La Bruja Del Caos Y El Príncipe De Las Rosas

Calix abre los ojos repentinamente mientras se reincorpora da un fuerte suspiro, al estar sentado mira a su alrededor, aún estaban en la cueva, y ve que tenía de almohada su propia capa.

—al fin despierta, Rozi.— Ravenna se pone de pie delante de él.

Calix se soba la cabeza, pero, levanta la mirada hacía la bruja.—¿que fue lo que paso?

—el dragón blanco dice que caíste inconsciente cuando tocaste los pilares.— responde la bruja.

Calix recuerda el momento en el que esa luz lo atrapo, y también vuelven a su memoria todas imágenes que vio en su sueño, en como la calamidad fue encerrada.

—si, quizás como humano, fui rechazado por el portal.— responde mientras trata de aclarar sus ideas.

—descansa un poco más. Nosotros entraremos para hablar con los ancianos.— informa Sohel.

—de acuerdo, vayan, esperare aquí.— responde Calix.

Ravenna se agacha para entregarle un vaso de agua.— bebe, llevas, un día entero dormido.—

—¿un día?— agarra el vaso de agua y bebe un poco.— no pareciera que dormí tanto.

Mientras observa el lugar, nota que a un lado, un bolso grande, y un contenedor de agua, al parecer durante ese día, la chica se encargo de ponerse cómoda en el lugar. Ravenna al darse cuenta que Calix observa el lugar, solo se aleja y agarra entre el bolso una manzana para comer.

—estaremos aquí hasta que los dragones regresen, necesitamos ponernos cómodos, no podemos dejar el lugar.—

En caso de que esas bestias vuelvan a atacar, ellos deben de estar preparados. Mientras tanto, Sohel recita un conjuro que crea un portal en medio de ambos pilares, tras esto, él y Ciaran entran, mientras que el portal se cierra.

Calix al ver que se han marchado, se levanta para salir de la cueva, solo para encontrarse con la niebla de la bruja, esta cubre todo por encima de los árboles.

—he creado una ilusión, quien pase solo vera niebla, y la entrada a la cueva, no podrán verla, solo verán un montón de rocas cubriendo el lugar.— comenta Ravenna.

—es probable que la calamidad ya sepa, sus lacayos nos atacaron, uno me arrojó contra la pared, es lo que hizo que se abriera la entrada.— explica Calix.

Y es que, ambos deben de estar listos para pelear en caso que la calamidad vuelva a enviar a esas bestias. El rubio revisa la bolsa de tela que lleva en su cinturón, notando que ya son pocos pétalos que le quedan.

—¿hay algún pueblo cercano?, necesito conseguir rosas.— pregunta.

—no lo hay, ¿para que quieres rosa...— se detiene.— ¡oh!, así que necesitas rosas para usar tu magia, acabo de descubrir una debilidad tuya.

—las rosas no son mi única arma, pero si mi favorita.— presume.

—nunca había visto esa magia, convertir algo hermoso, en un arma letal.— habla mientras se quita la rosa que llevaba en el cabello y la ofrece al rubio.

La rosa se deshace poco a poco al desprenderse los pétalos y vuelan sobre la mano de Calix.

—la herede de mi madre, es ella la que convirtió algo tan frágil, en algo letal.— explica el rubio.

—así que su madre es una maga, impresionante para una reina, las que conocí en el pasado eran simples muñequitas de mostrador.— sonríe con burla.

—si conocieras a mi madre, lo primero que notaras es que no es un adorno, es el complemento de mi padre, sin ella, mi padre caería, esa mujer es su razón de vivir y es ella quien mas poder tiene en el trono.— asegura Calix.

Y es que ha visto como los nobles y ministros de la corte tiemblan cuando ella les responde cuando tratan de hacerla menos o causan problemas.

—muy lindo lo que cuentas, debería visitar de nuevo Celes y ver si lo que dices de ambos reyes es verdad.— la bruja se da la vuelta para regresar dentro de la cueva.

—no encontrarás nada malo en ellos, ni en el resto de mi familia. Te has cruzado con tanta gente corrupta, que piensas que todos lo son.— reclama Calix.

Ravenna detiene sus paso y voltea.— quizás tengas razón, pero eso no cambia mi opinión, con o sin calamidad, exterminare a los corruptos.— asegura la chica.

Calix camina hacía ella, quedando de frente y se inclina un poco para verla a los ojos.

—creo que, tu también te estas corrompiendo, has visto tanta maldad, has eliminado a tantos, que tu también te convertiste como ellos en el pasado, ¿que pasará ahora?, si no tienes cuidado, podrías caer en lo mismo.— le advierte el príncipe.

Ravenna frunce en ceño ante el comentario del chico, y es que sabe que este tiene razón, al final, en el pasado, su corazón se corrompió con la oscuridad que eliminó a inocentes, pero, esta vez será diferente. La chica empuja al príncipe con fuerza causando que caiga de espaldas.

—tú no me conoces, es mejor que no te metas en mi camino cuando esto acabe.— le grita molesta.

Ravenna estaba por irse, pero Calix aprovecha que no esta muy lejos de ella y la hace caer al patear su tobillo. Ravenna cae de frente, apoyando las manos en el piso para no golpearse la cara.

—maldito mocoso.— la bruja se tira sobre él intentando agarrarlo del cuello.

Calix le sostiene de las muñecas mientras ella forcejea para liberarse pero la fuerza del chico era más que la suya, así que se inclina aprovechando para morderle el cuello, Calix se queja, pero, él no piensa quedarse así, y gracias a la cercanía de la chica, también logra morderle en el hombro.

Esto hace que Ravenna le suelte, pero, Calix no lo hace.

—suéltame...juro que te voy a dar de comer a mis espectros.— amenaza, mientras se mueve intentando que Calix la suelte.

Calix decide dejar de morder, pero aún le sostiene las manos, porque no piensa dejar que use esas uñas para rasgarle la cara.

—tal vez no pueda usar las manos, pero puedo usar algo más.— los ojos de la chica emiten un leve brillo.

Y de la tierras salen una liana que se enreda en el cuello del chico y empieza a apretar, ante esto, Calix le suelta las manos pero la abraza atrayendola hacia él, sorprendiendo a Ravenna al unir sus labios en un beso.

...