Mikhail Ruttherford, el hijo menor varón de una familia con poder y dinero, acostumbrado a actuar según sus creencias, sin prestar atención a lo que otros digan de su forma de llevar las cosas, solo su perspectiva era importante, hasta llegar al punto de mantener una relación amorosa con Anastasia Petrova, la mujer de la cual estaba profundamente enamorado a pesar de las controversias y problemas que ese amor le procuraba, siendo el hecho de que la mujer ya se encontraba casada con otro hombre, por lo que su relación era un secreto que no podía salir a luz pública, mientras él debía verla ocasionalmente desfilando por la alfombra roja tomada de la mano del hombre quien era su esposo, teniendo que compartirla para poder mantenerse a su lado, aferrado a ella sin importar las condiciones.
Para distraer su mente y mantenerse alejado de la tentación de buscarla cometiendo la imprudencia de interrumpirle el evento al cual ella asistiría en compañía de su esposo. Prefirió crearse algo de trabajo extra y viajar hacia una zona remota con el pretexto de ir a ver nuevos terrenos para un negocio. Algo que no estaba dentro de sus planes era que durante ese viaje tendría un accidente que lo haría desaparecer de ese mundo durante algunos meses.
¿Qué sucederá cuando aparezca luego de su accidente?
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Capitulo 21. Entendimiento
MIkhail sentía su garganta aplastándose por la presión de tener que resistir aquellas palabras de Freya, ¿Cómo podría verla como una amiga? Ahora no podía, ya era imposible el poder lograr verla de tal manera, no después de conseguir que le diera la oportunidad, mucho menos que pudo tenerla entre sus brazos y darse cuenta de que la realidad era mucho mejor que sus sueños y que ya no podía, ni quería dar marcha atrás.
- NO – le dice en tono serio
- ¿Qué? – le dice Freya en tono nervioso
- Dije, que No – le repite – no quiero olvidar lo que sucedió entre nosotros y tampoco deseo tratarte como una simple amiga – la mira fijamente – no pienso volver atrás, tener que reprimir mis deseos y mis sentimientos, no es algo a lo que esté dispuesto, y sé que tú tampoco lo quieres – le dice tomando su mejilla – así que, por favor Freya, no hagas esto por favor – le dice suplicante mientras sentía que la presión podría hundirlo en el suelo
- Lu, Lukas, no tenemos más opción, es lo mejor para ambos – le dice teniendo fuerzas para no ceder ante las palabras del hombre y mantenerse firme
- ¿Lo mejor?, ¿lo mejor para quién? – le dice alterándose, se sentía desesperado - Tal vez nunca recupere mi memoria, entonces ¿debo mantenerme alejado de ti y reprimir mis sentimientos durante el resto de mi vida?, ¿entiendes lo que me estas pidiendo? – le dice sintiendo un sentimiento de ahogo.
- ¡Lo sé! – le dice Freya sintiendo que su corazón se rompía con sus propias palabras – claro que lo sé, ¿pero qué otra quieres que haga después de lo que se?, ¿entiendes tú, como me siento?, esa mujer podría aparecer algún día, ¿yo donde quedaría?, ¿Qué debería hacer si lo hace?, yo no quiero que estos sentimientos crezcan y que luego… - lo mira con los ojos llorosos – no soy tan fuerte, ¿entiendes? – le dice
- Ya te dije que no me importa mi pasado, incluso si aparecen hoy mismo o mañana – le dice acariciando su mejilla – si recupero o no mi memoria, no importa lo que suceda yo siempre escogería estar a tu lado, porque no tengo el control sobre mis recuerdos, pero sí de mis sentimientos y siento que quiero estar contigo hasta el final de mi vida – le dice con una voz dulce
- Lukas – su voz sonaba temblorosa – los humanos somos seres cambiantes y de igual forma nuestros sentimientos cambian dependiendo de las situaciones y escenarios, por favor, no hables de forma tan irresponsable, tratando de predecir lo que sentirás en el momento en que recuperes tus recuerdos o que vuelvas a verla – le dice dejando salir una lagrima.
- ¿Qué tal si estuviera muerta? – le dice Mikhail serio
- ¿Qué? – le dice Freya confundida
- Freya, piénsalo – le dice alterado – he estado aquí durante casi cuatro meses, incluso la policía nos informó que no ha habido reportes de búsqueda con mi nombre, eso solo quiere decir que nadie me está buscando, entonces eso nos deja con dos opciones; a nadie allá afuera le importa mi desaparición o simplemente antes de llegar aquí estaba totalmente solo y esa mujer quizás está muerta – le dice tratando de hacerla entender el dolor que le estaba causando
- ¿Qué harías si no? – le dice apartando sus manos - ¿Qué harías si te encuentra?, ¿Qué harías si se presenta aquí con una familia?, yo no podría hacerle frente a eso – le dice en tono cabizbajo – incluso si solo es ella, tampoco podría plantarle cara, es por ello que quiero que entiendas mi posición, Lukas – le dice antes de regresar a la cabaña dejando a MIkhail sin palabras que pudiera utilizar para retenerla, en ese momento entendió que no había nada que pudiera hacer.
- Maldición – dice respirando profundo para poder afrontar el hecho de haberla perdido incluso antes de poder tenerla.
Tal vez no debió haberle dicho acerca de sus recuerdos sobre esa mujer, aunque la omisión es igual a engaño y él no quería mentirle, tan solo pretendía ser sincero, pero ¿en qué demonios estaba pensando?
- Maldito estúpido – se dice a si mismo renegando de sus acciones y de todo lo que había sucedido
Después de aquello, los sueños comenzaron a ser solo sobre Freya, en ellos podía tocarla y tenerla entre sus brazos, pero al despertar solo el vacío lo acompañaba, de esa forma transcurrieron dos días en los que Mikhail trato de mantener su mente ocupada para no seguir hundiéndose en el lamento, reparando cada parte dañada de la cabaña con lo que tenía a la mano.
La tercera noche antes de quedarse dormido, un estruendoso ruido le impidió conciliar el sueño. Se levantó de la cama al notar que se trataba de la puerta de la entrada.
Abrió la puerta, al hacerlo de inmediato tenia frente a él, el cañón de un arma, apuntando justo a su cabeza, dos hombres parados con miradas amenazantes.
- ¿Qué desean? – les dice MIkhail viéndolos directamente sin titubear
- Tu eres Lukas Hill, ¿no es así? – le dice uno de los hombres señalándolo con el arma
- Les pregunte, ¿Qué desean? – les dice Mikhail
- Ja, ja, este es de los que se hace el valiente – le dice el otro a su compañero
- Todos se hacen los valientes al principio – dice el del arma – incluso el grandote de la otra cabaña también lo hizo, solo basto con apuntar directamente a la mujer para que bajara los humos – le dice viendo a MIkhail con ganas de dispararle
- ¡La mujer! – dice MIkhail alterado
- Tranquilo, si cooperas con nosotros no le sucederá nada – le dice el otro
- Si, ya que nosotros estamos aquí solo para verte a ti – le dice el del arma riendo – veras, Gunnar era como tener a la gallina de los huevos, pero ahora resulta que alguien ha comprado su libertad y estamos aquí para arreglar cuentas con su caritativo benefactor, es por eso que queremos más de lo que le diste a ese viejo de mierda – le dice apuntando a la frente de Mikhail
- Así que, ¿vas a cooperar o tenemos que golpearte por dos días para que aceptes?, aunque preferiría verte resistir, no tuve suficiente con golpear al viejo – dice riendo