Este hombre, vestido de ropa sencilla, siempre es despreciado por la familia de su esposa debido a su pobreza. Pero él es un hombre trabajador e incansable.
Se llama Andrew Carlos Lewis. Para encontrar una mujer que lo amara con sinceridad, se hizo pasar por un hombre común. Así conoció a una mujer hermosa y de gran corazón, de la cual se enamoró. Con esfuerzo y perseverancia, logró casarse con ella, pero Andrew aún no quería revelar su verdadera identidad.
Por eso, Andrew sigue siendo insultado, humillado y menospreciado por la familia de su esposa, incluidos sus suegros. Además, aquí Andrew solo trabaja cuando la familia de su esposa lo necesita: lava autos, es chófer, etc. Pero su esposa, Aidah Mutiara Carend, a quien llama cariñosamente Aidah, respeta y valora profundamente a su marido.
La sinceridad que Aidah le demuestra hace que Andrew soporte los insultos y humillaciones. Pero si alguien se atreve a ofender a su esposa, Andrew no se quedará callado, porque para él, su esposa es su reina y lo más importante en su vida.
¿Por qué Andrew sigue ocultando su verdadera identidad?
¿Revelará algún día su verdadero yo?
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Capítulo 2
"Oh, era un amigo mío que decía que tenía trabajo para ti mañana", explicó Andrew.
"Oh, qué bien, pero ¿por qué llama tan tarde?"
"Tal vez acaba de salir del trabajo, cariño, vamos a dormir otra vez".
"Tú duérmete primero, voy al baño".
"De acuerdo, cariño". Andrew se subió a su cama aliviado porque era la primera vez que le pillaban hablando por teléfono con alguien.
*******
Al día siguiente
Estaban reunidos en la sala de estar y todos estaban sentados en el cómodo sofá, excepto Andrew, a quien le dijeron que se sentara en el suelo. Aidah no estaba de acuerdo con que trataran a su marido de esa manera, pero no podía hacer nada, y Andrew le dijo que se callara y no se resistiera.
"Aidah, ¿cómo va el tema de la cooperación?", preguntó la abuela, que también era la consejera de la mansión.
"Estaba a punto de ir a esa empresa, abuela", dijo Aidah.
"¡Quiero que puedas conseguir la cooperación con esa empresa!", dijo la abuela con firmeza.
"Lo intentaré, abuela", respondió Aidah suspirando.
"Sí, Aidah, tienes que conseguir ese proyecto, porque hasta ahora solo has sido una carga para esta familia. ¡Deberías ser capaz de compensar a la abuela y a nosotros por el dinero que hemos gastado para mantenerlos a ustedes en esta mansión!", dijo a la vez que insultaba el tío de Aidah.
Sí, Aidah estaba acostumbrada a ser culpada así, porque decían que la familia de Aidah solo era una carga en esta mansión, ya que los padres de Aidah tampoco trabajaban en absoluto, solo sabían comer y dormir.
"Lo intentaré, tío", respondió Aidah con paciencia.
"¡Ay, papá y abuela, no esperen demasiado de Aidah! Ella no pudo conseguir el proyecto anterior con una empresa normal, yo lo conseguí. Es mejor que me den este proyecto a mí", insultó y alardeó un hombre que no era otro que el primo de Aidah llamado Bastian, quien ayer le arrojó 20 mil rupias a la cara de Andrew.
"Es cierto, abuela, es mejor que se lo des a mi hermano Bas", dijo una mujer que también insultó a Andrew ayer llamada Bella.
"Sí, ¿cómo podría ser como mi hijo Bastian?", alardeó una mujer que ya no era joven, que resultó ser la madre de Bastian.
"¡Estoy seguro de que mi esposa podrá conseguir el proyecto!", defendió Andrew con firmeza porque estaba harto de escuchar los insultos que le lanzaban a su esposa.
"¡Tú quién eres! ¡Cómo te atreves a meterte, a hablar!", insultó Bastian. "¡Solo un yerno no deseado, eh, cómo te atreves a meterte!".
"¡No hables así, Bastian! ¡Después de todo, es tu cuñado! ¡Mi marido!", reprendió Aidah con firmeza, porque no le gustaba que insultaran a su marido.
