Bajo El Rostro De La Violencia~

Ese día, Damon pasó casi todo el tiempo dormido debido al efecto de los medicamentos. Al menos, eso ayudaba a que su cuerpo se recuperara más rápido y sus heridas sanaran con mayor prontitud.

Mientras tanto, Eiran aprovechó su tiempo libre para tomar una ducha y descansar en la habitación que le habían asignado, justo al lado de la de Damon.

—Ahhh... ¡Qué refrescante! —exclamó Eiran al despertar tras haber dormido varias horas.

Apagó la alarma de su teléfono, que había sonado para despertarlo, y se tomó un momento para arreglar su cabello y su ropa antes de salir de la habitación. Caminó hacia la habitación de Damon para revisar su estado.

Al entrar, no lo encontró en la cama, lo que hizo que su instinto de doctor se activara de inmediato. Rápidamente, se dirigió al baño y abrió la puerta de golpe.

¡CLICK!

Eiran se detuvo en seco. Allí estaba Damon, cepillándose los dientes, completamente desnudo y con la vía intravenosa ya retirada de su brazo.

—¡Oh, mierda! —exclamó Eiran espontáneamente, girándose de inmediato para no seguir viendo aquella escena tan impactante que, a pesar suyo, hizo que su corazón latiera con fuerza.

—¿Qué estás haciendo? —gritó Eiran sin atreverse a mirarlo de nuevo.

—Puedes verlo. Tienes ojos —respondió Damon después de enjuagarse la boca, su tono cargado de indiferencia.

—¡Te quitaste la vía y caminaste solo hasta el baño, Damon! —protestó Eiran con evidente irritación.

—Estoy acostumbrado a este tipo de situaciones. ¿O acaso querías ayudarme en el baño? ¿Es eso? —replicó Damon, tomando una toalla y enrollándola alrededor de su cintura con una sonrisa provocadora.

—Hey, ayúdame —pidió Damon al notar que Eiran seguía de espaldas.

—Ya tengo puesta la toalla —agregó, notando que el omega no se giraba.

Eiran finalmente se dio la vuelta, y al ver que Damon ya estaba cubierto, su expresión relajó un poco, aunque mantenía el ceño fruncido.

—Si puedes llegar al baño por tu cuenta, también puedes volver a tu cama solo —dijo Eiran, cruzándose de brazos.

—Un sirviente me ayudó a llegar aquí —admitió Damon con una sinceridad que no parecía típica en él.

Eiran suspiró, resignado, y se acercó para sostenerlo del brazo y ayudarlo a salir del baño.

—Si puedes caminar solo, ¿por qué sigues complicándome la vida? —preguntó Eiran mientras lo guiaba.

—Te pagan para cuidarme. No desperdicies tu sueldo durmiendo todo el día aquí —respondió Damon, su tono cargado del sarcasmo que le era característico.

—¿Siempre eres tan insoportable, Damon? —preguntó Eiran con evidente fastidio.

Damon no respondió, limitándose a sentarse en el borde de la cama con una leve sonrisa.

—Voy a buscar tu ropa —dijo Eiran, levantándose y dirigiéndose al vestidor.

El omega revisó los estantes y sacó una camisa para Damon, murmurando para sí mismo:

—Oh, Dios... Soy médico, no niñero de alfas caprichosos. ¿Qué es esto?

Incluso recogió la ropa interior de Damon, aunque al hacerlo, el recuerdo de la escena en el baño volvió a su mente, haciendo que apretara los labios con frustración.

Regresó rápidamente a la habitación, solo para encontrarse con Aron sentado junto a Damon, riendo mientras intercambiaban bromas. Al notar que Eiran traía la ropa, incluyendo la ropa interior, Aron no pudo contener una carcajada.

—¿De verdad, Eiran? Hasta la ropa interior le traes —comentó Aron entre risas.

Molesto, Eiran lanzó las prendas a la cara de Damon.

—Vístete tú mismo. No tiene nada de gracioso —dijo con irritación mientras buscaba en una caja los medicamentos que debía administrar a Damon.

Como Damon había retirado la vía intravenosa, Eiran tendría que inyectarle los medicamentos directamente.

—¿Tengo que recibir un disparo también para que me cuides, doctor? —bromeó Aron, divertido.

—Te inyectaré formaldehído si quieres —respondió Eiran sin dudar, su tono seco y directo.

Aron soltó una carcajada, mientras Damon, ya abrochándose la camisa, no pudo evitar mostrar una ligera sonrisa al escuchar las réplicas de Eiran.

...

Breve infor: El formaldehído es un compuesto químico incoloro, inflamable y de olor fuerte. Es ampliamente utilizado en la industria como desinfectante, conservante y en la fabricación de resinas y plásticos. También se encuentra en productos domésticos, como pegamentos, pinturas y muebles. En biología, se usa para preservar tejidos en estudios anatómicos o histológicos.

Aunque es útil, el formaldehído puede ser tóxico si se inhala o entra en contacto prolongado con la piel, y se considera un carcinógeno humano a largo plazo según algunas agencias de salud.