La Viuda Y El Mafioso

Capítulo 17

⚠️En este capítulo, tiene contenido erótico, etc. No aptos para personas susceptibles a ellos. Si no crees adecuada la lectura estás en libertad de omitirla.⚠️

Ulana volvía a su casa ignorando que Marco ya había regresado, estaba revisando un sobre enviado por Leyva. La gente en el gobierno les había subido las cuotas, pedía su apoyo para que ella negociara esa parte.

—¿Dónde estabas?—

—Por ahí, según eso tú regresabas en dos días.—

—Según, pero creo que puedo ir y venir en cualquier momento. Esta es mi casa y obviamente quiero estar con mi esposa.—

—Dirás tu socia, porque este matrimonio es solo una transacción.—

—Pero eres mi esposa, ubícate. Ulana yo siempre he estado interesado en ti. Estoy enamorado de ti.—

—Pero yo no, así que deja de intentar acercarte a mi. A ti lo único que te debería importar es que lograste un lugar importante en la organización, que eres cuñado de su líder. Has tu vida y déjame hacer la mía.—

—No es tan fácil, llevas mi apellido y eres mi mujer. Así que como tal debes cumplir, o acaso quieres que le platique a Petrov que solo estuvimos juntos un par de veces, que desde que nos casamos dormimos en habitaciones separadas y por lo tanto quiero divorciarme de ti.—Ulana sabía que tendría problemas con su hermano

—Está bien, me esforzaré pero no voy a ser la mujer sumisa a la que seguramente debes estar acostumbrado, te recuerdo que trabajas para nosotros.—

—No lo olvidó querida, pero debemos comenzar a dormir juntos. Tu hermano preguntará por nuestros hijos, sinceramente en camas separadas no podremos concebir.—

Ulana siempre había querido que Ivan fuera el padre de sus hijos, además ambos se seguían viendo a escondidas, pasaban el mayor tiempo posible juntos. Por otro lado Marco siempre había querido casarse con ella, porque no solo representaba una gran fortuna, también poder.

Mientras tanto Allegra cuidaba de ella y de su hija, el embarazo iba en perfecto estado sería otra niña. Petrov estaba feliz con la llegada de su tercer bebé, ya quería conocerla. Su esposa lo había llenado de alegría, además ella estaba cambiando completamente con él.

—Volviste.—expresó Allegra mientras lo recibía con un cálido abrazo

—Si, ¿cómo está mi pequeña princesa?—pregunto Petrov mientras acariciaba su vientre

—Todo va bien, ayer fui al doctor.—la pequeña Vera cumpliría dos años pronto, era un primor y tenía los ojos del mismo color que los Volkov, verdes esmeralda. Se acercó para abrazar a su papá, era muy apegada a Petrov aunque estaba muy pequeña aún.

—Querida pensé en comprar una casa en Niza, así podremos pasar vacaciones frente al mar. Con nuestras hijas.—

—Me encantaría.—

—Dime algo, ¿estás feliz?—

—Si, tengo a mis hijas y he aprendido a quererte. Siempre has sido un caballero conmigo, sobre todo atento.—

—Haría cualquier cosa por ti, eres lo más importante para mí.—

Allegra lo abrazó con mucha ternura, había dejado todo el pasado atrás. Ahora entendía que ellos eran su familia, sobre todo que tenía un hombre que la amaba. Aunque no dejaba de pensar en su hermana, sabía de ella por medio de las revistas de sociedad. Su sobrino Louis había cumplido dos años, habían hecho una fiesta enorme que había sido un gran acontecimiento. Además se sentía orgullosa de Ornella al verla convertida en toda una mujer de negocios.

—Allegra ¿sigues con nosotros?—

—Perdón querido, ¿que me preguntabas?—

—Te preguntaba sobre mi hijo Andrei, ¿ha venido?—

—Vino hace dos días cambio de maleta y volvió a irse. Me dijo que te avisara que viajaría de nuevo a República Dominicana.—

—De nuevo para allá, Iván.—gritó Petrov, de inmediato Iván se hizo presente

—A sus órdenes señor.—

—Investígame que tanto hace mi hijo en República Dominicana, habla con Leyva y que me tenga al tanto de todo.—

—De inmediato.—respondió Ivan y salió dejando a solas a su jefe con su esposa.

—Petrov, ¿crees que Andrei esté metido en problemas?—

—No tiene porque, pero debo saber los pasos de mi sucesor. Es joven y no quiero descuidarme, sobre todo que vaya a cometer una tontería tan lejos y no pueda ayudarlo.—

—Tal vez Ulana sabe porque viaja tanto a aquel lugar.—

—Tienes razón le llamaré de inmediato.—a Petrov le gustaba tener el control y sobre todo estar al pendiente de los pasos de su hijo.

Pero Andrei estaba teniendo los mejores días de su vida al lado de violeta, disfrutaban de su amor y pasión en punta cana, las cristalinas aguas eran testigo de su romance.

Los besos entre ellos eran apasionados, llenos de fuego y de desenfreno, el jugueteo de sus labios se volvía excitante. Violeta traía su cabello suelto, debajo de su vestido solo estaba su cuerpo desnudo.

Su respiración realmente estaba agitada, en cuanto a Andrei estaba listo para devorarla. Violeta quitó su vestido dejando sus senos totalmente visibles, a Andrei le encantaba lo que veía. No solo era deseo carnal, era unirse a la mujer que lo volvía loco.

Se acercó para acariciar y lamer sus pezones, arrancando los gemidos de su mujer. Andrei deslizó sus labios desde sus senos, recorriendo su abdomen hasta llegar a su parte íntima, probaba una vez más de su indescriptible sabor. Se puso de pie para también lamer y morder la espalda de Violeta, ella estaba realmente extasiada por todas las caricias de Andrei. Violeta lo ayudaba a despojarse de su ropa mientras con sus labios besaba sus pectorales, Andrei le ayudó mientras deslizaba sus manos por su espalda. Violeta fue bajando hasta el miembro de Andrei, donde decidió probar de él para hacerle sentí placer.

Andrei estaba disfrutando de todo ello, Violeta lo estaba haciendo suyo, ya no pudo más así que la llevó contra la pared para seguir lamiendo y recorriendo su espalda, se colocó detrás para frotar su cuerpo con el de ella, mientras besaba su cuello y con su mano Andrei estimulaba su centro. Violeta gemía sin control alguno, estaba preparada para unirse a él y que la embistiera fuertemente.

Sin soltarla caminó con ella hasta llegar al borde de la cama, ahí ella se hincó para que pudiera unirse a ella y embestirla. Andrei lo hacía lento para que ambos disfrutaran del momento, cada entrega entre ellos era verdaderamente única. Antes de que llegaran al clímax Andrei interrumpió la unión, se separó de ella para acostarla sobre la cama para unirse de frente a Violeta, se introdujo en ella mientras la embestía lenta y delicadamente, para así poder besarla, quería permanecer cada día con ella sin testigos y haciéndola su mujer todo el tiempo.

Poco a poco subió la intensidad de las embestidas, la respiración de ambos se aceleraba sin control. Hasta que juntos llegaron al clímax de la pasión, se quedaron así unidos mientras se besaban. Andrei besaba su nariz, sus mejillas y sus labios, pero permaneciendo entre sus piernas un rato considerable. Más tarde se acurrucaron para dormir juntos, un silencio los había invadido a ambos.

Andrei estaba seguro de lo que Violeta le hacía sentir, nada podía separarlos. Quería vivir con ella, quería estar siempre a su lado. Por primera vez estaba enamorado y apasionado.