No todo puede ser color de rosa, ¿O si?
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¿No Quieres Vengarte?
Al despertar, ambas mujeres tenían una jaqueca horrible. Maria por haber bebido de más, y Laura por haber llorado toda la noche a causa de la amante de su esposo.
Ambas salieron del lugar y vieron a Octavio, junto a Joshua, quienes habían ordenado servicio a la habitación.
—Buenos días –saludó Octavio, seguido de un asentimiento por parte de Joshua hacia ambas mujeres–. El desayuno está listo, solo las estábamos esperando –informó, las amigas se miraron entre si, y con agotamiento mental asintieron, sentándose junto a ambos para poder desayunar los cuatro juntos–.
—Oye, de nuevo quiero disculparme contigo por las cosas feas que dije sobre tu hija anoche –volvió a disculparse Laura, se encontraba muy arrepentida de sus acciones, porque ella bien sabía que él no era el culpable de nada. Pues no importa que tan bien crie uno a un hijo, lo que resulte no tiene nada que ver con la crianza, y tenía el claro ejemplo, su esposo; David. Quien había sido criado hermosamente, bajo perfectos valores y respetos, pero resultó ser un bastardo infiel, convirtiéndose en una completa deshonra para ella. Pues aunque los demás no lo sabían, tarde o temprano se enterarían de esto, pues ella ya había tenido suficiente de ese tipo–.
—Está bien, no te preocupes –respondió Octavio, tratando de quitarle importancia a la discusión que tuvieron ambos la noche anterior–.
—¿Cosas feas...? –cuestionó María, mirando a Laura con el ceño fruncido–. ¿De qué estás hablando? ¿Qué hiciste, Laura?
Laura se tensó, pues no quería que su amiga supiera que ella perdió los estribos anoche y dijo cosas que no debía. Pues bien sabía que esa discusión no le correspondía, es sólo que estaba tan harta de las mocosas amantes, que creen que pueden venir aquí y meterse en matrimonios, destruyendo familias. Pero también sabía que en una relación de dos, un tercero entra porque uno le permitió entrar, y ahí estaba su inseguridad, su propio sufrimiento a causa de las infidelidades de su marido. El dolor que tanto había callado, salía a la luz de vez en cuando, igual que la noche anterior, cuando discutió con Octavio.
Joshua notó la incomodidad de la dama, por lo que se aclaró la garganta, causando que María desvíe su atención hacia él.
—No fue nada importante, creo que anoche los cuatro hemos bebido de más, debido a las circunstancias recientes. Lo bueno es que ya todos estamos bien, ¿No les parece?
—Claro... Sí, tiene razón. Lamento haber bebido tanto ayer –se disculpó Maria–. La verdad es que no tengo apetito ahora mismo, así que será mejor que nos vayamos, ¿Verdad, Laura?
—Si, si... Estoy de acuerdo –respondió su amiga, poniéndose de pie–.
—Gracias por habernos cuidado anoche, pero ya debemos irnos. Fue un placer, pero de verdad espero no volver a verlos nunca.
Sin nada más que decir, ambas mujeres abandonaron el hotel. Laura llevó a María directamente a la panadería, una vez que estuvo allí, fue a su trabajo. Laura era maestra, y como los padres de David estaban en su casa, prefirió ir a trabajar, ya que lo que menos quería era regresar a ese maldito lugar.
Ambas mujeres sabían que debían tener todo preparado, con las pruebas era fácil, el problema era comprar una nueva casa sin llamar la atención, ya que de lo contrario, sus malditos esposos se encargarían de quitarles todo nuevamente.
Para María era más complicado, pues ella tenía un hijo con Lucas. Y bien sabía que el esposo de Victoria, Alexander, era un abogado de primera, y como todo un maldito infiel traidor, apoyaría a su amigo.
Mientras Laura estaba en el trabajo, una de sus colegas le pidió si podía suplantarla en la sección kinder, en donde había bebés y niños hasta cuatro años. Ella asintió, claro, mientras más tiempo pasara en el trabajo, era mucho mejor.
Estando allí, vió a un hombre conocido, más precisamente el mismo hombre que con el que estuvo la noche anterior en el hotel. El amigo de Octavio; Joshua.
Él estaba meciendo a una pequeña bebé, seguramente no tendría más de dos años. Observó con admiración y ternura cómo la niña se acurrucaba en sus brazos, y como él tarareaba para la pequeña.
Sintió una calidez en el pecho, pues aunque nadie lo sabía, Laura siempre había querido ser madre. Bueno, no siempre, más bien luego de casarse. Pero su esposo no quería tener hijos, entonces le hizo elegir. Por supuesto ella lo eligió a él, renunciando así a la posibilidad de ser madre algún día.
Ese era uno de sus secretos más ocultos, y sin duda era el que más dolor le causaba.
Joshua volteó y se ha sorprendido al verla allí.
—¿Señorita Laura? –la llamó, haciéndola sobresaltar–. ¿Qué hace aquí? ¿Está siguiéndome?
—¡No, Dios, no! –se alteró por unos segundos, hasta que finalmente recuperó la calma–. Soy maestra aquí, pero una colega me pidió supervisar el lugar del kinder, ya que ella tenía algo que hacer.
—Ya veo –él asintió, acariciando el cabellito de su bebé–.
—¿Es su hija? –preguntó ella con curiosidad y él asintió con orgullo–.
—Así es, esta es mí bebé; Cassandra.
—Es preciosa... –le tocó la mejilla regordeta a la bebé–. ¿Su esposa también está aquí? Quiero conocerla.
Su sonrisa se borró levemente.
—No, no tengo esposa. Soy padre soltero.
Mientras tanto, en la panadería, la puerta se abría revelando a Octavio. Ese hombre definitivamente estaba muy mal por todo lo que había ocurrido recientemente. Lo peor es que no podía confrontar a su hija, porque sabía que ella no se arrepentía de nada. Tampoco al esposo de María, porque eso sería un problema para ella. Pero estaba molesto, quería deshacerse de esa horrible sensación de náuseas e incomodidad que sentía desde que supo que su hija era una amante.
Quería venganza y castigo.
—¿Octavio? ¿Qué haces aquí? –preguntó María con horror al verlo entrar en su tienda–.
El hombre se acercó rápidamente a ella y estampó su boca contra la suya, besándola con desesperación y amargura. Un beso cargado de malos sentimientos por parte de ambos.
Al apartarse, él apoyó su frente sobre la de ella, mientras le acariciaba las mejillas.
—María... –murmuró y sus ojos se encontraron. Ella pudo ver la maldad, el odio retenido–. Dime, ¿No quieres vengarte de ese bastardo?
siempre se sale adelante 🫣🫢🤫👋🇵🇦
no te conviene siendo el mejor abogado con todo lo que tu zorra le mando a Victoria tiene las de ganar y tu que eras embarrado