¡Hey Gorda!... ¿Gorda?

"¿Solo comerás eso?" Preguntó Nan mirando la ensalada y las papas.

"Si, me gusta cuidar mi salud" Ella no sentía necesidad de que Nan supiera que antes era gorda.

De la nada, dos chicos se acercaron a la mesa dónde estaba Seo y Nan.

"¡Nan! ¿por qué no nos dijiste que te habías juntado con ella? estuvimos esperándote afuera en nuestro lugar favorito" Un chico mas alto que Nan se sentó en la mesa con los pies en la silla.

Nan se supo nervioso.

"Oh.. Jack, no... n-no quise irme sin decirte nada" su voz sonaba temblorosa.

Un recuerdo en el que ella era acosada en su antigua escuela, vino a su mente pero no quiso tomarle importancia.

"Entonces supongo que no te importará si tomo tu pastel" Nan negó de una manera rápida.

Seo no los había mirado a la cara.

"N-No quise ofenderte, por favor... " comenzó a embargarle pastel, todos giraron la morada hacía aquellas cuatro personas.

"Basta" mencionó Seo.

"¿Qué dijiste?" se detuvo por un momento.

"Te ha dicho que lo dejes" los miró, todo estaba en silencio.

"¿Y quién eres tú?" Se bajó de la mesa y caminó hacia Seo.

Nan, manchado de pastel, estaba temblando.

"Por personas como tú, es que el mundo no progresa" suspiró.

"¡ja! ¿eres muy ruda, no?" La tomó del cuello de la blusa pero Seo no se inmutó, no podía dejar que otra persona pasara por lo mismo que ella pasó y lo sola que se sintió por no haber sido ayudada por alguien.

"Ay, por Dios." Negó con la cabeza. Apretó con fuerza la mano de Jack, sus dedos se estaban poniendo rojos por qué la sangre no circulaba bien.

Soltó a Seo de la blusa, el jaló su mano hacia atrás poniendo mucha fuerza, Seo lo soltó sin que Jack se diera cuenta que lo iba a hacer, así que cayó al suelo.

¿Quién es ese tal Jack? es muy fastidioso.

"Tú, ¿por qué lo defiendes? eres nueva, ¿cierto?" su amigo lo ayudó a levantarse, su mano estaba un poco hinchada.

"Vaya, no eres tan tonto después de todo. Pero interrumpiste mi almuerzo, ¿qué no te enseñaron que la comida es sagrada?" se volvió a sentar "Tks que groseros." murmuró.

"¿¡Sabes quién es mi padre!?" gritó golpeando la mesa.

Pero Seo lo ignoró y siguió comiendo.

"Nan, he terminado. Vámonos." Le dió una servilleta. "Si lo vuelves a molestar haré que conozcas a mis padres." y le dió una mirada fugaz.

Tomó su mochila y caminó junto a Nan.

Bajaron las escaleras, el timbre sonó y ambos fueron al salón.

"Gracias" La miró.

"Sé que es difícil cuando nadie te ayuda, así que si te vuelven a molestar dime, haré lo que pueda para ayudarte." Revolvió su cabello.

Faltaban solamente dos clases para que salieran.

"Bueno chicos, así concluye la clase. Pueden retirarse a sus casas." Seo comenzó a guardar sus cosas.

"Oye, mi cumpleaños se acerca, ¿quisieras venir?" comentó una chica mirando a Seo.

"No" mencionó sin mirarla.

"¿por qué? " insistió.

"Por qué no" su celular comenzó a sonar. "Oh papá, si en seguida bajo." Taei había ido por ella.