Te Regalo Tu Libertad -

Rápidamente pasaron dos años, entre más crecía, la señora Catalina se veía más fascinada por mi apariencia, realmente no lo entendía ¿Cuál era su afán de pertenecer a los Moore?

(Lily Moore 13 años)

Yo me sentía como una adolescente normal al resto, aunque en la secundaria siempre recibía regalitos, invitaciones para salidas al cine y todo ese tipo de cosas.

A diferencia de Axel que siempre que acompañaba a su madre a casa de mis padres, me miraba con indiferencia él ya era mayor de edad, estaba empezando a estudiar la universidad, era el mariscal de campo, los deportes siempre se le daban bien, desde que iba en sexto grado mostraba sobre salir en todos los festivales deportivos.

(Axel Colombo 18 años)

Aparte de eso, era muy guapo, eso no lo discutía, pero no pasaba de ahí la administración hacia él, y al parecer salía con la capitana de las porristas, Valeria creo que se llamaba la chica, eso lo supe un día que estando aquí en casa ella le marcó a su móvil, y el sin la menor preocupación contesto.

Realmente me odiaba, no me importaba, después de todo el sentimiento era mutuo, por otra parte, yo estaba enamorada de Cristian con el cual después de cuatro años de amistad por fin me había pedido que fuera su novia, me sentía en las nubes, era mi secreto mejor guardado, ya que si alguno de mis padres se enteraba de mi noviazgo me harían terminarlo y posiblemente ya no solo iría el chófer por mí, sino también mi mamá y yo no quería eso, los 15 minutos que tenía después de la escuela era el único tiempo que tenía para poder verlo, y tomarlo de la mano.

Mi felicidad aumentó más cuando la familia Ivanov inscribió en las mismas clases de música a Cristian, ahora no solo lo podía verlo después de la escuela, sino también en clases de música dónde convivíamos más de dos horas diarias.

(Cristian Ivanov 15 años)

Yo estaba enamorada de esos ojos hermosos, también de su forma tan linda de tratarme, en clase de música tocábamos el piano a dueto, todo era mejor a su lado, él no sabía de mi compromiso arreglado con Axel Colombo, pero tampoco me preocupaba por qué cuando cumpliera mi mayoría de edad le diría a mi padre que no era mi deseo casarme con alguien que apenas y toleraba, sé que mi padre no iba a permitir que yo su única hija terminara atada a una persona que solo me llenaba de insultos y burlas cada vez que tenía oportunidad.

Los meses pasaron, y en una tarde cualquiera, el clima empezó a cambiar de soleado ha nublado, yo regresaba de la secundaria, subí por las escaleras hasta llegar a la recámara de mis padres y ahí estaba mi hermosa madre, ella se encontraba arreglando para un evento que tendría lugar en un exclusivo restaurante de Inglaterra en una de las fiestas que organizaban los Colombo para la caridad.

Mi madre Lucia un hermoso vestido en tono rojo, su cabello levantado en un chongo impecable, -Linda ve a comer y sube a bañarte para que te arregles- dijo mi madre dándome un beso en mi frente.

- Mamá ¿Tengo que ir? Hoy tengo una nueva lección de piano, estamos aprendiendo Be...-

No me dejó terminar.

- No señorita Axel también irá, es bueno que desde ahora los vean juntos en eventos así, eso hablara muy bien de ustedes para cuando sean más grandes y estén casados-

- Solo está vez por favor - supliqué con mis manos y pucheros a mi madre, pero fue en vano, - No es negociable, Lily ve a comer y sube, te llevaré el vestido que compro tu padre para ti, además también irán los Ivanov, tú compartes clases de música con su hijo ¿No es así?-

Mi reacción cambió por completo, - Si mamá, tienes razón debo acudir a este evento, por favor permite que me ponga un poco de brillo en mis labios - conteste emocionada.

-Mm no lo sé, lo hablaré con tu padre- no deje que terminara de hablar y baje corriendo las escaleras hasta llegar al comedor, comí lo menos pesado que vi y lo más rápido también, subí a mi habitación y me di una ducha de 15 minutos, en mi mente adolescente, tenía que verme impecable, como mi madre, me puse una mascarilla en mi rostro, esto según para que mi piel luciera más tersa, me puse bálsamo en mis labios por si se daba la oportunidad y Cristian me diera mi primer beso, siempre estábamos a contra tiempo y yo con los nervios de que alguien de la familia nos viera, y en clase de música todo el tiempo estábamos en compañía de otros compañeros y la maestra, era imposible que tuviéramos un momento así para nosotros.

Pero en estos eventos donde había tantas personas era fácil escabullirse por el lugar, más cuando se abría la pista de baile después de que terminaba la subasta, me puse mi loción corporal en todo mi cuerpo, use perfume en mi cabello, juro que nunca había puesto tanto empeño en mi peinado como ese día, mi madre entro con una caja enorme en color blanco, la puso en la cama y yo la abrí, había un bonito vestido en color oro rosado, algo infantil lo vi, yo que ya quería verme y vestirme como una chica más grande.

- ¿Y qué tal?- pregunté a mi madre mientras daba una vuelta con el vestido puesto.

-Luces hermosa- Me respondió mi madre con una hermosa sonrisa en su rostro.

