EL AMOR LLEGA DESPACIO

Max se acercó a la cama y despertó a Julia.

Ya es hora hay que bajar a desayunar para irnos al aeropuerto.

Ella se levantó y entró en la ducha, se vistió y ambos salieron, fueron al restaurante y después al aeropuerto, Máx se encargaba de todo, ella se sentaba a esperar que él le avisará que estuviera todo listo, por fin subieron al avión, esta vez Julia no buscó otro lugar se quedó ahí, justo al lado de Máx, aún le dolía un poco la cabeza por el golpe que le dio el borracho.

No se cambió de lugar, pero tampoco pronunció palabra alguna, durante el desayuno, ni en el taxi y tampoco en el avión, estaba muy extraña, parecía como si no estuviera ahi, como si estuviera lejos en otro lugar, se quedo dormida se sentía muy desilucionada, pues en la boda cuándo el abuelo les dio los sobres jamás imagino que serían un verdadero infierno, ella pensaba que serían los días más felices de su vida, más sin embargo ya venía de regreso igual o peor que cuando se fue, pero eso sí aún seguia siendo tan virgen como el día en que la bautizaron.

Máx al darse cuenta de que se había quedado dormida, tomo su mano con la suya y entrelazo sus dedos y así fue el resto del viaje, cuándo ella se despertó y se dio cuenta de que estaban tomados de la mano de inmediato separó su mano de la de el y se volteó hacia la ventanilla.

Dieron la indicación de tomar aciento y alistar sus cinturones, pues el avión comenzariá a aterrizar, Julia cerró los ojos, pues pensaba como sería su vida de ahora en adelante al lado de Máx, pues ella lo amaba, pero no estaba dispuesta a pasar por alto lo que pasó en la noche de bodas.

Máx estaba más confundido que ella, por lo sucedido en el viaje, cuando ella se encerró en lugar de divertirse, incluso en la disco no aceptó bailar con nadie, ni las galanterias, al contrario eso le causo que la maltrataran y después cuando no se quiso quedar sola y le pidió que la acompañara, el hecho de dormir abrazados, pero justo ahora rechazó su mano, eso era lo que lo confundía aún más.

El avión por fin aterrizó, ya les estaba esperando el coche del abuelo para llevarlos a su nuevo Penthouse, al entrar Julia no se sorprendió tanto pues era igual al antiguo departamento de Máx solo que más grande.

Tenía despacho, sala de juntas, sala de visitas, cocina, un comedor muy grande, gimnasio, alberca y una palapa con amacas y sillas de playa para tomar el sol, cine en casa, cuarto de juegos, bar, lavandería, cinco recamaras y dos más para los sirvientes, un patio y un jardín, solo que sin flores y una mesa de jardín, era muy grande y muy bonita.

Al llegar los recibió Lili era una señora de mediana edad como entre 45 y 50 años, ella sólo trabajaba de 7 a 11 de la mañana, pues solo haría el desayuno y asearia las habitaciones el resto del día lo tenía libre, Julia tendría que encargarse del resto.

Máx entró al despacho y llamó a Lili para darle instrucciones.

Lili de hoy en adelante solo vendrás de 7 a 11 de la mañana, solamente te encargarás de mi desayuno y mis cosas, mi ropa, mi cuarto, la señora se hará cargo de lo suyo y solo harás desayuno yo comeré fuera ¿Entendido?

Si señor, bueno coloca mis cosas en la habitación principal y a ella le das la tercera por favor no la quiero tan cerca de mí.

Si señor.

Ok ya puedes retirarte.

Lili salió del despacho y le dijo.

Señora, la llevaré a su habitación, pasaron la primer puerta, después la segunda y en la tercera le dijo.

Aquí es, por favor entre, esta es su habitación.

Gracias Lili.

Compermiso señora.

Lili y nada de esto a mi abuelo entiendes o de lo contrario tendrás que buscar otro empleo.

No se preocupe señor yo no le diré nada a nadie.

Máx volvio al despacho y Lili se fue a la cocina, pues ya estaba preparada para recibir al nuevo matrimonio lo que no sabía era que de matrimonio no tenían nada, cada quien por su lado y lo más raro que no le serviría a ella, solo a él cómo si ella no tuviera los mismos derechos en esa casa.

¡Bueno!

Lili salió de sus pensamientos y cuando estuvo todo listo le informó a Máx que la comida estaba lista.

Ahora voy no le avises a la señora viene muy cansada y lo más probable es que esté dormida, déjala que descanse y después que coma ella.

Si señor como usted diga.

Tengo que tomar distancia desde ahora o no voy a poder controlarme, entre menos la vea mejor.

Máx comió solo y se retiró nuevamente al despacho y después de un rato al ver que era muy tarde Julia salió de su recámara y fue a la cocina y preguntó a Lili por la comida.

Si señora ya está de hecho el señor ya comió, pero dijo que no la molestara, pero si ya quiere comer le caliento y le sirvo.

¡No! No te preocupes, no tengo tanta hambre únicamente comeré algo de cereal gracias.

Señora será mejor que sea sincera con usted, no quiero perder mi trabajo y el señor me dijo que sólo lo asistire a él, que usted se hará cargo de sus propias cosas, comida ropa y todo lo demás y solo trabajaré de 7 a 11 de la mañana y solo haré su desayuno, pues el comerá fuera de casa y regresará muy noche así que tampoco cenara aquí.

No te preocupes Lili, as lo que te ha ordenado el señor por mí no hay ningún problema.

Gracias, señora.

