El Mafioso Y Hanna

Hanna.

Estoy en la casa porque Luciano está en la empresa, y como estoy aburrida he decidido empezar a hacer mis diseños de moda. He creado una línea de ropa muy elegante y sensual...

No tengo tienda física, pero, ya hace meses, empecé a vender mi ropa en línea, lo que empezó como algo para no aburrirme. Se ha convertido en un mini negocio.

Luciano está muy ocupado, metido en las empresas, y casi no lo veo, bueno solo en la noche y qué noches son ja, ja, ja...

Todo ha estado de maravilla, solo hay algo que me preocupa, hemos salido a cenar, a pasear y siempre siento que hay alguien que nos sigue. Que nos observa, tal vez sean ideas mías, ojalá...

Estoy en un restaurante con Luciano, estamos conversando y él me toma de las manos, y me dice las ganas que tenía de compartir conmigo y de salir ...

Yo le digo, que lo entiendo y que no se preocupe por eso.

Qué igual de noche siempre recuperamos el tiempo perdido...

Me levanto al baño y veo a dos hombres, que me llaman mucho la atención, uno es guapo y elegante, pero mayor, el otro es más joven y es guapísimo, alto cabello castaño, casi rubio y un cuerpo de Dios griego…

Y me llaman la atención, porque esta es la tercera vez que los veo, es una extraña coincidencia.

Voy al baño, me retoco el maquillaje y salgo de nuevo a la mesa con mi amado...

Amor te extrañé, me dice haciendo pucheros, y se ve divino, lo quiero tanto.

Salimos del restaurante tomado de la mano, y veo como los hombres que vi salen detrás de nosotros...

Nos montamos en el auto y nos dirigimos a casa y podría jurar que nos estaba siguiendo. Pero luego de un rato no los vi más...

Creo que estoy paranoica, llegamos a la mansión y mi nos dirigimos a la habitación y pasamos toda la noche haciendo el amor de manera desenfrenada y loca, debo admitir que me he vuelto insaciable y adicta a Luciano...

Quedamos dormidos, uno arriba del otro y así amanecemos abrazados y felices, creo que nadie es más feliz que yo...

Al despertar ya tengo el desayuno listo, Luciano se encarga de hacérmelo el mismo, y luego comemos dándonos la comida en la boca, quien nos ve dice que ese no es Luciano.

Ya que él no es de ese tipo de hombre, que demuestra lo que siente, es que dicen que no tiene corazón, pero yo sé que si tiene es enorme y totalmente mío...

Ya Luciano se fue, estoy revisando mi correo y no lo puedo creer, alguien ha comprado todos los modelos más exclusivos de mi trabajo, es mucho dinero.

Estoy muy contenta por como me está yendo, si bien es cierto que no me falta nada, no tengo necesidad de trabajar, también es cierto que me gusta lo que hago, y no me gusta vivir dependiendo de otros...

Voy a la empresa a visitar a Luciano, y al entrar a su oficina veo a una mujer muy plástica hablando con mi amor, los celos crecen en mí y pregunto:

Hanna: Que está pasando aquí.

Lo digo por qué la tipa casi que está encima de Luciano.

Hola mi vida viniste, dice Luciano nervioso, si vine a darte una sorpresa, pero la sorprendida soy yo...

La tipa me ve de arriba a abajo y con una sonrisa de burla dice hola querida, yo soy una vieja amiguita de Luciano, me llamo Carola Lombardi, inmediatamente se me revuelve todo, ya que Luciano me contó de ella...

Veo a Luciano y digo; Así que Carola he un placer conocerte querida, estoy emocionada por eso, nótese el sarcasmo en mis palabras, bueno querido, ya me voy dice la zorra besando en la mejilla a Luciano, pero antes de irse le dice y acuérdate lo que hablamos, no hales demasiado la cuerda, dice eso y se va, dejándome hecha una furia.

Pero a pesar de todo eso no voy a molestarme con Luciano por esa perra, no.

Miro a Luciano y está pensativo, le pregunto qué pasa, te descompuso tu amiguita.

Se acerca a mí y me dice ¿celosa?..

Qué, Pues claro que no y de esa jamás.

Se ríe descaradamente...

Salimos a almorzar y hablamos de cosas triviales y se me olvida a qué había venido a visitarlo...