-¿No crees que luzco un poco infantil?-

-Para nada señorita, luces hermosa y acorde tu edad, veo que ya estás en edad de querer agradar a los chicos, aunque de una vez te lo digo, tú no tienes que preocuparte por lo que los demás adolescentes piensen de tu apariencia, la única opinión que te debe importar es la de tu prometido Axel, y de nadie más ¿ok?- dijo mi madre mientras pasaba el cepillo por mi cabello.

- Ok mamá- no dije nada más.

Durante el camino intercambie un par de mensajes con mi adorado Cristian.

📱"¿Vas a tardar en llegar? Muero por verte"

📱"Ya estoy cerca del lugar"

📱"Estaré esperando tu llegada cerca de entrada mi hermoso lirio"

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Cuando llegamos al evento fuimos recibidos por la señora Catalina, el señor Francesco y por su hijo Axel.

-Bien venidos sean - dijo la señora Catalina dando un beso en su mejilla a mi madre y a mí, a papá le estrecho su mano al igual que su marido y Axel.

-Cielo por qué no llevas a Lily a conocer a los invitados-

- Debo recibir a los demás invitados madre- respondió Axel tratando de que nadie se diera cuenta de su descontento, aparte de eso él parecía estar esperando a alguien en especial.

- No es necesario, iré con mis padres- respondí tratando de también zafar me dé ellos, tome la mano de mi padre y lo hale hacia dentro del lugar el cual estaba repleto de personas, con mi mirada buscaba a Cristian, no pasó ni cinco minutos cuando un hombre llamo a mi padre.

-Lily querida, debo dejarte para ir a reunirme con el señor Alberto ¿Está bien?-

- Si está bien, yo conoceré el lugar nos vemos en un rato- respondí con mucho entusiasmo, cuando estaba a punto de irme del lugar escuché su voz, -Hola mi hermoso lirio - Era Cristian, al voltear a verlo él me regaló una hermosa flor, mis mejillas ardían, mi estómago sentía múltiples cosquillas, sentía que podía volar, - Gracias es hermoso - respondí

- No tanto como tú- ambos caminamos por todo el lugar, salimos a la parte trasera donde había menos gente, la tarde empezaba a caer y por lo nublado del día, este oscurecía más rápido, aun así era todo iluminado por las lámparas en el lugar.

Continuamos hablando de cosas del colegio, de materias, de las clases de música y de nuestros gustos que parecían ser similares.

Las risas no se hacían esperar, dentro del lugar la subasta estaba a todo lo que daba, los adultos ofrecían cantidades enormes por objetos antiguos y de colección, es algo que no tenía sentido para nosotros, paso una hora la cual se sintió como si fueran minutos, pronto escuché la voz gruesa del señor Francesco.

- Señorita Lily es hora de ir a reunirse con nosotros y sus padres a la mesa-

- Si, enseguida voy- respondí con miedo a que le comentará a mis padres algo de lo que vio.

- Bueno Cristian, fue un placer encontrarte aquí, nos vemos mañana en la clase de piano- Me despedí de la mano de él, quien parecía un poco desconcertado por lo que había pasado - si está bien, nos vemos -

- Joven Ivanov, al parecer su familia también lo está buscando desde hace un rato, debería ir a reunirse con ellos - dijo el señor Francesco con un semblante molesto.

- si, gracias -

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Durante la cena de esa noche, se ofreció un brindis por la familia Colombo y su buena generosidad, mi familia y la familia de Axel conversaban de negocios y cosas que yo no entendía, el lugar de Axel estaba vacío (gracias a Dios), yo observaba el lugar lleno de meseros caminando con charolas y botellas de champán, quería ver si lograba ver una vez más a Cristian, pero no fue así.

Más sin embargo a la mesa apareció Axel en compañía de una linda chica rubia que sujetaba su brazo, la señora Catalina y mi madre al verlo llegar en compañía de la chica, no tardaron en ver de arriba a bajo a la rubia.

Axel hijo, ¿En dónde te habías metido? Pregunto si madre con un tono de voz incómodo.

- Fui a tomar un poco de aire y me encontré con ella-

Respondió Axel dándole una sonrisa.

-¿Y quién es ella?- pregunto mi madre curiosa.

- Un gusto conocerlas yo soy Valeria soy no...- No termino de hablar cuando fue interrumpida.

-Es mi amiga, es compañera de mi clase de finanzas - intervino Axel, la rubia parecía no entender nada de lo que sucedió.

-Un gusto querida, soy Catalina madre de Axel, el es su padre Francesco, y ellos son Margot y James Moore, padres de la pequeña Lily, futura esposa de Axel.-

La expresión de la rubia cambio por completo, cuando ella dirigió su mirada hacia mi yo me trate de ocultar detrás de el arreglo de flores que había en la mesa,

Axel no pudo ocultar su descontento y salió de tras de Valeria.

Esa noche al terminar la cena nosotros nos retiramos del lugar, en el camino escuchaba a mi madre quejarse por la actitud de Axel tan irresponsable al traer a esa chica al lugar donde estaba su familia y prometida.

- Francesco me dijo que encontró en el jardín trasero a Lily hablando y riendo placenteramente con un el hijo de los Ivanov.

No pasó mucho para que me cambiarán de escuela de música, nuevamente solo tenía los 15 minutos después de la escuela solo para verlo emde ahí solo platicaba por mensajes con el, intercambiabamos fotos y cuando estaba sola en casa hacíamos videollamadas, siempre tratando de luchar por estar juntos, apesar de las circunstancias.

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