"Bah, realmente una pareja perfecta, solo saben ser una carga", se burló Bella.
Aidah quería responder a las palabras de Bella, pero su madre la detuvo inmediatamente.
"No lo compliques, ¿por qué defiendes a esa basura?", susurró la madre de Aidah con irritación.
"¡Mamá!", Aidah no aceptó las palabras de su madre que decían que su marido era basura.
Aidah quería decirle algo a su madre, pero su marido la detuvo. Andrew negó suavemente con la cabeza a Aidah indicando que no se resistiera.
"¡Ya, ya basta! ¡Solo están mareando a la abuela!", se irritó la abuela.
"¡La abuela ha decidido que Aidah será quien tome este proyecto! ¡Y Aidah debe conseguir este proyecto! ¡Si no, Aidah y su familia tendrán que salir de esta mansión!", dijo la abuela con firmeza.
"¡Qué!", se sorprendieron el padre, la madre y Aidah.
"¡Mamá, por qué me haces esto! ¡Después de todo, soy tu hija!", dijo el padre de Aidah sin aceptarlo.
"¡Esta es mi decisión!", dijo la abuela con firmeza y luego se fue dejando esa sala de estar.
"Vaya, buena suerte, Aidah, seguro que puedes", dijo Bastian riendo. "Puedes salir de esta mansión", continuó Bastian con una cara burlona hacia Aidah y Andrew.
"Jaja, es cierto, hermana, felicidades, Aidah", se burló Bella.
"Ya, ya, vámonos, no molestemos a la gente que está luchando", invitó y se burló la madre de Bastian, que era la tía de Aidah.
"Sí, mamá, listo, vamos". Todos salieron de la sala de estar excepto la familia de Aidah.
"¡Mamá no quiere saber nada, Aidah, debes ser capaz de conseguir ese proyecto!", dijo la madre de Aidah con firmeza.
"¡Sí, papá tampoco quiere saber cómo, lo importante es que debes ser capaz de conseguir ese proyecto! ¡No quiero que nos echen de esta mansión por tu culpa!", dijo el padre de Aidah con firmeza.
Después de decir eso, los padres de Aidah se fueron inmediatamente dejando una pesada carga que Aidah tenía que cargar sola, y afortunadamente estaba su marido que siempre la fortalecía.
Andrew abrazó inmediatamente a su esposa y le dio un beso en la coronilla.
"Ten paciencia, cariño, seguro que hay una solución para todo. Creo que seguro que puedes, yo también intentaré ayudarte, hmm", dijo Andrew fortaleciendo a su esposa.
"Hiks hiks, cariño", Aidah abrazó inmediatamente y lloró en los brazos de su marido.
"Hiks hiks, ¿por qué mamá y papá son tan crueles con Aidah? Aidah es su hija, cariño, hiks hiks", se entristeció Aidah, que donde se suponía que su mamá y su papá la fortalecerían, en cambio sus padres se lavaron las manos y en su lugar le dieron algo pesado para que lo cargara sola.
"Hustt, ya está, creo que seguro que puedes. No lo pienses, hmm, me tienes a mí", dijo Andrew con una sonrisa suave a Aidah. Andrew inmediatamente limpió las lágrimas de su esposa que se derramaban con suavidad.
Aidah siempre se emocionaba y era feliz cuando su marido la trataba con suavidad como esta. Aunque su marido es pobre, Aidah nunca lo ha visto así, Aidah ama sinceramente a su marido, especialmente su marido siempre la trata con suavidad como esta.
"Gracias, cariño, quiero que siempre estés ahí para mí así", dijo Aidah con una pequeña sonrisa.
"Siempre estaré ahí para ti, cariño, ya deja de llorar. Vamos, tienes que animarte de nuevo para enfrentar esto, seguro que te ayudaré si puedo", dijo Andrew animándola.
"Mientras estés a mi lado así, ya es de gran ayuda para mí. Seguro que puedo enfrentarlo contigo siempre ahí para apoyarme", Aidah volvió a abrazar fuertemente a su marido.
Continuará
