EL MAFIOSO SE ADUEÑÓ DE MI CUERPO "SACRIFICIO POR AMOR"

Zoé termino de bañarse, tomo una toalla de las que estaban ahí, al salir del baño se encontró con Lin sentado en la orilla de la cama viendo hacia la puerta del baño; ella se sintió avergonzada, no le gustaba nada en la forma en la que la miraba, parecía que la desnudaba con su mirada y no quería eso; pero ella se decía mentalmente “Cálmate Zoé, ese hombre es tu marido tiene derecho de verte así, además que puedes perder, ya te toco completamente, ya te miro desnuda, que más teda que te mire con solo una toalla de baño” suspiro profundamente, dio unos pasos afuera del baño y en ese momento con una voz decaída le dice.

• ¿Dónde está mi maleta?, necesito cambiarme.

Lín le sonríe, la miraba de arriaba abajo, ella era realmente hermosa, no podía evitar mirarla con deseo y tenerla frente a él semi desnuda solo lo hacía desearla más; pero, aunque deseaba seguir viéndola así, hacerla que se quedara así no podía, tenía que ir a desayunar con toda la familia.

Se levanta de la cama y le indica que entre a una de las puertas dentro de la habitación, era un enorme closet; ella mira el enorme closet, estaba toda la ropa de Lín y en medio una gran barra, sobre la barra estaba su maleta, se apresura abrirla, empieza a buscar que ponerse.

Lín se para atrás de ella, era más alto podía ver muy bien detrás de ella lo que había en la maleta, la mira tomar su ropa interior, era de color blanca con decoración de encaje, era pequeña, sexi, a simple vista se podía ver que era un diseño elegante perfecto para una señorita; él no pudo evitar jugar un poco con ella y en ese momento que ella tomaba su ropa interior, la extendida un poco para verla bien, él le dice con su voz juguetona.

• Me gusta, tienes buen gusto para la ropa interior, así nunca dejare de desearte, sabes muy bien como provocar a un hombre, eres una esposa complaciente, me agrada esta parte de ti; pero solo nos falta escoger tu ropa, espero que tambien traigas algo que valga la pena.

Zoé al darse cuenta que él miraba lo que tomaba apoyo su ropa interior, rápido quiso esconderla, pero él la quito de la maleta y empezó a buscar la ropa que esperaba se pusiera; él saco toda la ropa que traía, al final escogió un vestido que llegaba debajo de las rodillas, la falda era en A, la parte de arriba era pegada a su cuerpo, con manga tres cuartos, el cuello cuadrado, dejaba ver su clavícula, era de color blanco con flores pequeñas de color rojas y hojas verdes pequeñas, se miraba elegante, formal, un hermoso vestido casual.

Lín le dio el vestido a Zoé, le dijo que quería que se pusiera eso, ella lo tomo de mala gana, se sentía molesta, pero no pensaba mostrárselo, solo le pidió que saliera para poder cambiarse; él se empezó a reír y en ese momento con su voz burlesca le dice.

• Hay Zoé, porque te portas como una jovencita pura, ya olvidaste que conozco tu cuerpo muy bien, te he mirado completamente, te he tocado con estas manos hasta donde no tienes idea, te he besado hasta tu intimidad y aun así me pides que salga para que te cambies, que ridícula te escuchas, pero está bien, voy a bañarme, para que bajemos a desayunar con la familia.

Zoé no le contesto nada y aunque deseaba ponerle un alto, no lo hizo, acaba de llegar a esa casa, no quería empezar su nueva vida peleando con un hombre que no iba a entender con palabras; cuando lo miro salir, ella rápidamente empezó a cambiarse, no quería que él saliera y la viera a medio cambiar, estaba harta de sus miradas lujuriosas, de sus palabras vulgares que no dejaba de escuchar.

Cuando ella estuvo lista salió del closet, se sentó en la orilla de la cama a esperar que Lín estuviera listo; ella tuvo que esperar por un largo rato, hasta que lo miro salir del baño, se quedó sorprendida con lo que miro, solo traía una toalla en la cintura, pero el cuerpo que tenía era algo que ella no se esperaba, era guapo, tenía su abdomen muy bien marcado, sus pectorales perfectos, por un momento se le quedo mirando sorprendida por lo guapo que era.

Lín sonrió al verla, se dio cuenta de la forma en la que lo miraba, esa mirada era de deseo y ella no pudo evitar verlo así; él muerde su labio inferior, le da una risa seductora, ella no lo miro porque su mirada estaba en ese cuerpo tan perfecto que tenía, estaba distraída, que ni cuenta se daba de la forma en que lo estaba mirando, hasta que no lo escucho decir.

