡La fiera por poco me mata, pero mírame hoy estoy aquí frente a ti y dándote la cara!

¡Ahora contéstame ¿crees que te puedo amar después de todo lo que sufrir por tu culpa?

¡Ivana Vete!

- ¡Lárgate de aquí ahora mismo!

Felipe estaba por perder los estribos y no quería hacerlo frente a ella. Ahora comprende el por qué ella lo miraba con tanto odio.

Todo lo que ella le contó sucedió cuando se encontraba en coma, pensó que si ahora trataba de defenderse ella no le creerá, va a tener que demostrárselo con pruebas.

Ivana no dudo en subirse al auto y antes de cerrar la ventana lo escuchó decir.

-¡Nena no creas que me estoy dando por vencido a contrario lucharé para que cambies de parecer

con respecto a mí!

La joven no le dio importancia a esas palabras salió del lugar maldiciendo a Felipe.

-¡No puedo ser otra vez caí como una tonta!

-¡Pero te juro Felipe, que esta también me la pagaras, pronto sabrás de qué capaz de hacer Ivana Luján, no falta mucho para que te lleves la gran sorpresa!

¡No puedo creer que seas tan idiota que ni siquiera, preguntaste que sucedió con el embarazo o quizás fue que también te dijeron que el bebé había muerto!

¡Te odio Felipe!

Por otro lado, Felipe aún se encontraba inmóvil en el parqueo, tratando de procesar todo lo que había escuchado e intentando unir todas las piezas.

En primer lugar, acaba de comprobar de que aquella noche Ivana no mintió cuando le dijo que se había acostado con él, por dinero.

Se sintió como un patán al recodar que esa noche él le arrojó el dinero y las tarjetas que traía consigo.

¿Por qué no te escuché esa noche?

Sé recriminó por lo que hizo esa noche, luego meditó sobre los motivos tenía Alex, para que Ivana hiciera lo que hizo.

¡Demonios no puedo pensar!

Su cabeza estaba por estallar, necesitaba hablar con alguien así que de inmediato sacó su teléfono y llamó a Erick, le preguntó en qué parte del hotel se encuentran y tras obtener la respuesta se dirigió a su habitación para terminar de peinarse y sacar su billetera.

Al llegar se encontró con Sara acostada en el sofá, creyó que dormía así que hizo, lo que tenía que hacer sin prestarle atención a la mujer.

Unos minutos después estaba por salir cuando observó una mancha de sangre sobre la alfombra, y con el ceño fruncido se acercó y descubrió que Sara había atentado contra su propia vida.

¡Por dios Sara! ¿Qué hiciste?

Felipe la cargo en brazo y la cargo hasta el lobby del hotel, ¿Tanto me amas, como para que hagas esto por mí?

Le preguntó a la mujer que yacía inconsciente en sus brazos.

Al llegar al lobby ordenó que llamaran una ambulancia, no permitirá que ella muera y mucho menos si lo había hecho por él.

Antes de ir tras Ivana, el CEO descargó toda su rabia sobre ella, la trató realmente mal y ahora se sentía culpable por eso.

Él la acostó en el sofá del lobby, luego se sujetó la cabeza con desesperación mientras se preguntaba;

¿Qué está pasando con mi vida?

Por una parte, está Ivana y todo lo que se acaba de enterar y, por otra parte, Sara que lo está presionando para que vuelvan.

Felipe no se dio cuenta de que cuando hablaba con Ivana, Sara estaba escondida, escuchó que Ivana le contó todo a Felipe, y sintió miedo por la reacción de Felipe así que corrió de vuelta a la habitación y decidió acabar con su vida antes de que él, lo hiciera.

La unidad médica llegó rápido y como Felipe se sentía responsable por el actuar de Sara quiso acompañarla.

La ambulancia se abrió camino entre los vehículos, llevaba la sirena puesta, lo que indicaba que se trataba de una verdadera emergencia.

De camino el CEO dio aviso a la familia Maldonado, también a sus amigos quienes no

dudaron en ir acompañar a su amigo.