Esto sera más difícil de lo que pensé, bueno pues ni tanto estaré sola todo el día, are de cuenta que sigo soltera solo que ahora viviré sola.

Señora el señor quiere que vaya a su despacho.

Esta bien Lili ahora voy gracias ,

Con permiso señora.

Toc , toc ,

Pasa.

¿Me mandaste llamar?

¡Si! Pasa y toma aciento.

Gracias así estoy bien.

¡Bueno! Como quieras, el tema es el siguiente, de ahora en adelante cada quien se ara cargo de sus cosas, sólo si viene mi abuelo o tu familia seremos el matrimonio perfecto, en reuniones de la empresa o familiares iremos juntos, pero fuera de eso cada quien por su lado, espero no tener ningún problema contigo.

Me parece perfecto yo tampoco espero nada. Así sera mejor tu tu vida y yo la mía, si eso era todo entonces me retiro, con su permiso señor.

Máx se sintió mal por las palabras de Julia, como que ella su vida y yo la mía, si se referia a su vida amorosa está loca.

Julia entró a su habitación y lloro al recordar las palabras de Máx, claro si lo hizo en lo que se suponia que sería nuestra noche de bodas, que puedo esperar ahora.

Pues que haga lo que quiera de hoy en adelante trataré de pensar que el no existe, pensaré que dormí y que tuve un mal sueño, un sueño que se convirtió en pesadilla de esas que uno olvida con el tiempo.

Máx mando a colocar unas cámaras de vigilancia en la entrada de la casa para viigilar a Julia, si salía con quien salía, a que hora salía, a que hora llegaba, quien la visitaba, pero jamás hubo actividad, ella no salía y cuando lo hacia el que la seguía le informaba todo y ella sólo salía para visitar a su padre y a su hermano.

Así comenzó su vida de casados, el se levantaba temprano se duchaba, desayunaba y se iba a la oficina, comía y cenaba en restaurante y llegaba directo a dormir .

Ella se levantaba cuando el ya se había marchado, siempre vestía ropa ligera un mini short de licra y un top o andaba en traje de baño según la actividad del día, desayunaba, entraba al cine miraba películas, otros días se ponía traje de baño y nadaba en la alberca y tomaba el sol, compró algunas plantas y comenzó a habilitar el jardín con rosales y otras plantas todas las que pudieran dar flores hermosas que alegraran su vida, por las mañanas entraba al gimnasio, preparaba su comida y comía en la cocina o en el jardon en ocaciones en la sala de cine, lavaba su ropa, en fin jamás se aburría, pero le faltaba algo y no sabía que era eso que le hacía falta.

Beep , beep , Haló.

¡Julia! Hola hija como estas?

Bien abuelo gracias ¿Y usted cómo está? Que milagro que llame ¿A que se debe la sorpresa?

Sólo para avisarte que está noche iré a visitarlos y cenaré con ustedes, te aviso para que no hagan otros planes.

Muy bien, será un placer recibirlo, le prepararé una cena deliciosa.

Muy bien hija ahí pasaré a las siete, hasta luego hija.

Aquí lo esperamos abuelo.

Haber, haber, veamos que hay por aquí, muy bien ya sé que cenaremos hoy.

Señor.

Si, dígame Rita.

Tene una llamada de su casa.

Pácemela por favo.

En seguida señor.

¿Lili que sucede?

No soy Lili.

Silencio...

¡Ah! Perdón que se te ofrece Julia.

Sólo llamo para avisarle que llamó su abuelo, para informar que vendrá hoy a cenar a las siete, para que esté presente.

¿Y que cenaremos?

No se preocupe yo ya me encargué de todo.

Muy bien ahí estaré gracias por avisar.

De nada.

Llevaré ...

Ti, ti, ti, llamada finalizada.

Julia colgó antes que terminará de decir que llevaría el postre.

Derek ya son las seis, ya me voy

¿Y eso? ¿Hoy no iremos al restaurante?

¡Nó! Hoy irá mi abuelo a cenar a la casa y tengo que estar ahí así que nos vemos mañana, te encargo que cheques bien esos documentos porque no podemos perder esa firma y yo ya me cansé de darle vueltas y no encuentro una solución que nos convenga a ambas empresas.

Muy bien hasta mañana que te diviertas hermano.

Si como sea.

Julia pensó que Máx llegaría a las siete, igual que el abuelo así que cómo aún estaba terminando la comida y todo lo demás, ella había nadado en la alberca durante la tarde, así que andaba en traje de baño bikini, sostén y una blusa transparente encima. Ya tenía todo listo para bañarse y vestirse poco antes de la llegada de estos.

Máx llegó temprano, pero ella no se dio cuenta, la casa olía delicioso ya se había olvidado que su esposa era una excelente cocinera, entró a su habitación y se quitó el saco y la camisa se puso una playera azul cielo y salió, pero al pasar por la cocina observó a Julia y se quedó ahí como tonto mirándola con ese traje de baño que no escondía nada, toda la vista era perfecta, sonó una alarma que saco a Máx de sus pensamientos, era la alarma que puso Julia para ir a arreglarse, cuando volteó y vio a Máx ahí parado, salió a toda prisa para evitar que la mirara sin saber que él ya tenía algo de rato deleitándose las pupilas con su toda ella.

Se puso un vestido de vuelo, a la rodilla color rojo y unas sandalias negras se maquilló un poco y salió, Máx estaba sentado él la sala esperando la llegada del abuelo mientras leía el periódico, Julia se sentó en otro sillón tomó un libro y también se puso a leer, sin darse cuenta que de vez en cuando unos ojos azules la miraban, por fin se dieron las siete y llegó el abuelo.