• Zoé, deja de verme así, puedes desgastarme o acaso me estas invitando a que regresemos a la cama, si es así solo dímelo, yo encantando de hacerte nuevamente mi mujer, así más pronto tendremos a nuestro hijo o hija.

Zoé se sorprendió al escuchar lo que le decía, rápidamente se voltea para otro lado, se pone nerviosa y de con su voz insegura le dice.

• Señor, por favor deje de expresarse así, sus palabras son indignas para una dama fina como lo soy yo; si no es mucho pedir mantengamos nuestro pudor y vaya a vestirse, para ir a desayunar con su familia.

Lín se divertía al escucharla, le encantaba molestarla, ver su rostro enrojecido y claro que no pensaba hacerle caso en nada de lo que le pedía; se acercó a ella tomo su rostro con sus manos y atrajo su mirada, para que lo mirara directamente a los ojos, en ese momento le dice.

• Zoé, entiéndelo eres mi esposa el pudor entre nosotros no existe, si quieres tocarme solo tócame, si quieres seducirme puedes hacerlo, si quieres violarme tambien puedes hacerlo, si quieres drogarme para someterme a tus bajas pasiones puedes hacerlo, porque soy tu esposo, el único hombre que puede tocarte, que puede quitarte la comezón de tu feminidad.

Zoé al escucharlo se sintió avergonzada, indignada, empezó a sentir su rostro caliente y aunque ella no se podía ver se imaginaba lo colorada que estaba, por la vergüenza de escuchar tanta vulgaridad; no pudo quedarse quieta, molesta se levanta, lo avienta y quedando frente a él empieza a decirle.

• Tu zafiedad no tiene límite, entiéndelo bien yo soy una verdadera dama, acostumbrada a se me trate con cortesía y gentileza; realmente tu falta de adhesión no me la merezco y ya es suficiente, cumpliste con mi padre, solo tenemos que esperar a ver si estoy embarazada.

Si yo estoy embarazada todo terminara, le daremos el nieto a mi padre, tu estarás en tu habitación y yo en la mía, solo nos va a unir nuestro hijo; pero si no quede embarazada entonces volveremos hacerlo y esta vez no tendrás que hacerte de estratagemas para obligarme a estar contigo, yo misma me comportare como una esposa, cumpliré con mi deber.

Lín se empezó a reír, la tomo de los hombros, la acerco más a él, sus narices se rosaban, mirándola a los ojos le dice.

• Zoé, mi belleza rara, vas a tener que disculparme, pero yo no sé usar palabras tan rimbombantes como tú las usas, pero espero que entiendas estas palabras simples que te voy a decir, para explicarte lo que va a pasar.

Tu padre y yo, quedamos en que, si en este año él se arrepiente de esta boda, tu podrás regresar a casa, siempre y cuando no estes embarazada; pero si tu quedas embarazada antes de que él se arrepienta, bueno si eso pasa, tú vas a tener que quedarte a mi lado, por el resto de nuestra vida y como podrás entender, no solo quiero un hijo, quiero muchos, tener una familia grande es mi sueño.

Yo quiero que todos mis hijos sean de una sola mujer, no permitiría que uno fuera de una madre y otro de otra madre, eso es horrible, estoy educado para ser un caballero, un verdadero hombre; Zoé, en verdad lo siento, pero no creo que tu padre se arrepienta, así que hazte a la idea, que tú te vas a quedar a mi lado, toda tu vida, así que intentemos hacer un buen matrimonio y mínimo si no logras amarme, aprende a entenderme, a sobrellevar esta situación.

La verdad no quisiera tener que estar abusando de ti, más me gustaría que te entregaras por voluntad, pero si tú quieres estar en una lucha constante conmigo, entonces así lo vamos hacer, porque ya te lo dije, tú vas hacer la madre de mis hijos, vamos estar juntos hasta que la muerte nos separe o convence a tu padre, pero hazlo antes de que salgas embarazada; Zoé, esta vez ya lo hicimos dos veces y realmente me hiciste llegar más de una vez, todo quedo dentro de ti, si ya estas embarazada será tu mala suerte, pero si no tienes hasta que te baje la regla, porque una vez que tu regla pase volverás hacer mía, pero esta vez no solo serán dos veces, si no más y voy hablar con mi tía, para que me diga cuáles son tus días de ovulación.

