¿Es posible volver a amar después de una ruptura? Cinco años después de romper su compromiso, Gus y Félix vuelven a cruzar miradas. El pasado regresa como una herida abierta, trayendo consigo el amor que nunca murió… y la falta de valor que amenaza con destruirlos. Esta vez, no solo se juegan el corazón: también su última oportunidad de salvarse el uno al otro para poder terminar juntos.
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PERMITIÓ
Son las seis de la tarde cuando nos detenemos en una panadería. Alán sostiene una charola y yo tengo las tenazas en la mano.
—¿Tres panes que sean tus favoritos? —Me animo a preguntarle.
Me mira con mucha curiosidad, se hace el pensativo y sonríe.
—Los roles de canela, la concha de vainilla y los colorados.
—¡¿Los colorados?!
—Sí.
—Los colorados son mis panes favoritos —me siento muy emocionado.
Sus cejas se alzan, su mirada tiene un sabor particular y su boca se acerca a besar mi boca durante algunos segundos.
—¿Qué otros panes te gustan? —Pregunta muy cerca de mi boca.
—Los mil hojas y los cocodrilos con pasta de chocolate. ¡Me encantan.
Mis ojos se clavan en sus labios, en como es que se mueven y devoran con gusto el pan. Mis labios se llenan de azúcar colorada, sus pies me rozan los pies por debajo de la mesa. ¡El romance que estamos teniendo me gusta!
Realmente es necesario y fascinante poder tener a alguien con quien besarte cada vez que quieres o tienes ganas de sentir afecto. ¡Ahora soy un experto besando! Nos hemos besado en el parque, en la alberca, en la librería, en la bodega de su librería, en mi habitación, en su auto, en el cine, en el sofá, en la cocina, en la alfombra, en el pasto, con vino, con vodka, con chocolate, con dulces, con pan y con mucho sabor cariñoso. ¡Porque ahora somos artistas que se besan con pasión!
Y me vuelve loco su tacto. Sus manos tocando mi cintura, mis mejillas, mis piernas y yo soy fan de acariciar su rostro cuando fundimos nuestras bocas. ¡Estamos fascinados el uno con el otro!
❤️❤️❤️
Ha pasado un mes desde que mi padre se comprometió con Mónica. ¡Hace un mes desde que Alán y yo nos volvimos novios! Hace un mes desde que volví del viaje.
Tocan el timbre de la casa y no hay nadie. ¿Quién podrá ser? Me dirijo a abrir, su mirada me asombra y sonríe con amplitud.
—¡Buenas tardes!
—¡Buenas tardes!
—¿Es el hogar de los Revellez?
—Sí.
—¡Excelente! Soy Christian. ¡Soy tu primo lejano!
—¿Primo lejano? —Estoy un poco impactado por lo que me acaba de informar—. ¿Yo...?
—¿Quién es? —La voz de mi padre me hace volver a la realidad.
Papá se acerca a la puerta, sonríe con emoción y yo pensé que no había nadie en casa.
—¡Cristian! ¡Bienvenido! Tu madre me dijo que vendrías.
De pronto, no entiendo nada de lo que está sucediendo y eso me desconcierta. Papá es muy amable con nuestro invitado.
—¿Cuánto tiempo estarás con nosotros? —Le cuestiona mi padre.
—Un mes —Christian parece estar muy a gusto.
—¡Excelente! Así podrás asistir a mi boda.
—¿Cuando es la boda?
—A finales de estés mes.
❤️❤️❤️
—¿Tú sabías que tenemos un primo lejano que se llama Christian? —Le pregunto a Laura.
Decidí marcarle a mi hermana para aclarar mis dudas y es que Janet está en vísperas de elegancia y estilo con Mónica.
—Sí. Es el hijo mayor de la media hermana de papá.
—¿Media hermana?
—Sí. ¿Olvidaste que papá tiene medios hermanos?
—La verdad solo pensé que tenía medios hermanos varones, jamás escuché de una mujer.
—Bueno, ahora lo sabes.
—Está bien.
—¿Christian estará de visita unos días?
—Se quedará todo el mes.
—¡¿De verdad?!
—Sí, eso dijo.
—Nosotros iremos dentro de veinte días.
—¡Genial! Te estaré esperando.
—¡Cuídate mucho!
—Tú también. ¡Te quiero, Laura!
—Yo también te quiero, Gus.
Finalizamos la llamada. Pongo el celular sobre mi cama y aprovecho para estirarme un poco. ¡Mi conejito se acerca! Se acurruca entre mi cuello y mi hombro.
—¿Necesitas cariño? —Me animo a preguntarle.
Subo mi mano para acariciarlo un poco, el sonido de una melodía captura mi atención. ¡Reguetón! Me levanto de la cama a toda velocidad, me asomo por la ventana y en la piscina está él. ¡Qué barbaridad! Extiendo mis brazos para cerrar mi ventana y sus ojos se encuentran con los míos.
—¡Hola! —Su voz llega hasta mí.
—¡Adiós! —Me atrevo a pronunciar cuando logro cerrar la ventana.
Mi celular comienza a timbrar, es Alán.
—Estoy fuera de tu casa. ¿Estás escuchando reguetón? —Su pregunta me causa un poco de vergüenza.
—Voy, en unos segundos te abro la puerta. No soy yo, un primo llegó de visita y está haciendo de las suyas con la música.
Tomo a mi conejito entre las manos, bajo rápidamente, atravieso la sala de estar y me detengo frente a la puerta. Abro, sus manos me ofrecen un ramo de flores y su gesto me ruboriza.
—¡Buenas tardes, Gus!
Se inclina para besar mi frente, mi corazón está muy emocionado y no me importa el reguetón que suena de fondo.
—¡Buenas tardes, Alán!
Vamos a la cocina, mi novio trajo colorados y me encanta verlo aquí. Pongo una olla con agua para un té.
—¿Qué harás esta noche? —Me pregunta con curiosidad.
—Estaré aquí en casa.
—¿Quieres ir conmigo al cine?
La puerta de la cocina se abre y Christian viene en short. ¿Qué busca? Hace contacto visual conmigo y sonríe.
—Perdonen la interrupción, solo vine por una cerveza —Christian abre el refrigerador.
Alán me mira con ternura, espera una respuesta por parte mía.
—Sí, vamos al cine —sonrío tras responder.
La puerta del refrigerador se cierra.
—¿Ustedes son novios? —Christian nos mira con curiosidad.
—Sí. Alán es mi novio —le respondo con seguridad.
Entonces hay un intercambio de miradas entre ellos y me causa intriga el ambiente que hay en este momento.
—¡Un gusto, Alán! Soy Christian, soy el primo de Gus.
Intercambian saludos y yo me siento un poco incomodo. ¿Por qué tiene que interrumpirnos de esa manera?
—Gusto en conocerte —le responde Alán.
—¿Gustas una cerveza? —Le ofrece Chris.
—No gracias, tomaré té.
—¿Me regalan un pan? —Christian no tiene pena.
—Claro —soy cordial.
Extiende su mano a la bolsa de pan y sonríe.
—Que amables. Sigan disfrutando de su cita, perdonen la interrupción.
Veo como su espalda desaparece por la puerta.
