Isabella, una chica que creció entre la pobreza después de perder a su mamá una noche, viviendo entre las sirvientas conoce a Alessandro un hombre poderoso y peligroso que le enseñará el arte del amor.
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celos #2
Ahora entiendo por qué Alessandro tomó la decisión de casarse de la noche a la mañana; tú eres una mujer realmente hermosa, comentó Alex, esbozando una cálida sonrisa.
Isabella, mientras tanto, sonreía de manera sutil, algo desconcertada por las palabras de Alex y el delicado beso que él le había dado en la mano.
Así es, Alessandro e Isabella forman una pareja encantadora, afirmó Amalia con una sonrisa, justo en el instante en que la música comenzó a sonar en el recinto. Las parejas comenzaron a levantarse para dirigirse a la pista de baile y disfrutar de la melodía, que era suave y lenta.
¿Te gustaría bailar esta pieza conmigo? preguntó Alex, extendiendo su mano hacia Isabella con una cálida sonrisa.
Sin embargo, en ese instante, Alessandro se acercó, colocando una mano firmemente en la cintura de Isabella, como un gesto posesivo que hacía evidente su presencia. Isabella sintió un escalofrío recorrer su cuerpo ante el toque inesperado.
Eso tendrá que esperar para otra ocasión. Primero, mi esposa y yo bailaremos esta pieza, afirmó Alessandro, mientras tomaba la mano de Isabella con una firmeza suave y la guiaba hacia la pista de baile. Su tono de voz, aunque tranquilo, dejó claro que estaba decidido a mantener su control sobre la situación y ella.
Todos los ojos estaban puestos en ella.
Alessandro la abrazó con fuerza, atrayéndola hacia su cuerpo, y se perdió en la profundidad de sus ojos.
Dante y Amalia observaban con una sonrisa en los labios cómo se movían al compás de la música. La forma en que sus cuerpos se entrelazaban y se acercaban delineaba una conexión especial entre ellos, una atracción palpable que no pasaba desapercibida para los demás. Todos los que estaban allí, rodeándolos, podían percibir la química que emanaba de su danza, como si una energía invisible los uniera irremediablemente.
No sabía que bailabas tan bien.!_ dijo Alessandro al oído de Isabella.
Mi abue Inés, me enseñó a hacerlo, además que me encantaba mirar a los padres de Renata bailar.!_ dijo Isabella nerviosa por el toque de Alessandro a su cuerpo.
Pues te enseño muy bien.!_ cuando la canción acabo ambos caminaron asta Amalia.
Isabella observó a su alrededor y, de repente, sintió cómo la ansiedad comenzaba a apoderarse de ella al distinguir a Renata entre la multitud. Su corazón comenzó a latir con más fuerza.
—Buenas noches, Isabella. Espero que estés disfrutando de la noche. Esta fiesta es en honor a ustedes —comentó Dante mientras la miraba con una sonrisa amable.
—Muchas gracias, realmente todo es muy bonito. No era necesario hacer algo así —respondió Isabella, mirando a Dante, y es que recordó lo que decía la carta que había encontrado en su habitación, donde decía que Dante era el culpable de la muerte de su madre, y un dolor se clavo en su pecho llenandola asco por toda esa familia.
En ese momento, Alessandro interrumpió la conversación.
—Los dejo un momento —dijo con una ligera inclinación de cabeza, alejándose de ellos.
Isabella, desconcertada, notó que Alessandro se dirigía en la misma dirección que Renata, lo que la hizo sentir aún más insegura y sobrecogida, como si todas sus dudas se agolparan en su mente.
Me disculpan iré un momento al baño.!_ dijo Isabella mientras Amalia sonreía pues era evidente que Isabella no era una mujer como cualquiera otra por su forma de expresarse.
Isabella camino asta donde estaba Alessandro y Renata en un pasillo alejado donde estaban ellos solos.
En ese momento, Isabella sintió que su decepción hacia Alessandro alcanzaba su punto máximo. Comprendió que el beso que habían compartido no significaba lo mismo para él, que había sido una simple farsa. Mientras ella trataba de procesar lo que había sucedido, lo vio en un abrazo apasionado con Renata, besándola con desesperación y recorriendo su cuerpo con sus manos.
De repente, Alessandro la vio. Isabella estaba allí, en la entrada del pasillo, y al mirarla, un vacío profundo se formó en su pecho. Sin pensarlo, se soltó de Renata, quien sonreía, ajena a la tormenta emocional que se desencadenaba en Alessandro.
—¡Isabella! —exclamó Alessandro, apresurándose hacia ella, pero ella ya comenzaba a alejarse, sus ojos brillando con lágrimas contenidas. Renata aún sonreía, sin darse cuenta del dolor que envolvía a Isabella.
Caminar rápidamente resultaba una misión imposible para Isabella, ya que sus zapatos tenían unos tacones excesivamente altos y su vestido estaba tan ajustado que le restringía el movimiento.
Debido a esto, Alessandro decidió tomarla del brazo con suavidad para detenerla y poder ofrecerle una explicación.
¿Acaso no me escuchaste todas las veces que mencioné tu nombre?, preguntó Alessandro, notoriamente agitado, mientras mantenía su mirada fija en los ojos de Isabella, que estaban repletos de lágrimas y lo miraban con una mezcla de enojo y desdén.
Lo que pasó.!_ dijo Alessandro mientras Isabella lo interrumpió enseguida.
Lo que pasó no me interesa, ahora ya me quiero ir._ dijo Isabella llena de enojo y mirando a Alessandro con desdén.
solo espero Alessandro sea un verdadero hombre y se haga responsable
y que den una vez aclare todo con la renacuajo esa
por otro lado Isabella tienes que ser más fuerte deja de lamentarte de que el este con otra y no te mire a ti que si lo hace pero se hace el pendejo por Dios date tu lugar y que seas la esposa no necesariamente debes estar encerrada comí dices tú te gustaba atender a las personas busca empleo en el hospital no necesariamente debes estar en casa
por que si caía ahorita ante el ya te jodiste
ALEZZANDRO.....🤭