Después de caer inconsciente Valeria, una exitosa cirujana de 34 años, despierta en el cuerpo de una joven noble llamada Mu Wanru, en una distancia ficticia inspirada en la antigua China. Mu Wanru ha sido envenenada por sus hermanastras.
Ahora atrapada en un cuerpo frágil y en una corte plagada de intrigas. Valeria deberá usar su mente moderna y sus conocimientos médicos, su carácter fuerte para sobrevivir. Sin intención de convertirse en la concubina de nadie y menos de un emperador cruel.
Pero un general frío y distante con oscuros secretos, se interpondra en su camino y en su corazón.
¿Qué hará Valeria para poder sobrevivir?
¿ Quién será ese General?
Te invito a leer esta increíble historia, llena de intriga, romance y pasión.
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la boda
El día llegó con la seguridad de un cielo despejado y el canto suave de las grullas sobrevolando la casa de la familia Xie. Era un augurio favorable, los empleados susurraba con entusiasmo, el cielo bendecida la unión del general Liangchen y la doctora celestial Wanru.
Desde muy temprano la abuela Mu tenía a todos levantados, Wanru estaba rodeada de mujeres, su cabello negro, largo fue peinado en un elaborado moño decorado con peinetas doradas flores de perla, vestía un qipao nupcial rojo brillante, bordado con hilos dorados ,cada puntada narrada un deseo de probidad y longevidad eterna.
Zhao Liu la concubina del ministro Mu, contemplaba a Wanru el vestido qué le regalo, le quedaba perfecto
--- Estas hermosa Wanru, --- dijo Zaho Liu
--- gracias, --- respondió Wanru
--- mi nieta, eres tan bella, mi niña, recuerda siempre tendrás mi apoyo en todo, --- dijo la matriarca de la familia Mu
--- gracias abuela, --- dijo Wanru, haciendo una reverencia hacia las dos mujeres que en estos meses le han dado mucho cariño.
Wanru miró a Zaho Liu, ---- cuida bien ese bebé, ---
Los ojos de Zaho Liu se iluminaron con alegría, hacia poco tiempo se había enterado de su embarazo, la matriarca Mu la cuida personalmente, no permite que nadie que sea cercano a Su Rong, se acerque a la concubina.
El sonido de los tambores y gongs anunciaron la llegada de la procesión nupcial, un cortejo de músicos y sirvientes vestidos en tonos escarlata y dorado descendian desde la residencia del novio. Al frente marchaba Liangchen vestido con la túnica ceremonial tradicional de seda roja, una banda carmesí cruzaba su torso.
Montado sobre su cabello blanco con riendas rojas, Liangchen descendió en la puerta de la residencia Mu, a su lado un anciano maestro de rituales anunció la llegada del novio.
Las puertas se abrieron y el corazón de Liangchen dio un vuelco.
wanru entraba al salón sostenida por su doncella, su rostro oculto por un velo rojo de seda con bordado dorado, Liangchen se acercó con respeto. Se colocaron frente a los mayores de la familia Mu, el ministro Mu, su esposa, la matriarca Mu y la concubina.
El maestro de rituales comenzó...
Una reverencia al cielo y la tierra
Una reverencia a los padres y ancianos
Una reverencia entre los novios
Una vez cumplida la ceremonia en la residencia Mu, Liangchen ayudó a Wanru a subir en la sedán nupcial, una caja de madera tallada decorada con cintas rojas, campanas doradas y flores de melocotón.
La procesión se puso en marcha.
Avanzaron lentamente por las calles, hasta llegar a la residencia Xie, avanzaron por los patios hasta llegar al salón ancestral, donde los antepasados eran honrados. La sala estaba decorada con grandes rollos de caligrafía qué deseaban armonía, felicidad conyugal y bendiciones celestiales.
Velas rojas ardían en candelabros de oro y la fragancia del incienso llenaba el aire.Todo parecía suspendido en un instante sagrado.
Wanru fue ayudada por Liangchen todo el camino sostuvo su mano con respeto, caminaron bajo la noveda carmesí, un gran arco cubierto de flores de durazno y listones rojos, símbolo de unión eterna.
