Bajo El Velo Del Destino

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Después de hablar, los chicos volvieron al aula para continuar sus clases.

— Sergei, mi padre me ha dicho que tío Pavel tiene dos novios— mencionó con emoción la joven alfa.

— Padre me lo dijo.— sacando sus libros.

— ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Estás de acuerdo con que tu padre se vuelva a casar?

— Me siento bien, padre merece darse otra oportunidad para ser feliz y que lo amen correctamente.

— Tienes razón, tío Pavel merece darse otra oportunidad en el amor. Pero tú también debes ser feliz, también debes darle una oportunidad a tus nuevos padres.

— Ya deja de hablar y concéntrate en la clase.

La conversación fue interrumpida, cuando el profesor pidió hacer grupos para completar un taller. Haim sonriente se acercó al puesto del joven alfa y Liorán se acercó al puesto de Aitana

— Hottie, trabajemos juntos.

— De acuerdo, siéntate a mi lado.

El niño puso sus pertenencias en la mesa y se sentó al lado del alfa.

— En este taller hay algunos puntos que saldrán en el examen, así que debes prestar atención y memorizar las preguntas y respuestas.— comentó Haim mientras leía el taller.

— Así lo haré, me prepararé bien para los exámenes.

Pasado el tiempo, la clase terminó, por lo que todos entregaron sus talleres y salieron del aula.

— Príncipe, iré a la biblioteca a buscar algunos libros para repasar el tema de hoy— comentó Liorán a Haim que aún seguía sentado al lado de Sergei.

— De acuerdo, no olvides ir a comer.

El niño asintió para irse de allí siendo seguido por Aitana.

— Hottie, cuando tenga la oportunidad me presentaré adecuadamente ante tus padres. Quiero hacerles saber que eres importante para mí.

— Está bien, cuando haya oportunidad te presentaré a mi familia. También eres un amigo muy importante para mí.

—  Sergei, ¿Tienes a alguien que te guste?

— No, no me interesa tener un interés amoroso. Mi propósito es terminar mis estudios y regresar al continente para defender mi reino.

— ¿Qué opinas de mí?

— Eres un niño muy dulce, amable, paciente, educado y un gran amigo.

— Entiendo….“ No debo apresurar nada, debo ser un poco más paciente”— pensaba mientras observaba al alfa.

Aitana regresó al aula viendo al niño observar a su primo con amor.

— príncipe, ¿Estabas confesando tu amor?

— Aitana, deja de ser imprudente, si por tus palabras vuelven a haber rumores le diré a mi tío.

— No he dicho nada malo, solo hice una pregunta.

— No me estaba confesando, solo le decía al joven duque que me presentaré formalmente ante su familia para tener una amistad duradera. ¿Cierto, Hottie?— recostando su cabeza en el brazo de este

— Es cierto.— respondió apartando al niño para levantarse de su puesto.

— Hottie, vamos a comer, tengo hambre.— sosteniendo la mano del chico.

Sergei, sintiéndose un poco extraño e incómodo, apartó la mano del niño.

—  Haim, ya debes empezar a comportarte. No es adecuado que te acerques de esta forma.

— Me sé comportar, tú y la princesa son testigos de que no me acerco a nadie más. Tampoco le tomo la mano a nadie más que a ti y Liorán.

— Sergei, eso es verdad, el príncipe solo toma tu mano y en ocasiones la mano de Liorán.— agregó Aitana.

— No volverá a ocurrir, joven duque. No es mi intención incomodarte.— viendo  al joven un poco molesto.

— N-No es eso, yo…..

— Los dejo para que charlen, iré a buscar a Liorán.— dijo para salir del aula.

Aitana solo veía la extraña actitud de Sergei, nunca antes había rechazado el contacto con el niño.

— ¿Qué te sucedió?  ¿Por qué te molestó que tomara tu mano?

— No es nada— respondió para seguir guardando sus cosas.

— ¿Te gusta la forma en que te trata el niño? 

— No, no me gusta, no es el comportamiento adecuado para un niño. 

— ¿Sientes algo por él?

— Es mi amigo, le tengo aprecio por eso.

— Está bien, vamos a comer para luego ir a terminar la investigación.

Haim un poco desconcertado por la actitud del joven alfa, se dirigió a la biblioteca a buscar a su hijo.

— Padre, creí que había ido a comer con el joven duque.

— Estaba algo extraño, así que preferí alejarme, ¿Has encontrado los libros?

— Solo me falta uno.— respondió mientras buscaba en los estantes

— Te ayudo a buscarlo para que vayamos a comer.

Los niños se dispusieron a buscar el libro que les faltaba. Después de encontrarlo, salieron de la biblioteca para ir al comedor.

— Hoy no comerás dulces, Liorán— quitando los dulces de la bandeja del niño 

— Padre, solo uno 

— No, ayer comiste muchos, si sigues así puedes enfermar.

— Está bien, padre.

Con la comida en sus bandejas, los niños fueron a sentarse en las mesas que estaban al aire libre. 

— Niños, ¿podemos comer junto a ustedes?— preguntó Aitana en compañía de Sergei

— Claro que sí, pueden sentarse— respondió Haim para seguir su conversación con Liorán.

Los jóvenes se sentaron escuchando la pequeña conversación de los niños sobre el trabajo de investigación que debían hacer.

— ¿Necesitan ayuda en la tarea?

— No, ya tenemos todo casi listo.— respondió Liorán a Aitana

Los niños seguían conversando entre ellos y de vez en cuando con Aitana. Sergei solo observaba a Haim notando su expresión seria y voz firme, esa dulzura que le demostraba no estaba por ningún lado y no lo había llamado Hottie.

— Gracias por su compañía, nosotros debemos retirarnos ya.— dijo Haim levantándose de la mesa.

— Gracias a ustedes por permitirnos acompañarlos.— respondió Aitana con una sonrisa

Los niños se retiraron del lugar para ir a su habitación, mientras que Sergei quedó un poco incómodo porque su amiguito no se había despedido igual que siempre.

— ¿Ahora qué te sucede?

— Nada, es solo que el príncipe está extraño.

— No está extraño, le dijiste que debía comportarse y no acercarse a ti de la forma en que lo hace. Además lo hiciste sentir mal al apartarlo de la forma en que lo hiciste.

— Ya no hablemos de eso, mejor vamos a terminar la investigación.— respondió mientras pensaba en por qué había apartado al niño en el aula.

— De acuerdo, vamos a terminar eso.