Atracción De Polos Opuestos

-¿yo... yo? Yo no, yo no estoy celosa -- logró decir con dificultad.

- Que bueno, no podrías sentir celos de mi madre, ¿o si?-- ella negó con rapidez.

- Jamás, ella es tu mamá, aunque no lo sabía, me disculpo por eso, es que se ve demasiado joven-- yo sonreí.

- Entonces, eso quiere decir que estás aceptando que sentiste celos, o me equivoco -- ella dio media vuelta e intentó huir, pero la tomé del brazo-- ¿por qué quieres irte? Quiero escuchar de tus labios lo que sientes -- ella luchó con su timidez y me miró directo a los ojos.

- Sí, sentí celos, ¿por qué? No sé, no sé que me está pasando, me dijiste que tenías que solucionar algo, y luego te veo tomado de la mano de una mujer, que ahora resulta ser tu madre, ¡Dios que vergüenza!-- mi pobre chica estaba teniendo un colapso, la jale de la mano, ella chocó con mi pecho y allí la abracé.

- No sé que me estás haciendo, pero algo en mi, cambió cuando te conocí, justamente estaba con mi mamá, hablando de ti, recibiendo sus consejos, y cada vez que te veo, reafirmó más la necesidad que tengo de estar contigo, es loco, así como yo, te conocí hace un par de días, y quiero que estés a mi lado-- ella levantó su cabeza y me miró, luego se empinó y nos besamos.

Nos abrazamos un poco más, y caminamos por los alrededores, apreciando la noche y el silencio que se iba formado, por qué la noche había llegado, ya las calles estaban quedando vacías, tomé de la mano a Mercy y la llevé al parqueadero, nos subimos a mi auto y comencé a conducir.

- no te pregunté que hacías por esta zona-- Indague.

- Fui a llevarle dinero a mis padres, ellos viven cerca-- respondió.

- ¿vives sola?-- ella asintió.

- Hace unos años me salí de la casa de mis padres, necesitaba construir mi propia vida, solo me dedicaba a estudiar y a cuidar de ellos, así que tomé la decisión de forjar mi futuro--

- ¿y tus padres?-- pregunté.

- Ellos son los mejores padres que pude tener, pero me frenaban mucho en mis decisiones, por eso opté por irme, pero no los dejé desamparados, yo le pago a una señora para hacerse cargo de la casa, hacerles de comer y mantener todo en orden, y por medio del seguro médico, les pago una enfermera, ya son personas mayores, y yo los visito regularmente-- me contó.

- ¿y no te cuesta estar lejos de ellos?-- ella negó.

- Los amo, pero fue lo mejor que pude hacer, todos mis estudios los hice desde casa, y estaba prácticamente 24 horas al servicio de ellos, no podía salir a ningún lado, mi mamá me tuvo a sus 52 años-- me sorprendió mucho, ¿cómo alguien tan mayor pudo quedar embarazada?-- ¿Increíble verdad?-- yo asentí-- y mi papá tenía 58, ahora mi mamá tiene 80 y mi papá 86--

- ¿y como solventaban los gastos si no podías salir a trabajar?--

- mis padres están pensionados, vivíamos de eso-- respondió.

- Lo positivo es que gracias a eso, pudiste estudiar, y eres bastante buena en lo que haces-- ella asintió.

- Si, realmente nunca me he quejado de eso, pero si sentí que no pude hacer mi vida a mi manera, pero nunca es tarde, este año que pasó, me he dedicado a hacer lo que me apasiona y ahora te conocí y quiero ver qué pasará -- yo tomé su mano mientras conducia, sin darme cuenta, llevaba un rato en la carretera sin un rumbo.

- ¿a dónde vamos?-- ella sonrió.

- puedes dejarme por acá, tomaré un taxi de regreso a casa-- dijo y yo negué.

- por supuesto que no, ya es muy tarde, te llevaré a tu casa--

- No quiero molestar, ademas-- señaló hacia atrás -- vivo al otro extremo -- sin dudarlo conduje hasta el retorno más cercano y maneje en dirección a la casa donde vive Mercy.

Ella me guío, llegamos a un conjunto muy lindo y pequeño, me señaló cuál era su casa y yo me estacioné en cuanto estuve al frente.

- Listo, ahora quiero verte entrar, me voy a asegurar que llegues sana a tu casa-- noté que se sonrojo un poco.

- Gracias por traerme...-- hizo una breve pausa-- quieres... ¿Quieres entrar y tomar un café conmigo? O un té, pensándolo bien, ya es muy tarde para consumir cafeína --

- Está bien, acepto, pero si tomaré café, me gusta y mi sueño nunca se altera, puedo tomarlo a la hora que quiera-- le respondí.

- Eres privilegiado, después de las 3 de la tarde, yo no puedo ni verlo, me desvelo demasiado cuando lo tomó después de esa hora -- ambos salimos del auto y entramos a su casa, pequeña pero muy organizada y acogedora.

- Tienes una casa linda, me gusta, se siente cálida--

- Gracias, eso quería, que fuera mi lugar seguro, algo lindo, que me brindará la tranquilidad que necesito, aquí nadie perturba mi paz, lo llamo mi santuario-- dijo.

- Pues gracias por invitarme a invadir tu espacio sagrado, ya son dos lugares que he invadido, primero fue el de mi hermano, y ahora el tuyo, gracias por eso-- ella me tomó de la mano e invitó a sentarme en el sofá.

- Eres la primera persona que atraviesa esa puerta, ni mis padres han venido, siempre soy yo quien los visita--

- Gracias por el honor, temo arruinarlo -- ella negó.

- No digas eso, te voy a hablar claramente, también soy una adulta, no necesitas cuidar mi corazón, yo también puedo cuidarme, me veo frágil, pero soy más fuerte de lo que piensas, si tus temores se basan en no querer lastimarme, dejame decirte, que a veces los seres humanos necesitamos sentir estás emociones, permíteme elegir si quiero sufrir o no, no cargues solo con esa responsabilidad -- me sorprendió mucho escucharla hablar así.

- Eres diferente, por eso tengo que cuidar lo que hago-- recalque.

- pues yo te pido que no lo hagas, no me vas a mostrar tu verdadera esencia, vas a cambiar por mi, y no lo voy a aceptar, lo único que te pido, es que apartir del momento en que decidamos tener algo, seas únicamente para mí, tu pasado no me interesa, todos los tenemos, es el presente lo que va a hablar por ti y quizás podamos tener un futuro -- puse mi mano en su cuello y la atraje hacia mi, separé mis labios para atrapar los suyos, ella se dejó llevar y yo feliz de probarla una y otra vez.