La Mafia Turca.

Mehmet miraba con mala cara a Kadir.

Mehmet: Ahora vas a gastar mi dinero en helado.

Kadir: Por favor, deja esa amargura que tanto te aqueja, tu hija te espera en casa feliz con unas galletas, así que disfruta del momento.

Mehmet: Bien, pero quiero el mío de chocolate.

Kadir: Listo ya nos echamos al jefe en el bolsillo, ¿De que sabor quieres el tuyo?

Dijo mirando a la parte de atrás para ver a Yasemin.

Yasemin: Quiero el mío de chocolate con galletas.

Kadir: Listo, voy a bajar por los helados ya vengo.

Kadir bajo del auto dejando solos a Mehmet y Yasemin.

Yasemin: Parece que ustedes 2 se tienen mucha confianza.

Mehmet: Porque así es, lo conozco desde hace muchos años es mi amigo, casi como mi hermano.

Cuando te vayas a dormir, me avisas para hacerte las curas, las voy a hacer yo mismo durante estos 2 días después que me vaya vas a tener que hacerlo tú misma.

Yo te voy a enseñar.

Yasemin: Lo agradezco mucho Mehmet, gracias.

Después de un rato Kadir llego con los helados y después volvió a parar en la farmacia para comprar los medicamentos de Yasemin, se fueron a casa en la cual fue bienvenida con mucho cariño por sus niñas.

Asya: Que bueno que estes bien hermana, ¿te dolió mucho la visita con el doctor?

Yasemin: No mi amor, fueron muy amables conmigo, el médico me dio un helado por portarme bien.

Dijo mientras miraba a los 2 hombres que estaban juntos en la puerta, con una sonrisa pícara en sus rostros.

Comieron las galletas que las niñas habían hecho, luego cenaron y las niñas no se querían separar de Yasemin hasta que se quedaron dormidas, luego de acomodarlas en sus camas bajo y toco la puerta del despacho a lo que Mehmet le dio el pase.

Yasemin: Ya las niñas están dormidas y ya tengo el pijama puesto para lo de la cura.

Ella tenia una bata puesta y con ayuda de su otra mano se descubrió esa parte, Mehmet con cuidado hizo la cura y dejo todo listo para que ella se fuera a la cama, pero no podía evitar ver la silueta de los senos de Yasemin que, aunque no tenían gran tamaño tampoco eran pequeños, los invitaban a ser tocados y nuevamente se tuvo que controlar.

Después de la cura ella se fue, dejando a Mehmet con un amigo bastante despierto y listo para una acción que no iba a tener.

Mehmet: Un año a pasado desde que no estoy con ninguna mujer y he visto muchas mujeres durante este tiempo porque justo tiene que ser Yasemin.

Se decía así mismo.

No le quedo de otra que subir a su habitación y en el baño autocomplacerse pensando en los labios, las nalgas y los senos de Yasemin, cuando termino y su cuerpo llego al clímax salió de la ducha se puso su pijama y se metió a la cama.

Pensando en nada más que Yasemin y que sabe que es solo físico porque amor no puede sentir tan pronto, el deseo y placer son los que se hacen presentes.

De tanto pensar se quedó dormido, otro día comenzó y hoy iba a ser duro pues mañana viajaba por 5 días a otro país y quería que todo estuviera como debía.

Después de un baño y ponerse un traje a la medida color azul marino el cual resaltaba el azul de sus ojos, bajo las escaleras y ya Ayse y Asya estaban en el comedor sentadas, miro a su alrededor y no vio a Yasemin.

Mehmet: Buenos días niñas, ¿cómo amanecieron?

Asya: Buenos días Mehmet, estamos muy bien.

Mehmet: ¿Mi amor dormiste bien?

Dijo mirando a su pequeña.

Con lenguaje de señas le dijo que durmió bien y que tenía mucha hambre, también le dijo que como había pasado la noche.

Por la mente de Mehmet paso parte de lo que paso anoche y se puso algo rojo, en eso bajo Yasemin junto a las niñas.

Asya: Hermana, Mehmet esta un poco rojo, tal vez tenga fiebre.

Yasemin: Si, estas un poco rojo, ¿te sientes bien?

Mehmet: Sí, no se preocupen, yo dormí bien y estoy hambriento.

Todos se sentaron en la mesa y Esma apareció con el desayuno.

Yasemin: Sabe ayer cuando terminamos de comer, nosotras mismas recogimos nuestros platos, quiero que Asya sea una persona que pueda resolver su vida aun si no estoy a su lado, Ayse nos siguió la corriente y llevo su plato, le cuento esto porque no quiero que piense que vamos a abusar de su hija.

Mehmet: Todo lo que le quieras enseñar a mi hija que le sea útil para mi estará bien, por otro lado, me gustaría que siguieras manteniendo informado de cosas como estas.

Yasemin: No se preocupe, ¿mañana a que hora es su viaje? Es para tener a la niña lista para despedirse de usted.

Mehmet: A las 10 de la mañana voy saliendo de aquí.

Yasemin: Bien.

Mehmet: ¿Dormiste bien?

Yasemin: Un poco de dolor, pero los calmantes ayudan mucho.

Mehmet: Que bueno.

Los 4 comieron en tranquilidad, después de ello Mehmet se fue a su trabajo y ella junto con las niñas jugaron y Yasemin les estaba enseñando las letras, números, en fin, lo básico.

Para que vayan aprendiendo algo y no solo se trate de jugar todo el día, Mehmet apareció para el almuerzo y luego se volvió a ir para su oficina al llegar la noche cenaron y Yasemin ayudo a las niñas a bañarse y vestirse para dormir y luego ella fue al despacho de Mehmet para la cura de esa noche.

Así fue como toco la puerta y recibió el pase para entrar.

Yasemin: Quiero intentar hacerlo sola, ya que te vas a ir mañana, pero quiero que me guíes para saber si lo hago bien.

Mehmet: Esta bien, yo te guío.

Después de hacer su cura ella volvió a su habitación y Mehmet a la suya, pero esta noche fue un poco más tranquila que la anterior, a la mañana siguiente estaba preparando su maleta para irse a su viaje, en el que espera dejar la mafia en manos de su hermano menor.

Desayuno con las 3 y luego paso tiempo con ellas hasta que se hizo la hora de irse, le dio un beso a ambas niñas y un adiós con la mano a Yasemin.

Se subió al auto y poco tiempo después ya estaba en su avión privado rumbo a Reino Unido.

Kadir: Tranquilo amigo mío, porque no ves a tu hija por las cámaras eso siempre te hace sentir bien.

Mehmet le hace caso a Kadir y prende su laptop y comienza a revisar una por una las cámaras y no la consigue hasta que da en el cuarto de Yasemin y ahí la consiguió resulta que le estaba peinando el cabello a Yasemin y para él fue una escena muy hermosa que tranquilizo su corazón y una sonrisa apareció en sus labios y claro que no pasó desapercibido por Kadir quien nunca lo había visto sonreír así, por lo que pensó.

Kadir: Esa sonrisa no es por Ayse, parece que mi amigo lo único que no va a poder controlar es su corazón.