La Venganza De Un Marido.

Casandra descansó plácidamente en la enorme y cómoda cama de la habitación de invitados, tenia tiempo que no dormía así, completamente en paz sin la zozobra constante de ser descubierta por alguien, o ser encontrada por el mismísimo James Jones; su tía Katherine le había dado la confianza que necesitaba desde hacia ya mucho tiempo, poder contar con alguien era gratificante para ella.

Aunque al principio pensó que la echaría a la calle y también que la delataría con sus padres. Pero al ver la genuina preocupación en su rostro, supo que no lo haría. Su tía estaba al tanto de toda la situación referente a el porque había dejado Snowfiel, su padre le había contado todo, pero aún Casandra no le contaba el lado de su historia, y ahora tenia el valor suficiente de poder decirle todo sin miedo a ser juzgada anticipadamente.

Realmente la joven entendió que las apariencias engañaban y su tía Katherine era ejemplo de ello.

Casandra se levantó de la cama, y observo el hermoso paisaje desde la ventana de la habitación de invitados. Birmingham le ofrecía todo su esplendor, aún con las nubes grises en el cielo. La vista de los jardines eran alucinante, exquisito y a la vez tan apacible, ella sintió se podría acostumbrar a toda aquella tranquilidad fácilmente. Pero como había dicho su tía Katherine, ella no podía huir por siempre. Pero por ahora Casandra prefería concentrarse en el presente.

La joven no sabia cuanto tiempo había dormido, pero necesitaba ducharse con urgencia.

Luego del baño comenzó a sentirse realmente con mejor animo y renovada, se puso un suéter gris y unos vaqueros rasgados a la moda que había comprado recientemente, los cuales le hacían sentir diferente, y hasta un poco rebelde, justamente la clase de rebeldía que estaba experimentando al huir de un futuro que no deseaba tener. Aunque, hubiera querido tener algo mas elegante para ponerse, y hacer contraste con la elegancia y sobriedad de la casa, y la de su tía. Pero su actual situación no se lo permitía.

Bajó las escaleras por donde la ama de llaves la había conducido antes, trato de concentrarse para no acabar perdiéndose entre los largos pasillos de la mansión, el silencio tan profundo en la estancia la envolvió por completo. A duras penas pudo llegar a la cocina, donde encontró a la señora Jane en sus tareas habituales, quien al sentirla levantó la mirada de una masa que tenia esparcida en uno de los mesones de la inmensa cocina, y le dedicó una sonrisa.

_ Tiene hambre señorita?_ le pregunto la mujer.

_ Mucha…_ respondió la joven animadamente.

_ Siéntese en una de las sillas de la mesa del comedor, ya le sirvo la cena_ dijo la mujer.

_ Pero y mi tía Katherine. No va a cenar?_ dijo Casandra confundida.

_ Su tía tenia un compromiso previo niña, me pidió que la dejara dormir antes de irse_ le respondió amablemente el ama de llaves.

_ Ah¡_ dijo la joven_ En ese caso, entonces puede servirme aquí.

_ Si gusta_ Le dijo la amable señora.

_ Gracias¡_ dijo Casandra cuando la mujer le puso un plato con estofado, y papas al vapor en frente. El cual la chica devoró rápidamente, se bebió el vaso de agua que le había servido la amable señora luego de que Casandra le rechazará la copa de vino tinto que le ofreció.

_ Vaya a conocer la casa_ la ánimo el ama de llaves amablemente_ Aproveche que aun hay luz para que vea los alrededores.

_ Esta bien. Gracias_ dijo la joven saliendo de la cocina.

Ella sabia exactamente el lugar que quería explorar. Los hermosos jardines que se veían a través de las ventanas, la señora Jane le había realizado un mapa mental de por donde debería ir, para que no perdiera el tiempo adivinando o dando vueltas sin sentido. Cuando llegó al corredor por donde le había explicado la señora Jane, algo llamo la atención de la joven. La biblioteca de la mansión la dejo sin aliento, era la primera vez que visitaba la casa de su tía Katherine, y no sabia que tenia tantos libros, por un momento su deseo de visitar los jardines se esfumo. Pero tampoco quería ser imprudente de entrar a un lugar sin antes contar con el permiso de la dueña de la casa, así que volvió a su idea inicial y continuó hacia la puerta que daba hacia el jardín privado, el cual era tan hermoso como se lo había imaginado.

Habían pasado casi dos semanas desde que llego a la casa de su tía Katherine, y ya comenzaban a caer las primeras nieves de diciembre. Casandra se había acomodado a su nueva rutina. Pasaba las mañanas en el salón de la casa, haciéndole compañía a su tía, leyéndole el periódico, o algún libro tranquilamente, y por las tardes la acompañaba a la ciudad a hacer sus visitas, o iba con ella de compras o a pasear por las jardines.

Casandra sabia que su tía Katherine habia sido muy generosa al permitirle que se quedara con ella en su casa.

_ Tenemos que hablar, Casandra_ dijo Katherine interrumpiendo sus cavilaciones.

La joven se puso tensa. Sabia lo que le esperaba. Pero no estaba lista para hablar con sus padres. Jamás estaría preparada para regresar a Snowfiel, eso significaría también que, tendría que ver a James, y aun no se sentía capaz de afrontar nada de eso.

_ No¡ No puedo arriesgarme tía Katherine. No quiero casarme_ sollozó Casandra.

Katherine le apretó el hombro.

_ Y de veras has pensado en el escándalo, que todo esto ha conllevado?_ le dijo la mujer.

_ Si_ mintió ella, pues se negaba en pensar en aquello.

El escándalo no era nada comparado con la vida a la que la querían obligar a vivir, al lado de un hombre tan mentiroso y ruin como lo era James Jones.

_ Eres una mujer maravillosa. Lo he visto con mis propios ojos. Mereces lo mejor Casandra. Pero debes afrontar este dilema con dignidad, si sigues huyendo, como encontraras la verdad que buscas_ le espeto su tia.

Casandra la miro pensativamente.

_ Como encontrar la verdad tía Katherine. Si en mi mente no hay nada, solo oscuridad y sombras_ dijo la joven angustiada.