Mi Papá, Jefe De La Mafia

Capítulo 22

Paola estaba muy nerviosa por Bruno, en ese momento estaba en cirugía. Su habitación le parecía tan pequeña, y su ansiedad tan grande. Que mejor decidió pedirle a su papá que fueran al hospital para estar con Selene y esperar noticias de Bruno. Paolo accedió a llevarla al hospital, Selene estaba sentada también preocupada por su hijo.

—Maestra, ¿cómo está Bruno?—

—Aún sigue en cirugía, va a estar bien. Bruno es muy fuerte.—respondió Selene con lágrimas en sus ojos, después observó a Paolo. Aún no olvidaba la manera en que él la trató.

—Lamentó haberme portado como un idiota, le ofrezco una disculpa sincera.—Paolo extendió su mano

—No se preocupe señor Gabellotti, Paola ya me explico la situación. En su lugar yo hubiera reaccionado igual, gracias por facilitarnos el dinero para la cirugía de mi hijo, le pagaré todo, eso téngalo por seguro.—

—No debe de, véalo como un regalo de mi hija hacia su mejor amigo.—

Paolo tomó asiento al lado de Selene y su hija para esperar noticias de Bruno, mientras pasaban los minutos él podía observar el comportamiento de su hija, al parecer Selene era muy importante en su vida. Con ella se desenvolvía y además le mostraba una confianza que a nadie más le tenía. Más tarde Paola y Fabrizio fueron a buscar algo de comer dejándolos a solas.

—Su apellido no es italiano ¿verdad?—

—No, es de origen germánico pero nací en Grecia, en Santorini para ser exacta.—

—¿Bruno también nació allá?—

—No, Bruno nació aquí en Sicilia.—

—¿Y el papá de Bruno?—

—Ese hombre está muerto, o por lo menos eso espero. Me enamoré de él, me embarace después gracias a él y a sus estafas, nos hicieron huir de Santorini, me convenció de vender la casa que era de mi abuela para pagar sus deudas, para que después migráramos a Palermo, cuando llegamos aquí a Catania en lo que yo tomaba una ducha, él desapareció llevándose todo el dinero que nos quedaba. Lo busqué por todos lados, me dejó sola, embarazada y sin dinero en esta tierra extraña. Dormí en la calle dos noches, afortunadamente una novicia me ayudó, me llevó con ella al convento de la madre de la caridad, ahí nació mi hijo. Después con ellas terminé mis estudios y ellas me consiguieron el trabajo de maestra.—

Paolo sentía un nudo en la garganta, quien podría abandonar a su suerte a una mujer embarazada. En ese momento pensó en su esposa, ella también estaba sola y bajo el tormento de un hombre como Aníbal.

—Lo lamento, pero usted fue muy fuerte eso es de admirar.—

—¿por qué Paola me comentó que pasaron años antes de conocerlo?—

—Yo conocí a mi hija hasta que tenía ochos años, su abuelo el que le envió el cheque nos separó a mi esposa y a mi, Argelia murió de cancer pero antes de marcharse, se aseguró de que Paola se quedara conmigo. Mi hija es la persona más importante para mí en todo el mundo, pero mientras exista Aníbal Soria no voy a poder estar tranquilo. Si no he ordenado que acaben con el, es porque mi hija le tiene mucho afecto, incluso más que a mi. Me veo débil y tal vez patético, pero estoy atado de manos.—

—Usted pensó que yo lo conocía, y que estábamos planeando quitarle a Paola ¿verdad?—

—Si, cuando observé la cantidad en el cheque pensé lo peor. Mi gente lo tiene vigilado, está usando incluso personas que yo pensé que eran leales a mí para llevarse a mi hija.—

—Le daré mi opinión si usted lo permite.—

—Claro dígame.—

—sin conocer al señor Soria, estoy casi segura que ese hombre no quiere a su nieta. Pienso que hay un interés sobre ella, le diré lo que pienso. Si amara a Paola, no insistiría en tenerla bajo su control, al contrario ya lo hubiera buscado a usted para que acordaran el que él pudiera verla. Debería investigarlo en vez de seguirlo, algo debe ocultar. Paola es una niña excepcional, inteligente pero también manipulable y más cuando ama a las personas, su amor por ellas la ciegan. Es por eso que no duda de su abuelo, hasta lo justifica.—

—Puede ser verdad, porque cuando conocí a Argelia ella se comportaba a la defensiva, también no quería nada serio conmigo. Aníbal la tenía bajo su control, sus últimos meses de vida no me dijo nada. No quería perder el tiempo recordando cosas del pasado.—

Paolo pensó de inmediato en Leonora y Tayde, ellas tenían que saber porque era tan importante Paola para Aníbal. Más tarde salió el cirujano para informarles que había sido un éxito la cirugía. Selene y Paola se abrazaron por la felicidad que sentían.

—Gracias a los dos por ayudar a mi hijo, ¿doctor puedo ver a mi Bruno?—

—Está en recuperación, le avisaré cuando pueda entrar a verlo.—

Selene era una gran madre, y eso lo pudo notar Paolo. Sobre todo le agradaba ver la relación tan estrecha que tenía con su hija, él se había equivocado, pero ahora reconocía que Selene era una gran mujer, además le había iluminado el camino a seguir para desarmar a Aníbal.

Mientras tanto Tayde era mantenida bajo fuertes medicamentos para doblegar su voluntad, Aníbal la visitaba en el psiquiátrico para asegurarse que no hablara con nadie, Leonora en cambio buscaba la manera legal de que permitieran verla, así salvarla de aquel horrible lugar.