Ante el altar de los antepasados, se postearon tres veces.
La señora Xie sentada en una silla y el abuelo xie, los observaban con felicidad, el maestro de ceremonia comenzó...
Una reverencia al cielo y la tierra
Una reverencia a los padres y ancestros
Una reverencia entre los novios
Cada inclinación era solemne cargada de significado y respeto, cuando se incorporaron, los músicos tocaron una melodía festiva mientras los sirvientes encendían más faroles a lo largo del camino.
--- Wanru, hija desde hoy, eres parte de nuestra familia, se fuerte, se noble, se feliz, --- dijo la señora Xie
Wanru asintió con respeto, sintiendo por primera vez en años el calor de un nuevo hogar verdadero.
Desde los ritos, el banquete nupcial fue servido en el salón, cientos de invitados se reunieron en mesas circulares decoradas con centros florales y platos exquisitos. El vino de flores de ciruela era se servía en copas de porcelana fina y cada brindis era respondido con risas,música y buena fortuna.
Wanru esperaba en la habitación nupcial, la cama estaba cubierta por una colcha roja con monedas, dátiles y semillas de loto, augurio de descendencia numerosa.
Liangchen llego a la alcoba nupcial, quito el velo de Wanru y junto fueron a la mesa donde hicieron la ceremonia del té, él no dejaba de verla se veía hermosa.
una vez finalizada la ceremonia del té.
--- Wanru, si tú quieres podemos esperar, yo no te obligaré a nada,--- dijo Liangchen
El corazón de Wanru latió con rapidez, cada día se enamoraba más de él, --- yo... yo...,--- el rostro rojo de Wanru.
Liangchen sostenía su mano con delicadeza guiándola al centro de la habitación, el aire olía a jazmín y algo más profundo, deseo, respeto, amor.
Wanru temblaba no de miedo sino de emoción, sus ojos brillaban con una mezcla de timidez y expectativa, el rubor aun pintando su rostro. Liangchen la miró como si fuera lo más precioso que había visto en su vida.
--- Estas hermosa, --- susurro acercándose hasta que sus cuerpos apenas se rozaban.
Con manos cuidadosas comenzó a desatar su vestido, sin apuro ,como si cada parte de ella merecía su adoración. Su mirada no se despegaba de la de ella, cómo si nesecitara asegurarse de que estaba bien en cada paso,Ella asintió con un gesto tenue sus labios entreabiertos por la emoción.
--- quiero que esta noche la recuerdes con dulzura, --- dijo Liangchen terminando de quitar el vestido de Wanru dejando su cuerpo al descubierto.
Cuando el vestido cayó al suelo, Wanru se cubrió instintivamente pero Liangchen tomó sus manos con ternura.
--- No tienes que esconderte eres perfecta, --- le susurró dejando un beso en su cuello
Él también se despojó de su ropa, sin prisas, dejándose ver con vulnerabilidad, no había espacio para máscaras entre ellos,solo piel, alma, verdad.
La recostó con cuidado sobre la cama, rodeándola con su cuerpo sin presionarla, simplemente envolviéndola con su calor. Sus besos descendían con lentitud desde su frente, por su cuello, hasta su clavícula, Wanru respondió con con suspiros entrecortados, sus manos buscando su espalda, acercándolo más.
Sus cuerpos se fueron entrelazando como si ya se conocieran desde siempre, moviéndose al ritmo del corazón compartido,Liangchen se tomó su tiempo, leyéndola, escuchando cada respiración, cada leve gemido, asegurándose de que cada caricia la hiciera sentirse amada.
Ese momento de entrega, no fue un acto físico, fue una danza de entrega mutua, pacto silencioso de amor sellado entre jadeos suaves, miradas profundas y promesas sin palabras.
Cuando terminó y ella reposaba en su pecho, aún con las mejillas encendidas y una sonrisa suave, Liangchen le acarició el cabello.--- gracias por elegirme, esta noche y todas las que vendrán serán tuyas, jamás tendré una concubina, ---
Wanru lo abrazo con fuerza, sintiendo que en sus brazos, el mundo era exactamente como debía ser.