_ ¿Bianca estas bien?- preguntó mi amiga, pero yo seguía sumergida en mis pensamientos, apenas si la escuchaba. ¿Yo de verdad lo hice? Mis manos comenzaron a temblar de inmediato- Bi… Bianca no luces nada bien será mejor que te sientes, yo iré…- mi voz salió sin aviso.
_ No te preocupes… Sólo necesito descansar un poco. Ve tranquila yo estoy perfecta.
Ella me miró y lo dudó por un segundo, pero caminó hasta la puerta y se marchó sin decir nada. Yo en cambio no creo que vuelva a la universidad lo mejor será que regrese al pueblo; primero lo primero retirar mis documentos de allí y avisarles a mis padres. Suspiré, llevé mis manos a mi cara tratado de revivir lo que pasó ayer pero nada salió de eso. De repente mi cuerpo comenzó a doler; cada nervio, cada célula de mi ser ardía. ¿Qué me esta pasando? A duras penas llegué hasta mi habitación y me acosté, ese día no probé bocado alguno mi estomago esta revuelto y mi cabeza gira como si fuese un carrusel. Coloqué mi cabeza sobre la almohada.
_ No te muevas Bianca, se una buena niña y obedece- dijo el hombre bajando el escote de mi vestido, su tacto es como si miles de espinas rosaran mi piel, mi cuerpo tiembla como loco.
_ ¡Deténgase, profesor! ¡No, no, no!- grité cerrando mis ojos, al abrirlos estoy cubierta de sangre de pies a cabeza ¿Qué esta pasando? Yo no soy una asesina ¡No, no, no, no! Mis sollozos, se hacían más y más fuerte convirtiéndose en llanto.
De entre la sangre se fue formando una figura espantosa sus ojos son dos agujeros oscuro y su boca casi abarca todo el rostro, toda yo se acurruco al final del laboratorio y una voz parecida a la del profesor Andrew sale de la figura espectral.
_ ¡Asesina, asesina, asesina! Tú me mataste así que yo haré lo mismo- la sombra saco unos largos brazos que llegaron a mi cuello entrelazando sus delgadas manos alrededor de mi frágil cuello. Un grito se escapo de mi garganta.
Me levanté de la cama asustada y desorientada todo fue un mal sueño, la oscuridad reina en mi habitación, de inmediato encendí las luces, el pánico invadía mi cuerpo, miré el reloj y tiene las tres de la mañana, me levanté y me di una ducha larga. Las lágrimas no se hicieron tardar en salir, me acurruqué en la última esquina del baño. Desnuda y temblorosa, me sentí sola y miserable a la vez ¿De verdad soy una asesina? ¿Yo fui capaz de matar a alguien? Mi pecho se oprime de dolor, después de llorar por un largo rato salí del baño. Volví la vista al reloj y ya son las siete de la mañana; me vestí rápidamente, al mirarme en el espejo mi rostro luce espantoso, así que hice milagro con el maquillaje. Decidí ir a la universidad total ya no me queda de otra, pensándolo bien renunciar no es la mejor opción ¡Tome una decisión continuare con mis estudios!
Los días pasaron, y todo fluía con normalidad, la muerte del profesor se agrego al ataque de un animal salvaje y yo comencé a creerlo también. Mi vida volvía hacer como antes, comencé a salir con mis amigos y a vivir como Dios manda, mi vida social crecía enormemente. El día luce fabuloso, el sol deja mostrar su mayor esplendor las clases terminan temprano hoy, para hacerle un homenaje al pervertido profesor y la verdad no tengo las ganas de estar allí. Karla y otras chicas quedamos en salir a pasar un rato de diversión.
Karla se dirige a mi con pasos apresurados- ¿Entonces quedamos para esta noche? – Yo asentí- ¡Ooooooh! Esta noche divirtámonos a lo grande ¿Ok?
_ Si, pero baja la voz que todos nos están mirando _Dije en tono bajo _ ¿A que hora nos vemos? ¿Pasan por mi casa?
Karla me sonrió llevando su mano a mi espalda_ Claro que pasaremos por ti. Iremos en el auto de Felicia. Pasaremos por ti a las siete espero estés lista.
