La Maestra Y El Viudo
Mi nombre es Uriel Collins y mi historia es más que una traición o una noche de pasión en la cual quise olvidar lo que vi, donde con un completo desconocido trace un nuevo rumbo en mi vida; sin imaginar que conocería lo que es el verdadero amor, la pasión, además de la lujuria de una manera inusual, que por obvias razones jamás fue mi plan inicial…
El Corazón De La Bestia
Alana Rosental, una chica estrovertida, hija de Evans Rosental, considerado en su juventud uno de los mejores hechiceros del mundo, esta por casarse con su novio Joan Black, pero la repentina muerte de su padre cambiara el rumbo de su vida, conocerá al sexi Maximiliano Kingsley conocido como la "Bestia", un sexi mujeriego que solo busca a las mujeres para complacer sus deseos sexuales, pero en Alana encontrará algo más que solo una atracción sexual.
NO SERÉ TU AMANTE
— Puedo hacer cualquier cosa, excepto ser tu amante.
— Supuse que dirías eso. Pero no te preocupes, no quiero que seas mi amante. — Olga deja escapar un suspiro. — Quiero que seas mi esposa.
— ¿Qué? — Su voz sorprendida suena entre las cuatro paredes.
— Dijiste que puedes aceptar cualquier cosa. — Erick le da una mirada retadora.
— ¿Cuánto tiempo durará el matrimonio?
— Hasta que te enamores de mi. — Olga lo observa desconcertada.
Un Monstruo En Mi Cama (+18)
PARTE 1 Era la niña de sus ojos, eso decía. Un hombre enamorado de su creación. La mayor de sus flores quién tomaba forma a medida que crecía. Antonio puso sus ojos carnales en su pequeña. Con la ex
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Un monstruo en mi cama (+18)
Parte 4 Ana tenía ocho años cuando dejó de dormir con la luz apagada. Su madre pensaba que era por las películas de terror que había visto a escondidas, pero no. Ana no le tenía miedo a los fantasma
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Me enamore de mi mejor amigo
Anyi Conozco a mi amigo desde que éramos niños, yo tengo 16 y el tiene 18, los dos estudiamos medicina, yo aún no tengo novio, no me gusta nadie o bueno no me puede gustar nadie más que no sea el, d
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Un Monstruo En Mi Cama
Parte 5 Las llamas de los candelabros flotantes titilaban suavemente, reflejadas mil veces en los espejos ancestrales. Christian, de pie frente a la enorme vidriera que daba al bosque encantado, obs
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