Reencarnada En El Cuerpo De Una Chica Miserable

Laura entró en el aula y sus compañeros de repente comenzaron a susurrar y reír al verla. Laura no quería prestarles atención en absoluto. Para qué, ellos tampoco eran importantes para su vida.

Apenas Laura se sentó en su silla, Vania de repente vino y le arrebató su bolso. Lo abrió y sacó todo su contenido. Laura, por supuesto, se levantó de inmediato y tiró de su bolso.

"¿Qué te pasa, llegas y me complicas la vida?"

"Me robaste mi celular, ¿verdad? Devuélvemelo ahora mismo."

"Estás loca, ¿cuándo? Apenas llegué. Parece que tus ojos están ciegos."

"Si no fuiste tú, ¿quién más? Eres una niña traviesa y seguro fuiste tú quien tomó mi celular." Vania empujó a Laura. Laura retrocedió unos pasos, pero afortunadamente no se cayó.

"No seas así, Laura, no avergüences a nuestra clase robando de repente otra vez. Devuélvele el celular a Vania", dijo un amigo en común que de repente se metió en el asunto.

Parece que a sus compañeros de clase les encanta meterse en los asuntos de los demás. Parece que si no se meten, les da comezón o tal vez convulsiones.

Laura sacó todo el contenido de su bolso que Vania no había sacado antes: "Miren si hay un celular, apenas llegué. Pero ustedes ya creen lo que dice Vania. Cuándo me reuní con ella. Ustedes son todos unos desgraciados."

"No te hagas la inocente, Laura, tú tomaste mi celular, solo admítelo antes de que hable con el maestro", Vania volvió a empujar a Laura y también la amenazó.

Laura, que ya había perdido la paciencia, empujó a Vania con fuerza. Vania cayó al suelo y los amigos de Vania vinieron a atacar a Laura. Rápidamente, Laura pudo parar cada golpe y derrotar a sus oponentes.

Cuando alguien la atacó por la espalda, Laura se giró de inmediato y tiró de la mano de la chica. Luego la agarró del cabello y golpeó la cabeza de la chica contra los casilleros que había en su clase. Laura los apartó rápidamente.

Vania se había levantado y sacó una navaja plegable. Sus amigos gritaron al ver eso, algo nuevo que Vania había hecho.

Vania blandió su cuchillo hacia Laura: "Devuélveme mi celular, es caro. Primero destruiste mi celular anterior, y ahora tomas mi nuevo celular. No seas así, Laura."

Con una sola patada, el cuchillo cayó al suelo. Laura retorció la mano de Vania hasta el punto de que Vania no pudo hacer nada. Vania gritó tan fuerte como pudo y se escuchó el sonido de un hueso roto en la mano de Vania.

Sin remordimientos, Laura empujó a Vania y la dejó llorar desconsoladamente. Sus amigos retrocedieron al ver a Laura así. No podían creer que la persona a la que habían intimidado pudiera defenderse y ser tan dura.

Esta escuela no está bien. Laura recogió sus pertenencias que Vania había sacado antes. Se fue del aula, mejor no ir a la escuela que ser insultada de esta manera y acusada de cosas que no hizo.

"¿Laura, a dónde vas?"

"No es asunto tuyo", gritó Laura con enojo.

"Pero soy tu novio, puedes contarme tus problemas. Te ayudaré."

"Ya te dije, nunca he tenido novio y tú no eres nadie para mí, Rayan. Así que nunca digas que eres mi novio."

"Pero en realidad es así."

"No me molestes. Nunca quiero que me molesten y si alguna vez tuvimos una relación, entonces todo debe terminar ahora mismo. Piensa que soy otra persona, no me sigas ni me prohíbas nada."

Laura volvió a caminar rápidamente saliendo de la escuela. Esta escuela no está bien, si la siguen provocando así, Laura podría matar a todas las personas que la han molestado. Laura necesita calmarse primero.

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Laura se estaba calmando en un café, incluso fumó. No sabía por qué después se sentía un poco más tranquila. Tal vez porque desde que era Almira era una fumadora empedernida, pero tenía que deshacerse de ese hábito lo antes posible.

De repente, alguien le quitó su cigarrillo, resultó ser Alma.

"Laura, ¿desde cuándo fumas? No deberías ser así. No deberías hacer lo que dice la gente. Nunca has fumado antes. Vamos, demuéstrales que eres una chica buena, no una chica mala, refuta todas esas acusaciones."

"No te metas", Laura volvió a tomar su cigarrillo y lo fumó.

"Soy tu amiga, Laura, así que tengo derecho a aconsejarte. Deberías mejorar aún más, no al revés."

"Es inútil, no cambiará nada, seguirán intimidándome. Así que no te preocupes por mi vida. No importa cómo sea, no es asunto tuyo."

"Eres diferente ahora, Laura, eres realmente diferente, incluso siento que ya no te reconozco. La Laura que siempre fue mi amiga era una chica alegre, amable y obediente, pero a la que veo ahora realmente no la conozco."

"¿Estás segura de que eres mi amiga?"

"Yo, por supuesto que soy tu amiga, ¿quién más además de mí es tu amiga, Laura? Yo soy la que siempre está a tu lado. Es extraño que ahora me preguntes eso."

"Parece que no necesito explicarte todo, ¿verdad? Cuando me intimidaban, ¿alguna vez me defendiste, Alma? ¿Alguna vez tuviste un poco de simpatía cuando me arrojaban huevos podridos, harina y me insultaban? ¿Estabas allí en ese momento, cuando estaba en problemas? Nunca estuviste allí."

Alma no pudo decir nada más. Bajó la cabeza, de hecho, cuando Laura estaba siendo intimidada por sus amigos, Alma no pudo ayudarla. Alma no quería que su vida se arruinara como la de Laura, que siempre era intimidada, siempre era acosada.

Durante todo este tiempo, Alma solo buscó la seguridad para que su vida fuera tranquila. Alma tampoco quería ser rechazada por sus amigos. Alma no quería ser excluida más adelante.

"Pero todavía te acompaño, ¿verdad, Laura? Si no fuera por mí, ¿quién te acompañaría? Nadie."

"Está bien, para que todo eso no te pese, es mejor que también te alejes de mí, como los demás amigos. También necesito un amigo que siempre esté allí cuando me traten mal. Siempre me aconsejas, me acompañas, pero cuando estoy en problemas nunca estás allí. En lugar de ser una carga para ti, es mejor terminar esta amistad."

Alma, por supuesto, se sorprendió, no esperaba que Laura dijera eso: "¿Estás segura de que quieres estar sola?"

"Sí, siempre he estado sola, incluso enfrentando a esas personas locas sola y hasta este punto soy capaz, ¿verdad? Incluso ahora puedo luchar contra ellos, no quedarme callada como antes, soy capaz de hacerlo sola, Alma."

"No te arrepientas, Laura."

"Nunca me arrepentiré."

Alma con una cara triste se fue de inmediato dejando a Laura. No es sin razón que Laura dijo eso, pero de los recuerdos que surgieron cuando la intimidaron, Alma solo se quedó en silencio y la miró fijamente, como si no tuviera ni un poco de simpatía por ella.

En realidad, Laura quería saber si Alma realmente quería ser su amiga o si había algo que estaba escondiendo o si tenía algo que ver con este acoso.