Lín termino dándole un beso rápido en la boca y después solo la soltó, se fue al closet a cambiarse; pero sus palabras Zoé las tomo mal, no era lo que ella esperaba, realmente tu vida estaba dada a ese hombre, que solo la intimidaba, que la trataba de una manera tan vulgar, algo a lo que ella no estaba acostumbrada y eso le dolía; pero pro más que lo pensó sabía muy bien que su padre no iba a cambiar de opinión y eso significaba que ella se iba a tener que quedar ahí, al lado de ese hombre que solo la quería usar para que tuviera sus hijo y eso le dolía.

Lín tardo solo 15 minutos en cambiarse, cuando salió del closet mira a Zoé con su celular en la mano como queriendo marcar, pero a la vez se podía ver insegura de marcar, en ese momento le dice.

• Zoé, será mejor que no le digas nada a mi madre de lo que te dije, suficiente trabajo va a ser, hacerla entender de que yo solo hice lo que tenía que hacer por la familia; tu, debes de entender que no tuve más opción, tu padre me hizo jurar que cumpliría con mi palabra, si yo no cumplía entraríamos en guerra, no podía dejar que lastimaran a nadie de mi familia y aparte tu padre rescato a mi hermana, todo a cambio de un nieto.

Yo no tuve más opción, antes que nada, estaba mi palabra, pero sobre todo la vida de mi familia, no espero que lo entiendas, mucho menos pido tu perdón, hice lo que hice, porque así tenía que ser; Zoé, no tienes que hablar con tu padre en este momento, espera a que tu regla se haga presente, porque si ya estas embarazada no tendré sentido que convenzas a tu padre, tendrás que quedarte a mi lado.

Zoé estaba sorprendida con lo que le dijo, no podía creer que su padre lo hubiera obligado con algo tan bajo, era imposible, su padre no era ese hombre que le describía, era un buen hombre; ella lo ignoro y desesperada tomo su celular, le marco a su padre, en cuanto lo escucho sin saludarlo, empezó a preguntarle sobre lo que Lin le acababa de decir, quería saber la verdad, saber si lo que Lín le había dicho era la verdad, le hizo todas las preguntas que se le ocurrió.

Ella muy dentro de su corazón esperaba que fuera mentiras, su padre no podía ser tan cruel, no podía a ver mencionado la guerra, mucho menos jugar con la vida de Lía, era imposible; pero su padre le dijo que era cierto y que ella tenía que darle ese nieto, si no quería ver morir a la que ahora era su familia política o a toda la gente que ella quería y había dejado en su casa.

Zoé no pudo decirle nada, solo dejo caer el celular al suelo, sus lágrimas empezaron a salir, aterrorizada de que su padre fuera ese hombre tan cruel, cundo siempre fue un hombre que la consintió, que la cuido como si fuera una princesa, que le dio todo; ella empezó a ver todo negro, empezó a escuchar un zumbido a lo lejos, sintió que su cuerpo se quedaba sin fuerza y cuando menos pensó perdió el conocimiento.

Lín la miro pálida y de un momento a otro la mira cerrar sus ojos, sus piernas se empezaron a doblar, tuvo que apresurarse a sostenerla para que no se callera al suelo, rápido la recostó en la cama, le hablaba con desesperación, se empezó a sentir ansioso, asustado por ella; él no se esperaba eso y rápidamente tomo su celular le marco a su madre para que fuera a su habitación a checar a Zoé.

Apenas había cortado la llamada cuando entraron a la habitación, Sahara y Carla, las dos empezaron a revisar a Zoé; Nil tambien llego a la habitación, se quedó parado a lado de su hijo, hasta que por fin Zoé abrió los ojos.

Sahara le pido que se quedara recostada, le empezó a decir que tenía la presión baja, que tenía que tratar de estar tranquila porque a su edad eso no era bueno, empezó a preguntar qué había pasado para que se alterara de esa manera; Lín no quería que su madre se enterara de la discusión que tuvieron, de lo que había pasado, puso una enorme sonrisa y con una voz sínica dijo.

• Madre, tal vez sea porque ella está embarazada, ¿será que pronto seré papá?

Zoé al escuchar lo que Lín decía, solo hizo que su corazón latiera con fuerza, que se llenara de ansiedad, sobre todo al ver el rostro de Sahara, era como si le estuviera diciendo “si tienes razón hijo” eso solo la lleno de tristeza, de dolor, porque aún no estaba preparada para tener un hijo, aun no lo quería.