Reencarne en un mundo mágico, donde todo es diferente, pero luchare por ser feliz.
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
** Todas novelas independientes **
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Renacer
Voy caminando por la avenida principal, es tarde y aunque estoy cansada por un largo día de trabajo, creo que finalmente podré llegar a la casa a recostarme, ni siquiera quiero cocinar hoy, por lo que pasaré a comprar una pizza congelada para recalentar en la casa.
Mientras me decidía, si llevar una vegetariana o una con carne, un bullicio se formo dentro del pequeño mercado del barrio… gritos… llantos… golpes y un fuerte y violento ruido que, en segundos, me hizo caer al piso… la verdad es que ni siquiera puedo decir que sentí dolor, creo que ni siquiera alcance a asustarme, solo de repente todo se apagó…
Cuando desperté, me dolía mucho la cabeza, toque mi frente y al levantar mi mano me di cuenta que era delgada y blanca… levante las mantas y mi cuerpo ahora era diferente, era básicamente una barbie de cabello negro largo y ondulado… miré hacia los lados y no estaba en un hospital… quizás en un museo… intente levantarme para buscar a alguien, pero caí estrepitosamente al suelo… y nuevamente me dormí… o al menos eso creo… porque tuve el sueño mas realista que pude haber imaginado jamás… ahora era una persona diferente, en un mundo, en una tierra, en un cuerpo y familia diferente…
Ahora mi nombre era Dahlia Allen, hija ilegitima del Conde Werner de Barnes, quien era usuario de magia, por lo cual yo también tenía poderes.
Sin embargo, desde pequeña, tenía prohibido decirlo, porque si lo hacía, todos sabrían quién era mi verdadero padre. Mi padre, el Conde Werner, era un hombre mayor, casado con la condesa Werner y tenía dos hijos varones, mucho mas grandes que yo, de ellos, solo el primogénito Jeremiah Werner, había heredado el poder de la magia. Mi madre Astrid Allen, me había dejado en un internado para señoritas desde que tenia seis años, y una vez por temporada me visitaba, si bien nunca me habia faltado económicamente nada, a mi padre solo le veía el día de mi cumpleaños o en las festividades, una vez al año, solo algunas horas… ya estaba cercana a cumplir la mayoría de edad y esta vez me visitó unos días antes.
En el sueño me veía a mi misma haciendo una reverencia perfecta al hombre que supuestamente era mi padre.
Conde: Dahlia pronto cumplirás 18 años
Dahlia: lo sé señor
Conde: por lo cual, he concertado un matrimonio arreglado
Dahlia: ¿matrimonio?
Conde: asi es, el Barón Butler es un hombre respetable y te dará un buen pasar, no tendrás problemas económicos, ni preocupaciones.
Dahlia: ese hombre tiene hijos que tienen mi edad, una de sus hijas esta conmigo en el internado.
Conde: eso no es importante, eres una señorita preparada, pero sin un titulo, a lo mas que puedes aspirar es a esto.
Sin decir más el hombre se fue, dejando a Dahlia llorando en el jardin del internado… después de esa conversación, ella se negó a comer y a beber por los siguientes días…
Cuando Dahlia despertó y después de una hora de llanto, confusión y decisiones, ella pudo ordenar sus ideas y darse cuenta de lo que pasaba… efectivamente había renacido.
[Por supuesto, no me casaré con ese hombre, primero intentaré razonar con el conde Werner… sino resulta, me iré de aquí…]
Al día siguiente, Dahlia habló con las encargadas del internado y pidió que llamaran al Conde Werner. Las mujeres a cargo, quienes llevaban años custodiándola, sabían muy bien la situación de Dahlia, por lo que no se negaron a su petición, era la primera vez en 12 años, que ella pedía algo. Esa misma tarde, el conde asistió al internado acompañado de la madre de ella, Astrid Allen.
Astrid Allen: Dahlia, el conde esta muy ocupado… ¿Por qué lo llamaste?
Dahlia: lo sé, pero nunca lo he interrumpido desde que nací, espero que no se moleste por eso.
Astrid Allen: Dahlia…
Dahlia: Señor, señora, por favor, no quiero un matrimonio arreglado…
Conde: eso no está en discusión
Dahlia: usted no me puede obligar a nada, no es nada mío.
Astrid Allen, miró a Dahlia con la cara llena de asombro, ella jamás le había contradicho algo, menos al conde…
Astrid Allen: Dahlia no seas grosera…
Conde: te casaras y asumirás las labores correspondientes a tu posición.
Dahlia: insisto, usted no tiene autoridad sobre mis decisiones.
Astrid no dudo más y se acercó y le dio una bofetada a su hija.
Astrid Allen: no te das cuenta que el conde se preocupa por ti.
Dahlia: lo hace porque soy su hija, yo no le pedi que engañara a su esposa contigo, madre
Astrid le dio nuevamente una bofetada a Dahlia.
El conde no mostraba disgusto, en realidad ni siquiera le importaba mucho la situación.
Conde: Dahlia, eres usuaria del elemento de la tierra, el barón lo sabe y esta bien con tus orígenes, además tu madre ya recibió la dote por tu matrimonio.
Dahlia llorando miró a su madre…
Dahlia: me vendiste…
Astrid: esto es lo mejor… no hay nada que puedas hacer para cambiar eso…
Bianca pensó en seguir discutiendo, pero aun no era el momento, por lo que solo apretó los puños con fuerza.
Dahlia: ¿Cuándo será la boda?
Conde: un mes después de tu cumpleaños.
Dahlia: bien.
[tengo un mes para prepararme para huir]
Dahlia: necesito dinero
Astrid: ¿para que?
Dahlia: para comprar lo necesario, no pretenderás que viva con la ropa del uniforme del internado… quiero el dinero que pago el barón por comprarme
Astrid: Dahlia ¡suficiente!
Conde: te daré el dinero, el barón Butler sabe que eres mi hija, no dejaré que llegues pasando necesidades.
Dahlia: señor, por favor entrégueme usted el dinero, no confío en mi madre.
[ciertamente, tampoco confío en este hombre, pero necesito el dinero]
Astrid: ¡DAHLIA! ¡como puedes decir eso!
Dahlia: algo mas señor, quiero un libro para aprender de magia…
Conde: ¿Por qué?
Dahlia: si el barón me dice que haga algo con magia, no será mucho lo que podré hacer. Escuché que tiene cultivos de legumbres, quizás por eso me compró.
Conde: bien, te haré llegar el dinero y los libros necesarios, por supuesto no puedes rebelar tus poderes, ¿Queda claro?
Dahlia: si señor.
Conde: ¿algo mas?
Dahlia: si, una pregunta…
Conde: hablar
Dahlia: ¿su familia sabe que existo?
Conde: si.
Dahlia: entiendo, bueno, gracias.
Dahlia salió del jardín dejando a ambos sorprendidos… nunca Dahlia habia respondido mal, nunca habia preguntado algo, una vez cuando era intento mirar al duque y acercarse, pero nunca hizo nada… ahora incluso su tono de voz era diferente.