Era evidente que para amar se necesitaba un poco de sacrificio. Después de la muerte de Nirella, Jonas incapaz de soportar su perdida hace un trató con una hechicera para volver al pasado. El precio que deberá pagar será su propia vida y rogar que después de la muerte ambos se vuelvan a encontrar y a enamorar, para tener la familia feliz que siempre soñó a su lado.
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Príncipe loco
Después de enviarle la carta a Nirella comenzó a ser su plan para ir a verla a Laitla, como su padre se había negado a darle permiso decidido que la mejor forma de ir a Laitla era escapándose. Tardó dos semanas en orquestar su plan.
El día en que se escaparía le dijo al cochero que los llevará a la ciudad, ahí despistó a sus guardias, compro ropas sencillas y alquiló un carruaje para que lo llevará al reino de Laitla.
El había envía una carta a Andrew pidiéndole que le dijera a su padre que no se preocupara por él, que se había ido a buscar a Nirella y que regresaría con ellos.
Después de leer su carta Andrew pensó que el príncipe estaba completamente loco y fue al palacio imperial, y le entrego la carta al emperador. Él se puso furioso, al terminar de leer la carta y mando a los guardias que buscarán a Jonas, pero él ya se había marchado.
Kailed suspiró y dijo.
__ ¿Por qué mi hijo tiene que estar en tan loco como para escaparse?
El mayordomo le contesto.
__ Me parece que el joven príncipe extrañaba mucho a su prometida.
__ Aunque la extrañara, eso no justifica que se haya escapado, ¿Y si le pasa algo malo?
__ No se preocupe tanto su majestad, el joven príncipe es muy inteligente, seguro estará bien.
Envía una carta a la mansión Vancouver, que avisen de la llegada de Jonas.
__ Así lo haré su majestad.
Andrew consideró que lo mejor era marcharse y dijo.
__ Si no necesita nada más me marcharé su majestad.
__ Si ya puedes retirarte y gracias por avisarme que mi hijo se ha escapado, y por favor maten este asunto en secreto.
__ No se preocupe su majestad, de mi boca no saldrá una palabra.
Andrew hizo una reverencia y dijo.
__ Con su permiso me retiro.
El mayordomo lo guío hasta la salida.
***
Robert se reunió con Maya y con Dante y les dijo.
__ Las niñas y yo regresaremos al imperio de Bolgent.
Maya se supuso de pie de golpe.
__ No te las puedes llevar, dijiste que estarías aquí hasta que el invierno terminara.
__ Eso era lo que planeaba pero mis hijas no se sienten cómodas aquí, quieren volver a nuestro territorio.
__ Nirella fue quien te pidió que se fueran, ¿Verdad?
Dijo Maya.
__ Solo tuvimos una pequeña pelea, no puedo creer que sea tan infantil.
__ No fue solo Nirella, Fiona y Greta también quieren volver.
__ Pero no puedes llevártelas.
__ Claro que puedo, son mis hijas y lo haré, traje a las niñas para que pasarán un tiempo con ustedes, pero lo único que han hecho es herirlas...
__ Herirlas, que tonterías estás diciendo, ellas no tienen educación, necesitan de alguien que las enderece, tu no puedes hacerlo.
Robert se molestó y le dijo.
__ La educación de mis hijas no tiene ningún problema, la del problema eres tú que no se mide la lengua antes de hablar, se que no te agrado, es más creo que me odias, pero jamás me imaginé que también odiarias que ellas hubieran nacido, Gissel esta murta Maya y quizás yo tenga algo de culpa, pero no Greta, ellas son lo que ella mas amaba y no pienso dejar que las hieras así que nos iremos en cuanto deje de nevar.
Robert se dio la vuelta y le dijo.
__ ¿Sabes por que cuando murió Gissel me negué a entregarte a las niñas?
Maya se quedo mirándolo en silencio.
__ Por que tu jamás las has amado.
***
El viaje de Jonas duro una semana, él estaba muy ansioso por encontrarse con Nirella, entre mas se acercaban a la mansión de los Vancouver mas nervioso se ponía, pensando en que cara pondría cuando lo viera.
Al llegar al gran portón de la entrada dos guardias los detuvieron y le preguntaron.
__ ¿Quienes son?, ¿ Y a que han venido?
Como el cochero no sabía que Jonas era un príncipe él se bajó y dijo.
__ Soy Jonas Blacktrom, príncipe del imperio de Bolgent, he venido a visitar a mi prometida, Nirella Grafton.
Los dos guardias de quedaron mirando a Jonas de pies a cabeza, él llevaba ropas muy sencillas y no había ningún guardia escoltandolo, además su carruaje no tenía la cresta de su familia, uno de los guardias le dijo.
__ No pareces un príncipe, es más ni siquiera pareces un noble, ¿Tienes alguna identificación?
Jonas no había tomado ninguna identificación cuando había salido del palacio, solo llevaba el listón que Nirella le había enviado.
Él sacó la caja donde lo tenía guardado de su bolsa, se lo entrego a uno de los guardias y dijo.
__ Si le muestras esto a Nirella, ella podrá confirmar mi identidad.
Los dos guardias se quedaron viendo el uno al otro.
__ Por favor, si le muestran esto ella les dirá que no miento.
__ Está bien, espera aquí.
Nirella y su familia estaban apuntó de subir al carruaje para marcharse cuando uno de los guardias de la entrada se acercó a ellos y dijo.
__ Disculpe las molestias, pero un hay un joven en la puerta que dice ser el prometido de la joven señorita Nirella, me ha entregado esto diciendo que ella podrá confirmar su identidad cuando lo vea.
Robert pensó que era imposible, el prometido de Nirella era el príncipe heredero y dudaba que estuviera en aquel lugar, cuando él iba a decirle que debía ser alguna broma Nirella reconoció la caja, se la quitó al guardia, miró el interior y al ver su listón sonrió ampliamente y dijo.
__ Déjale entrar, es Jonas.
__ ¿Estás segura?
Pregunto Robert.
__ Si, yo le envié este listón y le dije que me lo entregara la próxima vez que nos viéramos, no hay ninguna duda es él.
El guardia regreso al portón, Jonas seguia de pie esperando, el guardia abrió el portón y dijo.
__ Has tenido mucha suerte muchacho, los Grafton estaban a puntó de marcharse, si hubieras tardado un poco más no los hubieras encontrado.
Jonas sacó de su bolsa unas cuantas monedas de oro, se las entrego al cochero que lo había llevado y dijo.
__ Ya puedes irte, Gracias por traerme hasta aquí.
El cochero tomó su pago y le dijo.
__ De nada joven, esperó que la persona que ha venido a ver este feliz de verlo.
__ Yo también lo espero.