Miré mi reloj y ya son las dos de la tarde, así que me decidí marcharme a casa, al llegar me lance sobre la cama, mi cuerpo esta casando de tanto estudio y estudio. Mi cerebro sólo ve letras y números cuando cierro mis ojos; el sonido del teléfono me despertó, provocando una terrible jaqueca.
_ ¿Sí?- pero nadie respondió al otro lado de la línea, sólo se escucha un ruido que parece un chirrido, algo extraño_ ¿Diga, hay alguien allí?_ igual que al principio nadie respondió, eso hizo que mi piel se erizara por completo, así que colgué de golpe, giré la vista y ya son las seis y media ¿Cuánto tiempo estuve dormida?
Corrí al baño, luego busque en mi armario algo que ponerme para salir, pero la verdad no se que usar jamás e ido a ese tipo de lugares en mi vida. Rebusqué hasta que encontré un lindo vestido negro con encajes me queda un poco más arriba de la rodilla, creo que muestra mucha piel, lo mejor será probar con lago más. Pero el timbre de la puerta me distrajo, así que fui haber quien es.
_ ¡Waaaaaaaaa, te ves guapa! Vámonos- dijo Karla jalando mi brazo.
_ Pero… necesito cambiarme…- al escuchar mis palabras ella me tomó de los hombros con una expresión de asombro.
_ ¡Qué bobadas dices mujer! ¡Te ves fabulosa!- yo sólo negué, ella me miró- ¿De verdad? ¿Te drogas o qué? Con ese cuerpo y escondiéndolo. ¡Vámonos! O terminare abofeteándote- me dijo con una cara seria. Yo caminé hasta la mesa y tome mi bolso.
Que más me queda que seguirla, me siento incomoda vestida con algo como esto, pero que culpa puedo tener si en el pueblo donde vivo nadie usa este tipo de ropa, bueno algunas chicas si, claro esta las más adineradas siempre tan presumidas, Natalia Gray y sus seguidoras siempre me molestaron hasta el último día de clase, de cierto modo las odio. El sonido de la puerta al cerrase me hizo volver.
_ Bianca, baja ya llegamos. Ahora deja a esa pueblerina en el auto y deja salir a la chica citadina_ me ordenó Karla. La verdad no me sentí muy cómoda con este vestido. Karla de tirones me llevo adentro.
El lugar esta medio oscuro, con lagunas luces parpadeantes que me causan mareos, la música es casi una tortura muy fuerte para mis oídos, Karla y Felicia socializaron rápido yo las seguí hasta donde se encuentran, mientras cruzo para llegar al otro extremo, veo todo tipo de personas, el olor a tabaco se siente en el aire y la del licor ni se diga, todo eso me revuelve el estomago. Al fin llego hasta ellas, ese trayecto casi me vuelve loca sin duda alguna.
_ ¡Bianca vamos bailemos!_ grita Karla, ya que la música es fuerte, solamente le afirmo con un movimiento de cabeza. Las chicas parecen divertirse, pero yo todo lo contrario me siento como un pez fuera del agua, de donde yo vengo no hay lugares así o al menos que yo sepa. Aquellas luces me tienen mareada. Tomé el brazo de Karla y le hice una seña de que me saldría por un momento.
Inhalé lo más que pude el aire fresco es el mejor y no en ese sitio tan cerrado y ruidoso, mis nervios se van calmando y las náuseas ya no están. Un grito me dejo perpleja, proviene de aquel callejo, todo mi cuerpo se estremece, el frío ésta haciendo su efecto, llevé mis manos a mi boca para calentarlas. Y allí de nuevo el grito, esta vez más aterrador y de la nada percibí un olor metálico, la curiosidad me invadió así que decidí caminar hasta esa terrible calle oscura, sólo una tenue luz se refleja al final del callejón. Mis ojos se abrieron lo más que pudieron al ver tal escena escalofriante, tres gigantescos lobos negros devoran a una chica, sus intestinos están esparcidos por todo el lugar uno de ellos tiene una pierna y el segundo mastica sin vacilar parte de sus órganos, aquel espectáculo me causo repulsión.
