Por Siempre Tuya

Dos semanas que han pasado muy rápido, dos semanas en la que ha pasado de todo un poco. Sigo con las sesiones de terapia de Emma, salidas con Christian que cada día hace hasta lo imposible por distraerme de los mil y un problemas que hemos tenido desde la muerte de papá.

Hace unos días mientras disfrutaba de una rica cena recibimos una llamada que nos dejó totalmente desconcertados y sin saber que hacer, uno de nuestros Resort fue allanado ya que habían recibido una llamada diciendo que se practicaba la prostitucion por lo que ahora gracias a eso hemos estado bajo averiguaciones sumándole la gran cantidad de dinero que mi hermano a tenido que movilizar para que nuestros abogados puedan hacer hasta lo imposible para que nos saquen de todo esto.

Mi madre se ha ido a casa de los abuelos, ya que al enterarse ha estado muy estresada así que fue lo mejor.

Estoy saliendo del hospital para ir por Emma y llevarla a hacer algunos ejercicios que ayudarán con la fase final de las terapias. Ahora no solo tengo a Max sino también a Evans el jefe de seguridad de Christian ya que para el es mucho mejor que este cuidándome.

Al llegar a casa de Christian ya está Emma esperándome afuera, al ver el auto se le dibuja una gran sonrisa por lo que que sube al auto y cuando me ve me da un gran abrazo como saludo le sonrio.

Llegamos al Soccer Field que se encuentra en Hudson River Park, al verlo puedo ver su cara iluminada es como si hubiese visto lo más hermoso de su vida. Bajamos del auto y se dirije con gran entusiasmo, cuando ya estamos en el campo se emociona mucho más al ver un balón de fútbol.

Así que no perdemos más tiempo y comenzamos a calentar, hacemos los estiramientos correspondientes. Le pido que hagamos unas cuantas vueltas al campo así tanto su cuerpo como su pierna podrán tomar calor e ir acostumbrándose de nuevo así para el día que vuelva con los entrenamientos y por supuesto a jugar este mucho mejor en forma.

-¿Como te sientes? - le pregunto cuando hemos terminado de dar las vueltas.

-Bien! Aunque debo decir que siento una leve molestia en la pierna.

-Ya poco a poco se irá pasando, ya lo peor ha pasado. - ella asiente y puedo ver como se hace la fuerte.

- ¿Que te parece, si aprovechamos el balón y prácticas un poco?

-¿Segura? - pregunta con total asombro.

-Claro. Es más ¿que tal si pruebas pateando a la portería y yo trato de detenerl el balón?. - le digo y asiente rápidamente.

Estuvimos así por más de media hora, logré detener varias veces el balón, así que terminamos jugando un buen rato nos divertimos tanto que no nos dimos cuenta de que la hora habia pasado muy rápido. Hasta que oímos un silbido, al voltearnos vimos a lo lejos a Christian quien sonreía muchísimo, creo que le divertía vernos así aparte de que parecíamos locas riéndonos y empujando una a la otra.

Así que caminamos hasta llegar a el quien se reía por aquella situación es que de verdad no estábamos en nuestras mejores condiciones.

Y de verdad que daba pena, estaba toda sudada y mi cabello obviamente estaba algo alborotado asi que antes de llegar a él lo recogí lo más que pude. Mientras más me acercaba a él más sonreía y si que me encanta esa sonrisa es que este hombre es perfecto.

- Hola. - me dice y abre sus brazos.

-Hola, oh no estoy sudada. - niego varias veces con la cabeza mientras el coloca los ojos en blanco.

- Se que estas sudada pero no me importa, así que ven. - dice nuevamente abriendo los brazos.

-Esta bien. - acepto de mala gana.

-Así esta mejor. - dice y no puedo evitar sonreír.

De verdad que estas dos últimas semanas me ha sorprendido su manera de ser no es para nada aquel hombre que vi cuando casi me atropella. Es definitivamente lo contrario y me alegra el que a pesar de tener pocas semanas juntos, estemos llevando bien la relación.. Es como si nos conociéramos de hace muchos años ya que tenemos una conexión increíble y lo mejor de todo es que sabemos llevar las cosas con calma sin siquiera perturbar al otro es como si estuviéramos hecho el uno para el otro. Y es cuando me doy cuenta que quizás esto era lo que estaba esperando por tanto tiempo.

-Oye por cierto te gustaría ir a un partido de baloncesto? - pregunta de la nada.

-¿Un partido?. - le pregunto algo confundida no pensé que era fanático del baloncesto.

-Si bueno, un buen amigo me dio unas entradas y pues alguien me dijo por ahí que te gustaba. - sonríe y le devuelvo la sonrisa.

-Si claro que me gustaría. - el parece sentirse aliviado ante mí respuesta por lo que me abraza más a él y nos subimos al auto.

Emma va en mi auto con mis guardaespaldas mientras yo voy con Christian en el suyo, vamos hablando de lo que cada uno ha hecho durante el día.

-¿Quieres que te espere o prefieres descansar un poco antes de ir al partido?. - me dice apenas llegamos a mi casa.

- ¿Y porque mejor no tomas un baño conmigo?. - no se como logré decirlo pero desde aquella primera vez que lo hicimos no habíamos vuelto a tener intimidad.

El comienza a toser y yo me avergüenzo al instante, creo que fui muy directa o quizás estoy acelerando las cosas y por eso bajo la mirada.

-Hey no te avergüences. - me levanta el rostro.- ¿entonces nos duchamos juntos?.

Ya dentro de la casa lo guio hasta mi habitación, el se sorprende por la gran vista que tiene.

-¿Vienes?. - le pregunto haciéndole una seña del baño por lo que se acerca sonriendo.

Ya en el baño, me coloco de espalda a el y comienzo a quitarme la ropa poco a poco siento como el roza mi piel con sus dedos tan delicadamente que me erizo. El me voltea quedando cara a cara nos miramos fijamente, me coloca una mano en el cuello y comenzamos a besarnos, no se porque con el tengo esa sensación de paz y tranquilidad.

Me dejó llevar por el momento abre la llave de la ducha, el agua cae sobre nuestros cuerpos relajandonos por completo.

Me besa el cuello mientras yo me aferro lo mas que puedo a su cuerpo y siento miles de sensaciones que antes no sentía.

Así que no supe en qué momento llegamos a mi cama.

-Eres perfecta. - dice y vuelve a torturarme de la mejor manera.

-Eso ya lo sabia--digo de manera pícara mientras el ríe

-Que chica más traviesa.- dice sentándose y acelerando las estocadas.

-No creo que más que tu. - le digo y lo beso lo necesito y mucho.

Así que no aguantamos mas y juntos gritando nuestros nombres llegamos al orgasmo. Nuestras respiraciones están agitadas yo aun sentada encima de él siento como su pecho sube y baja rápidamente.

-Eres fantástica. - dice mordiendo mi oreja por lo que sonrio y le doy un beso en los labios, para luego levantarnos y así arreglarnos para ir al partido.