Amor En Vano

Gaby.

Me despierto y estoy en la habitación que me designaron, yo pensé que era un sueño, esta habitación no puedo aceptarla y mucho menos de un hombre que recién conozco, !será que se quiere aprovechar de mi!! porque me ve sola, Dios mejor me ducho y luego le preguntaré porque motivo me dió está habitación cierro la puerta con seguro, por si acaso el señor Gustavo sea un pervertido y quiera abusar de mi, busco en mis maleta ropa limpia, pero al abrir vi una nota y una cantidad de dinero bien elevada, de dónde salió este dinero era mucho para ser liquidación.

Procedo a leer el remitente es de Nicolás, no quiero leerla la tiró a la cama pero tampoco quiero ese dinero, así que busco de inmediato a don Gustavo el me tiene que ayudar, al menos me aspira un poco de confianza, pero la casa es tan grande que no se dónde está, el mejor regreso a la habitación y ahí espero a que alguien vaya por mi, necesito devolver este dinero el joven Nicolás no tenía derecho de intentar comprar mi amor, eso es lo que el ha hecho, mi amor no se vende Nicolás.

Mientras Gaby se ducha Gerardo le entrega todo el informe a cerca de Gabriela Alcívar.

Gerardo----: Señor el informe que me pidió acerca de la señorita. Gaby.

Gustavo----: Esta bien aunque lo más importante ya lo sé.

Gerardo----: ¿No entiendo señor?

Gustavo----: Gerardo encontré a mi hija, (sonríe) si, Gaby es mi hija.(diciéndole entre lágrimas).

Gerardo----: ¡Señor disculpe yo pensé mal de usted!

Gustavo----: ¿Que pensaste Gerardo?.

Gerardo----: ¡Que usted es un pedófilo!

Gustavo----: Que, ¿porque pensaste eso?

Gerardo----: Es que yo nunca lo había visto así de interesado por una mujer, disculpe señor.

Gustavo----: ¡Gerardo por la felicidad que siento por haber encontrado a mi hija te perdono!

Gerardo----: ¡Gracias, señor!

Gerardo pudo entender a su jefe y cuál era la atención sobre Gaby, Gustavo reviso todo el informe sobre su hija, no podía entender de porque se casó y se divorcio casi a los dos años Nicolás López le sonaba esa familia López, así que le hiciste la vida de cuadritos a mi hija la pagarás por burlarte de ella era tu esposa y la trataba como sirvienta.

Mientras Gustavo analizaba el informe, Gaby llega con una cara de vergüenza ella no está acostumbrada a pedir favores, pero este era muy importante.

Gaby----: ¿Señor Gustavo buenos días, necesito hablar con usted!

Gustavo----: ¡Buenos días hija! ¿dormiste bien?

Gaby----: ¡Perdón! ¿como me llamo?.

Gustavo----: No me hagas caso Gaby, dígame en que te puedo ayudar.

Gaby----: Don Gustavo se que es algo incómodo para mí y talvez sea para usted.

Gustavo----: No Gaby, no creo que sea incómodo para mí.

Gaby----: Don Gustavo, para que me entienda le contaré parte de mi vida, mire yo me case con el joven Nicolás López el es el único hijo de la dueña de la casa y yo me enamore y me case con el, pero el no me amo, no correspondió a mi amor porque era una sirvienta y ahora el quiere comprar mi amor con dinero, no sé cómo metió ese dinero en mi maleta, don Gustavo el amor no se compra y quiero devolverle el dinero, no sé cómo pero quiero devolverlo, ¡ayúdeme!.

Gustavo----: Gaby has abierto tu corazón hacia mí, ahora yo abriré mi corazón para ti, Gaby hace 19 años mi esposa y yo esperamos una hija con todo el amor de este mundo, cuando nació era la niña mas bonita, estábamos tan felices por su nacimiento, pero una persona mala vestida de enfermera nos arrebato esa felicidad, llevándola lejos de nosotros. Esa noticia fue fatal para mi esposa su princesa, su Sarai (Gaby se levanta de la silla), había desaparecido, le causó un infarto fulminante y ella me abandono dejándome totalmente solo, mi hija llevaba una medalla de oro con letras de plata que decía Gaby, la e buscado por años, y no hubo resultados. Hasta que Dios te puso en mi camino y al ver el parecido a mi esposa no dude. ¡Gaby tu eres mi hija la que he buscado por mucho tiempo!

Gaby----: No, ¡don Gustavo no puede ser!

Gustavo----: ¡Tengo la prueba de ADN!

Gaby----: ¿Pero como? ¡el examen!

Gustavo----: Gaby dame la oportunidad de recompensar ese tiempo, que nos arrebataron, (lo dice con lágrimas en los ojos).

Gaby no pudo más ella necesitaba el calor de sus padres pero lamentablemente solo tenía a su padre ya no más frío en su corazón todas las noche clamaba a Dios por un papá y mamá desde que era pequeña y ahora lo tenía Dios se lo dió, al fin la escucho, ella pensaba que Dios se había olvidado de ella pero no fue así, abrazo a Gustavo y recibió con ese abrazo un calor inigualable que calentó su frío corazoncito, Gaby lloro y Gustavo seco esas lágrimas, prometiendo, que jamás lloraría por soledad.

Gaby----: ¡Yo solo soy una sirvienta y ahora ya tengo papá y si fueras pobre también te quisiera!

Gustavo----: Ya no quiero que digas que eres una sirvienta, nunca más, ¡tu eres mi Sarai!.

Gaby----: (le muestra su medalla era la misma que con sus manos le puso en su coello cuando era pequeña) y mi otro nombre es Sarai, porque lo tenía en mis sábanas.

Gustavo----: Si, tu madre bordo el nombre con sus propias manos.

Gaby, los trámites para reconocerte como mi hija ya están en proceso, haré de ti una señorita de clase, refinada tendrás maestros, y regresarás a Ecuador para que te puedas cobrar todas y cada una de esa gente que te hizo daño

Gaby----: Don Gustavo, no quiero venganza, es mejor que yo viva mi vida y si acepto los maestros.

Gustavo----: ¡Papi!! soy tu padre!.

Gaby----: ¡Esta bien papi!

Gerardo----: Señor Gustavo estamos todos reunidos.

Gustavo----: Ya voy, vamos hija.

Gustavo reunió a todos los empleados, para presentarles a su hija no quería mal interpretación como las tuvo Gerardo, hablarles con la verdad fue su mejor opción, ahora mucho mejor que Gaby sabe la verdad.

Gustavo----: ¡Buenos días a todos!

-¡Buenos días señor!(todos en coro).

Gaby----: Hoy cambia el rumbo de esta casa, este palacio ya tiene princesa les presento a mi hija Sarai, como todos saben la búsqueda que tenía termino, y encontré a mi hija.

Todos quedaron maravillado por el parecido al retrato de sala, era igual a la difunta esposa de su jefe, la niña Sarai apareció.