Mis Concubinos

Cuándo salí del trance, me levanté lo más rápido posible y traté de llegar a la puerta, pero antes de poder gritar o abrir la puerta, una mano cubrió mi boca y me tomaron de las manos.

???: No lo haré daño, sólo debe mantenerse quieta y en silencio.

Asentí con la cabeza y aquél hombre me soltó, era un hombre que tenía cubierto el rostro, venía con una capucha larga negra, toda su ropa era negra, lo único que tenía color eran sus ojos, eran azules, sus ojos eran hermosos, sólo pude ver sus ojos, unos ojos que tal vez nunca olvidaría, había algo en ellos que me parecía hipnótico, ¿quién era?.

???: Por favor, escucheme, no le haré nada, lo prometo.

Victoria: ¿Q-quién eres tú?, ¿qué haces aquí?.

Pregunté casi en forma de susurro, estoy muy nerviosa.

???: Soy un asesino, su majestad.

De nuevo el miedo comenzó a invadirme, ¡Un asesino!, ¿cómo se supone que voy a confiar en un asesino?. De nuevo intenté abrir la puerta, pero él volvió a detenerme.

???: Por favor escuche la historia completa

No tenía otra opción, si no lo escuchó de todas maneras no me dejará salir, me dirigí a la cama y me senté en la orilla, estaba nerviosa por lo cual evite hacer contacto con él.

Victoria: Bien... Te escucho.

Aún de pie aquél hombre tomó aire y continuó.

???: Yo fui quién la hirió la última vez.

¡¿QUÉ?!, ¿viene a terminar el trabajo?, mi cuerpo comenzo a temblar y las lágrimas regresaron.

Victoria: ¿V-vienes a terminar el trabajo?.

Aquél hombre se arrodilló frente a mí y tomó una de mis manos entré la suyas.

???: ¡No!, no he venido a hacerle daño, vengo a aclarar las cosas, la última vez... Resultó herida por accidente, yo... Le juró que mi intención no era hacerle daño. Dijo y pude ver sus ojos llenos de lágrimas.

¿Cómo es posible?, este hombre es un asesino, y está aquí, pidiendo perdón y llorando.

Victoria: ¿Por qué lo hiciste?.

???: Existen muchos rebeldes en el impero, ellos quieren acabar con el emperador, ese día el ataque era contra el emperador, nunca tuvimos la intención de dañarla, sin embargo...

Victoria: ¿Por qué acabaron las cosas así?.

???: Ese día mientras nos enfrentamos a la guardia real ví a un hombre que venía vestido como nosotros, sin embargo, no era uno de nosotros, él intentaba atacarla por la espalda, intenté detenerlo, pero cuando estaba llegando a usted aquél hombre la empujó... En ese momento mi daga se clavó en su hombro... Lo siento mucho, de verdad lo lamento, yo... nunca quise herirla.

Es un verdadero problema que no pueda recordar nada, ¿cómo saber si el dice la verdad?.

Victoria: ¿Por qué lo confesaste?.

???: Quería saber que estaba bien, también quería ponerme a sus órdenes, seré su fiel sirviente. Dijo y aún arrodillado agachó la cabeza en señal de respeto.

Victoria: ¿Por qué debería creerte?, ¿debería confiar en ti?.

Él levantó la cabeza y me miró directamente a los ojos.

???: No necesita hacerlo ahora, con el tiempo le demostrare que puede confiar en mí.

Victoria: No puedo confiar en alguien el cual no sé ni su nombre y desconozco su rostro.

Él parecía pensar en algo, después de unos instantes añadió.

???: Ya veo... si usted lo desea.

Y así quitó la máscara que cubría su rostro, primero se hicieron visibles unos gruesos labios rosas, después su nariz delgada y pequeña, sus bellos ojos azules, unas cejas y pestañas de color rojo, y por último su cabello también rojo un poco despeinado. Tengo que decirlo, esté hombre es muy impresionante, pero sigue siendo un asesino.

Max: Mi nombre es Max, podemos ahorrarnos el apellido, no me gusta, ¿ahora puede confiar un poco más en mí?.

Victoria: ¿Por qué haces esto?.

Max: Usted es una excelente emperatriz, se a dedicado a ayudar al pueblo, y eso se agradece, es por eso que estoy dispuesto a ayudarla.

¿Podré confiar en él?, ¿no será un espía?, tendré que averiguarlo después.

Victoria: Dime ¿quién te mandó a atacar el palacio?.

Max: Eso no lo sé, nos pagaron por hacerlo pero lo hicieron de manera limpia, no dejaron rastro cómo para saber quién lo hizó.

Victoria: ¿Por qué aceptaste atacar el palacio?.

La cara de Max se distorsiono y dudo por un momento.

Max: Había ciertos rumores...

Victoria: Habla claro por favor.

Max: Se decía que el emperador quería destituirla y poner a una de sus amantes en su lugar, no iba a permitir que eso pasará, lo más seguro era matar al emperador, usted recibiría el apoyo de todos y podría seguir en su lugar.

¿El emperador quería destituir a Victoria?, ¿es por eso que quiere arreglar las cosas entre nosotros?, ¿teme que lo maten si me quita mi puesto?, vaya realmente no me imaginaba algo así.

Victoria: Ya veo...

Max: Le prometo que voy a protegerla su majestad, no cometere el mismo error dos veces.

Victoria: Bien... Muy bien.

Después de mi plática con Max no pude volver a dormir.

Adela: Su majestad se ve cansada ¿quiere seguir durmiendo?.

Victoria: No es necesario, no puedo dormir de todos modos.

Desayuné y con ayuda de las chicas me arreglé como normalmente lo hago, aunque está vez las chicas tuvieron que usar un poco más de maquillaje para cubrir las ojeras. Planeaba seguir trabajando pero me informaron que tenía que ir al Palacio principal.

De caminó al Palacio me encontré con una pareja, aquel hombre... Parece que lo he visto antes...

Berta: Son el barón Grafton y su esposa, son los padres de la concubina Amalia, su majestad.

Así que eso era, al estar mas cerca ambos me saludaron con respeto.

"Saludos a su majestad la emperatriz". La mujer me veía tranquila, pero el hombre me mostró una sonrisa burlona.

Barón Grafton: ¿Viene a ser testigo su majestad?.

Victoria: ¿Qué?.

Barón Grafton: Parece que no lo sabe, hoy el médico confirmará el embarazo de mi hija y su majestad.

¿De verdad esté hombre cree que su hija está embarazada?, por favor.

Victoria: Oh, siendo así esperaré ansiosa por los resultados.

Seguí mi camino dejando a esas personas atrás, veremos que pasa.

En el palacio me guiaron hasta una habitación que era donde se encontraba Amalia, también estaba Nicolás, el doctor que me atendió aquella vez, y otras personas que creo son personal del palacio.

Nicolás: Ya están todos, por favor doctor, proceda con el chequeo.

Amalia se puso nerviosa ante las palabras de Nicolás, por otra parte los padres de Amalia sonreían con orgullo, estaban muy confiados. ¿De verdad tengo que ser testigo de esto?, auque es una forma peculiar de comprobar un embarazo, pareciera que le están checando el pulso, ¿de verdad se podrá comprobar un embarazo de esa manera?, el doctor continuó checando a Amalia, al final guardó sus instrumentos, y nos miró a Nicolás y a mí respectivamente.

Nicolás: ¿Y bien doctor?.

Barón Grafton: ¿Mi hija está embarazada?.

El médico suspiró y añadió.