Holii mi nombre me lo reservo, pero soy colombiana y me gustaría compartibles mis historias y que les guste y me puedan apoyar. TQM
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Un paso más
Las semanas pasaron y mi relación con Tiago iba mejorando. Hablamos con mis padres y para mi alivio lo tomaron bastante bien, no hubo interrogatorios incómodos ni miradas de desconfianza, solo advertencias suaves y sonrisas cuidadosas.
Tiago solía esperarme cada vez que terminaba la práctica para ir por helado o salir a cenar. Se había vuelto una costumbre bonita, algo que esperaba con ilusión. Pero hoy su invitación fue diferente.
No era helado.
No era cena.
Era conocer a su mamá.
Me encontraba en los vestidores con Caro, quien últimamente se había convertido en mi voz de razón. Nunca estuvo en contra de lo nuestro, pero siempre me recordaba que Tiago tenía un pasado… y un nombre recurrente en él: Isabella. Me decía que si notaba algo raro, debía poner un alto sin miedo.
Ann: Hoy Tiago me invitó a conocer a su mamá —le dije, intentando sonar tranquila.
Caro abrió los ojos con sorpresa.
Caro: ¿A la señora Claudia? —preguntó— Wow… eso ya es serio, amiga.
Ann: ¿Por qué lo dices? —pregunté.
Caro: Porque Tiago nunca ha presentado a nadie en su casa —dijo con una sonrisa tierna— Felicidades, eres la primera.
Ann: Y espero que la última —respondí, medio en broma, medio en serio.
Las dos soltamos una carcajada y salimos rumbo a la salida. Ahí estaba Tiago, apoyado en su moto, esperándome como siempre.
Tiago: Hola mi amor —dijo acercándose para darme un beso— ¿Cómo estuvo la práctica hoy?
Ann: Hola amor, estuvo bien gracias —respondí.
Caro: Bueno —intervino Caro— “no estorbarás”, dice el undécimo mandamiento… así que me voy.
Ann: Boba, tú no estorbas —dije riendo.
Tiago: Ann tiene razón —añadió Tiago.
Caro: De todas formas me tengo que ir, tengo una cita —dijo Caro con falsa indiferencia.
Ann: ¿Cómo así? No me habías contado —le dije frunciendo el ceño— ¿Y quién es?
Caro: Ay amiga, es que tú andas en tu burbuja de amor con Tiago y ya no tienes tiempo para mí —dijo exagerando— Es el chico de la fiesta, ¿recuerdas?
Ann: ¿Con el que estabas beso y beso? —me burlé.
Caro: Sí —asintió— el que tiene el amigo bonito que bailaba contigo.
Sabía perfectamente que Caro decía eso para molestar a Tiago… y como siempre, funcionó.
Tiago tensó un poco la mandíbula y carraspeó.
Tiago: ¿Listas para irse o seguimos recordando fiestas pasadas? —dijo con una sonrisa forzada.
Caro levantó las manos.
Caro: Ya ya… me voy. Ann luego me cuentas TODO —me guiñó un ojo—. Suerte con la suegra.
Ann: Gracias… creo —respondí nerviosa.
Caro se despidió y se fue dejándonos solos. Tiago me pasó el casco y antes de que me lo pusiera, me miró con atención.
Tiago: Estás nerviosa? —preguntó.
Ann: Un poco —admití— No todos los días conoces a la mamá de tu novio.
Sonrió.
Tiago: Tranquila, le vas a caer bien. Además… ella está emocionada por conocerte.
Eso no ayudó a mis nervios.
Me subí a la moto y durante el camino abracé su cintura con más fuerza de lo normal. No sabía qué me esperaba, pero algo dentro de mí sentía que ese día marcaba un antes y un después.
Mientras avanzábamos por la carretera, solo pensé una cosa:
Ojalá todo salga bien, porque esta vez, sí quiero quedarme.