El miedo y el horror llenan mi mente, sólo pienso debo salir sin llamar la atención, pero la idiotez se notó en mí y sin querer pateé una lata y allí toda la atención para mí. Maldije en mi mente, ahora moriré en este sucio lugar, miro los ojos de las bestias, sus iris son de un color amarillo brillante, uno de ellos se lanza sobre mí, sin darme cuenta di un salto esquivando al lobo. Cosa rara por que no soy nada buena en esto de atletismo, pero de inmediato lo atribuí a la adrenalina. Cuando volteé vi venir el segundo por mi espalda, sin retraso me agacho y cerré mis ojos lo más que pude y en ese momento toda mi vida paso por mi mente, la cara de mis padres y ese triste recuerdo que se quedo grabado en mi cerebro al ser abandonada en medio de aquel terrorífico bosque. Lo único que escuche fue tres golpes secos, abrí mis ojos y visualicé alguien venir en mi dirección, al menos se que es humano.
_ Levántese señorita ¿No esta herida? – Aquella voz es suave y cálida a la vez, me incorpore para mirarle bien. Es alto de piel broceada, su cabello es castaño, al igual que sus ojos; a decir la verdad es muy guapo, lo que más me impresiona es esa sonrisa amable que se dibuja en esos finos y pequeños labios.
_ ¡Gra… Gracias! ¡Muchas gracias!- dije haciendo una reverencia, pero al parecer a él no le agradó mucho, al ver que inclino mi rostro, el chico no me permite hacerlo.
_ ¡Por favor señorita no haga eso! yo soy el que debería inclinarse ante usted – Dijo rápidamente; eso me dejo un poco confundida, pero cuando quise protestar una voz me hizo voltear.
Las chicas vienen corriendo, en sus rostros de note angustian y miedo – Bianca gracias a Dios que estas bien, pensamos que algo malo te había sucedido – dijo Karla sus manos tiemblan como gelatina. Yo llevé mi mano hasta su hombro tratando de calmar sus nervios.
_ Tranquila este chico me ayudo – Dije apuntando atrás. Las chicas me miraron extrañadas.
_ ¿Cuál chico? – Dijeron al mismo son. Yo me giro y efectivamente no había nadie, ni los cuerpos inertes de los lobos, ni rastro del cuerpo desmembrado de la chica. ¿Pero cómo? Estrujé mis ojos varias veces ¿Acaso lo aluciné todo? No lo creo al menos que me este volviendo totalmente loca.
_ ¡Oh, ya es tarde! Es mejor volver a casa- indicó Felicia.
Abrí la puerta de mi departamento, todo el lugar esta oscuro, toque la pared en busca del interruptor, palpe un poco más y allí esta, cerré la puerta y me quite las zapatillas, deje el bolso caer sobre el mueble, suspiré y me senté. En mi mente sigue repitiéndose una y otra vez lo sucedido, no creo que haya sido mi imaginación, aunque es un poco loco ver lobos en medio de esta ciudad, es ilógico, lo mejor será que lo olvide; creo que el mucho estar en aquel lugar afecto mis sentidos.
Encendí la tele para ver algo que pudiera mantener mi mente ocupada en cualquier tontería, así que me senté y comencé a ver una película de acción mi género favorito. De repente mis ojos se van cerrando, dejando de saber de mí. Un ruido seco me despertó, miro a los lados y la tv aun sigue encendida, saque mi celular y me fije en la hora Cinco de la mañana ¿Dormí tanto? Y de nuevo volví a escuchar el ruido, cada vez suena uno tras otro ¿Proviene de atrás? Al girar la vista quede perpleja docenas de cuervos se estrellan contra mi ventana. Aquellas aves seguían golpeándose contra el vidrio de la ventana sin detenerse. Así que decidí acercarme, los ojos de estos pájaros son rojos… Como… la sangre, me fui acercando más y más hasta quedar pegada al vidrio y uno de ellos se golpeo tan fuerte que el cristal cedió un poco, eso me asusto tanto que caí sentada en el piso.
