Para Estela no importaba lo que tuviera que hacer para cumplir sus sueños, era capaz de todo, pero no todo saldría como ella pensaba. Tu que serias capaz de sacrificar para cumplir tus metas?
NovelToon tiene autorización de lucy curiel para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Por que no despierta
La espera nos pareció muy larga, Delia ya debería haber despertado y no lo había hecho, los médicos decían que en poco tiempo lo haría, pero nada.
Mientras tanto, el investigador rastreo el número al que mi hermana llamó, parecía que era un número sin registro, no había manera de saber a quién pertenecía, resultaba muy conveniente para el responsable, y no había más pistas que seguir, si solo se supiera por donde había estado, y mientras no despertara ella no podía decir el o los nombres de sus atacantes.
Fernando, por otro lado, había intentado hablar conmigo sin éxito, y decidió darme algo de tiempo para tranquilizarme, pero hasta que no hablara con Delia, no lo haría con él, primero estaba mi hermana, y yo tenía claro que con él no podía llegar a más, él no sabe mi pasado, y seguro no lo entendería, así que tal vez, la vida me daba un empujón para dejarlo. De hecho ya debería haberlo hecho, quisa si no le hubiera dado largas, nada de esto hubiera pasado.
Ana por su parte, había tenido que contratar una persona, ya que no se daba abasto sola, y como había que estar al pendiente de que reaccionara y yo ya no podía seguir faltando a trabajar, así que, mi mamá se quedaba en el hospital.
Yo estaba muy mal, en ratos creía en la inocencia de Fernando, después lo odiaba, para luego extrañarlo, y trataba de convencerme de que era lo mejor no volver a verlo. También estaba preocupada por el estado de mi hermana, y también estaba muy enojada con ella, porque para ser sincera, si me hubiera hecho caso y se hubiera portado mejor, tampoco estaría en esta situación. Decidí hablar con uno de los médicos que atendieron a Delia, quería saber por qué no evolucionaba, así que llegue a su despacho y toque, cuando se me dio el paso, entré y le pregunté acerca de las causas probables de que mi hermana estuviera así, y si creía que podría recuperarse, el doctor, por cierto muy guapo, me explicó que no había una razón física para que siguiera inconsciente, que podía deberse al trauma, o que ella en su mente, estaba negando se a asumir lo que ocurrió, me dijo que también iban a darnos ya la autorización para verla, porque era importante que estimuláramos su mente para hacerla volver en sí, yo me emocione y sin pensarlo, abracé al doctor, y esta recibió muy cálidamente el gesto, de hecho hasta me apretó a él, para que sintiera su cuerpo, y como descuidadamente, bajo sus manos, acariciando mis glúteos, y yo me traté de separar con sorpresa, pero él no me soltó y replegándose más a mí, como para que sintiera la erección que le había provocado, me dijo al oído de manera muy sugestiva, que si yo me portaba bien con él, se encargaría de que tuviera la mejor atención posible, tanto ella como mi mamá. Ni modo, me tocaba otra vez sacrificarme por mi familia, aunque el doctorcito, estaba bastante apetecible.
Quedamos de cenar juntos, cuando saliera de su turno, y después de una rápida cena, me llevó a un hotel, nos besamos y acariciamos como locos, después él me pidió que me desnudara muy lento frente a él, mientras lo hacía, él se sentó en la cama y tocaba su miembro, yo ya estaba exitada, así que me arrodille frente a él y tome su paquete para ponérmelo en la boca, él en un momento se retiró para quitarse la ropa y lo esperé recostada, él se me abalanzó y me penetro de una vez sin contemplación, yo quería desesperadamente sentir lo que sentía con Fernando, saber que no era el único que podía darme semejante placer qué traspase la barrera del cuerpo físico, pero nada que ver, no es que estuviera mal, pero era todo como muy mecánico, sin ternura y sin emoción, puro deseo carnal, además de un sentimiento de vacío, ya no me acordaba que así se sentía con Jesús y con el doctor Camacho, pero en fin, un trato es un trato. Lo hacía por Delia, así que si no sentí, tampoco era para tanto. Me llevó a mi casa y se fue a descansar.
Al otro día fui a trabajar y me esperaba la jefa de personal con cara de pocos amigos, me dijo que ya estaba bien de emergencias personales, y que si volvía a faltar así, me dejaría ir, una forma educada de ponerme de patitas en la calle. Volví a mi rutina laboral y por la tarde pasé al hospital a ver como seguían las cosas, todo igual, no había ningún cambio. Esto me estaba desesperando. Lo peor era ver a mi madre sumida en la depresión, esto le recordaba el accidente donde perdió a Rodrigo, y la ponía muy mal, no sabía que decirle para calmarla cuando yo no podía hacerlo.
La ayuda necesaria llegó de quien menos pensamos, el doctor con el que tuve sexo cumplió su palabra, pero no fue de gran ayuda, los días pasaron y Ana también la visitaba aunque de carrerita, le ponía canciones que le gustaban bajito en el celular y nada parecía cambiar, Fernando estaba muy pendiente, aunque de lejos, y a él se le ocurrió la idea de pedirle por favor a Rubén que la visitara, tal vez eso pudiera ayudarla, no era como que se comprometiera a algo en especial, solo ir, saludarla y pedirle que despertara, solo así, y aunque al principio no quería ni oír hablar de ella, al saber por lo que estaba pasando, se compadecio de todas nosotras, aún no quería vernos, así que solo pidió que lo dejaran entrar solo, y no tener que hablar con nadie más, el abogado ayudó con eso, ya que sabían en que horario estaba mi mamá sola, se presentó y le pidió que lo acompañará por un café, para explicarle como iba el caso y regresar el teléfono de Delia, a lo cual no se opuso, y dejaron el camino libre para que entrara el joven sin problemas, una vez adentro, y muy conmovido por la condición de la mujer que una vez pensó que sería su compañera de vida, le acarició la cabeza, le habló al oído susurrando le que tenía que despertar, porque mucha gente estaba sufriendo por ella, que fuera fuerte, que le esperaba cosas maravillosas por vivir, y finalmente tomó sus manos y le dio un pequeño beso en los labios, que para él era la despedida definitiva. Se le escapó una lagrima y la secó con su mano, alejándose de ahí rápidamente.