Al levantar la vista vi como más de esos pajarracos van llegando, claro lo que pude observar por lo oscuro del cielo. Un terror enorme me caló hasta los huesos y me escondí detrás del sofá y apague las luces, haber si es eso lo que los tenia nerviosos, pero aun siguen golpeando la ventana. ¡Que se vallan, por favor diosito! me repetía mentalmente. Treinta minutos después cesaron los golpes contra el vidrio, mi corazón se calmó y con mucho sigilo camino hasta la ventana, ya la claridad comienza a darle vida a la ciudad, ya no había rastros de los cuervos por ningún lado, suspiro profundamente.
Fue algo extraño y aterrador al mismo tiempo, de nuevo el miedo entro en mi cuerpo y un frío me hizo estremecer de repente, entro en el baño y me doy una ducha, el agua me ayudo a despertar mi confundida mente tantos eventos han sucedido, que mi cordura esta en un hilo, me coloque algo cómodo un camisón con dos perritos bordados en el centro. La verdad hoy en la mañana no tengo clases sino hasta las dos de la tarde, Salí de la habitación y me dirigí a la cocina a prepararme algo para desayunar, busque en el refrigerador y no vi gran cosa _ Nota mental debes comprar algunos víveres después de salir de clase _ pensé. Lo único que tengo es un poco de queso y jamón así que me prepare un emparedado ligero y me serví jugo; me senté en la sala a disfrutar de mi comida, luego ordené el departamento, saque mis libros y estudie un poco.
Levante la vista y me fije en el reloj de pared ¡Ya son la una! Debo alistarme para ir a la universidad. Me di un baño rápido y me visto con un pantalón y una camisa de algodón negra, busco mi bolso y las llaves, miré mi celular y ya es tarde corro hasta la parada del bus, unos segundos después llego, suspiro al fin llego temprano una vez en la vida. Bajé y camino hasta la entrada de la universidad, visualicé a Karla subiendo las escaleras, sin demora la llamo.
_ ¡Karla! _ Ella voltea y me sonríe al tiempo que alza la mano para saludarme, yo igualmente le respondo. Corro llegando a su encuentro.
_ ¿Qué tal fue tu mañana?_ Dijo ella con desgana y soltando un suspiro. La miré y vi que debajo de sus ojos hay ojeras, profundas y oscuras.
_ Bien _ Mentí, prefiero no contarle mi suceso extraño _ Pero tú áno luces muy bien que digamos ¿Pasa algo? Te ves muy cansada _ Ella me volvió a sonreír, esta vez débilmente.
_ No… No pasa nada. Ya estas imaginándote cosas que no existen _ Articula rápido y nerviosa.
_ ¿Segura? _ Volví a insistir. Karla es mi mejor amiga desde que llegué aquí. Su mirada refleja angustia y miedo es la primera vez que la veo tan nerviosa. Algo debió pasar a noche después de que cada una volvió a su casa, así que hice otro intento _ Karla sabes que puedes contar conmigo cuando quieras. Para eso somos amigas _ Le sonrió y le paso mi brazo por los hombros _ Amigas por siempre, recuérdalo siempre ¿Si?
_ Claro que sí _ Dijo tomando mi mano _ Nunca lo he dudado _ Aquello me alegra de una manera reconfortante.
De repente algo dentro de mí retumba y un dolor agudo se filtra en mi cabeza y millones de voces se cuelan, gritos, risas, llantos… sin más mi cuerpo se desploma, siento que estoy a punto de explotar y a mi alrededor todo se torna borroso, lo último que logro ver es el rostro de preocupación de Karla. Y después de allí todo se oscureció.
Me sentía como si estuviese en el vacío. Todo es oscuro y silencioso. De repente un olor dulce y agradable llegaba a mis cosas nasales, era tan suave y penetrante que me daba la sensación de que necesita tener ese aroma cerca. Mi garganta se sentía tan seca, tanto que quemaba con el solo intento de tragar.
¿Qué me está pasando? ¿Qué demonios es todo esto? me sentía como una adolescente pasando por su primer periodo.
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Updated 48 Episodes
Comments
Majoo
Ay
2025-03-30
0
Ernestina Puerto
uuaaauuu. toda suspenso😱😱😱😱
2023-10-22
2
Amparo Muñoz
será que ese hombre misterioso fu el mismo que la salvó la primera vez y luego la volvió a salvar 2 veses más hay mucho misterio en esta historia
2023-08-28
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